viernes, 9 de junio de 2017

Ignacio Echevarría, chico ejemplar, nada viciado. "Ejemplar", que no abunda. Por que como dice VIKTOR E. FRANKL "los mejores, de entre nosotros,no regresaron...", gente como Ignacio se van...= LA ÚLTIMA OLA DE IGNACIO ECHEVERRÍA. F.L.Mirones + RECONOCIMIENTO El Gobierno concede la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil a Ignacio Echeverría + Por qué pido la Medalla al Mérito Civil para Ignacio Echeverría, por Anna Grau

Los mejores, siempre se van....así es y así lo dice,  VIKTOR E. FRANKL, en su libro "EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO". 

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VIKTOR E. FRANKLsobrevivió a 4 campos de concentración nazi; su familia no. En este libro nos dice: "Los que hemos vuelto de allí gracias a multitud de casualidades fortuitas o milagros —como cada cual prefiera llamarlos— lo sabemos bien: los mejores de entre nosotros no regresaron. "



LA ÚLTIMA OLA DE IGNACIO ECHEVERRÍA.



F.L.Mirones.

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Cogía olas en Cantabria desde niño, seguramente nos hemos cruzado alguna vez en Suances, Santa Marina o El Sardinero.

Ignacio Echeverría era un surfero, y eso dice mucho de él. Alejado de la costa por su trabajo brillante como analista en una importante institución financiera de Londres, ese día se quitaba el ansia de espuma con su monopatín, como hacen los tritones del norte cuando no pueden surfear.

Regresaba con sus amigos, y cuando vio a un violento asesino apuñalando a una mujer, hizo lo que hacen los grandes: no valorar el riesgo propio y darlo todo por los demás.

Nacho usó lo que mas quería, su tablita con ruedas, su querido monopatín. El asesino islamista se revolvió y hundió su puñal en el español bravo, mientras sus amigos huían.

No debemos juzgarlos por ello, ser como Nacho no es ni fácil ni frecuente. La enormidad de su acto la señalan ellos, paralizados por el terror, ese que a un surfero no lo para.

Nacho había salido al Mar Cantábrico muchas veces. El horizonte negro sembrado de rocas y corrientes letales al que aprendió a no temer.

Valiente, cristiano, un héroe...

Pero para muchos el arrojo del surfero no es suficiente, su perfil no era el de sus asquerosos prejuicios, Nacho no encaja en sus tópicos.

Varón, español, católico, trabajando en finanzas en Londres... ¡Sospechoso de pijo, presunto facha!.

De nada le sirve al hembrismo agresivo este pro hombre, por eso lo ignoran. Da igual que diera su vida para defender a una mujer agredida. Desearían que hubiera entrado en sus esquemas.

Si Nacho hubiera sido al menos un progre, emigrante sin trabajo, o una activista por los derechos de los gatos... ¡lástima!

Aquella mañana, cuando tomó su tabla, Nacho no sabía que su última ola sería la misma que llevó a Aquiles a Troya, la que solo los elegidos pueden surfear. La última ola de Ignacio fue de sacrificio, ejemplo y valor.

Un aullido.
Fernando López-Mirones

Viñetas.






RECONOCIMIENTO

El Gobierno concede la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil a Ignacio Echeverría

CONDECORACIONES.

Asuntos Exteriores y de Cooperación.
  • REAL DECRETO por el que se concede la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, a título póstumo a D. IGNACIO ECHEVERRÍA MIRALLES DE IMPERIAL.

http://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/referencias/documents/2017/refc20170609.pdf


Ver video en enlace:

https://www.facebook.com/elmundo/videos/10154585435241867/


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ATENTADO EN LONDRES

Por qué pido la Medalla al Mérito Civil para Ignacio Echeverría
Anna Grau

Tomás Serrano



¿Por qué me he sumado a la creo que ya multitudinaria petición al ministerio de Asuntos Exteriores para conceder la Medalla al Mérito Civil para Ignacio Echeverría?

.......Sí es el momento y el lugar de decir, como le dijo Ulises de Ítaca a Hécuba de Troya, que aquellos pueblos y civilizaciones que negligen el honrar a sus héroes son los primeros en sucumbir. Y bien sucumbidos están. Ignacio Echeverría estaba en ese maldito puente a la hora de la verdad. Lejos de pensar en sí mismo lo primero, lejos de huir para ponerse a salvo, plantó cara a lo que había, en defensa de una mujer a la que no conocía de nada. Excepto que era su hermana en Humanidad.


..... hacen falta muchos héroes, muchos Ignacios, para darle la vuelta al partido suciamente amañado del terrorismo. Victoire!


http://www.elespanol.com/opinion/tribunas/20170607/222097792_12.html
Por qué pido la Medalla al Mérito Civil para Ignacio Echeverría
Anna Grau

Tomás Serrano

¿Por qué me he sumado a la creo que ya multitudinaria petición al ministerio de Asuntos Exteriores para conceder la Medalla al Mérito Civil para Ignacio Echeverría?
Por ética
Por estética
Por el más elemental sentido de conservación

Espero que el punto a) y b) se expliquen tan por sí solos que no haga falta incidir en ellos. El punto c) también podría parecer que se explica solo, pero, atención. Vamos a ver. La noche anterior a que dieran oficialmente por muerto a Ignacio, yo, periodista y persona humana al fin y al cabo, veía el mundo en pantalla partida. Una parte de mí estaba en la cama, acurrucada junto a mi hija de once años, viendo juntas una película antes de dormir. Mientras disfrutaba de la película y de la confiada y tierna cercanía de su cuerpecito, de esa sensación inefable de seguridad de sabernos juntas y creernos a salvo de todo peligro y de todo mal, yo no podía evitar otear disimuladamente la pantalla de mi móvil. No al acecho de los mensajes de ningún novio, no. Estaba atenta a si se sabía algo de Ignacio.

No sé si es el momento o el lugar de decir lo que muchos pensamos sobre las verdaderas razones que pueden haber impulsado al gobierno de su no siempre tan graciosa Majestad a retrasar inhumanamente –hago mía la verdad como un puño que soltó el ministro…- la identificación final de Ignacio y el duelo de una familia clavada a un dolor que ni el de Antígona de Tebas. No sé si es el momento o el lugar de preguntarse si hay algún error que ocultar, alguna traza de fuego involuntariamente amigo, en el joven y noble cadáver.

Sí es el momento y el lugar de decir, como le dijo Ulises de Ítaca a Hécuba de Troya, que aquellos pueblos y civilizaciones que negligen el honrar a sus héroes son los primeros en sucumbir. Y bien sucumbidos están. Ignacio Echeverría estaba en ese maldito puente a la hora de la verdad. Lejos de pensar en sí mismo lo primero, lejos de huir para ponerse a salvo, plantó cara a lo que había, en defensa de una mujer a la que no conocía de nada. Excepto que era su hermana en Humanidad.

¿He mencionado ya que la noche antes del reconocimiento oficial de la tragedia de Ignacio Echeverría, yo estaba acurrucada con mi hija de once años, viendo una película? Esa película era Evasión o victoria, vagamente, que no del todo, basada en hechos reales. Narra la epopeya de un grupo de presos en campos de concentración nazis que acaban formando un equipo de fútbol destinado a enfrentarse a un equipo alemán. La idea de Berlín es prístina: enfrentar a sus superhombres bien cebados a un grupo de prisioneros en desventaja física, con el árbitro amañado además, y darles un baño de juego sucio y de propaganda.

No sin grandes dudas y broncas internaslos aliados acaban aceptando el órdago con ánimo de fugarse en masa durante la media parte del partido, que se disputa en París. Ya están todos en el vestuario, ya tienen un pie en el túnel excavado a toda velocidad por la Resistencia cuando a alguien se le ocurre: “¿Y si nos quedamos y les ganamos?”. En ese momento, los alemanes se imponen por 4 a 1, y los aliados juegan con diez hombres...

Pues van y se quedan. Y logran remontar y empatar milagrosamente el partido. La operación de propaganda nazi sale redondamente por la culata, con el estadio entero puesto en pie, gritando “Victoire!, cantando a pleno pulmón La Marsellesa y arrojándose todos al campo para envolver en la multitud a los jugadores aliados y ponerlos a salvo… Imagínense a Ignacio Echeverría multiplicado primero por once y después por decenas de miles. Imagínense la emoción y la épica de ganar la Champions, elevada no a la ene, sino a la pura y dura eternidad.

Les decía que esa película está vagamente basada en hechos reales porque la historia real, que no me apetece contarles hoy, fue bastante más triste. Como es triste que no haya habido un milagro de última hora para Ignacio. Perosi no nos pueden devolver a Ignacio vivo, que nos dejen honrar a nuestro héroe. Pues hacen falta muchos héroes, muchos Ignacios, para darle la vuelta al partido suciamente amañado del terrorismo. Victoire!


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