martes, 22 de enero de 2019

Maxima difusión. Desmontar la onerosa red clientelar andaluza + INFORME DE LA CÁMARA DE CUENTAS.El 'ajuste' del sector público del PSOE: 81 empleados menos en seis años de más de 27.000. + La Junta de Andalucía recolocó en otras agencias al personal «enchufado» de las entidades que eliminaba= Los hechos siguen hablando: indecente administración oculta que el PSOE ha ido tejiendo durante 40 años. Su consolidación mediante la Ley de Reordenación del Sector público -”Ley del Enchufismo”, ; Ingenieria jurídica “ad hoc”, por la que se viste, por los “Eisnteins sociolistos”, un fraude monumental del empleo público a la vista de todos y utilizan para ello y en materia del empleo público, no el Derecho administrativo, rama propia del derecho de Función Pública, sino ¿la subrogación prevista para el sector privado, Derecho Laboral?. Conclusión: actúan a “sabiendas”, lo primero la Administración del Régimen, esa que actualmente maneja mas de 5.000 millones de euors sin funcionarios y sin fiscalización previa.


Desmontar la onerosa red clientelar andaluza


La presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, susana Díaz.


El informe sobre la onerosa y desproporcionada estructura de funcionarios, empresas públicas, agencias y fundaciones que Susana Díaz ha desvelado a pocos días de abandonar el palacio de San Telmo, revela la indecente administración oculta que el PSOE ha ido tejiendo durante 40 años para crear un régimen clientelar de afines al partido. Tras años de opacidad, en el informe afloran los 3.405 empleados no contabilizados hasta ahora, las 2.137 nóminas a dedo y se detallan los 270.101 trabajadores a sueldo de la Junta y los 148 cargos de alta dirección. Aunque Díaz pretende de esta manera anticiparse a las auditorias que han anunciado Partido Popular y Ciudadanos, el nuevo Gobierno andaluz debe ser inflexible en la investigación, la denuncia y el inmediato desmontaje de una tupida y extensa red de amiguismo y enchufados que supone un auténtico latrocinio a las arcas públicas y a todos los andaluces.

Moreno Bonilla y Juan Marín no pueden ser indulgentes y han de poner fin a los miles de sueldos injustificados y a las decenas de contratos de alta dirección innecesarios. En función de los datos que arrojen las auditorias y las comisiones, deben actuar de manera inmediata y contundente. Sus votantes no entenderían ninguna forma de impunidad.






  • La reducción de la administración paralela por parte del PSOE sólo ahorró 40 millones según un informe de la Cámara de Cuentas.





ADMINISTRACIÓN .La Junta de Andalucía recolocó en otras agencias al personal «enchufado» de las entidades que eliminaba


Edificio Torretriana, sede de varias consejerías de la Junta de Andalucía

  •  La Cámara de Cuentas revela que con la reordenación del sector público extinguió 39 entes instrumentales, pero sólo redujo en 61 los empleados



Hay menos entes pero los que subsisten han crecido en tamaño y personal cambiando de nombre


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La radiografía de la reordenación del sector público no se compadece con las expectativas que se crearon. Cinco años y medio de reconversión han dado como resultado la reducción de 39 de los 136 entes que dependían directamente de la Administración autonómica -el 29 por ciento del censo total-, mientras que el personal ha permanecido prácticamente invariable.






https://www.elmundo.es/opinion/2019/01/14/5c3b823bfdddffedb88b457a.html






INFORME DE LA CÁMARA DE CUENTAS.

El 'ajuste' del sector público del PSOE: 81 empleados menos en seis años de más de 27.000



  • La reducción de la administración paralela por parte del PSOE sólo ahorró 40 millones según un informe de la Cámara de Cuentas


La maraña de entes instrumentales, fundaciones, agencias y empresas públicas, dependientes de la Junta de Andalucía apenas se redujo durante la crisis, a pesar de los anuncios de los sucesivos gobiernos socialistas y del Plan de Reordenación del Sector Público que promovió en 2011 el entonces presidente José Antonio Griñán.

De hecho, según los datos que recoge el informe hecho público ayer por el órgano de fiscalización, la reordenación de la denominada administración paralela de la Junta se traduce en una disminución de poco más del 14% en el número de entidades, que pasaron entre 2010 y 2016 de 353 a 303. Pero el ajuste total es aún menor si se tienen en cuenta los recortes de personal o el ahorro económico que supuso.

Así, los autores del informe señalan que pese a que se eliminaron, sobre el papel, medio centenar de entidades la plantilla no disminuyó. Aquella reordenación, a la luz del análisis de la Cámara de Cuentas, fue más estético que real, dado que el número de empleados de esta red instrumental de la Junta varió en sólo 81 trabajadores. Ésa fue la cifra de puestos que se eliminó de forma efectiva, de una plantilla que, según se ha sabido en los últimos días, supera los 27.000 empleados. Es decir, un ajuste del 0,3%.

Más que supresión, los gobiernos sucesivos, desde el de Griñán al último de Susana Díaz, apostaron por la fusión de entidades con sus plantillas correspondientes y eso explica que la Cámara de Cuentas cifre el ahorro económico para las cuentas públicas andaluzas en poco más de 40 millones de euros.

El informe detalla que los entes públicos fueron los que, proporcionalmente, más se redujeron (un 79%), mientras que la supresión de entidades mercantiles fue del 34%, del 25% en lo que se refiere a las agencias administrativas y un 8% en los consorcios.

Con todo, esa información no es completa, ya que la Administración andaluza sólo ha remitido la información al Ministerio de Hacienda sobre el 35,3% de las entidades del sector público de la comunidad extinguidas.

Uno de los mayores reproches que lanza en el documento el órgano fiscalizador es la ausencia, a excepción del plan de 2011, de un calendario y una planificación estratégica del proceso de reducción con objetivos, plazos, efectos y encargados de evaluar sus resultados.

La mayor parte del ajuste en el sector público se ha hecho, a tenor de lo que ha analizado la Cámara de Cuentas, de manera improvisada y sin un mínimo control.

En sus conclusiones, la Cámara de Cuentas indica que el nivel global de eficacia alcanzado a diciembre de 2016 en la culminación de los procesos extintivos previstos ha sido del 36 %.






Entre las recomendaciones del informe, la Cámara aboga por actuaciones que garanticen el control de fondos recibidos en forma de subvenciones pendientes de justificación o reintegro por parte de algunas de las entidades extinguidas.

Dada la ausencia de autorización previa por el Consejo de Gobierno detectada en algunos expedientes, se recomienda además la exigencia en todos los procesos de extinción de entidades del sector público de la Junta.






ADMINISTRACIÓN
La Junta de Andalucía recolocó en otras agencias al personal «enchufado» de las entidades que eliminaba


Edificio Torretriana, sede de varias consejerías de la Junta de Andalucía

  • La Cámara de Cuentas revela que con la reordenación del sector público extinguió 39 entes instrumentales, pero sólo redujo en 61 los empleados.


Como la energía, el entramado de empresas públicas, fundaciones, consorcios y todo tipo de entes satélites creado por la Junta de Andalucía durante más de tres décadas no se ha destruido, sino que se ha transformado. Los sucesivos gobiernos han ido recolocando en otros organismos nuevos o preexistentes al grueso del personal en nómina de las entidades que iba liquidando.

Así lo ha constatado la Cámara de Cuentas de Andalucía en un informe de fiscalización sobre «los procesos de extinción de entidades dependientes de la comunidad autónoma de Andalucía como consecuencia de la reestructuración del sector público» llevada a cabo desde el 27 de julio de 2010, cuando el Ejecutivo de José Antonio Griñán aprobó su plan de reforma, hasta finales de 2016, con Susana Díaz en el Palacio de San Telmo.

«La extinción de entes no ha afectado de forma significativa a una reducción del personal del sector público de la Junta de Andalucía, en la medida en que, en la mayoría de los casos, el personal se ha integrado en otra entidad preexistente o de nueva creación que queda subrogada en la posición jurídica derivada de las relaciones laborales de las entidades extinguidas», advierte el órgano fiscalizador.


El informe aprobado por el Pleno de la Cámara de Cuentas el 19 de diciembre pasado, en pleno fragor de las negociaciones entre PP y Ciudadanos del nuevo gobierno de coalición, cuya primera medida será precisamente encargar una auditoría de toda la Junta y de su «administración paralela» para terminar con «las redes clientelares» y «los enchufados del PSOE».

Hay menos entes pero los que subsisten han crecido en tamaño y personal cambiando de nombre

La radiografía de la reordenación del sector público no se compadece con las expectativas que se crearon. Cinco años y medio de reconversión han dado como resultado la reducción de 39 de los 136 entes que dependían directamente de la Administración autonómica -el 29 por ciento del censo total-, mientras que el personal ha permanecido prácticamente invariable.

La Cámara de Cuentas señala que la reducción neta «se limita» a 61 efectivos, frente a los 23.899 empleados que tenía en 2017, según el dato que aparecía en el último proyecto de presupuestos de la Comunidad, lo que equivale a un insignificante 0,2 por ciento. El equipo de auditores y técnicos del órgano fiscalizador ha realizado su estudio a partir de la información parcial que la Junta remitió al Ministerio de Hacienda para elaborar su inventario porque facilitó datos de seis de las 18 entidades extinguidas.

Con posterioridad se ha conocido que, lejos de disminuir, el número de trabajadores continuó creciendo después de la reordenación del sector público hasta alcanzar los 27.304 efectivos actuales, según un reciente informe difundido por el Ejecutivo saliente coincidiendo con el traspaso de poderes al gobierno de Juanma Moreno.

Ahorro de 1,5 millones

Tras la dieta de adelgazamiento, la maraña administrativa autonómica cuenta con 97 los entes participados mayoritariamente por la Junta. En términos económicos se ha traducido en un ahorro de tan sólo 1,52 millones al año en costes de personal, una gota en un océano si se compara con los casi 3.450 millones de euros que suman las transferencias y subvenciones que reciben los entes instrumentales anualmente a través de los presupuestos.

Entre 2011 y 2016, al cabo de cinco años de racionalización de gastos que venían instigados por el Gobierno central y fueron pactados las regiones en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, el ahorro total asciende a 36,6 millones, incluyendo el capítulo de personal y medidas adicionales, según el estudio del órgano fiscalizador realizado en coordinación con el Tribunal de Cuentas. La cifra queda, en todo caso, muy lejos de los números que se manejaron cuando el plan de racionalización daba sus primeros pasos.

El presidente de la Cámara, Antonio López, aguardó al día de la toma de posesión de Juanma Moreno como presidente de la Junta para hacer público el informe.

El punto de partida de los ajustes fue la aprobación de la Ley 1/2011 de Reordenación del Sector Público, bautizada como «ley del enchufismo» por los funcionarios que salieron en masa a la calle para protestar contra un proceso que supuso la integración en la Administración autonómica de más de 20.000 empleados del entramado de empresas públicas.

En mayo de 2011, la entonces consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, estimó en 118 millones el dinero que iban a dejar de gastar las arcas públicas en sólo dos años. En un lustro, el ahorro no representa ni un tercio de esta cifra. La reforma del sector público vivió un nuevo impulso a partir de 2013 con la asunción de estas competencias por parte de María Jesús Montero, hoy ministra de Hacienda, y como resultado de las medidas impuestas por el Ejecutivo anterior y la Comisión Europea para luchar contra el déficit.

La radiografía de la reordenación que ofrece el ente fiscalizador refleja que «en total se han creado ocho entidades del sector público y se han extinguido 51», lo que ha supuesto una reducción neta de 39 entes. ¿Cómo se ha realizado este proceso? En el 80 por ciento de los organismos disueltos hubo una «sucesión en otra entidad dependiente o participada, que se subroga en las funciones, personal y activos y pasivos de la extinguida». El proceso más común fue una fusión por absorción de la empresa extinta, lo que se produce en el 56% de los casos.

Entes de más tamaño

La consecuencia es inevitable: hay menos entes pero los que subsisten engordan en proporción y plantilla cambiando de nombre. Se produce «un aumento del tamaño o dimensión de los entes que asumen los activos y pasivos, el personal y las funciones de las entidades extinguidas», avisa la Cámara de Cuentas. «La mayor parte de las entidades extinguidas sin sucesión en otro ente no tenían actividad, por lo que no tenían medios personales o humanos», aclara.

La información se ha suministrado con cuentagotas a pesar de que los auditores han solicitado «los datos individualizados por entidad» para hacer su estudio. «No se han realizado las preceptivas comunicaciones periódicas relativas a los datos económicos y de empleo en relación con el resto de entidades del sector público de la Junta extinguidas». No se aportado documentación de diez de los 11 consorcios disueltos, seis de las 12 fundaciones, dos de las tres agencias administrativas y 14 de las 25 sociedades mercantiles.

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