La Consejería de Cultura quiere cambiar el organigrama y reducir el personal de su agencia.
- El secretario general de Innovación Cultural y Museos ve incomprensible que el cien por cien de las ayudas se las lleven artes escénicas, cine y flamenco.
Además, estima necesario efectuar un ajuste de personal en una agencia que cuenta con unos 500 trabajadores, muchos más que en la propia Consejería, al entender que no es asumible para la cultura de Andalucía que de los 28 millones que tiene de presupuesto, 18 se dediquen a personal, 6 millones a gastos generales y solo 4 para inversiones.
La Consejería de Cultura quiere cambiar el organigrama y
reducir el personal de su agencia,
- El secretario general de Innovación Cultural y Museos ve incomprensible que el cien por cien de las ayudas se las lleven artes escénicas, cine y flamenco
El cambio de gobierno en la Junta de Andalucía va
a comenzar a sentirse en las estructuras de la Consejería de Cultura.
Esta es la pretensión del secretario general de Innovación Cultural y Museos, Fernando Francés, quien ha señalado este miércoles
la necesidad de hacer cambios en el organigrama de la Agencia Andaluza de
Instituciones Culturales y reducir su personal.
Así lo indicó este responsable público en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) tras
la presentación de las exposiciones de Soledad Sevilla y Ana Barriga, que se mostrarán hasta el 25 de
agosto.
Lo importante, explicó Francés, en este proceso es dotar
de racionalidad a las estructuras de la agencia,
el ente que ejecuta el presupuesto de la mayor parte de los programas culturales, y dotarlos de eficacia y
agilidad en una gestión de la que puedan beneficiarse todos los creadores de la
comunidad.
Francés reconoce que para ir tomando decisiones en
materias importantes, como por ejemplo, los museos hay que ir analizándolas en profundidad, aunque tras
las primeras semanas en el cargo ya tiene algunos diagnósticos.
El primero tiene que ver con la agencia, que gestiona
prácticamente el presupuesto de Cultura y hace efectiva las
transferencias y las ayudas a los creadores. De entrada,
Francés reconoce que hace falta cambiar el organigrama para
dotar de mayor racionalidad a los puestos de decisión y mejorar y ganar en
agilidad en la gestión.
Además, estima necesario efectuar un ajuste de personal en una agencia que cuenta
con unos 500 trabajadores, muchos más que en la
propia Consejería, al entender que no es asumible para la cultura de Andalucía
que de los 28 millones que tiene de presupuesto, 18 se dediquen a personal,
6 millones a gastos generales y solo 4 para inversiones.
En ese sentido, el secretario general puso como ejemplo
de sobredimensionamiento de plantilla el
programa Iniciarte, que tenía un presupuesto en 2018 de
unos 24.000 euros para unas exposiciones que gestionan en la agencia hasta
cinco técnicos.
Otro sinsentido de la relación de puestos de trabajo de
la agencia es que los periodistas
contratados por este ente público dependan orgánicamente
del responsable de las tiendas de los museos.
Tampoco considera racional este gestor público que,
aproximadamente, el 80% del gasto en acción
cultural se las lleven tres disciplinas: las artes escénicas, el flamenco y el audiovisual.
Además, estas tres disciplinas acaparan el cien por cien
de las subvenciones. En total estas tres áreas concentran 4,7 millones de euros, mientras que artes
visuales, literatura, edición, diseño, arquitectura, moda... cero euros.
Hay que recordar, en ese sentido, que las subvenciones
para artes escénicas, flamenco y sector audiovisual de la Consejería de Cultura
ascendieron en 2018 a 2,18 millones de euros,
mientras que las destinadas a la adquisición de obras de arte fueron de unos 100.000 euros.
Esta situación ha provocado que las ayudas a las artes
visuales -de la pintura a la videocreación- hayan sido no residuales, en
opinión de Francés, sino inexistentes. Por ello, considera importante realizar
un reparto más racional y equilibrado de estas
ayudas, y distribuirlas más equitativamente.
Situación de los
museos andaluces
El nuevo secretario general cree también que es importante abordar la situación de los museos andaluces,
por cuanto muchos de ellos presentan carencias evidentes, como el Arqueológico de Sevilla, necesitado de un proyecto
de reforma, o el Bellas Artes,
cuya ampliación considera necesaria. Señaló, incluso, que había uno que estaba
en quiebra.
No quiso, sin embargo, avanzar mucho en este aspecto, ya
que está estudiando las situaciones de los diferentes centros con el objetivo
de realizar un mapa de los museos andaluces para ver
sus necesidades y actuar en consecuencia.
Además, en el caso de los de titularidad estatal, como
por ejemplo el Bellas Artes, piensa que es necesario esperar a que pasen las
elecciones generales para ver quién va a ser su interlocutor en el Ministerio
de Cultura.
También avanzó la necesidad de estudiar el sistema de elección de los directores de los museos,
para que los centros andaluces puedan optar a tener como máximos responsables a
gestores de prestigio internacional. Actualmente, la mayoría de directores de
museos surgen del cuerpo facultativo de
conservadores del patrimonio.
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