La astracanada es un subgénero teatral propio del primer
tercio del siglo XX cuya base es la teatralización de la realidad. Explota el
retruécano, el sentimentalismo y las situaciones disparatadas, siendo su figura
más importante "el fresco", es decir el pillín desvergonzado. Una
astracanada puede ser un disparate, una necedad, una estupidez o una
barbaridad. A veces las más exitosas son las que están adobadas de todos esos
ingredientes.
Un siglo después de su puesta en escena, la política
andaluza nos ofrece muestras inequívocas de haber trasladado el escenario
teatral a la plataforma institucional, configurada aquí y ahora por un
monopolio de poder donde pulula un sin número de pillos y frescos. Basta con
hacer un recorrido por la prensa diaria para percatarnos del nivel de
desvergüenza de algunos personajes:
Centro de cría del lince ibérico.- Después de gastarse mas
de 400.000 euros en la compra a un ex alcalde socialista de una isla fluvial en
Villafranca de Córdoba, para la cría del lince ibérico, y pese a su aprobación
por el programa Life de la Comisión Europea, siete años después el terreno es
un patatal sin haberse colocado una sola piedra.
Consejos Laborales de la Consejería de Empleo.- La
Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía distribuye dietas de cerca de un
millón y medio de euros a los miembros de sus distintos consejos (económico y
social, de relaciones laborales y de prevención de riesgos laborales) sin la
transparencia debida sobre quienes son sus perceptores y la cuantía individualizada
de las indemnizaciones.
Dietas vacacionales a los parlamentarios.- El Parlamento
andaluz distribuye indemnizaciones cuantiosas a los diputados, por sus gastos
de desplazamiento, en el mes de agosto que está sin actividad.
Indemnizaciones por cesantías.- La junta es muy generosa con
los ex altos cargos, estableciendo unas indemnizaciones por la teórica
incompatibilidad de los cesantes que ruborizan al personal.
Ceses con reserva de plaza.- La imputación de la Directora
General de Industria, Energía y Minas por el escándalo de Aznalcollar provoca
una peculiar destitución con reserva de plaza, algo incompatible con el rigor
administrativo y con los pactos de investidura suscritos con Ciudadanos.
Imputación por vertidos de aguas fecales.- La Delegada de Medio
Ambiente en Granada ha sido imputada por la contaminación, en un 83 %, de las
aguas fecales de la prisión de Albolote. Tras declarar en el juzgado no ha sido
levantada la imputación, sin que "esta presidenta" haya ordenado el
cese para cumplir con su pacto de investidura.
Ayudas a familias desahuciadas.- La Junta suspende las
ayudas a las familias desahuciadas en situación de emergencia social con el
disparatado argumento de que "no quiere frustrar las expectativas de mucha
gente".
Aulas de quita y pon para Formación.- Un ex consejero
burlaba inspecciones de la Junta equipando los centros para Formación y, una
vez homologados, trasladaba el material a otra academia suya para conseguir
otra nueva homologación con el mismo material.
Aumenta el número de Consejerías y Altos Cargos.- En contra
de las promesas de austeridad en la Administración, "esta presidenta"
ha aumentado el número de consejerías y el de altos cargos, contraviniendo el
pacto con Ciudadanos que establecía una disminución del 10 % de estos.
Escuelas infantiles.- La Junta no atiende el compromiso
sobre las escuelas infantiles, tanto en los pagos pendientes como en la
ampliación prometida de 3000 plazas de guardería.
Atenciones a la Dependencia.- Sigue sin atender los
compromisos sobre los dependientes, uno de cada tres de los cuales vive en
Andalucía.
Devolución de la paga a los funcionarios.- Los funcionarios
de la Junta de Andalucía, en contra de los de la Administración del Estado, no
recuperarán las pagas suprimidas "salvo que haya dinero el año
próximo". ¡Magnifica forma de elaborar un presupuesto!
Nombramientos digitales en las Diputaciones.- El
nombramiento del hijo del secretario de organización del PSOE andaluz para un
cargo de confianza en la Diputación de Cádiz, es uno más de los que se están
produciendo masivamente en todas las diputaciones controladas por los
socialistas. Curiosamente ya no braman sobre la necesidad de suprimir dichas
organizaciones, como hacían sin cesar cuando las dirigían los populares.
Vejaciones a funcionarios independientes.- La denuncia por
trato vejatorio a dos funcionarias de Málaga, que estas han realizado contra un
superior que les recriminó que quisieran revisar unas subvenciones de un millón
y medio de euros, es una anécdota más de las muchas que afectan a los
profesionales de la función pública andaluza que, con toda dignidad, defienden
su independencia y el interés público.
Todo cuanto antecede es un breve compendio de algunas
noticias recogidas en una semana por la prensa andaluza. No es preciso hacer
hincapié sobre las astracanadas que adoban otros sumarios tales como los ERES,
los cursos de formación, Mercasevilla, Invercaria, Aznalcollar y un sin fin de
asuntos que avergüenzan al personal.
La desvergüenza en la conducta y en el comportamiento de
muchos de los responsables de que tales escándalos no sucedieran, no hace sino
confirmar que los disparates y las barbaridades consumadas solo han sido
posibles desde la necedad y la estupidez de muchos. Porque el personaje central
de la astracanada es "el fresco" y en esta tierra andaluza son muchos
los que, desde la más absoluta falta de ética, habrán dicho: "Me trae al
fresco lo que piensen de nosotros. Dame pan y llámame tonto".
En el subgénero teatral de la astracanada, lo que importaba,
al fin y a la postre, es hacer reír a la gente. En la astracanada política que
sucintamente hemos dibujado, lo triste de todo es que la risa la pagamos todos
nosotros.
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