- Nuria Gómez nunca fue asesora técnica ni funcionaria y enmascaró una usurpación de funciones públicas con contratos de servicios.
......En conclusión, como se ha recabado en expertos en Función Pública consultados por Libertad Digital, que la nueva secretaria general de
Regeneración, Racionalización y Transparencia dependiente de la Consejería que
rige Juan Marín fue contratada durante años por un procedimiento sin
publicidad, al que por tanto no han podido concurrir otros postulantes.
Los contratos eran ilícitos porque la Consejería no podía celebrar contratos
administrativos para realizar funciones que correspondía realizar a los
funcionarios de la propia consejería. La prueba de la ilicitud es que esa
situación se ha prolongado en el tiempo, durante 15 años, según declara la
propia Junta de Andalucía en la reseña del Consejo de Gobierno que la nombra.
Por consiguiente, Nuria
Gómez ha estado desempeñando –del mismo modo en que lo vienen haciendo los
empleados de la Administración Paralela- funciones cuyo ejercicio
corresponde en exclusiva a los funcionarios públicos. Es decir, ha estado
usurpando funciones públicas.
Para estar al frente de una secretaría general que tiene por fin la
Regeneración, que no la Degeneración, su currículo, en efecto, presenta
importantes anomalías para encabezar y promover la regeneración y
racionalización de la administración andaluza y ofrece un importante flanco de
debilidad ante la resistencia al cambio del PSOE, el derrotado en las pasadas
elecciones.
Dudas sobre el currículo de la nueva secretaria general de Regeneración y
Transparencia de la Junta de Andalucía
- Ocultó contratos comerciales con la Junta mientras se decía "asesora técnica" de la Administración.
En las noticias oficiales de la Junta, se
dice que Nuria Gómez Álvarez, la flamante secretaria general de Regeneración,
Racionalización y Transparencia, nació en 1973 y "es diplomada en Ciencias
Empresariales por la Universidad de Sevilla. Empezó su carrera profesional como
Account Manager del sector público en Andalucía Occidental en la empresa
Desarrollo Informático S.A. y posteriormente como gerente y socia de la empresa
Vector Desarrollo S.L., cuyo objeto social es la distribución y abastecimiento
a "organismos no gubernamentales" fuera del territorio español".
Y sigue: "Ha sido
asesora técnica en la Consejería de Medio Ambiente y ordenación del Territorio
durante 15 años, hasta que entró a trabajar como asesora económica en el
grupo parlamentario de Ciudadanos en Andalucía". Y es precisamente con esta última afirmación con
la que empiezan los problemas del currículo. Libertad Digital trató de
hablar con Ciudadanos y su servicio de prensa en dos ocasiones para aclarar
estas dudas pero no fue posible.
Es más, en la red Linkedin, donde el interesado publica sus propios
datos, Nuria Gómez Álvarez dice haber sido "Asesora Técnica en la
Administración Autonómica. Nombre de la empresa: Consejería de Medio
Ambiente y Ordenacion del Territorio. Fechas de empleo nov. de 2005-ago. de
2016. Duración del empleo: 10 años y 10 meses. Ubicación Sevilla, Andalucía,
España".
¿Cuál es el problema? Que para ser
asesora técnica, como puede comprobarse fácilmente en cualquier relación de
puestos de trabajo de la Junta, hay que
ser funcionario/a y Gómez Álvarez no lo es y no aparece como tal en la
Consejería que señala en 2006, ni en 2007 ni en 2008, cuando menos.
Según el experto José Luis
Roldán, hasta hace muy poco asesor jurídico del Sindicato Andaluz de
Funcionarios y uno de los mejores conocedores de la Administración de la Junta
de Andalucía, en su blog Ídolos y Llanto,
su afirmación de haber sido "asesora técnica" enmascara "una
mentira y una usurpación de funciones públicas. Y, lo que es peor, la realidad
subyacente bajo la misma pudiera ser constitutiva de
infracción penal; concretamente, prevaricación y fraude en la contratación".
Y sigue: "No es verdad que
la señora designada haya sido 'asesora técnica' en la Consejería de Medio
Ambiente, por la sencilla razón de que esta señora no es, ni ha sido,
funcionaria –ni de carrera ni interina–. Sin embargo, la
expresión 'ha sido asesora técnica', pretende dar a entender lo contrario; es
decir, que ha sido funcionaria".
¿Por qué afirma que fue asesora
técnica? No hay otra explicación sino que la nueva secretaria de Regeneración,
Racionalización y Transparencia de la Junta no quería desvelar la verdadera relación que mantuvo con
la Junta, una relación que encaja mal con el cargo para el que ha sido
nombrada porque tenía poco que ver con la regeneración y desde luego, nada con
la transparencia.
...... esto significa que
Nuria Gómez Álvarez participó en una contratación ilícita porque "la
realización de las funciones que constituyen el objeto de dichos contratos
corresponde exclusivamente a los funcionarios de la propia consejería, conforme
a la ley y la jurisprudencia del Tribunal Supremo".
Fraccionando el contrato en
varios, se posibilitó que la adjudicación pudiera realizarse mediante el
'procedimiento negociado sin publicidad'; es decir, que no se anunciara
públicamente la licitación y así, como efectivamente sucedió, adjudicarse
"a dedo", sin que ninguna otra persona o entidad tuviesen la
oportunidad de postularse para prestar el servicio. O sea, sin transparencia,
de forma opaca y arbitraria.
Paralelamente, la ejecución del
contrato supuso necesariamente que esta persona –la actual secretaria general
de regeneración, racionalización y transparencia– estuviese desempeñando
ilícitamente, durante ese largo período, funciones públicas reservadas por la
ley exclusivamente a funcionarios públicos; todo ello sin ser funcionaria y en virtud de unos
contratos asimismo ilícitos. O sea, usurpando funciones públicas
Dudas sobre el currículo de la
nueva secretaria general de Regeneración y Transparencia de la Junta de
Andalucía
Ocultó contratos
comerciales con la Junta mientras se decía "asesora técnica" de la
Administración.
Se trata de Nuria Gómez Álvarez,
persona de la total confianza del superconsejero Juan
Marín, que engloba entre sus competencias nada menos que Regeneración, Justicia,
Administración local, sector Ayuntamientos y Diputaciones. Es precisamente en
esta área donde fue nombrada Gómez Álvarez como secretaria general.
Su nombramiento
apareció en el BOJA, Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, número 36 de
21/02/2019. En su texto, en el capítulo 2. Autoridades y personal 2.1 Nombramientos,
situaciones e incidencias Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y
Administración Local Decreto 378/2019, de 19 de febrero, se dispuso el nombramiento de doña Nuria Gómez Álvarez como
secretaria general de Regeneración, Racionalización y Transparencia.
En las noticias oficiales de la Junta, se dice que Nuria Gómez
Álvarez, la flamante secretaria general de Regeneración, Racionalización y
Transparencia, nació en 1973 y "es diplomada en Ciencias Empresariales por
la Universidad de Sevilla. Empezó su carrera profesional como Account Manager del sector
público en Andalucía Occidental en la empresa Desarrollo Informático S.A. y
posteriormente como gerente y socia de la empresa Vector Desarrollo S.L., cuyo
objeto social es la distribución y abastecimiento a "organismos no
gubernamentales" fuera del territorio español".
Y sigue: "Ha sido asesora técnica en la Consejería de Medio Ambiente y
ordenación del Territorio durante 15 años, hasta que entró a trabajar como
asesora económica en el grupo parlamentario de Ciudadanos en Andalucía". Y
es precisamente con esta última afirmación con la que empiezan los problemas
del currículo. Libertad Digital trató
de hablar con Ciudadanos y su servicio de prensa en dos ocasiones para aclarar
estas dudas pero no fue posible.
Es más, en la red Linkedin, donde el interesado publica sus
propios datos, Nuria Gómez Álvarez dice haber sido "Asesora Técnica en la Administración Autonómica. Nombre de la empresa: Consejería de
Medio Ambiente y Ordenacion del Territorio. Fechas de empleo nov. de 2005-ago.
de 2016. Duración del empleo: 10 años y 10 meses. Ubicación Sevilla, Andalucía,
España".
¿Cuál es el
problema? Que para ser asesora técnica, como puede comprobarse fácilmente en
cualquier relación de puestos de trabajo de la Junta, hay que ser funcionario/a y Gómez Álvarez no lo es y
no aparece como tal en la Consejería que señala en 2006, ni en 2007 ni en 2008,
cuando menos.
Según el experto
José Luis Roldán, hasta hace muy poco asesor jurídico del Sindicato Andaluz de
Funcionarios y uno de los mejores conocedores de la Administración de la Junta
de Andalucía, en su blog Ídolos y Llanto, su afirmación de haber
sido "asesora técnica" enmascara "una mentira y una usurpación
de funciones públicas. Y, lo que es peor, la realidad subyacente bajo la misma
pudiera ser constitutiva de infracción penal; concretamente, prevaricación y fraude en la contratación".
Y sigue: "No es verdad que la
señora designada haya sido 'asesora técnica' en la Consejería de Medio
Ambiente, por la sencilla razón de que esta señora no es, ni ha sido,
funcionaria –ni de carrera ni interina–. Sin embargo, la expresión 'ha sido
asesora técnica', pretende dar a entender lo contrario; es decir, que ha sido
funcionaria".
¿Por qué afirma
que fue asesora técnica? No hay otra explicación sino que la nueva secretaria
de Regeneración, Racionalización y Transparencia de la Junta no
quería desvelar la verdadera relación que mantuvo con la Junta, una relación que encaja
mal con el cargo para el que ha sido nombrada porque tenía poco que ver con la
regeneración y desde luego, nada con la transparencia.
Al parecer, Nuria
Gómez Álvarez no fue asesora técnica sino que fue la administradora única
de una empresa, Vector Desarrollo, SL, que contrató servicios de asistencia
técnica o de servicios sujetos al régimen jurídico regulado por la Ley de
Contratos del Sector Público, y no por el derecho laboral ni por el derecho
administrativo funcionarial. Es decir, y así lo afirma Roldán, legalmente, su
relación no era de carácter laboral. No era una empleada de la Junta de
Andalucía, sino una contratista.
La duda se
sustenta en que la plataforma de contratación del portal de la Transparencia de
la Junta sólo ofrece datos desde 2008 y sólo puede constatarse la existencia de
dos contratos de servicios (el que lleva el número de expediente: 883/08/I/00;
y el otro, el número de expediente: 300/2010/I/00), celebrados
por procedimiento negociado sin publicidad, cuyo objeto, en ambos,
era "apoyo a la gestión y seguimiento de las diferentes categorías de
gastos del programa operativo FEDER de Andalucía (2007-2013)", por
importes, respectivamente, de 30.844,92€ y 55.295,24€. Curiosamente, el primero
de esos contratos se adjudicó definitivamente por 30.844,92 Euros, cuando en la
adjudicación provisional lo fue por un importe inferior: 26.590,45€.
Según José Luis Roldán, esto
significa que Nuria Gómez
Álvarez participó en una contratación ilícita porque "la
realización de las funciones que constituyen el objeto de dichos contratos
corresponde exclusivamente a los funcionarios de la propia consejería, conforme
a la ley y la jurisprudencia del Tribunal Supremo".
Además, tanto el Tribunal de Cuentas
como la Cámara de Cuentas han señalado que ningún contrato de asistencia
técnica justificado en la falta de funcionarios idóneos podría prolongarse en
el tiempo más allá de lo necesario para crear las correspondientes plazas en la
Relación de Puestos de trabajo. Así pues, el hecho de que esa situación se haya
prolongado durante 15 años, como se afirma en el currículum oficial, no deja de
ser otra prueba de su ilicitud.
Por si fuera poco, "el hecho de
celebrar varios contratos con idéntico objeto y escenario temporal (2007-2013)
puede suponer un fraccionamiento ilícito de lo que pudiera ser un único
contrato de –al menos– 86.000 euros y, en tal caso, podríamos hallarnos ante un posible delito de
fraude en la contratación, en el que incurriría tanto el contratante como el
contratista, es decir, el órgano competente de la Consejería de Medio
Ambiente y la adjudicataria del contrato".
Fraccionando el contrato en varios,
se posibilitó que la adjudicación pudiera realizarse mediante el 'procedimiento
negociado sin publicidad'; es decir, que no se anunciara públicamente la
licitación y así, como efectivamente sucedió, adjudicarse "a dedo", sin que ninguna otra persona o entidad tuviesen la
oportunidad de postularse para prestar el servicio. O sea, sin transparencia,
de forma opaca y arbitraria.
Paralelamente, la
ejecución del contrato supuso necesariamente que esta persona –la actual
secretaria general de regeneración, racionalización y transparencia– estuviese
desempeñando ilícitamente, durante ese largo período, funciones públicas
reservadas por la ley exclusivamente a funcionarios públicos; todo ello sin ser funcionaria y en virtud de unos contratos
asimismo ilícitos. O sea, usurpando funciones públicas.
La cuestión es si, cuando se despejen
estas dudas y se confirmen algunos de sus extremos, Nuria Gómez Álvarez, sabía
que su relación jurídica con la Junta de Andalucía fue irregular y si, por
ello, su trayectoria es la adecuada para desempeñar precisamente la secretaría
general de Regeneración, Racionalización y Transparencia.
De hecho, según fuentes internas de esa
Consejería, ella misma exigió cambios en su relación por ser inadecuada y
precisamente por ello se prescindió de sus servicios pasando a ser asesora del
grupo parlamentario de Ciudadanos en 2016.
La nueva secretaria de Regeneración y Transparencia de la Junta no puede explicar su currículum
Nuria Gómez nunca fue asesora técnica
ni funcionaria y enmascaró una usurpación de funciones públicas con contratos
de servicios.
Este lunes, en un mensaje recibido de Ciudadanos, la nueva secretaria
general de Regeneración, Racionalización y Transparencia de la Junta de
Andalucía trasladó a la dirección de su partido que los hechos que se
describían en el artículo de Libertad Digital eran
inciertos y que algunos de ellos se habían tergiversado. Pero lo cierto es que Nuria Gómez participó en
el enmascaramiento de una usurpación de funciones de funcionarios en la
Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Para eludir el
control o la participación de los funcionarios de la Consejería, alguno de sus
responsables la contrató, mediante contrato de servicios externos, para que realizara funciones
que normalmente deberían haber sido desempeñadas por los funcionarios de la Consejería.
Y prestó tales servicios sin ser funcionaria ni interina ni siquiera empleada
laboral de la Junta.
Según sus explicaciones,
Nuria Gómez Álvarez estuvo trabajando en la Consejería de Medio Ambiente
durante 11 años y así aparece en la Sentencia donde se le reconoce como
"Laboral Indefinido No Fijo", declarando el despido nulo y condenando
a la Consejería a la readmisión, con la antigüedad desde 2005 y con el
reconocimiento de retribuciones de titulado superior por las tareas desempeñadas,
al margen de que la jurisprudencia no permita reconocer como categoría
profesional al reincorporarse.
Y
añade que
además es incierta la información de
que Vector Desarrollo mantuviera
relación con la Consejería y esto forma parte de otra etapa profesional que no
tiene nada que ver y de la que además me siento muy orgullosa. En el artículo
–de LD– se ha dado credibilidad a hechos que se han sacado de contexto y que
han quedado suficientemente probados en el juicio al que me tuve que someter
para que se reconociera lo que el juez determinó.
Empezando por el
final, digamos que Nuria Gómez Álvarez no dice la verdad cuando afirma que su
empresa, Vector Desarrollo, SL no mantuvo relación con la Consejería de Medio
Ambiente de la Junta de Andalucía. De hecho, en poder de Libertad Digital están dos
referencias a sendos contratos cuya
adjudicataria era la propia Nuria Gómez Álvarez que era, por entonces,
administradora unipersonal de la sociedad, como puede comprobarse en el
Registro Mercantil. En uno de ellos, el relativo al año 2008, Nuria Gómez firmó
un contrato con la Consejería siendo administradora única de Vector Desarrollo,
SL.
Cuando ella en su
currículo afirmaba ser asesora técnica de la Consejería de Medio Ambiente de la
Junta de Andalucía durante 15 años, lo que es imposible sin ser funcionaria ni
interina, en realidad lo que hacía era firmar unos contratos de servicios "de apoyo
de la gestión y seguimiento de las diferentes categorías de gasto del programa
operativo Feder de Andalucía (2007-2013)". Por cierto, negociados y sin
publicidad.
Uno de ellos, por
importe de más de 55.000 euros,
corresponde a 2010 y el otro, correspondiente a 2008, de un importe de poco más
de 30.000 euros, igualmente
negociado sin publicidad. No se especifica en los contratos si Nuria Gómez los
firmaba en calidad de persona física o en su calidad de representante de la
empresa Vector Desarrollo, SL, que fue fundada en 2005, el mismo año que ella
dice empezó a trabajar para la Consejería de Medio Ambiente, y de la que era
administradora única.
"Ha sido
asesora técnica en la Consejería de Medio Ambiente y ordenación del Territorio durante
15 años,
hasta que entró a trabajar como asesora económica en el grupo parlamentario de
Ciudadanos en Andalucía", dice en su currículo oficial. Teniendo en cuenta
que entró en tal grupo parlamentario en 2016, ello significa que, según ella,
fue asesora técnica de la Consejería desde
2001. Pero no era posible porque ni era funcionaria ni interina
y ni siquiera trabajaba en la Junta, sino que trabajaba para la Junta.
Lo que ocurre es
que un dato que desbarata el currículo. Según ella misma, fue asesora
técnica en la Administración Autonómica, en concreto contratada por la empresa
Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio desde 2005 a 2016,
durante 10 años y 10 meses.
Pero
simultáneamente, desde enero de 2005 a enero de 2009, fue socia y gerente de la
empresa Vector Desarrollo, SL. Precisamente en 2008 fue cuando firmó uno de los
contratos de prestación de servicios con la Consejería. ¿Cómo pudo hacer tal
cosa si era empleada de la Consejería? ¿Cobraba como empleada y
además como contratista?
En conversación
posterior con fuentes de Ciudadanos, se nos explicó con toda claridad lo que
había ocurrido. En realidad, la Junta de Andalucía "enmascaraba" –esa fue la palabra
utilizada– mediante contratos con empresas externas la relación laboral que
precisaba al margen de los funcionarios de la Junta de Andalucía. De ese modo, se usurpaban las funciones de los empleados públicos y no se dependía de
ellos.
O sea, que Nuria
Gómez Álvarez enmascaró con contrato de servicios una relación laboral con la Junta, a la que denunció más
de diez años después cuando sus contratos no fueron renovados. Ganó
judicialmente tras la demanda de despido que presentó por considerar que su
relación era efectivamente laboral y le fue reconocida la categoría de laboral
indefinida no fija.
En conclusión,
como se ha recabado en expertos en Función Pública consultados por Libertad Digital, que la nueva
secretaria general de Regeneración, Racionalización y Transparencia dependiente
de la Consejería que rige Juan Marín fue contratada durante años por un procedimiento sin publicidad,
al que por tanto no han podido concurrir otros postulantes.
Los contratos eran ilícitos porque
la Consejería no podía celebrar contratos administrativos para realizar
funciones que correspondía realizar a los funcionarios de la propia consejería.
La prueba de la ilicitud es que esa situación se ha prolongado en el tiempo,
durante 15 años, según declara la propia Junta de Andalucía en la reseña del
Consejo de Gobierno que la nombra.
Por consiguiente,
Nuria Gómez ha estado desempeñando –del mismo modo en que lo vienen haciendo
los empleados de la Administración Paralela- funciones cuyo ejercicio
corresponde en exclusiva a los funcionarios públicos. Es decir, ha estado usurpando funciones públicas.
Para estar al frente de una
secretaría general que tiene por fin la Regeneración, que no la Degeneración,
su currículo, en efecto, presenta importantes anomalías para encabezar y
promover la regeneración y racionalización de la administración andaluza y
ofrece un importante flanco de debilidad ante la resistencia al cambio del
PSOE, el derrotado en las pasadas elecciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate para poner comentarios.
Los comentarios solo se podrán poner durante unos días...