LOS ERE EN ANDALUCÍA.
- Según la Fiscalía, sólo han sido citados testigos e investigados en una quinta parte de las 270 piezas, sobre las que acecha el riesgo de la prescripción.
Blanco y en Botella.
En Andalucía, la corrupción es el sistema y ¿la Sra. Bolaños, no actúa?
LOS ERE EN ANDALUCÍA
La mayor parte del caso ERE sigue sin investigarse más
de siete años después de su apertura
- Según la Fiscalía, sólo han sido citados testigos e investigados en una quinta parte de las 270 piezas, sobre las que acecha el riesgo de la prescripción
Incoar, trocear,
archivar y excluir a ex altos cargos de la Junta de Andalucía de piezas
desgajadas del caso ERE. Sobre estas cuatro patas se ha apoyado la instrucción
de esta macrocausa desde que María Núñez Bolaños se hizo
con los mandos del juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla el 16 de junio de 2015,
tras la marcha de Mercedes Alaya a la Audiencia Provincial de Sevilla. No es
una apreciación subjetiva. Un repaso a los autos dictados por la magistrada en
los últimos meses da prueba del brusco viraje que ha dado a esta instrucción.
Bajo su etapa, se ha jibarizado su tamaño reduciendo el número de encausados
del Gobierno andaluz y se han desgajado 111 piezas de la macrocausa matriz para
ganar agilidad, aunque sigue avanzando con
lentitud.
Un vistazo al desplegable de ayudas concedidas y pagadas
irregularmente entre 2000 y 2011 revela que aún quedan casi 200 subvenciones
pendientes de investigarse.
Alaya
consideró «inescindible» el caso ERE y esa convicción la enfrentó al Ministerio
Fiscal, al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA)y al Ejecutivo
andaluz. A su sustituta le bastaron 45 días para trocear la
causa, a lo que se había negado con contumacia durante cuatro años. El ataque directo que hizo Alaya a Núñez, a la que cuestionó por su
capacidad y amistad con el exconsejero andaluz de Justicia y fiscal Emilio de
Llera,
hizo que el TSJA y el Consejo General del
Poder Judicial –cuyos vocales son elegidos por la clase política– le retiraran su apoyo para
continuar con la investigación de la corrupción autonómica mediante una
comisión de servicios.
La nueva titular dio carpetazo a la rama política del Caso
Formación contra 24 ex responsables del Servicio Andaluz de Empleo.
Con la marcha de Alaya,
nada o casi nada ha vuelto a ser igual en el juzgado donde destapó las miserias del poder en
aquella Andalucía que cabalgaba imparable sobre arrolladoras mayorías
socialistas. No sólo en los ERE. También en otros escándalos. La nueva titular dio carpetazo a la rama política
del Caso Formación contra 24 ex responsables del Servicio Andaluz de Empleo. Núñez redujo la supuesta red clientelar vinculada a las
ayudas para cursos a un cúmulo de meras
irregularidades administrativas sin consecuencias penales. La investigación de los casos Avales I y II va tan retrasada
que ha provocado severos reproches de la Fiscalía Anticorrupción y la Audiencia, al igual que sucede con los Préstamos a Santana. Su
continuidad como instructora de las diligencias que indagan en el uso
inadecuado de las transferencias de financiación desde distintas consejerías de
la Junta a la agencia IDEA (el ente público que pagaba las ayudas de los ERE)
no está asegurada. El PP ha recusado a Núñez porque duda de su imparcialidad,
dado que una cuñada suya trabaja en el área que controla los fondos de IDEA.
Un solo juicio.
Con la marcha de Alaya,
nada o casi nada ha vuelto a ser igual en el juzgado donde destapó las miserias
del poder en aquella Andalucía que cabalgaba imparable sobre arrolladoras
mayorías socialistas. No sólo en los ERE. También en otros escándalos. La nueva
titular dio carpetazo a la rama política del Caso Formación contra 24 ex
responsables del Servicio Andaluz de Empleo. Núñez redujo la supuesta red
clientelar vinculada a las ayudas para cursos a un cúmulo de meras
irregularidades administrativas sin consecuencias penales. La investigación de
los casos Avales I y II va tan
retrasada que ha provocado severos reproches de la Fiscalía
Anticorrupción y la Audiencia, al igual que sucede con
los Préstamos a Santana. Su continuidad como instructora de las diligencias que
indagan en el uso inadecuado de las transferencias de financiación desde
distintas consejerías de la Junta a la agencia IDEA (el ente público que pagaba
las ayudas de los ERE) no está asegurada. El PP ha recusado a Núñez porque duda
de su imparcialidad, dado
que una cuñada suya trabaja en el área que controla los fondos de IDEA.
Mas empresas beneficiadas.
La lista aportada por
la magistrada recoge más empresas beneficiarias de fondos públicos cuyos
destinatarios y ex altos cargos implicados no han sido citados como imputados
en la mayoría de los casos: Gestifesa; Inverjaén; Cervezas Alhambra; Open
Minds; Sucesores José Sánchez Marcos; Tubos Reunidos; Gres Vilches y su
sucesora Cerámica Syre; Pickman; Martínez Barragán; Industrias del
Guadalquivir; Germans; Aceites Coosur; Altadis; Asociación de Trabajadores de
la Prensa de Cádiz; Asociación de Antiguos Empleados del Marco de Jerez;
Astilleros de Huelva; Naval de Cádiz; Smurfit, y Fundosa Ultracongelados. Sin contar otras dos empresas citadas por Núñez, Hytasal y
Fertiberia, cuyas diligencias ya se han iniciado, la veintena de
piezas a la espera de instruirse afectan a ayudas que suman 101 millones de
euros. Sobre ellas acecha la sombra de la prescripción.
La Fiscalía Anticorrupción fijó hace un año que para subvenciones que superan
los 450.000 euros, la malversación de fondos públicos tarda 15 años en
prescribir desde la fecha en que se efectúa el abono. Por debajo de esta
cuantía, la persecución del delito decae a los diez años. La principal crítica que el TSJA hacía a Alaya era que su instrucción
resultaba interminable. Pero, a diferencia de Núñez, la primera instructora
desplegó una actividad «incansable» –como ella misma la definió– encargando atestados a
la Guardia Civil, solicitando documentación y tomando declaraciones. A
excepción del ERE de la Faja Pirítica, donde también participó el Gobierno
central del PP, son contados los informes que ha pedido su sustituta sobre
ayudas concretas. Incluso está fijando citaciones para declarar en 2019.
Entre tanto, la prescripción ha dejado de ser una amenaza para
convertirse en una realidad. Advertida varias veces por la Fiscalía, Núñez ha
archivado 25 causas contra beneficiarios y ex cargos, cuyas conductas quedarán impunes por el mero
paso del tiempo.
En todos los casos se trata de subvenciones que se concedieron «con total
discrecionalidad o arbitrariedad, sin justificar los motivos de la concesión,
sin controlar el destino de los fondos concedidos», según el auto con el que el
juez de apoyo, Álvaro Martín, dio por terminada la instrucción de la pieza
política. Hay otras cuatro causas a la espera del juicio oral. Afectan a las
empresas Acyco, Surcolor y Cenforpre, así como a las ayudas que dio el
exdirector Javier Guerrero a su chófer y que gastó en regalos y cocaína.
El riesgo de impunidad.
La otra sombra que se
proyecta sobre el caso ERE es la exclusión masiva de ex altos cargos de piezas
por la magistrada. En un recurso que elevaron al
Tribunal Constitucional (TC), los letrados de la Junta lamentaron que la
corrupción en la gestión de las ayudas generó un «enorme
quebranto» a las arcas públicas y que sus derechos para perseguir hechos
delictivos estaban siendo «cercenados» al no poder acusar a políticos. El TC no
les dio la razón. El detonante de este inquietante golpe de timón al caso ERE
es un auto de la Sección Séptima de la Audiencia que establece que si un ex alto cargo está encausado en la pieza política
no puede ser enjuiciado por cada una de las ayudas de manera independiente.
Asumiendo este criterio, la juez está apartando a ex altos cargos de todas las
piezas donde estaban imputados.
La Fiscalía, el PP y la Junta están recurriendo sus exclusiones. Desde
Anticorrupción han puesto el grito en el cielo: puede provocar un «intolerable
espacio de impunidad» en el caso de corrupción más grave de Andalucía.
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