martes, 22 de septiembre de 2015

Deuda viva, ilegítima y poliédrica por Paco Romero + El protesto, la protesta y la propuesta (Fábula de la deuda ilegítima), por Luís Marín Sicilia.

Deuda viva, ilegítima y poliédrica por Paco Romero


Otro tanto, cambiando de administración, podemos decir del Gobierno andaluz que ha tenido la ocurrencia de anunciar por boca de su portavoz que el proceso al que “le obliga” Ciudadanos para reducir el 10 por ciento de altos cargos en los entes instrumentales de la Junta es «más complejo» que el de la administración general donde ya está avanzado porque «obliga en algunos casos a cambiar los estatutos» y porque se trata de un procedimiento «más poliédrico». ¡Toma del frasco, Carrasco, que diga toma del frasco, Joan! ¡Y tú con esos pelos!

Las palabras finales del portavoz acaban retratándole y retratando los tentáculos del Régimen: más del 80 por ciento del personal de los entes instrumentales está dedicado a los servicios públicos de primera necesidad”. Más aún cuando considera “como «plazo razonable» para concluir el proceso, el final de la legislatura” y al afirmar, además, que “hay que analizar cuáles son los entes instrumentales, de qué personal disponen, cuál es necesario y de cuál se puede prescindir, ya que no es un proceso fácil porque afecta a personas”.


Al menos no se le puede tachar de oscurantista, de trolero ni de cuentista. Lo dice bien clarito: desconocen el número de entes, de qué personal disponen, si son necesarios o no y, en su caso, si son prescindibles; pero, sobretodo, que es un proceso que atañe a personas y, lo que es más importante, a “su” poliédrico prójimo, ese que a buen seguro jamás generará una “deuda ilegítima”.

El protesto, la protesta y la propuesta (Fábula de la deuda ilegítima), por Luís Marín Sicilia.




COROLARIO.- Para gobernar no bastan buenas intenciones, empatía, actitud de diálogo y buen talante. Ni apelaciones genéricas a la ética alejadas de la práctica diaria. Para gobernar se necesita, además y sobre todo, equipos humanos preparados, capacidad de gestión y solvencia intelectual.








http://www.eldemocrataliberal.com/2015/09/deuda-viva-ilegitima-y-poliedrica.html

http://www.eldemocrataliberal.com/2015/09/el-protesto-la-protesta-y-la-propuesta.html

Deuda viva, ilegítima y poliédrica por Paco 

Romero





Con el sonido de fondo de los cantos de sirena contra la “deuda ilegítima”, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ha hecho público recientemente el estado de la “deuda viva” de las entidades locales al último día del pasado ejercicio. El concepto hace referencia exclusivamente a la deuda bancaria y financiera sin incluir las deudas comerciales o con proveedores que, en no pocas ocasiones, superan con mucho a las que hoy analizamos parcial y sumariamente.

La primera cifra que resalta son los casi 38.400 millones de euros que deben los Ayuntamientos, Diputaciones, Consejos y Cabildos Insulares, Entidades Locales Menores y Mancomunidades españoles a las entidades financieras.

Entrando al detalle, las “trampas” de las entidades locales andaluzas suponen el 17,5 % del total, estimándoseles una deuda de 6.700 millones. A la cabeza, en términos absolutos, está la provincia de Cádiz que asume el 26 % del total de la deuda andaluza (1.737 millones de euros), siendo Córdoba la menos endeudada (432 millones), lo que supone el 6,5 % del débito andaluz.

A nivel nacional, junto a Andalucía, lideran tan indecoroso ranking la pella en forma de 8.250 millones de las entidades locales de la Comunidad de Madrid (21,5 % del total), de los que 6.000 millones corresponden a la capital del Estado, sin despreciar los 5.070 que adeudan las catalanas (13,2 %).

Centrándonos en Andalucía, la deuda provincial es liderada por cada uno de los ayuntamientos de las capitales con excepción de Cádiz donde la dita de Jerez de la Frontera (532 millones) se alza como líder indiscutible, resultando ser un 150 % superior a la de la Tacita de Plata.

Pero no nos rasguemos las vestiduras: en lo referente a Diputaciones, Consejos y Cabildos (6.300 millones), aparece la Diputación Foral de Vizcaya como la más morosa, sobre la que recae más de un tercio del total nacional de la deuda. Las Diputaciones andaluzas adeudan 890 millones con -otra vez- Cádiz a la cabeza (206 millones) y Sevilla como la más modosita (70 millones), pese a lo que se dirá más adelante. A destacar la ausencia total de deuda de la Diputación Provincial de La Coruña y del Consejo Insular de Formentera, a la que se suman, inmaculadas, otras 3.421 entidades locales, lo que evidencia que se pueden gestionar los recursos públicos racionalmente, si bien no faltará quien les tache como los tontos de la película.

Los 355 millones de deuda de las Entidades Locales Menores y de las Mancomunidades tienen su origen principalmente en  dos corporaciones catalanas (Área Metropolitana de Barcelona y CM Barcelonés, con 138 millones entrambas) que asumen casi el 40 % del total, sin obviar que, en Andalucía, la Mancomunidad del Campo de Gibraltar genera el endeudamiento del 10 % del total nacional, y sin echar tampoco en saco roto los 14 y los 12 millones, respectivamente, que adeudan la malagueña mancomunidad de la Costa del Sol Occidental y la sevillana de Servicios La Vega.

La evolución, a grandes rasgos, deja entrever que de los 8.118 municipios españoles son 4.695 los que mantienen deuda viva (58 % del conjunto), 365 menos que en 2012, mejora que resulta a todas luces insuficiente, más aún cuando la reducción de la deuda en el citado trienio ha supuesto 4.050 millones, es decir menos de un diez por ciento de la del punto de partida.

Lo más oprobioso es que la limitada disminución del endeudamiento -u holgada, según persisten en apreciar los manirrotos de turno- ha venido de la mano del recorte de servicios esenciales a la comunidad, ya que el capítulo de personal ha permanecido inalterado e, incluso, ha aumentado -¿ilegítimamente?-.

Como ejemplo de última ocurrencia, los 2.400 euros del viaje de ida y vuelta mensual en clase turista Chicago-Sevilla, suponiendo -lo que ya es mucho- que el traslado desde el aeropuerto de San Pablo a Castilleja de la Cuesta corriera por cuenta de Joan Marín,  supondrían para los 17.500 ciudadanos del ayuntamiento del Aljarafe sevillano un incremento del 3,5 % sobre su actual y, por cierto, no exorbitante deuda de 874.000 euros.

Se precisarían 16 años a este ritmo, con la “hente” indispuesta tras las barricadas, para dejar la deuda viva a cero, algo a lo que, por otra parte, no se muestran muy proclives los políticos al uso que, contrariamente, tirando del socorrido y vacuo concepto de “deuda ilegítima”, contribuyen a engordarla, según se desprende de noticias y declaraciones de los últimos días:

El presidente de la Diputación de Sevilla ha aprovechado el inhábil agosto para incrementar hasta 20 el número de nóminas de alcaldes y ex alcaldes socialistas en el cementerio de elefantes de la “Puerta de la Carne”, “fichando”, con 41.000 euros de recompensa al imputado y ex primer edil de Los Palacios y Villafranca y al actual alcalde de Guillena, a los que ha sumado dos secretarias asignadas al grupo del PSOE y otra asesora, sin duda “imprescindible”. Las recientes “adquisiciones” se unen a las 18 que incorporó como “personal de confianza” desde su reelección en junio hasta las vacaciones estivales, política nada nueva en la casa de la provincia donde es costumbre inveterada la colocación digital de alcaldes y concejales socialistas relegados a la oposición por sus vecinos. La respuesta, por las críticas recibidas, de la secretaria general del PSOE sevillano no tiene desperdicio: ¿Quién (sic) mejor que los alcaldes de la provincia para asesorar a la Diputación?”.

Otro tanto, cambiando de administración, podemos decir del Gobierno andaluz que ha tenido la ocurrencia de anunciar por boca de su portavoz que el proceso al que “le obliga” Ciudadanos para reducir el 10 por ciento de altos cargos en los entes instrumentales de la Junta es «más complejo» que el de la administración general donde ya está avanzado porque «obliga en algunos casos a cambiar los estatutos» y porque se trata de un procedimiento «más poliédrico». ¡Toma del frasco, Carrasco, que diga toma del frasco, Joan! ¡Y tú con esos pelos!

Las palabras finales del portavoz acaban retratándole y retratando los tentáculos del Régimen: más del 80 por ciento del personal de los entes instrumentales está dedicado a los servicios públicos de primera necesidad”. Más aún cuando considera “como «plazo razonable» para concluir el proceso, el final de la legislatura” y al afirmar, además, que “hay que analizar cuáles son los entes instrumentales, de qué personal disponen, cuál es necesario y de cuál se puede prescindir, ya que no es un proceso fácil porque afecta a personas”.

Al menos no se le puede tachar de oscurantista, de trolero ni de cuentista. Lo dice bien clarito: desconocen el número de entes, de qué personal disponen, si son necesarios o no y, en su caso, si son prescindibles; pero, sobretodo, que es un proceso que atañe a personas y, lo que es más importante, a “su” poliédrico prójimo, ese que a buen seguro jamás generará una “deuda ilegítima”.


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El protesto, la protesta y la propuesta 

(Fábula de la deuda ilegítima).





Paco el "Chasquines" era muy popular y divertido en su pueblo de Caminos de Enmedio. Su carácter abierto y simpático había sintonizado con una población entusiasta y vitalista cuyos vecinos, frustrados con la anodina gestión municipal, le impulsaron para encabezar una candidatura que terminó aupándolo a la alcaldía del municipio. En su investidura anunció que la vara de mando, símbolo del poder asumido, no era suya sino del "pueblo".
 
El "Chasquines", en consonancia con su extracción popular, no dudó en cambiar el estilo y la forma de hacer política, partiendo siempre de que el "pueblo" sería el que gobernaría el municipio, siendo él un mero ejecutor de su voluntad. Se impuso el conocimiento de la situación económica de la corporación, prometiendo que no se pagaría ninguna deuda ilegítima.

El anterior gobierno municipal, entre otras mejoras de infraestructuras y de mobiliario urbano, había adecentado el salón de plenos, amueblando el mismo con la dignidad correspondiente a un pueblo en expansión. El mobiliario había sido fabricado por Ramón, un trabajador de la ebanistería que, con tesón y esfuerzo, había fundado una empresa societaria con más de veinte empleados.

EL PROTESTO.- Por aquellas fechas vencía una letra de cambio correspondiente al primer pago del 33 % del importe del mobiliario, que fue fraccionado en tres. Presentada al cobro, el alcalde, Paco el "Chasquines", manifestó al banco tenedor de la letra que examinaría si la deuda contraída era legítima. El director del banco, educadamente hizo saber a su amigo Paco que, de no pagarse la letra, la llevaría al notario para su protesto, circunstancia que no varió la decisión del alcalde.

Dentro de los plazos legales, la letra fue protestada, compareciendo el alcalde en la notaría para manifestar que no se pagaba la letra por ser ilegítima la deuda a que correspondía, sin más justificaciones, lo que así hizo constar el notario en el acta correspondiente.

LA PROTESTA.- El alcalde, sin demora, convocó un pleno abierto al pueblo en el que los vecinos asistentes, en coincidencia con las actuaciones de la primera autoridad municipal, hicieron hincapié en la ilegitimidad de la deuda, ya que el anterior alcalde no había consultado al pueblo sobre la conveniencia de comprar el mobiliario ni sobre su importe y forma de pago, sin perjuicio de que dicho mobiliario era, justamente, el que estaban utilizando para la convocatoria. Ramón el carpintero, que asistió al pleno, hizo saber a sus convecinos que lo único claro del tema discutido es que él había pagado los materiales y las horas de trabajo para la fabricación del mobiliario objeto del debate, en base a un contrato suscrito con el Ayuntamiento. Y que impagos de esta naturaleza ponían en riesgo a su empresa y a los puestos de trabajo que la misma había creado.

LA PROPUESTA.- Llegada la hora del juicio ejecutivo motivado por el protesto de la letra, el juez oyó a las partes, quedando claro que el material y el trabajo facturado habían sido entregados con arreglo al contrato suscrito. El alcalde tachó de ilegítima la deuda ante el juez, según dijo por "haberse contratado de espaldas al pueblo, sin su autorización". El juez hizo saber a Paco el "Chasquines" que al pueblo lo representa legalmente el alcalde y es éste el que obliga con sus actos al municipio que representa.

Negando el alcalde su disposición de pagar, el juez ordenó, a petición del carpintero acreedor, la retirada del mobiliario y trabó embargo sobre las cuentas del Ayuntamiento para responder de los daños y perjuicios ocasionados al carpintero, los cuales serían tasados y valorados debidamente.

Ante tales hechos, el alcalde convocó a los vecinos quienes, de entrada, mostraron su malestar por haberles privado del mobiliario y por celebrar en pie la correspondiente asamblea. Paco, el alcalde, para contentar al vecindario propuso adquirir, si el "pueblo" lo aprobaba, un mobiliario nuevo mucho más copioso porque, para dar cabida a todos, ocuparía una doble sala dotada de circuito cerrado de televisión. El "pueblo" aplaudió la genial idea del popular alcalde, y éste fuese al banco para tramitar la financiación de la operación de compra aprobada.

Con el mismo tono amable del impago de la letra, el director de la entidad bancaria hizo saber a su amigo, el alcalde, la dificultad de conseguir la obtención de un crédito que asegurara la compra del nuevo mobiliario. Por una parte, le dijo, la cuenta del Ayuntamiento está bloqueada por lo que, sin autorización judicial, no podría reintegrarse cantidad alguna. Por otra parte, el registro de impagados hace al Ayuntamiento insolvente para la concesión de nuevos créditos.

Contrito, el bueno de Paco reunió a sus concejales y a los empleados municipales, y les hizo saber la dificultad para poder cobrar las nóminas, dado el embargo de las cuentas. Y acto seguido convocó a los vecinos para trasladarles el estado de cosas. Alarmados estos porque el bueno de "Chasquines" aún les tuviera sin mobiliario, fueron abandonando el salón a medida que el alcalde les hacía saber que, para obtener uno nuevo y, sobre todo, para que pudieran cobrar los funcionarios y los miembros de la corporación, se veía obligado a subir los impuestos y tasas municipales.

Como el vecindario fue abandonando el salón, primero de forma sutil y después ostentosamente, nunca se supo si la subida impositiva era o no legítima porque solo la aprobaron los concejales afectados por el impago de los sueldos.


COROLARIO.- Para gobernar no bastan buenas intenciones, empatía, actitud de diálogo y buen talante. Ni apelaciones genéricas a la ética alejadas de la práctica diaria. Para gobernar se necesita, además y sobre todo, equipos humanos preparados, capacidad de gestión y solvencia intelectual.

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