miércoles, 16 de noviembre de 2016

El sumario de la 'operación nazarí' describe un clima de presiones y amenazas a técnicos y funcionarios = Con los políticos que padecemos, ser funcionarios y cumplir con la legalidad tiene un gran coste personal. En la Junta para evitar a los funcionarios, los junteros han montado incluso su propia "Administración paralela", ¿Así están mas libres, para "ya sabes que".....?

POLÍTICA


 Un clima de presiones y amenazas reinaba en la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) de Granada, donde técnicos y funcionarios fueron marginados, trasladados o directamente privados de sus funciones cuando emitían informes contrarios a la interpretación y pretensiones de la concejal responsable respecto a licencias o concesiones a un grupo de empresarios del sector de la construcción.



Manuel Navarrete, jefe de la Asesoría Jurídica, protagonizaría otro de los episodios de tensiones y presiones. Cuando informó reiteradamente en defensa de la legalidad fue separado de la defensa letrada de los intereses municipales en procedimientos judiciales de reclamación de deudas a Julián y disuelta la Asesoría Jurídica de Urbanismo, que funcionaba desde 1981, lo que motivó una recogida de firmas entre personal de la Gerencia. Parecida suerte corrió José Antonio Romero,técnico urbanista, quien a la vuelta de unas vacaciones de verano se encontró su mesa y funciones ocupadas por otro funcionario. Sin explicaciones.






POLÍTICA
El sumario de la 'operación nazarí' describe un clima de presiones y amenazas a técnicos y funcionarios



Un clima de presiones y amenazas reinaba en la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) de Granada, donde técnicos y funcionarios fueron marginados, trasladados o directamente privados de sus funciones cuando emitían informes contrarios a la interpretación y pretensiones de la concejal responsable respecto a licencias o concesiones a un grupo de empresarios del sector de la construcción.

 Así se desprende de distintas declaraciones prestadas ante los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía que aparecen en el sumario abierto por el Juzgado de Instrucción número 2 de Granada, que investiga una presunta trama de corrupción en el área de Urbanismo, por la que el pasado 13 de abril fueron detenidos durante algunas horas los entonces alcalde, José Torres Hurtado, y la concejal Isabel Nieto, ambos del PP, que dimitieron a los pocos días, junto a un total de 18 personas entre funcionarios municipales y empresarios, mientras se registraban domicilios particulares y sedes de empresas del sector.

Como principales 'actores' de las presiones aparecen la concejal de Urbanismo y el director-gerente de la GMUManuel Lorente, otro de los detenidos, quien en 2008 dimitió de su cargo para eludir la obligación legal de presentar declaración de bienes -así lo ha admitido en su declaración ante la juez que lo investiga- y pasó a desempeñar un cargo nominalmente técnico, aunque los declarantes lo señalan como el hombre que habría controlado el urbanismo de Granada en los últimos 25 años.

Las presiones alcanzaron al propio director de Urbanismo, el arquitecto municipal Jacobo de la Rosa, enfrentado posteriormente con Isabel Nieto, quien le ha denunciado públicamente por un abultado patrimonio de bienes que no se corrresponderían con su volumen de ingresos salariales. El testimonio de De la Rosa es contundente: afirma que informó de las irregularidades al alcalde Torres Hurtado, quien en su declaración judicial se mostró ajeno al funcionamiento del urbanismo municipal. De la Rosa, tachado de "traidor" por la concejal, solicitó el traslado a la Diputación Provincial, pero años después Nieto habría reclamado su regreso a la Administración municipal con el fin de presionarle y condicionar sus declaraciones cuando determinadas informaciones relativas a la GMU comenzaron a salir a la luz pública.

Es De la Rosa el primer denunciante que habla de un "puenteo" en la Gerencia que habría afectado incluso al concejal antecesor de Nieto, Luis Gerardo García-Royo -dejó la política activa en 2007-, quien también manifestó a la UDEF que empezó a sentirse marginado cuando dejó se despachar a diario con el alcalde porque Torres Hurtado pasó a hacerlo directamente con Lorente.

En la mayoría de los casos descritos aparece como principal beneficiario JJ Consulting, empresa de José Julián Romero, quien es dibujado como un empresario que transitaba prácticamente a diario las dependencias de la GMU con "prepotencia", actitud de la que habría sido corolario y víctima Beatriz Sánchez Galiana -una de las presionadas-, a la que llegó a colocar las dos manos en el cuello.





Casería de San Jerónimo




Entre los casos apuntados figura una promoción de 300 viviendas en la Casería de San Jerónimo, cuya licencia de primera ocupación fue denegada por informes jurídicos y técnicos ya que Julián había incumplido la obligación de urbanizar la zona ni el aval presentado cumplía los requisitos. Al informe desfavorable de De la Rosa replicó la GMU convirtiendo la Subdirección de Licencias, hasta entonces dependiente de la de Urbanismo, como dirección independiente, a cuyo frente se situó a Emilio Martín, capacitado a juicio de los declarantes solo para emitir informes técnicos pero no jurídicos, también imputado y hombre cercano a Lorente, con lo que se orillaba el trámite por la mesa de De la Rosa, quien dejó de ser convocado a las reuniones semanales de la concejalía.

La relación de amistad Lorente-Julián es descrita como "pública y notoria" por los declarantes, plasmada en la concesión administrativa de la mayoría de los 'parkings' públicos de la ciudad, operación de la que habría sido "ideólogo" el propio Lorente, pese a que correspondería al área municipal de Contratación.

Julián en principal medida, pero también otros empresarios también investigados, disfrutaban de la 'vista gorda' de las autoridades municipales ya que no hacía frente al pago firmado en convenios, impagados y no suficientemente garantizados de cobro. Un montante que Carmen Cabrera, jefa del servicio de Licencias, otra de las declarantes, cuantificó en 24 millones de euros, para lo que puso en marcha una operaciónd e reclamación de las cantidades. Recibió descalificaciones, presiones y amenazas por parte de Lorente y otros significados altos cargos de la Gerencia que negaron las cifras de una situación financiera "desconocida" hasta entonces en el seno de la GMU.

La promoción de viviendas en Casería de San Jerónimo sería otra muestra del irregular funcionamiento: cuando en 2011 se trató de regularizar la situación, Julián entregó al Ayuntamiento como compensación por la deuda un terreno vendido en 2005 por la propia corporación y valorado -en plena crisis- en el doble de lo pagado seis años antes.

Manuel Navarrete, jefe de la Asesoría Jurídica, protagonizaría otro de los episodios de tensiones y presiones. Cuando informó reiteradamente en defensa de la legalidad fue separado de la defensa letrada de los intereses municipales en procedimientos judiciales de reclamación de deudas a Julián y disuelta la Asesoría Jurídica de Urbanismo, que funcionaba desde 1981, lo que motivó una recogida de firmas entre personal de la Gerencia. Parecida suerte corrió José Antonio Romero,técnico urbanista, quien a la vuelta de unas vacaciones de verano se encontró su mesa y funciones ocupadas por otro funcionario. Sin explicaciones.


Cuando la crisis empezó a golpear con crudeza a las empresas del sector, el constructor García Arrabal sustituyó a Julián en las 'preferencias' de la GMU. Arrabal es promotor de la sala de fiestas del Serrallo, donde el PGOU preveía un parque infantil y también aparece en el cambio de uso deportivo a residencial -expresamente prohibido en el Plan de Urbanismo- o de apartamentos turísticos (uso singular hostelero) a viviendas colectivas, lo que requería de un plan especial

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Identifícate para poner comentarios.
Los comentarios solo se podrán poner durante unos días...