A DISTANCIA
Tentaciones peligrosas
ALFONSO LAZO
VI EN SU momento por TVE la declaración institucional del
presidente del Gobierno haciendo frente al intento separatista de golpe de
Estado en Cataluña. Un giro espectacular. Por primera vez desde hace cuatro años da la cara, dice cosas precisas, se muestra resuelto, se
convierte en un líder y puede ganar unas elecciones que tenía pérdidas.
Vino después su no menos resuelta convocatoria de
la Moncloa, y un acto del Foro EL MUNDO donde el nuevo Rajoy mantuvo su tono de
liderazgo hablando de un consenso básico con el PSOE y C's; eje a tres que han confirmado tanto
Rivera como Sánchez con sus palabras de los últimos días. Y sin embargo…
Sin
embargo tengo mis dudas, porque las tentaciones
de romper la unión que van a experimentar los tres partidos serán fortísimas. La unidad conseguida entre PP, PSOE y Cs no bastará con
que se plasme en unidad de declaraciones, sino que será necesaria la unidad en la acción concreta y
radical, única forma de
enfrentar los golpes de Estado; y es aquí
donde surgen las dificultades para esa misma unidad. Carecemos de estadistas en España, de modo que tanto Rajoy
como Sánchez como Rivera pueden acabar, en el momento decisivo, cuando Mas y el Parlament ignoren los
mandatos del Tribunal Constitucional, anteponiendo los intereses de partido
(por no hablar de intereses personales) a los intereses de la nación.
Sánchez y Rivera se han comprometido a colaborar
con el Gobierno. Les honra. Pero no tenían otra posibilidad.
Decir «no» habría vuelto contra ellos a la
opinión; aunque decir «sí» también supone un alto riesgo político para ambos Si
de aquí al 20 de diciembre Rajoy toma medidas enérgicas y frena a los golpistas
tiene ganadas las elecciones. ¿Va a soportar Sánchez semejante riesgo? Quizás
no. A no tardar mucho empezará de nuevo con matizaciones, distingos y
apelaciones a su tercera vía y a una reforma de la Constitución nunca explicada
pero que suena a dar al separatismo, en nombre de la unidad España, lo que el
separatismo pide (diálogo y política lo llama). En el fondo, un nuevo riesgo.
Porque los españoles parecen hartos de las provocaciones de Mas y deseosos de
darle un buen papirotazo en la nariz; si el PSOE no colabora no van a perdonárselo nunca. O sea,
que Sánchez está en un aprieto, y haga lo
que haga será en beneficio del
renacido líder del Partido Popular. En el sur, Susana Díaz sonríe para sus adentros.
En cuanto a Ciudadanos, Rivera corre el peligro de dejar de ser
el referente de la defensa de España. Mientras el Partido Popular dormitaba, no cabían dudas; ahora
que Rajoy ha despertado Rivera ya no es el único decidido a moverse con
valentía. No sé si esa repentina competencia puede llevarle a romper la unidad
de los demócratas.
Pero lo peor sería un Rajoy tentado de nuevo por la molicie:
mantenerse en las palabras y los gestos rituales sin llegar hasta la acción; cosa que conduciría a la peor de las salidas: una independencia
catalana de facto, aunque no de derecho; una Cataluña en teoría dentro de
España, pero sin cumplir las leyes del Estado y con el Barça que seguiría
jugando en la liga española. Confiemos con todo en que el eje a tres no
se desmorone antes de la Navidad ni a la hora de formar Gobierno después de las
elecciones.
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