sábado, 27 de octubre de 2018

Máxima difusión. Las cifras de la corrupción que salpica a la Junta de Andalucía: 500 investigados y 5.000 millones bajo lupa + María Núñez Bolaños, la juez que desactiva los casos de corrupción que preocupan a la Junta de Andalucía + Tedax tapacorrupción por Antonio Burgos = Corrupción e impunidad juntera: el 2 de diciembre hay que BOTARLOS!!!!!


TRIBUNALES. Las cifras de la corrupción que salpica a la Junta de Andalucía: 500 investigados y 5.000 millones bajo lupa


Manuel Chaves charla con José Antonio Griñán, en el juicio del caso ERE en la Audiencia de Sevilla

  • Doce macrocausas analizan la gestión del Gobierno autonómico, que ha sido incapaz de recuperar el dinero público que cayó en las redes del fraude. 

El traje de la corrupción en Andalucía es de talla XXL. Tan gigante como el tamaño de su Administración y entramados paralelos, la mayor empresa de la Comunidad. Una maquinaria con un potencial enorme para distribuir fondos públicos en una región que arrastra graves carencias estructurales, un débil tejido industrial y una tasa de paro que, con o sin crisis, está diez puntos por encima de la media nacional.

ERE, Invercaria, Avales, Facturas falsas de UGT, Marismas, Delphi, Bahía Competitiva, Faffe...

.....El quebranto que causan estos fraudes supera con creces la catadura moral de algunos de sus protagonistas. El dinero público bajo la lupa de losjueces alcanza la asombrosa cifra de 4.940 millones de euros. Es la mitad del presupuesto anual que maneja la sanidad andaluza (9.809 millones de euros), fondos que en su mayor parte acaban en las alcantarillas del poder.

La cuantía que se investiga en distintas macrocausas es la mitad del presupuesto que se dedica cada año a mantener la sanidad andaluza

.....Hay medio millar de imputados con causas abiertas por corrupción que afectan a fondos gestionados por la Autonomía. El millón largo de folios que compone la causa matriz de los ERE, que lo convierte en uno de los sumarios más extensos de la historia judicial española, acumula en torno a 130 piezas separadas (la mitad de las 270 previstas por la Fiscalía) y unos 300 investigados, incluso después de la poda realizada en el último año. La juez que sustituyó a Alaya, María Núñez Bolaños, está exculpando a ex cargos que dieron o pagaron ayudas, que sólo serán juzgados en la rama política.

La Policía y la juez Alaya encontraron un caso patológico de clientelismo en las subvenciones para cursos repartidas por el Gobierno andaluz

Hay tres piezas cerradas y otras tantas pendientes de recursos. Entre las diligencias separadas se halla la que afecta a las sobrecomisiones cobradas, entre otros, por el exdirigente de UGT Juan Lanzas, quien tenía tantos billetes que podía «asar una vaca con ellos», según confesó su madre a los agentes.

«Compra de votos»

Los sumarios que indagan en el fraude de los cursos están diseminados por varios juzgados andaluces. Para la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal que realizó más de cien detenciones en el Caso Edu, los cursos sirvieron para la «compra de votos», un caso patológico de «clientelismo» que intuyó la juez Alaya y puso de manifiesto en sus autos.


María Núñez Bolaños, la juez que desactiva los casos de corrupción que preocupan a la Junta de Andalucía


María Ángeles Núñez Bolaños, en su estreno como juez de Instrucción


  • Está desimputando de forma masiva a altos cargos en el caso ERE y mantiene paralizadas investigaciones en peligro de prescripción de los delitos.

La instrucción de los ERE está cada día más cuestionada por la Fiscalía, que critica sus retrasos y recurre los archivos porque generan «una intolerable impunidad»

En contra de los peritos, de la Cámara de Cuentas y del Supremo, Nuñez sostiene ahora que las ayudas eran para trabajadores y no para las empresas beneficiarias


El pájaro pintado



Consiste en señalar con colores llamativos a un pájaro y devolverlo a su banda que lo repudia.

Tedax tapacorrupción

Antonio Burgos.

Es de esas imágenes literarias que dan en todo el bebe de la cuestión debatida. Tan acertadas que te da coraje que no se te hayan ocurrido a ti, y que cuando las escuchas o las lees te dan envidia cochina. La puso ayer en estas páginas Antonio R. Vega para abrirse de capa en su certero informe sobre el escándalo de María Núñez Bolaños, la juez que desactiva los escándalos de corrupción de la Junta. Decía así, y perdonen que lo copie, aunque sé lo que le pasa al que la copia: "Si el caso ERE fuera una bomba, el trabajo de la juez María Núñez Bolaños se asemejaría mucho al de un Tedax. El símil no es exagerado. La onda expansiva del fraude de las prejubilaciones ha alcanzado a dos expresidentes, seis exconsejeros y otros 14 ex altos cargos autonómicos que se sientan en un banquillo. Durante los tres años y medio que está a punto de cumplir al frente del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, la magistrada ha desactivado buena parte de la carga explosiva alojada en los sumarios con los que su antecesora Mercedes Alaya acorraló judicialmente al Gobierno andaluz hasta el punto de hacer dimitir a José Antonio Griñán por la «erosión» del caso ERE. El presidente que precedió (y puso) a Susana Díaz en la jefatura del feudo socialista. Nada ha vuelto a ser igual en el juzgado tras el desembarco de Núñez, una apuesta personal del entonces consejero andaluz de Justicia, Emilio de Llera, amigo de su marido «desde chiquititos», como admitió el también fiscal." Fin de la cita, como decía Rajoy antes de dejar a España en manos de los que quieren destruirla.

Y si sólo fueran los ERE... Hay hasta seis macrocausas con el freno de mano echado intencionadamente. Aquí no se trata de la frase habitual contra la Justicia: "Entran por una puerta y salen por otra". Esto es más triste: la UCO de la Guardia Civil se harta de investigar, de registrar oficinas y viviendas y de sacar cajas y cajas de documentos acusatorios y de comprometedores discos duros, y no es que salgan por otra puerta, sino que van a un cajón, no esperando el santo advenimiento, sino aguardando el día de su prescripción.



Imagen relacionada


Impunidad. La palabra es dura, pero es la que le cuadra: los escandalosos casos de corrupción en Andalucía están quedando en la impunidad intencionada de su desactivación judicial. Y no son cuatro perras gordas. Según informaba el diligente Vega, "el dinero público bajo la lupa de los jueces alcanza la asombrosa cifra de 4.940 millones de euros; es la mitad del presupuesto anual que maneja la Sanidad andaluza". Son 500 investigados. Y de ese dinero nadie ha devuelto un euro. Ni el del chófer de la cocaína ni los 32.000 euros gastados en puticlubes con tarjetas "black" igualitas, igualitas que las que han llevado a la cárcel a Rato y a los de IU, UGT y CC.OO. Pero aquí todo el mundo se va de rositas gracias a estos Tedax maravillosos que tenemos. Ya saben qué es un Tedax: acrónimo de "Técnico especialista en desactivación de artefactos explosivos". Los Tedax de la Junta, igual que los de la benemérita Guardia Civil o la eficaz Policía Nacional, no son personas solas, sino equipos. El alcalde Espadas, por ejemplo, se acaba de incorporar al equipo Tedax judicial tapacorrupción que encabeza la juez Bolaños, para que no le pille al PSOE la campaña electoral con estos pelos de una condena por mangoleta de dinero público. No sé si con la aprobación del pleno o por su cuenta, el alcalde ha ordenado que el Ayuntamiento se retire de todos los casos de corrupción como Mercasevilla, Fitonovo, Fundación DeSevilla y el amaño de la Policía Local. Evidentemente, no quieren ni mítines de campaña ni urnas electorales mientras los pillan con el carrito del helado, como dicen los tertulianos. Pero hay algo peor: ¿usted sabe quiénes son los más efectivos Tedax que desactivan esos 500 investigados y esos 5.000 millones de dinero público desaparecidos? Pues los que, a pesar de todos estos pesares, siguen vota que vota al PSOE, "porque son de los nuestros". Sí, ese es el peor Tedax. El Tedax que papeleta en mano dirá el 2 de diciembre: "Bueno, sí, eso es cosa de cuatro golfos; pero estos son los que me aseguran la subvención a mi empresa, el empleo de mi niña y la paguita de mi suegra".





 http://www.antonioburgos.com/abc/2018/10/re102318.html

http://canalsu.blogspot.com/2018/10/el-pajaro-pintado.html


TRIBUNALES
Las cifras de la corrupción que salpica a la Junta de Andalucía: 500 investigados y 5.000 millones bajo lupa

Manuel Chaves charla con José Antonio Griñán, en el juicio del caso ERE en la Audiencia de Sevilla
  • Doce macrocausas analizan la gestión del Gobierno autonómico, que ha sido incapaz de recuperar el dinero público que cayó en las redes del fraude. 

El traje de la corrupción en Andalucía es de talla XXL. Tan gigante como el tamaño de su Administración y entramados paralelos, la mayor empresa de la Comunidad. Una maquinaria con un potencial enorme para distribuir fondos públicos en una región que arrastra graves carencias estructurales, un débil tejido industrial y una tasa de paro que, con o sin crisis, está diez puntos por encima de la media nacional.

ERE, Invercaria, Avales, Facturas falsas de UGT, Marismas, Delphi, Bahía Competitiva, Faffe... El goteo de casos que investigan los juzgados andaluces es incesante. La mayoría son causas clasificadas como complejas, que llevan años instruyéndose. Poco conocidas por la opinión pública, sólo se abren paso en los telediarios cuando en los sumarios aparecen las andanzas del «chófer de la cocaína» o los pagos de casi 32.000 euros en prostíbulos con tarjetas oficiales de la Faffe, la fundación pública bajo sospecha que la Junta regó con 252 millones en subvenciones para la formación de parados.

En esta causa hay 23 investigados, entre ellos Fernando Villén, que vinculó su ruta por los clubes de alterne a su «actividad comercial» como director de la entidad.

El quebranto que causan estos fraudes supera con creces la catadura moral de algunos de sus protagonistas. El dinero público bajo la lupa de losjueces alcanza la asombrosa cifra de 4.940 millones de euros. Es la mitad del presupuesto anual que maneja la sanidad andaluza (9.809 millones de euros), fondos que en su mayor parte acaban en las alcantarillas del poder.

La cuantía que se investiga en distintas macrocausas es la mitad del presupuesto que se dedica cada año a mantener la sanidad andaluza

En el fraude de la Formación sólo se han devuelto 14,8 de los 149 millones de euros distraídos a las arcas y cuyo reintegro pide la Junta. En los ERE, aún menos: 6,7 de los 855 millones en los que cuantificó el supuesto saqueo el juez que ha llevado al banquillo a los jefes del Gobierno andaluz durante 23 años, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Los expresidentes y 20 ex altos cargos están siendo juzgados por diseñar y perpetuar durante más de una década (2000-2011) un sistema «opaco» y discrecional de reparto de subvenciones.

La rama política de los ERE es la que más eco mediático ha tenido y la única que se está enjuiciando en la Audiencia de Sevilla casi ocho años después de que la juez Mercedes Alaya abriera esta macrocausa al descubrir los primeros intrusos empotrados en un ERE de la lonja Mercasevilla financiado por la Junta.

Hay medio millar de imputados con causas abiertas por corrupción que afectan a fondos gestionados por la Autonomía. El millón largo de folios que compone la causa matriz de los ERE, que lo convierte en uno de los sumarios más extensos de la historia judicial española, acumula en torno a 130 piezas separadas (la mitad de las 270 previstas por la Fiscalía) y unos 300 investigados, incluso después de la poda realizada en el último año. La juez que sustituyó a Alaya, María Núñez Bolaños, está exculpando a ex cargos que dieron o pagaron ayudas, que sólo serán juzgados en la rama política.

La Policía y la juez Alaya encontraron un caso patológico de clientelismo en las subvenciones para cursos repartidas por el Gobierno andaluz

Hay tres piezas cerradas y otras tantas pendientes de recursos. Entre las diligencias separadas se halla la que afecta a las sobrecomisiones cobradas, entre otros, por el exdirigente de UGT Juan Lanzas, quien tenía tantos billetes que podía «asar una vaca con ellos», según confesó su madre a los agentes.

«Compra de votos»

Los sumarios que indagan en el fraude de los cursos están diseminados por varios juzgados andaluces. Para la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal que realizó más de cien detenciones en el Caso Edu, los cursos sirvieron para la «compra de votos», un caso patológico de «clientelismo» que intuyó la juez Alaya y puso de manifiesto en sus autos.

A pesar del revuelo que causaron las tumultuosas redadas llevadas a cabo en todas las provincias andaluzas durante 2014, la mayoría de las causas avanzan a paso lento. Otras han sido archivadas porque la cuantía de la ayuda no pasa de los 120.000 euros donde está el tope de la conducta punible.

Uno de los procesos más sonados tiene como protagonista al exconsejero andaluz Ángel Ojeda, cuyas empresas captaron 52,6 millones de euros destinados a cursos para desempleados. La Policía sitúa al antiguo político en «la cúspide» de «todo un entramado empresarial ideado por él con la única finalidad de obtener el mayor número posible de subvenciones de la Junta» y para «enriquecerse por métodos irregulares e ilícitos».

Ojeda, en cambio, alega que los cursos fueron su «ruina» y que todos los cursos se impartieron y se justificaron. El exconsejero recibió 33 millones en ayudas excepcionales para formar y contratar a 1.900 extrabajadores de la fábrica de Delphi, en Cádiz. Chaves había hecho una promesa electoral a los exempleados –«no os vamos a dejar tirados»– que acabó costándoles 106 millones a los andaluces. Esta causa acumula 33 investigados.

Facturas falsas de UGT

La corrupción vinculada a los cursos es una hidra con muchas cabezas. La que más retraso acumula es la de las facturas falsas de UGT, abierta hace cinco años. En esta presunta trama diseñada por el sindicato para desviar subvenciones (se analizan 100,3 millones) y destinarlas a su financiación están imputados desde 2014 dos ex secretarios regionales del sindicato, Manuel Pastrana y Francisco Fernández Sevilla, junto a 16 personas más.

Al calor de los fondos para combatir el paro, hasta los políticos hicieron negocio con la burbuja de la formación. La Junta de Andalucía concedió 730.000 euros a la academia que regentaba la mujer del entonces «número dos» del PSOE andaluz, Rafael Velasco. Parte de una ayuda de 41.296 euros se empleó en pagar la luz de su vivienda. La juez Núñez no vio indicios penales en ello y archivó estas diligencias, pero tiene otras abiertas.

El empresario gallego Alejandro Dávila Ouviña echó la red a otros 24 millones de euros procedentes de planes estatales que gestionó un alto cargo autonómico, Antonio Perales, y que iban destinados a reindustrializar la Bahía de Cádiz, faro del paro nacional. Siete años y medio después, la instrucción acumula 31 investigados, pero el dinero se ha evaporado.

El juez Juan Gutiérrez Casillas investiga en el Caso Marismas, entre otros, al diputado andaluz y exdirector general de Regadíos de la Junta, José Luis Sánchez Teruel (PSOE), por una posible malversación en un plan para modernizar el regadío de la marisma sevillana que se justificó y nunca se hizo. Se pagaron 18 millones con fondos europeos en materiales como tuberías que no se suministraron. Otra riada de dinero público que se escapa por el sumidero de la corrupción.




María Núñez Bolaños, la juez que desactiva los casos de corrupción que preocupan a la Junta de Andalucía

María Ángeles Núñez Bolaños, en su estreno como juez de Instrucción
  • Está desimputando de forma masiva a altos cargos en el caso ERE y mantiene paralizadas investigaciones en peligro de prescripción de los delitos. 

Si el caso ERE fuera una bomba, el trabajo de la juez María Núñéz Bolaños se asemejaría mucho al de un Tedax. El símil no es exagerado. La onda expansiva del fraude de las prejubilaciones ha alcanzado a dos expresidentes, seis exconsejeros y otros 14 ex altos cargos autonómicos que se sientan hoy en un banquillo.

Durante los tres años y medio que está a punto de cumplir al frente del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, la magistrada ha desactivado buena parte de la carga explosiva alojada en los sumarios con los que su antecesora, Mercedes Alaya, acorraló judicialmente al Gobierno andaluz hasta el punto de hacer dimitir a José Antonio Griñán por la «erosión» del caso ERE. El presidente que precedió (y puso) a Susana Díaz en la jefatura del feudo socialista.

Nada ha vuelto a ser igual en el juzgado tras el desembarco de Núñez, una apuesta personal del entonces consejero andaluz de Justicia Emilio de Llera, amigo de su marido «desde chiquititos», como admitió el también fiscal.


Alaya aspiraba a seguir investigando las macrocausas que han puesto bajo la lupa al PSOE andaluz tras su marcha a la Audiencia de Sevilla. Pero el Consejo General del Poder Judicial la apartó por haber cuestionado la imparcialidad de su sustituta por la amistad «notoria» que le une al político. La nueva titular del juzgado, en cambio, niega que esta relación le influya.

La instrucción de los ERE está cada día más cuestionada por la Fiscalía, que critica sus retrasos y recurre los archivos porque generan «una intolerable impunidad»

Nada más aterrizar, Núñez dio un vuelco a las causas de los ERE y Formación, que dividió en piezas más pequeñas con la idea de agilizarlas. La realidad es que sólo ha concluido tres piezas (las ayudas irregulares al chófer de Guerrero, Cenforpre y ABB) y las tres están pendientes de la resolución de recursos. El juez de apoyo Álvaro Martín cerró otras tres piezas desgajadas de la causa matriz, incluida la del «método ERE» que afecta a 22 ex cargos autonómicos, la única que se está juzgando de las 270 partes en que debe dividirse el sumario.

El «retraso» de esta instrucción —en enero cumplirá ocho años— es una queja recurrente en los escritos de las fiscales Anticorrupción. El pasado 20 de septiembre alertaron de que desde 2014, 2015 y 2016 permanecían en su juzgado 18 informes de la Guardia Civil y los peritos judiciales sobre empresas que no estaba investigando. Núñez reaccionó abriendo diez piezas.

Riesgo de prescripción

El tiempo corre en contra de la Justicia y favorece la impunidad de los presuntos corruptos. Se investigan ayudas concedidas desde 2001 y el riesgo de que prescriban los delitos es alto. De hecho, ya se han archivado más de una veintena de causas por este motivo.

Si preocupante es la demora, a la Fiscalía aún le inquieta más la desimputación masiva de ex altos cargos investigados en las piezas relativas a cada una de las ayudas irregulares. Núñez ha logrado algo tan insólito como poner en su contra a todas las acusaciones. Anticorrupción, el PP e incluso la propia Junta de Andalucía que se retiró de la pieza política para no acusar a Chaves y Griñán– recurren todos sus autos de exclusión. La juez ha hecho suyo el criterio de la Audiencia de Sevilla, que estableció que si un cargo político está acusado por el sistema ilícito de reparto de fondos no puede ser enjuiciado por cada una de las subvenciones de forma aislada.

La Fiscalía ha puesto el grito en el cielo por esta tesis porque, a su juicio, genera un «intolerable espacio de impunidad». Los letrados de la Administración andaluza también han mostrado su disconformidad a través de sus recursos porque temen que los delitos queden impunes y, con ellos, el «enorme quebranto» que causó el saqueo al no dejarles ejercer la acusación en otras piezas separadas relativas a las ayudas.

Archivos de corta y pega

Este hábito de archivar le ha jugado algunas malas pasadas. En uno de sus autos de corta y pega, Núñez llegó a desimputar dos veces al exdirector general de Trabajo Francisco Javier Guerrero por la misma ayuda.

El caso ERE está menguando de imputados a marchas aceleradas. En sus autos «indulta» a beneficiarios de ayudas con la tesis de que son «víctimas» de la macrocausa en lugar de delincuentes, argumentos que, para la Fiscalía, carecen de base jurídica.

En contra de los peritos, de la Cámara de Cuentas y del Supremo, Nuñez sostiene ahora que las ayudas eran para trabajadores y no para las empresas beneficiarias

Ha exculpado a dos exconsejeros delegados de la empresa pública Egmasa, Juan Jesús Jiménez Martín y Javier Serrano Aguilar, con el argumento de que la firma de la póliza subvencionada no implica que pudieran «ni siquiera intuir, la existencia de irregularidades» en la concesión.

En el enésimo giro que da al caso ERE, Núñez defiende ahora que las subvenciones sociolaborales «son ayudas a los trabajadores y no a la empresa». Echa por tierra la doctrina jurídica de los peritos que estudiaron las 270 ayudas, del Tribunal y la Cámara de Cuentas, y del Supremo, que las consideran ayudas a empresas porque la Junta corrió con gastos de despidos que debieron asumir las sociedades elegidas arbitrariamente.

En el caso Formación, donde Alaya acusó a la Junta de urdir una «red de clientelismo político» con el dinero repartido para impartir cursos a parados, Núñez sólo halló un cúmulo de «desórdenes, incidencias e irregularidades» sin relevancia penal. Con el respaldo del fiscal Fernando Soto y la oposición del PP, dio carpetazo a la causa abierta contra 24 ex altos cargos, entre ellos tres exconsejeros. Caso cerrado y un dolor de cabeza menos para el Gabinete de Díaz, que hasta el pasado julio sólo había recuperado 14,8 millones de los 149 millones desviados.

Las otras causas separadas del fraude de la formación avanzan a paso de tortuga. En el caso Faffe, la instructora acaba de abrir una investigación específica sobre los 31.969 euros abonados en clubes de alterne con tarjetas oficiales de la extinta fundación de empleo del Gobierno andaluz. Núñez ha tardado dos años en reclamar a la Consejería de Empleo los movimientos de las trece cajas de la entidad, datos que la UCO pide desde julio de 2016.

En la trama vinculada al exconsejero de Hacienda Ángel Ojeda, que la Policía catalogó como una «organización criminal perfectamente estructurada», la instructora ha fijado declaraciones en abril de 2019. Los casos de corrupción se han convertido en bombas de efecto retardado.

La magistrada recusada

Otros casos que llevan años parados son Transferencias de Financiación, Avales y Santana, donde el fiscal lamentó el nulo avance. El primero fue abierto por el juez Álvaro Martín en octubre de 2016. En año y medio, Núñez ha desoído todas las pruebas y pesquisas que han pedido la Fiscalía y el PP para averiguar si toda la Junta había usado el «método ERE» con el fin de gastar dinero sin control. Pilar Ordóñez, la juez que la ha relevado mientras la Audiencia de Sevilla estudia la recusación planteada por el PP, ha atendido en tiempo récord solicitudes que antes cayeron en saco roto. El PP ha recusado a la juez Núñez porque su cuñada trabaja en el departamento de la agencia IDEA que manejaba los fondos públicos «incluidas las transferencias de financiación» bajo sospecha.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Identifícate para poner comentarios.
Los comentarios solo se podrán poner durante unos días...