jueves, 11 de junio de 2015

El TSJA dectecta contratos a allegados al gobierno de Toscano en Dos Hermanas = suma y sigue...

  • El Patronato de Deportes contrató con la empresa del compadre del gerente
  • Se saltó la Ley de Incompatibilidades porque, además, era empleado municipal

El alcalde de Dos Hermanas, el socialista Francisco Toscano.


El TSJA detecta contratos ilegales con allegados al gobierno de Toscano en Dos Hermanas

  • El Patronato de Deportes contrató con la empresa del compadre del gerente
  • Se saltó la Ley de Incompatibilidades porque, además, era empleado municipal

 El alcalde de Dos Hermanas, el socialista Francisco Toscano.
El Ayuntamiento de Dos Hermanas, gobernado desde hace más de dos décadas por el socialista Francisco Toscano, vulneró la ley para adjudicar contratos a empresarios afines al gobierno local. Lo constata una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que viene a confirmar denuncias sindicales en los últimos años acerca de cómo el Consistorio nazareno habría beneficiado a familiares y amigos de algunos de sus responsables.

La sentencia del Alto Tribunal andaluz, a la que ha tenido acceso EL MUNDO de Andalucía, constata cómo se dieron adjudicaciones ilegales en el seno del extinto Patronato Municipal de Deportes que beneficiaron a empresarios vinculados a altos cargos y que, además, trabajaban en el propio organismo local.

Tanto es así que el TSJA llegó a anular dos de los contratos adjudicados por el Patronato de Deportes de Dos Hermanas ante el flagrante incumplimiento de la ley cometido al ser el dueño de la empresa beneficiada trabajador municipal. Aunque se dan dos circunstancias añadidas que agravan las irregularidades, ya que una de las socias de la empresa era ex mujer del gerente del Patronato y la esposa del otro dueño trabajaba a las órdenes de éste.

Se trata de la empresa Sededos S.L., a la que en diciembre del año 2005 el Patronato Municipal de Deportes dio dos contratos de suministro de mobiliario y material deportivo para el Centro Municipal Acuático y Deportivo por un importe máximo de 80.000 euros.

Lo hizo, tal y como recoge la sentencia -dictada en 2013 pero aún está en ejecución-, a pesar de que uno de los socios de la empresa, José Luis M.R., era trabajador del Patronato de Deportes, lo que, según la Ley de Incompatibilidades, le impedía contratar con este organismo.

No sólo él trabajaba en el organismo. Su esposa, María P.V., era también empleada, puntualiza la resolución, que no incluye otros vínculos igualmente destacables. En concreto, que en el accionariado de Sededos aparecía María Isabel G.A., ex esposa del entonces gerente del patronato, Francisco Javier Conesa, y la relación personal entre éste y el dueño de la empresa adjudicataria.

«Son compadres», denunció a este periódico otro empresario, José Luis Abad, que promovió la demanda que ha terminado por desvelar estas irregularidades. Abad, a través de la sociedad Construcciones y Equipamientos S.L., optó a estas dos adjudicaciones y acudió a la vía judicial para impugnar las resoluciones.

Hasta el momento, ha conseguido que el Consistorio nazareno le tenga que indemnizar por haber perdido uno de los dos contratos -al que sólo presentaron oferta su empresa y Sededos- mientras que en el segundo caso el tribunal ha ordenado repetir -de manera ficticia puesto que el material ya se suministró en 2005- la adjudicación y la ha vuelto a impugnar al decidir el gobierno local elegir a una tercera empresa.

'No puede actuar como un particular'

La sentencia del TSJA, dictada por la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso Administrativo de Sevilla, es contundente y especialmente dura con los responsables del organismo público y recuerda que «las administraciones pueden hacer sólo lo que les permite el ordenamiento jurídico» y que el gobierno presidido por Toscano «no puede actuar con la libertad de un particular».

Al mismo tiempo, defiende una interpretación estricta de la Ley de Incompatibilidades -en contra de las tesis defendidas por el Ayuntamiento de Dos Hermanas- para evitar, como sucede en este caso, que una decisión pública «esté teñida de intereses privados».

El tribunal, presidido por el magistrado Julián Manuel Moreno Retamino, fue más allá del reproche y llegó a deducir testimonio para que un juzgado penal depurase las responsabilidades «en las que hayan podido incurrir autoridades funcionarios o particulares en el presente caso».

Así se hizo y la Fiscalía de Dos Hermanas abrió diligencias de investigación en 2013 en cumplimiento de la petición del TSJA y acerca de la actuación de los miembros de la mesa de contratación que dio las adjudicaciones irregulares y que presidía la entonces concejal de Deportes, María Antonia Naharro, actualmente delegada en funciones de Educación e Igualdad.

Tras varios meses de pesquisas, no obstante, el Ministerio Público acordó el archivo de esta investigación al entender que no había indicios suficientes de responsabilidad penal por parte de los cargos públicos y técnicos municipales que participaron en las adjudicaciones. Todo ello sin poner en cuestión las irregularidades administrativas, que el TSJA ya había dejado claras en su sentencia.

Un patronato marcado por las sospechas

El Patronato Municipal de Deportes de Dos Hermanas fue, hasta su desaparición en los años de la crisis, objeto de críticas y denuncias por parte de los sindicatos del Ayuntamiento, que llegaron a denunciar una «red de contratos familiares», tal y como publicó el diario Abc en septiembre de 2011.

Según estos sindicatos, en el patronato hoy desaparecido encontraron cobijo -en forma de empleo, se entiende- numerosos familiares de sus responsables y hasta de algún concejal.

Éste era el caso del delegado de Hacienda, Francisco Rodríguez, cuya esposa, María José J.C. era encargada de coordinadores en el organismo que gestionaba la política deportiva nazarena.

En la plantilla del patronato también había no pocos familiares del gerente, Francisco Javier Conesa, incluida una hija y una sobrina, mientras que su «compadre» -el mismo que se benefició de los contratos irregulares- además de trabajar él mismo en el organismo tenía como compañeros a su mujer, María P.V. y a una cuñada.

Este periódico contactó con el Ayuntamiento nazareno para conocer su versión sin obtener respuesta, mientras Conesa se negó a responder a cualquiera de las preguntas que se le plantearon.


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