martes, 29 de noviembre de 2016

Máxima difusión. SANIDAD. Spiriman y las mareas blancas andaluzas abren fisuras entre Junta, alcaldes y el PSOE + Andalucía y la autonomía : El feudo y el Régimen clientelar, versus "el marido de Loli es de fiar" ¿¿?? + Las CCAA necesitarán un nuevo rescate de 30.000 millones en 2017; Andalucía requerirá, 4.000 millones del FLA. = "Desorden Público", versus, prosiguen los "desmanes y despropósitos junteros" y a los andaluces sólo les queda la calle. ¿Una Andalucía donde el Régimen compra el "silencio de todos"? ¿Un Régimen clientelar pagado con dinero público versus, un pozo sin fondo.....? ¿Una corrupción institucional que nos está pudriendo a Andalucía y a los andaluces, por dentro?. Los junteros, ya no tienen dinero para todo, pero siguen ERE, que ERE, lo primeros sus "chiringos", ya hemos visto en el BOJA los Estatutos de la nueva Agencia empresarial Juntera (AVRA), van consolidando su Administración paralela con sus 200 entes instrumentales" que nos cuestan más de 7.000 millones de euros. Después si queda dinero, lo demás, Administración, General, Sanidad, Educación, Justicia.......Compañeros, en toda manifestación ciudadana hay que estar, los funcionarios- ciudadadanos andaluces tienen que sumar siempre, por que si tu no das el paso, nadie lo hará por ti...hay demasiados intereses y lo que es se ve. La Asociación Defiendo Mi Derecho y la Gestión Pública, hoy sigue, haciendo lo que debe despues de 6 años, El Demócrata Liberal, otro colectivo incansable, personas normales que dicen ¡¡¡¡BASTA YA!!!. La Ilma. Sra. Magistrada Alaya y el personal de su juzgado, un equipo encomiable....y cada vez hay más. Ahora en sanidad, Jesús Candel, otro mirlo blanco, alias Spiriman, al que todos tenemos que apoyar y secundar. Gracias, Jesús, por todo lo que estas haciendo, una labor "mágnifica" en defensa de la sanidad, es necesario que los ciudadanos hablen


PROTESTAS EN ANDALUCÍA. Spiriman y las mareas blancas andaluzas abren fisuras entre Junta, alcaldes y el PSOE 
  • El alcalde de Granada, donde 45.000 personas han vuelto a salir a la calle por tercera vez, exige a la Consejería de Salud que “rectifique y tome medidas” de forma urgente

Foto: El doctor Jesús Candel (c), 'Spiriman', encabeza la manifestación llevada a cabo en Granada. (EFE)


La orquesta desafina, y además de forma estruendosa. En Andalucía, los cuadros del PSOE, sus dirigentes provinciales, los delegados del Gobierno andaluz en las provincias y los consejeros siempre han remado en la misma dirección y con una sola voz. De ahí que el PP durante años haya clamado, hasta el momento sin éxito, contra un ejército imbatible que denominó el régimen socialista, con acusaciones de redes clientelares y de poner los cargos públicos al servicio del partido y viceversa. 

Con Susana Díaz en el Gobierno, en esa legión de cargos públicos y militantes socialistas se abren fisuras. O la partitura va mal o nadie dirige la orquesta como debería. El conflicto con la Sanidad pública, con miles de andaluces en la calle, ha abierto agujeros en la tupida malla socialista en Andalucía. Los alcaldes miran a la Junta y se quejan del partido. Los responsables del PSOE en las provincias recelan de la labor del Gobierno andaluz. Y los gestores se dedican a salirse de sus competencias y hacer política con sus declaraciones, calentando aún más las protestas. Un mes y medio, al rojo vivo.




........De momento, nada ha funcionado. En los últimos años, en Andalucía solo las protestas de los funcionarios, contra lo que llamaron la ley de enchufismo de la Junta, que daba entrada en la Administración a los laborales de las empresas públicas ante los recortes obligados en ese sector, lograron un grado similar de movilización en la calle. Entonces, como ahora, aunque se frenó, se paró, se intentó explicar y se dio marcha atrás, el coste fue brutal. Meses después, el PSOE andaluz perdía por primera vez las elecciones en Andalucía. Muchos dirigentes socialistas lo recuerdan ahora.

Foto: Miles de funcionarios se rebelan contra el "enchufismo" laboral en la Junta
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Manifestación  de la sociedad civil del 13 de noviembre del 2010. 


[foto de la noticia]


"No dudes nunca de que un pequeño grupo de ciudadanos conscientes y comprometidos puede cambiar el mundo. De hecho, siempre ha sido así" Margaret Mead.




20 AÑOS DE EL MUNDO DE ANDALUCÍA. Andalucía y la autonomía





El marido de Loli es de fiar


El partido es un factor claveDe hecho, según el politólogo Luigi Graziano, experto en este campo, eso define el 'clientelismo moderno' de una mayor dimensión espacial, frente a las versiones tradicionales. Ahora el partido político, visto como una organización compuesta por una compleja maquinaria integrada por un determinado número de intermediarios juega un papel fundamental. Existe una tendencia al clientelismo difuso, sin una descarada prevariación, que opera en clave de maquinariaEl PSOE andaluz cuenta con el gigante de la administración.
 La estructura opera no sólo desde la cúpula, donde se dirige un presupuesto de treinta y un mil millones de euros, sino sobre los cuadros intermediosEl Gobierno andaluz se compone de trece consejerías, cada una con dos o tres secretarías generales más la secretaría general técnica, cada cual con dos o tres direcciones, y al menos ocho delegaciones provinciales, y además hay que sumar los organismos autónomos y órganos colegiados. Por citar un ejemplo, Economía: a la estructura estándar añade los organismos de Agencia Andaluza del Conocimiento, Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, Agencia de Defensa de la Competencia de Andalucía, Agencia Andaluza de Promoción Exterior, Parque Científico y Tecnológico Cartuja, Andalucía Emprende, Fundación Pública, y además once órganos colegiados entre consejos, comités, comisiones... Toda las consejerías tienen una estructura densaY la lógica clientelar, por efecto trickle down, va derramándose por la estructura de la administración y sus entramados paralelos.


Desde luego el partido pone cuidado en que los cuadros medios sirvan de correa de transmisión. Hay un episodio muy revelador. Por un accidente -el envío de un email desde la cuenta de la delegada del Gobierno andaluz en Málaga- se pudo conocer un documento interno de la delegación referido a las promociones en el escalafón de la Junta. Ese archivo incluía 172 funcionarios de alto rango de todas las consejerías para valorar su promoción. Y ahí, junto al nombre y el cargo, se menciona si es del PSOE. Se infiere el mérito. En uno de ellos se añade: "el marido de Loli es de fiar". O sea, aval para promocionar. Esto da una idea de la mecánica.


El tamaño de la administración, puesto que la Junta de Andalucía es la mayor empresa de la comunidad, favorece la penetraciónAl final de la primera década del siglo XXI, todavía con Zapatero en el poder, el Ministerio hizo un inventario de entes dependientes de las comunidades, que ya se aproximaban a 2000Andalucía y Cataluña se mantenían en cabeza, no sólo por la lógica de población, y de hecho en tercer lugar se situaba Baleares. En ese paquete, 539 son sociedades mercantiles, con tendencia a la opacidad, escasa rendición de cuentas, y sus pérdidas suelen representar una sangría aunque para sus directivos disfrutan de un buen statu quo.


Más allá del clientelismo difuso -rectores, jueces, etcétera- las relaciones "clientelares" se desenvuelven como un vínculo informal que cuenta con su propio código de asignación de recursos, de fidelidad y de intercambio. En un territorio de carencias estructurales, asistido por ingentes cantidades de fondos europeos, como ha ocurrido con las partidas destinadas a la formación para el empleo, hay un caldo de cultivo muy propicio. De hecho la sombra de dos grandes escándalos han marcado la percepción del 'régimen clientelar': los ERE y los Cursos de Formación (véase el texto complementario)Se trata de escándalos de talla XL donde el enriquecimiento personal es irrelevante, salvo algunos personajes como Guerrero o Lanzas, pero su volumen de distribución ingente.


EREs y cursos...¡gran IDEA!

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El rasgo común de los grandes escándalos que han perseguido al Partido Socialista en Andalucía es su perfil esencialmente clientelar. Y hay miles de millones en entredicho. El fraude masivo de los ERE se apoyaba en las ayudas sociolaborales de la Junta para empresas en crisis con las que facilitar expedientes de regulación de empleo (ERE), mediante un sistema de bajo control en teoría para engrasar su funcionamiento al estar destinado políticamente a comprar la paz social. Pero ese bajo control se convirtió en abusos masivos, tanto si se computa al modo de Alaya en más de ochocientos millones, al incluir la totalidad de las transferencias desde la partida 31L, también conocida como 'fondo de reptiles', como si se fija en un centenar largo por sobrecomisiones, empresas inadecuadas e intrusos. Con la Formación, se trata de otro caso de irregularidades masivas, o fraudes, por la financiación de cursos no celebrados o resueltos de modo anómalo, mal justificados documentalmente. Las exceptuaciones mantenían el sistema cuyo presupuesto en esos años alcanzó los tres mil millones. Parece como si alguien hubiera exclamado su propia versión del eureka de Arquímedes en forma de ¡Qué Idea! Finalmente IDEA es investigada también judicialmente, al margen del fondo 31L, por su financiación una vez más sin apenas control, surtiendo dinero desde diversos departamentos de la Junta para que el Gobierno andaluz pudiera gestionar fondos evitando el control de la Intervención.


La sede en Sevilla
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FINANZAS AUTONÓMICAS
  • Las CCAA necesitarán un nuevo rescate de 30.000 millones en 2017

¡¡¡¡Un Hurra por la sociedad civil!!!.

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PROTESTAS EN ANDALUCÍA
Spiriman y las mareas blancas andaluzas abren fisuras entre Junta, alcaldes y el PSOE


Foto: El doctor Jesús Candel (c), 'Spiriman', encabeza la manifestación llevada a cabo en Granada. (EFE)
  • El alcalde de Granada, donde 45.000 personas han vuelto a salir a la calle por tercera vez, exige a la Consejería de Salud que “rectifique y tome medidas” de forma urgente


La orquesta desafina, y además de forma estruendosa. En Andalucía, los cuadros del PSOE, sus dirigentes provinciales, los delegados del Gobierno andaluz en las provincias y los consejeros siempre han remado en la misma dirección y con una sola voz. De ahí que el PP durante años haya clamado, hasta el momento sin éxito, contra un ejército imbatible que denominó el régimen socialista, con acusaciones de redes clientelares y de poner los cargos públicos al servicio del partido y viceversa.

Con Susana Díaz en el Gobierno, en esa legión de cargos públicos y militantes socialistas se abren fisuras. O la partitura va mal o nadie dirige la orquesta como debería. El conflicto con la Sanidad pública, con miles de andaluces en la calle, ha abierto agujeros en la tupida malla socialista en Andalucía. Los alcaldes miran a la Junta y se quejan del partido. Los responsables del PSOE en las provincias recelan de la labor del Gobierno andaluz. Y los gestores se dedican a salirse de sus competencias y hacer política con sus declaraciones, calentando aún más las protestas. Un mes y medio, al rojo vivo.




Este domingo, de nuevo, más de 50.000 personas, tirando por las cuantificaciones más a la baja, tomaron las calles de Granada,Huelva y Málaga en defensa de una Sanidad pública. En la capital granadina, donde se celebraba la tercera manifestación desde el pasado 24 de octubre, capitaneada por Jesús Candel, el ya conocido 'doctor Spiriman', la situación es más crítica que en el resto de provincias. Allí hubo otra vez unas 40.000 personas protestando. El alcalde de la ciudad, el socialista Paco Cuenca, que llegó a la alcaldía hace siete meses tras romper Ciudadanos su pacto con el PP y apoyar al socialista, dejó claro este lunes su descontento con la gestión que está haciéndose del conflicto. El partido naranja ya ha levantado también la voz.

El alcalde de Granada dice basta

Ya la pasada semana, este alcalde se reunió con el médico que capitanea las protestas, se ofreció como mediador y advirtió de que en caso de que haya una cuarta convocatoria en la calle, él saldrá del lado de los granadinos. Su papel es difícil, admiten fuentes cercanas al regidor. Es a él a quien increpan por la calle y a quien preguntan si va a dimitir ante el malestar que hay en la ciudad. Cuenca ha hecho llegar su enfado al Gobierno andaluz, y además la situación se complica porque sus relaciones con la cúpula del PSOE granadino, que dirige Teresa Jiménez, no son las mejores. El alcalde de Huelva, el socialista Gabriel Cruz, también ha reconocido que como usuario de la Sanidad pública hay mucho que mejorar, y se ha quejado de la que la Sanidad onubense sea la ‘cenicienta’ de Andalucía.

La Consejería de Salud tiene que “rectificar y tomar medidas”, advirtió 24 horas después de las protestas el regidor granadino. "Cuando miles de granadinos salen a la calle, el alcalde está con ellos", agregó. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, participó en un acto en Estepa ante la nueva campaña navideña del mantecado, pero esta vez no admitió preguntas ni hizo declaraciones. Se espera que tome la palabra la tarde del martes desde Bruselas, donde se desplaza en una visita de 48 horas. Entonces, el eco de las protestas por la Sanidad se habrá enfriado. Hasta ahora, ella sí que se puso al frente de una campaña en defensa de la Sanidad que tiene como argumento central acusar a PP y Podemos de haber sellado una pinza para favorecer a la sanidad privada. Ambos partidos votaron el pasado jueves, por razones muy distintas, en contra de una iniciativa socialista en el Parlamento andaluz contra los copagos farmacéuticos.

El consejero de Salud descarta dimitir, y el Gobierno niega que el delegado en Granada vaya a ser relevado

El malestar ciudadano se le ha ido de las manos al Gobierno andaluz. Los mensajes contra los partidos de la oposición y a favor del Servicio Andaluz de Salud se han multiplicado en las redes y los canales tradicionales sin que se hayan silenciado las protestas. El motivo de las protestas se remonta a 2012. Fue ese año, en plena crisis y con los recortes a tope, cuando la entonces consejera de Salud, hoy de Hacienda, María Jesús Montero, presentó un plan de racionalización del sector sanitario andaluz que vendió como una estrategia para recortar los puestos directivos. Se trataba, básicamente, de sumar las gerencias de los hospitales en cada ciudad. Levantó ampollas y se corrigió, cambiando lo fundamental, en ciudades como Málaga y Sevilla. En Granada o Huelva, donde las protestas son más mayoritarias, sí está previsto que se fusionen los hospitales en la ciudad, incluyendo la cartera de servicios.

Tres duros años de tijeras

Curiosamente, aquel plan no estalló en la calle como ha ocurrido ahora. Y eso que en 2012 coincidió con las medidas más duras para la plantilla sanitaria, que vio recortados sus salarios y sus horas de trabajo tras las imposiciones del Gobierno central, lo que, según los sindicatos, supuso la pérdida de 6.000 empleos. Es ahora, cuando el personal recupera salario y jornada, cuando las mareas blancas estallan en Andalucía. Con la peculiaridad además de que en Granada se ha inaugurado un importante hospital que hasta ahora no existía.

En este tiempo, la gerencia del Servicio Andaluz de Salud ha cambiado de manos y la consejería del ramo la ocupa desde 2014 quien antes fue viceconsejero, Aquilino Alonso. Su perfil es mucho más gestor que político. El gerente del hospital de Granada, que había negociado con sindicatos y plantilla sanitaria la nueva organización sanitaria, fue fulminado a mediados de noviembre. Una cirujana vascular se ha puesto al mando, sin éxito en las negociaciones porque, según la Consejería de Salud, las plataformas se levantan sin negociar. Exigen dimisiones y que pare la fusión.

La Junta, de momento, las "ha paralizado” para llegar a acuerdos, pero esto es insuficiente. Desde el PSOE, advierten de que si se tiene que parar y dar marcha atrás, se dará. Desde la Consejería de Salud, hablan de diálogo pero no llegan a tanto. El número dos del PSOE-A, Juan Cornejo, reunió a todos los cargos y dirigentes tras estallar este conflicto para poner orden, pero no tuvo éxito. “Aquí, si alertas del malestar o de que las cosas no se están haciendo bien, te conviertes en un proscrito”, se queja un delegado de la Junta que asegura que se ha avisado al partido de que la calle está mucho más encendida de lo que se está admitiendo.

Susana Díaz decidió guardar silencio hasta que se enfríen las protestas. Nada ha funcionado, aunque lleva semanas pidiendo perdón y garantizando diálogo.

El argumentario oficial del día después de las protestas hablaba de respeto a las quejas de los ciudadanos y diálogo. A la vez, culpa a PP y Podemos de poner en marcha una campaña contra la Sanidad pública para erosionar a la Junta. "¿Piensa usted dimitir?", le preguntaron al consejero de Salud. “Yo lo que me planteo es seguir trabajando mientras sea útil para la ciudadanía. Conozco perfectamente, llevo mucho tiempo trabajando en el sistema público de Andalucía mucho tiempo y creo que es el momento de arrimar el hombro para mejorar y llegar a la ciudadanía”, respondió Alonso, que además ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en Granada. Todos piden perdón por lo que se hace mal y se recuerda que la Sanidad pública andaluza realiza “75 millones de actos públicos al año”. Susana Díaz lo lleva repitiendo dos semanas, poniendo la cara al problema por encima de cualquiera de sus consejeros, incluido su vicepresidente.

De momento, nada ha funcionado. En los últimos años, en Andalucía solo las protestas de los funcionarios, contra lo que llamaron la ley de enchufismo de la Junta, que daba entrada en la Administración a los laborales de las empresas públicas ante los recortes obligados en ese sector, lograron un grado similar de movilización en la calle. Entonces, como ahora, aunque se frenó, se paró, se intentó explicar y se dio marcha atrás, el coste fue brutal. Meses después, el PSOE andaluz perdía por primera vez las elecciones en Andalucía. Muchos dirigentes socialistas lo recuerdan ahora.


20 AÑOS DE EL MUNDO DE ANDALUCÍA. 
Andalucía y la autonomía

Tal vez si hay una palabra que enerva a la nomenclatura de la Junta  de Andalucía es el clientelismo. No es extraño. En definitiva el clientelismo se asocia a democracias de baja calidad, dentro de las prácticas alejadas de la cultura institucional europea. Al socaire del clientelismo aflora el término régimen, en forma de régimen clientelar, aún más irritante e incomodo, bajo la sospecha de la relación de este con la larga hegemosnía socialista, con un dominio que se extiende ya a lo largo de cuatro décadas.

El feudo y el régimen clientelar



En 2012 venció Arenas y no quedó lejos de gobernar. En 2015, Susana Díaz pasó un quinario amargo para la investidura. Pero si se aquilata su medida, no es una percepción sin fundamento. Andalucía se constituyó como comunidad sobre dos éxitos estratégicos del PSOE: capitalizar la poderosa movilización en la Transición, que supo arrebatar al partido de ADN más andalucista; y un referéndum para situar a Andalucía en la escala de las comunidades históricas, que dio al PSOE el liderazgo por los errores estratégicos de sus adversarios. Esa fuerza fue dirigida con mano de hierro desde el partido, no desde las instituciones, y de hecho sus dos primeros presiden tes fueron decapitados desde la sede. Eso facilitó, por ausencia de derecha y movimiento nacionalista, que el PSOE adquiriese una dimensión extraordinaria. Sus victorias electorales eran arrolladoras: tres mayorías absolutísimas encadenadas hasta salvar el trance del felipismo kaputt en 1994 y remontar. Esa herencia es clave para entender el chavismo, que marca la segunda etapa de esa hegemonía al menos hasta que los escándalos propiciaron un salto de generación. Cuando aparece EL MUNDO de Andalucía, en buena medida tomando la herencia del gran Diario 16, la inercia poderosa del partido, su agenda apunta directamente a las prácticas clientelares de la Junta, donde el dominio ha permitido apuntalar la percepción del 'feudo socialista'.

Clientelismo

La poderosa implantación del Partido Socialista, convertido en una formidable maquinaria electoral capaz de prolongar su hegemonía, así pues ha situado el clientelismo como referencia recurrente, aunque desde luego dentro de una estricta formalidad democrática. El entendimiento de ese clientelismo en toda su extensión conceptual requiere integrar perspectivas políticas, económicas, sociológicas y antropológicas. El fenómeno andaluz seguramente no sería explicable sin profundizar en la genética social, sobre todo en el medio rural donde se arrastra una identidad de raíces históricas que impregna la fidelidad de voto más allá de los balances de gestión legislatura tras legislatura. No obstante, circunscrito a la política, el clientelismo es todo el sistema de relaciones informales de intercambio recíproco de favores entre dos partes, se entiende que mutuamente benéficos, con una afinidad instrumental en situación de desigualdad de fuerza y control de recursos: el poder proporciona bienes materiales, protección y acceso a recursos, y el servidor o cliente ofrece a cambio lealtad, algún servicio, apoyo político o votos. ¿Alguien no reconoce ahí lo sucedido en Andalucía?

Alternancia autonómica

Todas las comunidades aportan un ecosistema propicio para asentar modelos clientelares. Los gobiernos autonómicos no son recaudadores sino distribuidores. Sus inversiones se proyectan en todas las parcelas de la sociedad; y sus subvenciones, sobre todo donde hay carencias estructurales, riegan a los sectores más expuestos. Cualquier maquinaria electoral bien engrasada puede rentabilizar esto. El PSOE partía en Andalucía de una fuerte implantación, que naturalmente se ha erosionado con los años, pero de hecho ha sabido penetrar en la sociedad para establecer asideros firmes. Los datos sobre el fenómeno autonómico son contundentes. El Gobierno central ha cambiado en el 36% de las citas electorales; en las comunidades, en general, el promedio se sitúa por debajo del 10%. Sólo en Aragón y Cantabria, con 6 alternancias, y Baleares y Navarra, con 5, superan esa cota. En 2015 se ha incrementado, por los pactos PSOE/Podemos. En Valencia se ha desalojado al Partido Popular, que sumaba veinte años en el poder tras una única alternancia en 1995, como Madrid; en Castilla-La Mancha o Extremadura, la única al-ternancia ha sido de ida y vuelta. En Euskadi solo una vez ha dejado de gobernar el PNV, que encadenó nueve gobiernos, en una colación constitucionalista de PSOE y PP. En Cataluña el PSOE protagonizó también una única alternancia, aunque de dos legislaturas. En definitiva, Andalucía no es un caso excepcional, sino el paroxismo de la norma general, con el valor simbólico de alternancia cero, pero no muy diferente de Castilla y León, donde el PSOE sólo gobernó en la primera y desde entonces hay una nítida hegemonía del PP ya casi de treinta años.

La falta de alternancia -al menos en trece comunidades ha habido dominios de dos décadas- propicia que se desplieguen mecanismos de influencia con matices clientelares, penetrando en todos los resquicios de la estructura social que confiere al poder político una interlocución poderosa. Claro que Andalucía, por esa singularidad de alternancia cero, es un laboratorio muy completo.

El marido de Loli es de fiar

El partido es un factor clave. De hecho, según el politólogo Luigi Graziano, experto en este campo, eso define el 'clientelismo moderno' de una mayor dimensión espacial, frente a las versiones tradicionales. Ahora el partido político, visto como una organización compuesta por una compleja maquinaria integrada por un determinado número de intermediarios juega un papel fundamental. Existe una tendencia al clientelismo difuso, sin una descarada prevariación, que opera en clave de maquinaria. El PSOE andaluz cuenta con el gigante de la administración.
 La estructura opera no sólo desde la cúpula, donde se dirige un presupuesto de treinta y un mil millones de euros, sino sobre los cuadros intermedios. El Gobierno andaluz se compone de trece consejerías, cada una con dos o tres secretarías generales más la secretaría general técnica, cada cual con dos o tres direcciones, y al menos ocho delegaciones provinciales, y además hay que sumar los organismos autónomos y órganos colegiados. Por citar un ejemplo, Economía: a la estructura estándar añade los organismos de Agencia Andaluza del Conocimiento, Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, Agencia de Defensa de la Competencia de Andalucía, Agencia Andaluza de Promoción Exterior, Parque Científico y Tecnológico Cartuja, Andalucía Emprende, Fundación Pública, y además once órganos colegiados entre consejos, comités, comisiones... Toda las consejerías tienen una estructura densa. Y la lógica clientelar, por efecto trickle down, va derramándose por la estructura de la administración y sus entramados paralelos.

Desde luego el partido pone cuidado en que los cuadros medios sirvan de correa de transmisión. Hay un episodio muy revelador. Por un accidente -el envío de un email desde la cuenta de la delegada del Gobierno andaluz en Málaga- se pudo conocer un documento interno de la delegación referido a las promociones en el escalafón de la Junta. Ese archivo incluía 172 funcionarios de alto rango de todas las consejerías para valorar su promoción. Y ahí, junto al nombre y el cargo, se menciona si es del PSOE. Se infiere el mérito. En uno de ellos se añade: "el marido de Loli es de fiar". O sea, aval para promocionar. Esto da una idea de la mecánica.


El tamaño de la administración, puesto que la Junta de Andalucía es la mayor empresa de la comunidad, favorece la penetración. Al final de la primera década del siglo XXI, todavía con Zapatero en el poder, el Ministerio hizo un inventario de entes dependientes de las comunidades, que ya se aproximaban a 2000. Andalucía y Cataluña se mantenían en cabeza, no sólo por la lógica de población, y de hecho en tercer lugar se situaba Baleares. En ese paquete, 539 son sociedades mercantiles, con tendencia a la opacidad, escasa rendición de cuentas, y sus pérdidas suelen representar una sangría aunque para sus directivos disfrutan de un buen statu quo.

Más allá del clientelismo difuso -rectores, jueces, etcétera- las relaciones "clientelares" se desenvuelven como un vínculo informal que cuenta con su propio código de asignación de recursos, de fidelidad y de intercambio. En un territorio de carencias estructurales, asistido por ingentes cantidades de fondos europeos, como ha ocurrido con las partidas destinadas a la formación para el empleo, hay un caldo de cultivo muy propicio. De hecho la sombra de dos grandes escándalos han marcado la percepción del 'régimen clientelar': los ERE y los Cursos de Formación (véase el texto complementario). Se trata de escándalos de talla XL donde el enriquecimiento personal es irrelevante, salvo algunos personajes como Guerrero o Lanzas, pero su volumen de distribución ingente.

El término asociado al clientelismo

El término más comúnmente asociado al clientelismo político es la corrupción, pero conviene matizar esa relación. Como sostiene Graziano, lo dos fenómenos poseen una función instrumental semejante, puesto que privatizan lo público para llevarlo fuera de los parámetros de legalidad. El clientelismo, en definitiva, puede ser motor de la corrupción y ésta, a su vez, consecuencia del clientelismo. En ambos casos se vinculan, lo cual no quiere decir que necesariamente sean lo mismo. La diferencia básica es que una práctica "clientelista" no necesariamente ha de ser ilegal, mientras que la corrupción sí. La responsabilidades, así pues, no necesariamente serán penales. El archivo de la pieza política de los Cursos, y quizá un destino semejante en los ERE, requiere precisamente esta distinción. Por demás, las interpretaciones radicalmente divergentes nutren la convicción de que el sistema judicial no está al margen de la contaminación.

EREs y cursos...¡gran IDEA!


El rasgo común de los grandes escándalos que han perseguido al Partido Socialista en Andalucía es su perfil esencialmente clientelar. Y hay miles de millones en entredicho. El fraude masivo de los ERE se apoyaba en las ayudas sociolaborales de la Junta para empresas en crisis con las que facilitar expedientes de regulación de empleo (ERE), mediante un sistema de bajo control en teoría para engrasar su funcionamiento al estar destinado políticamente a comprar la paz social. Pero ese bajo control se convirtió en abusos masivos, tanto si se computa al modo de Alaya en más de ochocientos millones, al incluir la totalidad de las transferencias desde la partida 31L, también conocida como 'fondo de reptiles', como si se fija en un centenar largo por sobrecomisiones, empresas inadecuadas e intrusos. Con la Formación, se trata de otro caso de irregularidades masivas, o fraudes, por la financiación de cursos no celebrados o resueltos de modo anómalo, mal justificados documentalmente. Las exceptuaciones mantenían el sistema cuyo presupuesto en esos años alcanzó los tres mil millonesParece como si alguien hubiera exclamado su propia versión del eureka de Arquímedes en forma de ¡Qué Idea! Finalmente IDEA es investigada también judicialmente, al margen del fondo 31L, por su financiación una vez más sin apenas control, surtiendo dinero desde diversos departamentos de la Junta para que el Gobierno andaluz pudiera gestionar fondos evitando el control de la Intervención.






FINANZAS AUTONÓMICAS
Las CCAA necesitarán un nuevo rescate de 30.000 millones en 2017


Las comunidades autónomas necesitarán que el fondo estatal de rescate les preste de nuevo 30.000 millones en 2017 para poder cubrir sus necesidades de financiación. Así lo pronostica la agencia Moody's en un informe sobre las regiones españolas. Sólo la Generalitat de Cataluña necesitará cerca de otros 7.000 millones de euros del llamado Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).

La agencia de calificación de solvencia considera que la Comunidad Valenciana necesitará otros 6.000 millones del FLA y, la Junta de Andalucía, más de 4.000 millones en 2017. Hacienda cifra en 172.374 millones de euros la ayuda financiera del Gobierno central desde 2012 en forma de préstamos blandos, de los cuales 53.307 millones han sido para Cataluña; 36.777 para la Comunidad Valenciana y 27.682 para Andalucía.

La necesidad de rescate estatal para las comunidades que, como la Comunidad Valenciana, sigue en bono basura es un factor importante en la negociación contrarreloj que ha iniciado el Gobierno con el PSOE para aprobar este viernes el techo de gasto, la senda de déficit de las distintas administraciones y el nuevo cuadro macroeconómico para su remisión a Bruselas. Según fuentes del Ministerio de Hacienda, sin acuerdo para la aprobación del techo de gasto y el objetivo de déficit, que será suavizado, no es posible legalmente activar el FLA para las nuevas necesidades de financiación de las comunidades. Por tanto, los barones tienen un fuerte incentivo para facilitar los planes del Gobierno del PP en este terreno.

El PSOE está dispuesto a permitir la aprobación del techo de gasto que negocie Cristóbal Montoro con las CCAA, aunque fuentes socialistas, ven prácticamente descartado el sí y contemplan como opción máxima, la abstención. Su objetivo es cerrar un acuerdo el jueves para que el techo de gasto pueda después ser aprobado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), donde hay mayoría de gobiernos socialistas, pero Montoro puede sacar adelante cualquier acuerdo con el apoyo de una de las comunidades gobernadas por el PP. Según fuentes gubernamentales, el Consejo de Ministros aprobará su propuesta de techo de gasto este viernes.

El PSOE preside siete comunidades (Aragón, Andalucía, Asturias, Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Extremadura) y está presente en el Gobierno de otras tres: Canarias, Cantabria y País Vasco, aunque esta comunidad no pertenece al régimen fiscal común. Además, los socialistas quieren aprovechar su capacidad negociadora actual, con un PP en minoría, para que el reparto del déficit sea «más simétrico» entre el Estado y las CCAA.

El punto todavía más conflictivo es la distribución del déficit entre el Estado, las CCAA, la Seguridad Social y los ayuntamientos. El Gobierno mantiene el 0,5% con respecto al Producto Interior Bruto para las comunidades, que es el previsto tras la suavización obtenida en Bruselas, pero el PSOE reclama que se mantenga el 0,7%, el mismo listón máximo previsto este año por los ejecutivos autonómicos. La diferencia son más de 2.200 millones.

Un punto medio de un 0,6% podría estar bien visto por el PSOE y asegurar, al menos, la abstención socialista para permitir que el techo de gasto se apruebe.

El presidente de la gestora, Javier Fernández, no quiso ayer descartar nada después de reunirse en Ferraz con los líderes de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y UGT, Josep Maria Álvarez. Además, el socialista asturiano derivó cualquier decisión a la negociación que mantiene también directamente Hacienda con los presidentes autonómicos. Si hay pacto con los barones socialistas -que ahora controlan el PSOE- habrá un acuerdo que permita su aprobación. Fernández aclaró que no ha conversado con Rajoy «sobre este tema».


Fernández mantuvo que es casi imposible el acuerdo con el Gobierno en torno a los Presupuestos, que será la siguiente ley tras la aprobación del techo de gasto. Sin embargo, sólo permitir la aprobación de este último podría conllevar otra crisis interna. El ex secretario general Pedro Sánchez advirtió el sábado que el PSOE no debe apoyar ni con su voto, ni con su abstención el techo de gasto.




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