El día de hoy no ha dejado indiferente a nadie....El resultado
de esta noche ha dejado un clima enrarecido en toda Cataluña...
.....Debo admitir que sí, han ganado. Primero,
en unas elecciones donde deberíamos
evaluar lo que se ha cumplido o no para con la CCAA, estamos hablando de una especie de
plebiscito que no es. Por otro lado, han
ganado porque han
dividido la sociedad, han fraccionado familias,
amigos. Han sembrado el odio y usado la división para vencer, venden sus mentiras, donde los más pequeños, sin duda
alguna son los más perjudicados en un adoctrinamiento que lleva más de 30 años, con la venia de los
diferentes gobiernos de España, y el silencio cómplice del resto del Estado
Español. Se han apropiado de un supuesto “derecho a decidir”, que no existe en
ninguna legislatura nacional o internacional. Unos señores de dudosa moral, pero con cuentas de importancia
en paraísos fiscales llaman a una secesión ilegal, señalando a quien no está con ellos.
Lo que ha venido ocurriendo me
recuerda, y más de lo que me gustaría, al totalitarismo.
Donde solo existe un pensamiento.
Han ganado
Escribo estas líneas al final del día de hoy, 27 de
septiembre, el que ha ido mostrándonos paisajes muy distintos en la medida que
pasábamos de la mañana a la tarde. La predicción de la noche del 26, entre
intensos truenos y algo de lluvia, dejaba una mañana llena de nubarrones, que
apenas dejaban disfrutar de ese hermoso paisaje del Vallés Occidental.
Habitualmente puedo ver desde mi “mirador de lujo” desde el Collserola hasta el
Montseny, pero con una vista especial hacia Montserrat, a donde cada mañana
elevamos una plegaria por los míos, casi siempre con especial inclinación a los
de allende. Pero hoy no era un día cualquiera, así que mi aquende pudo más en
mis peticiones matutinas.
Progresivamente el día ha dejado ver el cielo azul
mediterráneo, entre que transcurre la jornada electoral. El temor por lo
desconocido, ese miedo al que muchas veces he hecho referencia se confundía con
la brisa fría del otoño, y por momentos ha ganado la batalla. Cada
tanto debo repetirme y decírselo a otros que estas son unas elecciones
PARLAMENTARIAS, no es un plebiscito, a pesar que quienes lideran la Generalidad
de Cataluña, y han jurado cumplir la Constitución de España, se empeñen en mostrarnos que son unas elecciones con un
fin distinto. No, no se elige el
presidente de un nuevo país. Pero nos han llevado a plantearnos una y otra vez la
posibilidad de ello, hablan de secesión, impulsan desde el poder la división de España y creación de
un nuevo estado. Lo hacen sin dar datos
reales de lo que ocurriría en ese caso hipotético, esconden que quedaría en un
limbo legal, al romper con el marco establecido para con su Nación, y por ende
con la Unión Europea. Mienten,
mienten y mienten. Y para colmo, sólo nos hacen
hablar desde hace meses de esa posible e hipotética secesión.
Las elecciones Parlamentarias definirán nuevas caras
tanto en el legislativo catalán, como el ejecutivo. Pero poco se habla de lo
que no ha hecho en estos años quien ha dirigido la Generalidad de Cataluña. Donde los
recortes han llevado a esta CCAA de ocupar el 5º a un modesto 15º puesto en el
área de sanidad. En educación introducen cifras de lengua catalana junto con el castellano o
español, para mejorar los números de la selectividad. Repito,
mienten y mienten. Y nos llevan a su
terreno.
Debo admitir que sí, han ganado. Primero,
en unas elecciones donde deberíamos
evaluar lo que se ha cumplido o no para con la CCAA, estamos hablando de una especie de
plebiscito que no es. Por otro lado, han
ganado porque han
dividido la sociedad, han fraccionado familias,
amigos. Han sembrado el odio y usado la división para vencer, venden sus mentiras, donde los más pequeños, sin duda
alguna son los más perjudicados en un adoctrinamiento que lleva más de 30 años, con la venia de los
diferentes gobiernos de España, y el silencio cómplice del resto del Estado
Español. Se han apropiado de un supuesto “derecho a decidir”, que no existe en
ninguna legislatura nacional o internacional. Unos señores de dudosa moral, pero con cuentas de importancia
en paraísos fiscales llaman a una secesión ilegal, señalando a quien no está con ellos.
Lo que ha venido ocurriendo me recuerda, y más de
lo que me gustaría, al totalitarismo. Donde solo existe un pensamiento. Casualmente nos marcan con una estrella, quienes despliegan
una bandera con ella, son los buenos, los que no, pues los malos catalanes.
Tristemente me trae a la memoria reciente cuando en Venezuela por razones que
no vienen al caso, y sin una solidez histórica, Hugo Chávez, sí el dictador y
gran traidor, cambió la bandera, y aumentó de 7 a 8 estrellas. Me he visto en
diferentes ocasiones, junto a toda la oposición contándolas en banderas de alguna
enseña tricolor (venezolano), para saber si son o no son de los nuestros, tiene
una de más o de menos. Estos
tiempos, aquí en Cataluña me he visto revisando las banderas, tiene una
estrella o no, es de los míos o de los otros.
Sí, sin duda. Han ganado. Porque ese gesto se
repite en toda Cataluña. Han ganado porque esa división y odio se
ha ido sembrando y diseminando como una metástasis por toda España.
El día de hoy no ha dejado indiferente a nadie. Mi hijo cada
tanto viene a preguntarme si sé algo, y qué puede pasar. Está absolutamente
consciente de todo, informado de la realidad, tanto que ha sido una
conversación entre amigos por qué partido votan padres, abuelos, familias. Me
hizo preguntas que tienen toda lógica, menos para quienes están inmersos en
este adoctrinamiento terrible: “¿Qué pasará con los trabajadores, con lo
cotizado a la Seguridad Social, lo pierden todo? Qué pasará con ese más del 50% que no ha votado a los secesionistas?
¿Nos va a dejar tirados el resto de España?”.
No supe qué contestarle. Hoy no tengo muchas respuestas, probablemente al igual
que Él esté llena de preguntas.
El resultado de esta noche ha
dejado un clima enrarecido en toda Cataluña. No hay un ambiente festivo en la calle.
No se escuchan petardos como cuando se obtienen victorias futbolísticas. Lo ocurrido
marcará el devenir de los próximos días, los que serán clave con relación a las
acciones que deba ejercer el Gobierno de España.
Pase lo que pase, y a pesar de todo, mantengo mis
principios y sigo creyendo en la democracia, apegada a la Constitución y
las Leyes. Pase lo que pase, sigo creyendo en Cataluña, hoy más que nunca dentro de
España, sin atisbo de duda.
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