"Caso ERE" : Ahora a por el ex ministro Pimentel.
Ni la madre que la parió por J. CARO ROMERO
Cualquier observador de la actualidad andaluza, especialmente de la
político-judicial -ambos planos parecen desde hace tiempo indisolubles-,
seguidor de los escándalos que rodean a la Junta y que hubiese estado ausente
todo el período estival reaccionaría con algo más que extrañeza al volver la
vista sobre el principal caso de corrupción que se instruye en esta comunidad
autónoma, el de los ERE.Desde mediados de junio, tras la marcha del juzgado de
la que había sido su magistrada titular y coincidiendo con la llegada de una
nueva inquilina -o mejor dicho propietaria-, la instrucción del caso no ha
hecho más que registrar sobresaltos. En la forma y en el fondo. Y todos en una
misma línea en la que la justicia y la política parecen también confluir en
algún punto que, es de suponer, algún día se apreciará más claro.
A la investigación de la corrupción se le quiere dar la vuelta como a un
calcetín
La atomización de una macrocausa que hasta entonces se defendía como
inescindible, no de manera caprichosa sino atendiendo al concepto de trama
organizada -con forma de «pirámide»- descrito a lo largo de toda la
investigación por la juez Mercedes Alaya, supuso un primer seísmo en los
cimientos de la instrucción que va a condicionar el proceso. Un movimiento que
fue decretado por la nueva juez, María Ángeles Núñez Bolaños, sin esperar a que
el Poder Judicial decidiera sobre el reparto de tareas en el juzgado y el
eventual regreso de Alaya, en espera de una comisión de servicio para seguir
investigando tras haber promocionado a la Audiencia de Sevilla. Dinamitado el
caso, la nueva titular empezó a adoptar decisiones relacionadas con el fondo de
ésta y otras investigaciones; todas inequívocamente dirigidas hacia lo que
parece un claro objetivo: reorientar por completo el trabajo desarrollado por
Alaya. Más que significativa fue, en este sentido, la orden impuesta por la
juez Núñez a sus funcionariosde no mover un papel sobre las otras dos
macrocausas que comportan una responsabilidad de la Junta y que instruye el
mismo juzgado de los ERE: la de los avales concedidos por la agencia IDEA y la
del fraude de la formación.
Una medida dictada justo al mismo tiempo que la nueva juez decidía
reactivar una línea de investigación en la trama de los EREdesechada en
principio por Alaya a partir de las primeras conclusiones de la Guardia Civil:
la de las ayudas a la faja pirítica de Huelva en cuya financiación también
participó el Gobierno del PP. Se detiene la investigación a la Junta por ésta y
otras dos macrocausas, a la vez que se abre la investigación al Gobierno por
los ERE. Con las elecciones generales a la vista.La juez Bolaños no ha estado
sola en este giro copernicano que parece querer imprimirse a la investigación
judicial sobre los casos de corrupción en Andalucía. Más que controvertido ha
sido el papel de la Fiscalía, heraldo de las decisiones que ha ido adoptando la
juez -pidió de inmediato la división en piezas de los EREy ha reclamado ya la
de la causa de la formación-, muy en sintonía con los intereses que la Junta ha
ido manifestando en el proceso. La última pirueta del Ministerio Público ha
sido pedir la imputación de Manuel Pimentel por una ayuda que le concedió
Chaves. Esa misma Fiscalía que en un principio se opuso a la imputación de
Chaves que el Supremo ha visto luego clarísima, aprecia ahora con nitidez la
responsabilidad del ex ministro del PP que la Guardia Civil considera «difusa».
Mención aparte merecerían también los extraños movimientos en el Tribunal
Superior de Justicia de Andalucía contra un eventual regreso de Alaya a la
investigación de los ERE. El caso es que, en tres meses desde que cambió el
juzgado, a la investigación de la corrupción en la Junta se le quiere dar la
vuelta como a un calcetín. No está claro que Alaya regrese, pero para cuando lo
haga, si es que lo hace, a la causa de los ERE, como a la España de Guerra, no
la va a conocer ni la madre que la parió. O sea, ni siquiera la propia Alaya.
Recordatorio enlace artículo.
La sustituta de Alaya, por Luis Escribano; los hechos siguen hablando del Nepotismo andaluz "con ingeniería jurídica ad hoc" - ¿"Cadena de favores"? , versus ¿la junta colabora con quien colabora? porque las cosas no ocurren por casualidad ¿¿??? = Sin justicia, no hay Estado de Derecho y sin Estado de Derecho, la convivencia pacífica es imposible, no queda nada.....Firma de apoyo a la Justicia, versus jueza Alaya.
Conclusión ¿Cadena de favores?; sin desperdicio:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate para poner comentarios.
Los comentarios solo se podrán poner durante unos días...