viernes, 21 de diciembre de 2018

Ciudadanos se da un tiro en el pie + Guerra y Vox por Antonio Burgos + Canalsu Andalucia imparable + La Sexta: un reportaje inadmisible = ¿Tan díficil es aplicar en Andalucía el simple sentido común y respetar la voluntad de todos los Andaluces y la de los representantes elegidos que permiten el cambio de gobierno…..?


Ciudadanos se da un tiro en el pie




Como verán, hago grandes progresos en mis estudios de Tertulianés Avanzado, en el que como siga así me van a dar el "Proficiency" como otorgaban el de Cambridge en el Instituto Británico de la calle Federico Rubio, junto a la casa del poeta Manolo Mantero. He aprendido a decir lo de "darse un tiro en el pie", que usarse suele muchísimo en las tertulias. Un tiro en el pie como se dio el nieto del Rey Don Juan Carlos, el hijo de la Infanta Doña Elena y de Marichalar, Felipe, vulgo Froilán. O un tiro en el pie como el que se está dando Ciudadanos en Andalucía, con su doble juego en las negociaciones en curso para llevar a la práctica la voluntad de los votantes de PP, Cs y Vox, cuyos sufragios, sumados, derrotaron al PSOE y expresaron el sentimiento de que ya está bueno lo bueno de tener 37 años, más la preautonomía, a los socialistas en el poder, y que la autonomía que tantas fatiguitas nos costó lograr el 28-F esté hasta cierto punto inédita, porque no ha sido aplicada y gobernada por otro partido distinto al que tenía aquí abajo su granero de votos, sus ERE, su PER y per-manencia.

Todos llevamos un Michavilla dentro. Tenemos un particular GAD3 que, hablando en los bares o con los vecinos en el ascensor, nos hace oler por dónde van los tiros de las voluntades electorales. O de las frustraciones postelectorales en el caso de Ciudadanos. Cuando escribo no sé si ayer jueves llegaron por fin a algún acuerdo PP y Ciudadanos para desalojar de una vez a Susana Díaz y al PSOE de San Telmo, que es lo fácil, y para desmontar el Régimen Socialista de Andalucía, que es lo más complicado, por la inercia de la burocracia y por la cantidad de enemigos en plantilla que se van a encontrar. En las elecciones del 2 de diciembre, Ciudadanos tuvo en Andalucía 659.631 votos y quedó tercero. El PP tuvo 749.275 votos y quedó segundo. Vox tuvo 395.978 votos y quedó cuarto; aunque lo más significativo fue el campanazo que pegó, de campana gorda de la Giralda, pasar de 0 a 12 diputados, 12. Pues bien, según el Michavilla que llevo dentro en mi GAD3 particular, todo me dice que ahora el primer partido en votantes cabreados con lo que están haciendo sus dirigentes con la voluntad popular es Ciudadanos. De esos  659.631 andaluces que optaron por Ciudadanos, ¿cuántos están arrepentidos de haberlos votado, ante el espectáculo que están dando, de primero querer la Presidencia de la Junta, habiendo sido los terceros y teniendo por delante al PP con casi 90.000 votos más, y de luego nada más que poner cortapisas y excusas para marear la perdiz y querer pactar con el PSOE para que se abstenga? Y sobre todo, por su pertinaz desprecio a los 400.000 andaluces que votaron a Vox; a los que, como si fueran de Podemos, de Bildu o de los separatistas que mantienen al Okupa en La Moncloa, les han llamado inconstitucionales y xenófobos y los quieren meter en el lazareto del "cordón sanitario"?

En estas circunstancias, le he escuchado a más de un amigo votante de Ciudadanos, que me ha confesado castizamente:

-- Si llego yo a saber que iban a poner tantas pegas para lograr el gran pacto de la derecha que queremos e iban a estar tan a papitos con el PSOE, ¡antier iba yo a votar a Ciudadanos! Y como sigan así y prefieran al corrupto PSOE de los ERE para aislar al incólume Vox, en las europeas y las municipales los va a votar un guardia.

Eso es lo peor: el coqueteo que se traen Albert Rivera y su delegado territorial Juan Marín con el PSOE. ¿En qué cabeza cabe ante los votantes de derechas que se quiera negociar antes con el PSOE que con Vox? ¿Cómo es posible que quieran hacer el cambio pactando con los que hay que cambiar? De hecho, Ciudadanos se ha constituido en piquete antideshaucio de Susana Díaz en San Telmo, pidiendo su abstención para no tener que aceptar los legítimos y democráticos votos de los 400.000 andaluces que, hartos de coles del abandono de sus propicios por el PP y de los bandazos habituales, de babor a estribor, de Ciudadanos, optaron por Vox. Espero que estos señores de Ciudadanos se hayan dado cuenta de la ruina que se están buscando con ese peligroso doble juego tan prosocialista que se traen.


La piel del oso




Cantar de gesta


Guerra y Vox



Nunca pude imaginarme la razón que, andando el tiempo, tendría Alfonso Guerra cuando a la llegada su partido al poder en 1982 dijo: "Vamos a dejar a España que no la va a conocer ni la madre que la parió". Tan no la conoce nadie, que no me conozco ni yo mismo. Aquí me tienen escribiendo un artículo en elogio de Guerra, con la de veces que me metí con el hermano de Mienmano. ¿Razón? Pues que si ni yo mismo me conozco elogiando a Guerra, nada digo del propio antiguo eterno número 2 del PSOE de Felipe González, del dueño de la Librería Antonio Machado, que, asolerado por los años como en barrica de roble, ha pasado directamente de "enfant terrible" a sentencioso y juicioso sabio de la democracia, un Séneca de lo que fue la socialdemocracia del PSOE. Al propio PSOE tampoco lo conoce ya ni el Suresnes que lo renovó. Se han hecho muchas diatribas sobre si ha perdido la O de Obrero y la E de Español. Ha habido algo más grave, por lo que a Guerra le ha hervido el agua del radiador y ha saltado: la S de Socialista es ahora la S de Sánchez, donde toda locura tiene su asiento y su radicalismo para adelantar a Podemos por la izquierda y a los separatistas catalanes por la bajada de pantalones.

Guerra ha devenido en sabio. Nos despierta la nostalgia cada vez que expresa sus pensamientos llenos de sentido común, el que tanta falta le hace a lo que queda de su PSOE de su alma. Ahora ha dado un recital de sentido común en su propia tierra, en la antigua sede de la Diputación, no lejos de donde tenía su librería de barba, trenka, pana y Marcuse, con ocasión de unas jornadas conmemorativas del XL aniversario de la Constitución. Frente a un PSOE que ha demonizado a Vox tras sacar 12 diputados, 12, en el Parlamento Andaluz; frente a una izquierda que le hace al partido del Juez Serrano la gata parida y quiere echarlo extramuros del sistema inventándose inconstitucionalismos, xenofobias, machismos y otros embustes que no están en su programa, el sabio Guerra se ha puesto frente a la ola antidemocrática contra Vox y ha sentenciado: «Los ciudadanos son libres de optar por quien quieran. Que el resultado de Vox en las elecciones andaluzas se repita en el ámbito estatal está incluido y puede darse en la Constitución española». ¡Vamos, lo que ha dicho Guerra de Vox es igualito que el cordón sanitario que quiere aplicarle Albert Rivera para congraciarse con los actuales okupas del viejo partido de Don Alfonso!

Y sobre Cataluña, ni te cuento, el derroche de sentido común y de lógica democrática y constitucional que ha prodigado Alfonso Guerra, a barra libre. Mejor que yo pueden decirlo sus propias palabras, que usted, como servidor, suscribirá de la cruz a la fecha para acabar con los separatistas, en vez de hocicar lamentablemente ante ellos como Sánchez. Dijo el sabio Guerra: «Hay que aplicar indefinidamente» el artículo 155 de la Constitución en Cataluña hasta que vuelva a cumplirse la legalidad. Es error gravísimo poner un límite temporal, porque el límite es cuando vuelva la legalidad y hay que hacerlo controlando el dinero, la educación y los medios de comunicación». Y esperen, que hay más en este recital de reafirmación en el difunto PSOE socialdemócrata: «No tengo muy claro que la política de hacer Consejos de Ministros aquí y allá tenga racionalidad, pero una vez tomada la decisión, lo que no es tolerable es que las autoridades que representan al Estado en el lugar donde va se coloquen enfrente; está fuera de la Constitución y fuera del sentido común. La gente se ha vuelto muy sensible y dice que el 155 es una amenaza cuando fue apoyado por unanimidad en la Cámara y es un artículo como otro. ¿Cómo va a ser inconstitucional aplicar el 155 indefinidamente hasta que vuelva a cumplirse la legalidad?».

¿A que a quien van a tener que aplicar el cordón sanitario va a ser a Alfonso Guerra?


La Sexta: un reportaje inadmisible


Resultado de imagen de inadmisible


Nunca debió emitirse un reportaje como el que La Sexta ofreció el domingo sobre Vox en Marinaleda. El espacio Liarla Pardo traspasó claramente la línea ética que separa el ejercicio de la libertad de información del señalamiento de particulares que vieron vulnerado su derecho a la intimidad y a la confidencialidad del voto. La crítica política deja de ser democrática cuando, llevada de un ciego antagonismo, pone en riesgo la integridad de los ciudadanos; riesgo que se multiplica en un municipio dominado por un excéntrico cacique comunista. La presentadora del programa, Cristina Pardo, ha pedido disculpas en un gesto loable; habría sido mejor no tener que pedirlas. La discrepancia que amenaza la libertad, la de quien sea, deviene totalitarismo.






http://canalsu.blogspot.com/2018/12/cantar-de-gesta.html



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Identifícate para poner comentarios.
Los comentarios solo se podrán poner durante unos días...