El Gobierno de Moreno Bonilla maniobra para «atribuir potestades públicas» al personal de Faffe
Así lo ha denunciado el Sindicato Andaluz de Funcionarios (SAF): «Estamos ante un ejercicio de ingeniería jurídica de los máximos responsables de personal del Servicio Andaluz de Empleo dirigida a amparar la atribución de potestades públicas al personal procedente de la extinta Fundación Faffe, entre otros, con el fin de justificar el mantenimiento de todo este personal»
Comentario de la Compañera sobre la noticia y sobre el Informativo del SAF del mes de marzo
EL “GOBIERNO DEL CAMBIO” MANIOBRA PARA ATRIBUIR POTESTADES
PÚBLICAS AL PERSONAL DE FAFFE PESE A RECONOCER QUE CUALQUIERA PUEDE SER UN ENCHUFADO.
La cúpula del SAE emite un informe basado en un desconocido informe jurídico de una auditora externa para justificar la atribución de potestades públicas al personal de FAFFE Menos de 1 de cada 4 trabajadores del SAE son personal funcionario (804 de 3365), más de la mitad proceden de la FAFFE
- "La Fundación Faffe fue una herramienta para el
desvío de dinero público". "Nunca debió existir".
- Las irregularidades de la Faffe " no fueron puntuales, sino consecuencias
previsibles de un descontrol institucionalizado".
- La plantilla de la FAFFE se conformó "sin respetar los principios constitucionales en el acceso al empleo público de igualdad, mérito, capacidad y publicidad". Y que la fuente de reclutamiento mayoritaria fue una base de datos de la fundación sin control y no existió ningún sistema de selección fiable".
- Dada la arbitrariedad de sus contrataciones, "cualquier miembro de la plantilla de la Faffe puede ser considerado presunto enchufado".
Esta contundencia contrasta radicalmente con el informe de “SITUACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE PLANIFICACIÓN Y ORDENACIÓN DE RECURSOS HUMANOS EN EL SERVICIO ANDALUZ DE EMPLEO” a cuyo contenido el SAF ha tenido acceso. Informe sin fecha ni firma cuya procedencia parece ser la Jefatura de Servicio de Planificación y Gestión de Recursos Humanos del SAE y que habría sido elaborado a mediados del pasado mes de febrero.
Según los datos del propio informe, el personal funcionario apenas representa el 23 % de la plantilla del SAE, siendo el origen de la mayoría de la plantilla la FAFFE, que todos sabemos la situación jurídica en que se encuentra (y de investigación en la jurisdicción penal).
Es evidente que si no quieren proceder a amortizar dichos puestos o sacar a cobertura reglamentaria (como le exige a la Administración la jurisprudencia del Tribunal Supremo) se ven obligados a recurrir a la “ingeniería jurídica” para amparar el mantenimiento de dicho personal y facilitar la usurpación de potestades públicas.
Especialmente “curiosa” nos resulta la mención directa que en el informe se hace al SAF a la hora de hablar de potestades públicas:
““Dicha heterogeneidad entre los convenios, unida a la manera en
que se produjeron las integraciones de estos colectivos en el SAE, ha ido
dibujando un panorama muy judicializado,
agravado por el conflicto que deriva de la interpretación que se hace de las
potestades públicas por parte, fundamentalmente del Sindicato Andaluz de
Funcionarios (SAF), y que venía dificultando el desempeño de determinadas tareas
y actuaciones al personal laboral propio. En muchas ocasiones, se identifican como potestades públicas actuaciones para las que
no existe ninguna dificultad en que la desarrollen proveedores externos, es
decir son funciones externalizadas en muchas de las entidades instrumentales y,
por tanto, podrían ser desempeñadas por el personal laboral propio del SAE, en
tanto son empleados públicos de la Junta de Andalucía”.
También en este contexto, se han venido interpretando como
potestades públicas una gran cantidad de actuaciones de soporte técnico,
especializado y administrativo a la gestión, cuando la potestad pública debería centrarse en
el resultado de esas actuaciones (registro, notificación, resolución, etc.) y
no en las que es necesario realizar para llegar a dichos resultados”.
De la afirmación vertida sobre el SAF deberán respondernos desde el SAE, pues la Consejería de Empleo, la Consejería de la Presidencia, la SGAP y la DGRHFP, así como el gabinete jurídico, tienen perfecto conocimiento de que no es una “interpretación” del SAF sino que siempre nos hemos limitado a informar y exigir el cumplimiento de la jurisprudencia del Tribunal Supremo y de las numerosas STSJA que desmienten la afirmación vertida de que la potestad pública debería centrarse en el resultado de esas actuaciones, siendo de una gravedad absoluta y que bien pudiera derivar en la exigencia de responsabilidades penales por prevaricación y usurpación de funciones. Tienen conocimiento, no sólo porque estaba la representación letrada de la Junta en dichos procedimientos sino porque desde el SAF se las hemos remitido en numerosas ocasiones (un mero ejemplo es la Sentencia firme de TSJA de 18 de febrero de 2016, recurso 229/2014:
“Cierto que como denuncia el Sindicato en abril de 2014 no existía
aún adscripción de funcionario alguno, y una vez iniciado este proceso
contencioso administrativo se adscribió temporalmente 10 funcionarios
interinos, por lo que resulta ciertamente inexplicable cómo se han podido llevar a cabo el
ejercicio de esas potestades administrativas, ya que no basta la firma en el acto administrativo final de la Dirección
Gerencia que expresamente tiene
atribuida la potestad administrativa, porque esa toma de decisión debe ir precedida de la instrucción
de un procedimiento que incumbe exclusivamente a los funcionarios. Así lo hemos
afirmado en numerosas sentencias respecto a encomiendas de gestión anuladas por
esta Sala y confirmadas por el Tribunal Supremo, “que no se
pueden llevar a cabo por personal laboral, actuaciones o funciones de dación de fe pública y gestión de registros administrativos, asesoramiento legal
preceptivo, control y fiscalización interna
de la gestión económica financiera y presupuestaria de evaluación, control, autorizatorias, de vigilancia e
inspección, propuestas de resolución etc, de naturaleza indudablemente
administrativa”).
Por otro lado, consideramos de de extrema gravedad que teniendo la
Consejería de Empleo y la DGRRHHFP una
estructura de más de 30 funcionarios licenciados en Derecho y especializados en
materia de personal (sin contar con los letrados del Gabinete Jurídico) se encargue a una consultora externa realizar auditoria jurídica
del personal integrado en el SAE y se sigan a pies juntillas sus recomendaciones.
¿Quizás es que saben que el personal funcionario especializado no ampararía lo
que pretenden hacer dando potestades públicas al personal laboral dado sus
claros visos de ilegalidad? ¿No será que han
destinado fondos públicos a una empresa privada para la emisión de un informe “ad
hoc” en el que las conclusiones ya estaban redactadas de antemano y con el que
pretenden justificar la culminación de la desfuncionarización del SAE?
En conclusión, estamos ante un ejercicio de ingeniería jurídica de los máximos responsables de personal del SAE dirigida a amparar la atribución de potestades públicas al personal procedente de FAFFE (entre otros) con el fin de justificar el mantenimiento de todo este personal. Todo ello pese a que el TSJA y el TS ya sentenciaron que las atribuciones de potestades públicas en estos ámbitos corresponden en exclusiva a personal funcionario.
De esta manera el autodenomidado “Gobierno
del Cambio” consolida la grave desdotación de puestos de trabajo de personal
funcionario de Administración General de la Junta de Andalucía, donde sólo 1 de
cada 4 trabajadores es personal funcionario, pese a tener un cuerpo funcionarial altamente especializado
(Ciencias Sociales y del Trabajo).
Consulta esta noticia en prensa: ellibre eldiario eldiario2
https://ellibre.es/el-gobierno-de-moreno-bonilla-maniobra-para-atribuir-potestades-publicas-al-personal-de-faffe/
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