lunes, 10 de diciembre de 2018

Maxima difusión. La maraña clientelar andaluza + El ocaso de 36 años del PSOE en la Junta: 3.000 cargos 'a dedo', en vilo + La Ley del Enchufismo y marcha contra el enchufismo + El sector público andaluz: 349 millones de pérdidas y récord de subvenciones = Los hechos hablan de la realidad que hemos sufrido en Andalucía. El PSOE y su deriva; un camino hacia otra conciencia. Los andaluces el 2D han dicho ¡¡¡¡BASTA YA !!!! y han ¡¡¡¡BOTADO!!!! al Régimen andaluz. La sociedad civil andaluza pide mayoriamente la alternancia democrática después de casi 40 años de gobierno socialista. Ahora es obligación ineludible aunar fuerzas para hacerlo posible, porque hasta la fecha la corrupción institucional de la Junta no conocía límites....los funcionarios desde el 2010 hasta la actualidad hemos trabajado poniendo palos en las ruedas del régimen..... habeís contribuido a que la alternancia sea posible, por tanto podeís sentirse orgullosos del esfuerzo realizado .....ojala los partidos políticos, PP, Ciudadanos y Vox, estén a la altura; el reto no es fácil.


La maraña clientelar andaluza




No se ha destacado lo suficiente el hartazgo de los andaluces con el régimen que han acabado conformando casi 40 años ininterrumpidos de gobierno socialista, toda una anomalía en un sistema democrático. El hecho de que, pese a sufrir un durísimo castigo en las urnas el pasado domingo, el PSOE volviera a ser la fuerza más votada, lleva a algunos a intentar enmascarar ese hastío. Pero es que este partido, como le ocurre también a las fuerzas nacionalistas que gobiernan prácticamente desde la Transición, ha tejido una red clientelar y una administración paralela monumentales que hacían cada vez más difícil su desalojo del poder por tantos intereses creados en torno a unas siglas.


Resultado de imagen de tela de araña andaluza
Resultado de imagen de tela de araña andaluza
Resultado de imagen de psoe


Como hoy publicamos, esta Comunidad tiene uno de los sectores públicos más abultados de toda España y, al mismo tiempo, es uno de los más deficitarios. Sólo en el último año examinado por el Tribunal de Cuentas, el 2015, se perdieron 349 millones de euros, a pesar de la inyección récord de 2.512 millones en transferencias y subvenciones públicas. La Junta ha actuado como auténtica agencia de colocación durante décadas, con constantes acusaciones de nepotismo y enchufismo, y sin atender a criterios de eficiencia y solvencia. La colocación de afines es a todas luces un escándalo que no dejaba de aumentar legislatura tras legislatura, hasta provocar el fuerte malestar que se ha reflejado en estos comicios autonómicos. Hay casos tan flagrantes como el hecho de que Rafael Escuredo, primer responsable de la Junta, a pesar de no cobrar un sueldo como ex presidente por la modificación de una ley que introdujo Griñán a modo propagandístico, percibe 5.400 euros mensuales como asesor de un consejo consultivo. Y así tantos y tantos casos.





La administración paralela tiene 24.000 empleados, un auténtico dislate. Y aparte de los 508 altos cargos, hay más de 3.000 trabajadores en puestos de libre designaciónEs urgente que el próximo Gobierno andaluz acometa una profunda regeneración y racionalización de la Administración, y que acabe con tanta red clientelar que ya clamaba al cielo.


El ocaso de 36 años del PSOE en la Junta: 3.000 cargos 'a dedo', en vilo






  • Medio millar de altos cargos y asesores y otros 2.300 cargos 'a dedo', pendientes del final de época en Andalucía.

  • La 'Administración paralela', con 24.000 trabajadores y muy deficitaria, legado envenenado de los 36 años de socialismo.

  • La hecatombe del PSOE abre la puerta a un gobierno de la derecha en Andalucía









  • La Ley del Enchufismo,

     Todo parte de una Administración con parcelas fortificadas, especialmente desde la conocida como Ley del enchufismo, de 2011. Entonces, el temor de los socialistas a perder el poder en las elecciones autonómicas del año 2012 -las primeras que ganó en Andalucía el Partido Popular, si bien el PSOE se alió con IU, alejando la posibilidad de que gobernara Javier Arenas- derivó en la polémica reordenación del sector público andaluz, primero como 'decretazo' en julio de 2010 y después como ley en febrero de 2011.


    Tanto rechazo generó la reforma que la Ley 1/2011 de Reordenación del Sector Público es más conocida como 'Ley del enchufismo', ya que supuso la integración en la Administración autonómica de más de 20.000 empleados del entramado de empresas públicas. Entonces, tras treinta años gobernando en Andalucía y ante las encuestas que vaticinaban la alternancia, el PSOE quiso dejarlo todo bien atado ante su eventual marcha e hizo empleado público por la puerta de atrás al personal de los entes, también a los enchufados.


    Buena parte de los funcionarios se levantaron en contra de esta reforma, protagonizando manifestaciones históricas, como la que recorrió el centro de Sevilla el 13 de noviembre de 2010, con más de 30.000 personas pidendo la derogación del 'decretazo'. El ex presidente de la Junta, Manuel Chaves en aquella fecha vicepresidente tercero del Gobierno de Zapatero, y el entonces alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, recibieron la primera pitada de los funcionarios en un acto en la Plaza de España el 17 de octubre de 2010. Más tarde, el entonces presidente e impulsor de la reordenación del sector público, José Antonio Griñán, los consejeros, altos cargos y hasta ministros socialistas fueron abucheados por los empleados públicos en sus visitas por las ocho provincias.


    "Pumba, pumba, pumba, el cortijo se derrumba" o "Griñán, cariño, colócame a mi niño" fueron los cánticos más repetidos durante el año largo de protesta de los empleados públicos, que se lanzaron a la calle a criticar el despropósito que suponía que quedaran integrados en la Administración andaluza todos aquellos que habían sido colocados a dedo y sin superar ningún proceso de selección en entidades como la Fundación pública Fondo de Formación y Empleo (Faffe), la misma que ahora está investigando una juez de Sevilla por el desvío de fondos para cursos a juergas en clubes de alterne.


    Resultado de imagen de Faffe
    Resultado de imagen de faffe
    Resultado de imagen de los hijos de la junta una peli de bandas site:http://defiendomiderecho.blogspot.com/


    Esta fundación de la Junta, creada en el año 2003, durante la etapa como consejero de Empleo del juzgado por los ERE José Antonio Viera, pasó de tener una plantilla de 120 trabajadores a 1.700. Durante los ocho años que mantuvo la actividad, gestionó más de 300 millones de euros. En aplicación de la Ley de Reordenación del Sector Público, el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) absorbió a todo el personal de la Faffe, entre los que había numerosos ex alcaldes, ex concejales y familiares de destacados socialistas.

    La Faffe encaja a la perfección con uno de los lemas utilizados por los funcionarios para combatir la ley del enchufismo: "La Administración partidista y clientelar es otra forma más de corrupción", denunciaron entonces los empleados públicos, anticipándose a todo lo que se ha sabido después de esta fundación y de su papel en el presunto fraude de los cursos de formación y en el escándalo de las tarjetas 'black' que se usaron en los prostíbulos. "Por la transparencia y el control del dinero público de todos los ciudadanos; no cabe la opacidad", clamaban los funcionarios, que salieron a la calle a decir "basta ya al nepotismo, a la corrupción y al despilfarro".


    Un cámara de Canal Sur en el desarrollo de su trabajo


    La Junta de Andalucía, cargos por 25 millones


    La presidenta en funciones de la Junta, Susana Díaz, saluda al ex...



    https://www.elmundo.es/opinion/2018/12/09/5c0bf9a1fdddff45b28b4656.html




    El ocaso de 36 años del PSOE en la Junta: 3.000 cargos 'a dedo', en vilo

     



    • Medio millar de altos cargos y asesores y otros 2.300 cargos 'a dedo', pendientes del final de época en Andalucía.
    • La 'Administración paralela', con 24.000 trabajadores y muy deficitaria, legado envenenado de los 36 años de socialismo.

    ¿Cuántas personas saldrán de la Junta de Andalucía si finalmente el PSOE es desalojado del Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia, tras gobernar la comunidad durante casi cuatro décadas? ¿Cómo afectará a los 24.000 trabajadores de la tupida red de empresas públicas, consorcios y fundaciones que constituyen la conocida como 'Administración paralela'? ¿Cuánta gente perderá privilegios en forma de pluses o cargos directivos?

    EL MUNDO ha recopilado datos en diversas fuentes para determinar cómo puede afectar el resultado de las elecciones del pasado 2-D a una administración gigantesca que tiene en nómina a unos 270.000 trabajadores. El batacazo de Susana Díaz, que ha perdido 14 diputados, y la irrupción de Vox en el Parlamento andaluz podrían hacer posible la alternancia en Andalucía, la única comunidad en la que siempre ha gobernado el mismo partido, el PSOE. Los 59 escaños (cuatro por encima de la mayoría absoluta) que suman el PPCiudadanos y Vox pueden cerrar el paso a un gobierno socialista.

    Para empezar, los 24.000 trabajadores de la 'administración paralela' de la Junta no irán a la calle de forma automática si Susana Díaz deja de ser presidenta. Plantear esta hipótesis sería como decir que la llegada de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno, tras la moción de censura contra Mariano Rajoy, implicaba que echaría a la calle a todos los empleados de RTVE. Ni fue así en el Gobierno central ni será así tampoco en la Junta. Otra cosa es que el nuevo gobierno que se forme en Andalucía tras el 2-D pretenda cerrar empresas públicas o despedir a trabajadores. Pero ese es otro debate.

    Quienes sí irán a la calle cuando Susana Díaz abandone la Presidencia del Gobierno andaluz son las 508 personas que actualmente son altos cargos y también el personal eventual y de asesoramiento que los acompaña. Altos cargos son 271, según el último listado colgado por la Administración andaluza en su Portal de Transparencia. En esa lista están la presidenta de la Junta, sus 13 consejeros, viceconsejeros, delegados provinciales, secretarios generales y otros cargos, además de los directores, gerentes, presidentes y secretarios generales de todo tipo de consorcios, patronatos y agencias que constituyen la 'Administración paralela'.

    El Portal de la Transparencia también ofrece el listado de los 238 puestos de "personal eventual y de asesoramiento" que hay en cada consejería, un dato que durante años la Junta se ha resistido a ofrecer. Destaca la Consejería de Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática que dirige Manuel Jiménez Barrios, donde se concentra mayor número de trabajadores de este tipo, con 113 plazas ocupadas.

    El personal eventual cuenta con un "nombramiento y cese discrecional por la autoridad que los nombró" y cesa también de "forma automática cuando se produzca el cese o expire el mandato de la autoridad a la que preste su funciones". El Estatuto Básico del Empleado Público establece que este personal, "en virtud de su nombramiento y con carácter no permanente", "sólo realiza funciones expresamente calificadas como de confianza o asesoramiento especial".

    Puestos 'a dedo'

    La onda expansiva del desalojo del PSOE de la Junta podría afectar a otros casi 3.000 trabajadores más que actualmente y por decisión del político de turno están en puestos de libre designación, en cargos directivos en la sanidad pública o son profesores con destino 'a dedo' en funciones de administrativos o asesores, según la información facilitada a este diario por varios sindicatos consultados. Estos empleados de la Junta no van a perder su empleo porque son funcionarios con plaza fija y serán reubicados en otros destinos, pero sí podrían ver mermados sus ingresos si descienden en el escalafón administrativo.

    Las fuentes del Sindicato Andaluz de Funcionarios (SAF) de la Junta indicaron que sólo en la Administración General andaluza hay unos 2.300 puestos de libre designación o 'a dedo'. Éstos no cesan automáticamente -los asesores sí- cuando lo haga el político que los designó. Estos funcionarios cobran pluses y perciben un salario mayor que el de su puesto base. La responsabilidad también es mayor.

    Entre los casi 3.000 trabajadores que podrían verse afectados por un cambio de gobierno están también los 344 puestos directivos que hay en los hospitales públicos. Pero ellos cuentan con plaza fija a la que volver si pierden estos puestos de responsabilidad. "Oficialmente, los gerentes de los hospitales no son cargos políticos, pero es cierto que la vinculación con la Consejería de Salud es muy estrecha", señalaron las fuentes sindicales.

    En educación, tal y como informó este diario, unos 300 profesores andaluces están destinados exclusivamente a tareas administrativas y de asesoramiento en las oficinas que la Consejería de Educación tiene tanto en los servicios centrales de Torretriana (Sevilla) como en las delegaciones provinciales. Son docentes designados 'a dedo' por delegados y directores generales para ocupar esos puestos, que se cubren sin que medie ningún tipo de proceso que garantice la igualdad de oportunidades y la transparencia. Con un cambio de gobierno, estos profesores podrían cambiar de puesto y regresar a las aulas, pero nunca irían a la calle porque son funcionarios con plaza fija.

    En la lista de 271 altos cargos citada anteriormente solamente aparece el máximo responsable de cada empresa pública, consorcio o fundación. ¿Qué ocurre con el resto de directivos? ¿Podrían ser despedidos? Las fuentes dijeron que esa es la gran incógnita porque incluso puede haber directivos con contratos blindados. Si el nuevo gobierno quiere prescindir de ellos tendrían que indemnizarlos con cantidades más altas que las habituales.

    La Ley del Enchufismo.

     Todo parte de una Administración con parcelas fortificadas, especialmente desde la conocida como Ley del enchufismo, de 2011. Entonces, el temor de los socialistas a perder el poder en las elecciones autonómicas del año 2012 -las primeras que ganó en Andalucía el Partido Popular, si bien el PSOE se alió con IU, alejando la posibilidad de que gobernara Javier Arenas- derivó en la polémica reordenación del sector público andaluz, primero como 'decretazo' en julio de 2010 y después como ley en febrero de 2011.

    Tanto rechazo generó la reforma que la Ley 1/2011 de Reordenación del Sector Público es más conocida como 'Ley del enchufismo', ya que supuso la integración en la Administración autonómica de más de 20.000 empleados del entramado de empresas públicas. Entonces, tras treinta años gobernando en Andalucía y ante las encuestas que vaticinaban la alternancia, el PSOE quiso dejarlo todo bien atado ante su eventual marcha e hizo empleado público por la puerta de atrás al personal de los entes, también a los enchufados.

    Buena parte de los funcionarios se levantaron en contra de esta reforma, protagonizando manifestaciones históricas, como la que recorrió el centro de Sevilla el 13 de noviembre de 2010, con más de 30.000 personas pidendo la derogación del 'decretazo'. El ex presidente de la Junta, Manuel Chaves en aquella fecha vicepresidente tercero del Gobierno de Zapatero, y el entonces alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, recibieron la primera pitada de los funcionarios en un acto en la Plaza de España el 17 de octubre de 2010. Más tarde, el entonces presidente e impulsor de la reordenación del sector público, José Antonio Griñán, los consejeros, altos cargos y hasta ministros socialistas fueron abucheados por los empleados públicos en sus visitas por las ocho provincias.

    "Pumba, pumba, pumba, el cortijo se derrumba" o "Griñán, cariño, colócame a mi niño" fueron los cánticos más repetidos durante el año largo de protesta de los empleados públicos, que se lanzaron a la calle a criticar el despropósito que suponía que quedaran integrados en la Administración andaluza todos aquellos que habían sido colocados a dedo y sin superar ningún proceso de selección en entidades como la Fundación pública Fondo de Formación y Empleo (Faffe), la misma que ahora está investigando una juez de Sevilla por el desvío de fondos para cursos a juergas en clubes de alterne.

    Esta fundación de la Junta, creada en el año 2003, durante la etapa como consejero de Empleo del juzgado por los ERE José Antonio Viera, pasó de tener una plantilla de 120 trabajadores a 1.700. Durante los ocho años que mantuvo la actividad, gestionó más de 300 millones de euros. En aplicación de la Ley de Reordenación del Sector Público, el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) absorbió a todo el personal de la Faffe, entre los que había numerosos ex alcaldes, ex concejales y familiares de destacados socialistas.

    La Faffe encaja a la perfección con uno de los lemas utilizados por los funcionarios para combatir la ley del enchufimo: "La Administración partidista y clientelar es otra forma más de corrupción", denunciaron entonces los empleados públicos, anticipándose a todo lo que se ha sabido después de esta fundación y de su papel en el presunto fraude de los cursos de formación y en el escándalo de las tarjetas 'black' que se usaron en los prostíbulos. "Por la transparencia y el control del dinero público de todos los ciudadanos; no cabe la opacidad", clamaban los funcionarios, que salieron a la calle a decir "basta ya al nepotismo, a la corrupción y al despilfarro".




    El sector público andaluz: 349 millones de pérdidas y récord de subvenciones

    Un cámara de Canal Sur en el desarrollo de su trabajo

    Los entes públicos empresariales andaluces son de los más deficitarios del país. Un informe publicado esta misma semana por el Tribunal de Cuentas advierte de que el conjunto de 44 sociedades mercantiles participadas por la Junta de Andalucía pierden cada año cientos de millones de euros y son las que más transferencias y subvenciones directas reciben por parte de la Administración.

    En el año 2015, último fiscalizado por el tribunal, los números rojos firmados por las entidades públicas andaluzas ascendieron a 349 millones de euros, a pesar de absorber en su balance 2.512 millones de euros en trasferencias y subvenciones. Ninguna otra de las regiones analizadas alcanza una cifra similar, ya que Andalucía es seguida muy de lejos por Cataluña (1.567 millones de euros) y Aragón (762 millones).


    El Tribunal de Cuentas aprovecha para llamar la atención sobre los "relevantes resultados negativos" del sector público andaluz y de otras autonomías como Murcia y Madrid, aunque en estos dos casos el volumen de subvenciones cuantificadas en el informe es mucho menor al situarse en 54 y 61 millones, respectivamente.

    "La financiación del sector público empresarial sigue procediendo, en un importante porcentaje, de las subvenciones de explotación y de capital que perciben de la Comunidad Autónoma respectiva y, en menor medida, de otras Administraciones (estatal y/o europea) y de los ingresos por la realización de trabajos, en su mayoría por encargo de las propias administraciones autonómicas", destaca el supervisor.


    La deficitaria situación del sector público en Andalucía se acompaña de una deuda acumulada de 4.772 millones de euros, de la cual 1.259 millones están en manos de distintas entidades de crédito y el resto se corresponde a pasivos comerciales y con la Administración. Sólo Cataluña y Valencia superan estos niveles de endeudamiento, según el Tribunal de Cuentas.


    La Junta de Andalucía dotó el año pasado transferencias de 3.057 millones de euros para financiar la explotación de su red de empresas públicas. Alrededor de una tercera parte de estos fondos fue directa a cubrir gastos de Sanidad y Dependencia mediante transferencias a agencias públicas y a las sociedades gestoras de los distintos centros hospitalarios de la región. En la práctica se crea una administración paralela.


    No obstante, hay otras partidas millonarias para financiar entes como la radio televisión pública, que recibe 140 millones al año, sólo 20 millones menos que la cantidad transferencia a la Agencia de Obra Pública para el fomento de las infraestructuras y tres veces más que la Agencia dirigida a impulsar el emprendimiento. Canal Sur, con sus 1.400 trabajadores y en una profunda crisis de audiencia, amenazada de cierre por Vox (no lo permite el Estatuto) y abocada a un reestructuración si el PP accede al gobiernocomo han avanzado esta semana.

    El sector público andaluz está actualmente compuesto por un total de 301 entes, 30 más que hace una década, según el registro de control que elabora el Ministerio de Hacienda. No obstante, muchas de estos están inmersos en procesos de disolución y no tienen actividad. La Junta asegura en sus informes regionales que tiene operativas un total de 60 entidades -entre agencias públicas empresariales, consorcios, fundaciones y sociedades mercantiles- que emplean a 23.899 personas, lo que deja un dato relevante: sólo el gasto en personal de esta red -969 millones de euros- es un 68% mayor a su cifra de negocio de 577 millones.



    La Junta de Andalucía, cargos por 25 millones
    Elecciones andaluzas

    Rafael Escuredo es uno de los antecesores de Susana Díaz y el primer presidente autonómico andaluz. No tiene asignación de la Junta como ex presidente debido a la modificación de la ley que hizo otro ex presidente, José Antonio Griñán, en 2011. Pero desde ese mismo año, Escuredo es miembro del Consejo Consultivo de Andalucía -con dedicación exclusiva desde 2014-, un puesto por el que cobra 65.184 euros al año, unos 5.400 al mes. Su cargo es uno de los muchos amenazados por el cambio de color en el Gobierno en la comunidad tras 36 años del PSOE. Escuredo es uno de los miembros de ese millar de altos cargos y asesores que le cuestan a la Junta 24,8 millones en sueldos, sin contar dietas y complementos.

    Son datos incompletos. Los listados de la web del Gobierno andaluz sólo incluyen al personal eventual de las consejerías y de cinco organismos: el Consejo Consultivo, el Consejo de Transparencia, el Consejo Audiovisual y los Institutos de Juventud y de la Mujer. Pero los entes públicos incluyen, además, otros consejos, decenas de agencias, diversos consorcios, fundaciones y sociedades de las que falta información.

    Los sueldos de los altos cargos -10 están ocupados por una persona con otro cargo de la que consta un único sueldo- oscilan entre los 40.000 euros y algo más de 60.000, y suponen 14,8 millones anuales para la Junta. María del Carmen Luque es el alto cargo con menor retribución: 41.057 euros como gerente de la Fundación Pública Andaluza San Juan de Dios de Lucena y Fundaciones Fusionadas de Córdoba. Y sólo Juan Bautista Cano, nombrado presidente del Consejo Consultivo por Manuel Chaves en 2002, iguala el sueldo de la presidente, Susana Díaz (66.230 euros).

    Dejando a un lado las consejerías, que aglutinan la mayor parte de altos cargos y eventuales, los consejos Consultivo y Audiovisual son los que más dinero cuestan a la Junta en sueldos de personal de confianza. Los miembros de los distintos consejos están entre los altos cargos mejor retribuidos (62.000 euros de media). Los sueldos de los 21 altos cargos en los cinco consejos públicos andaluces -además del Consultivo, el Escolar, el de Relaciones Laborales, el Audiovisual y el de Transparencia y Protección de Datos- cuestan 1,3 millones de euros. Casi el doble que las fundaciones, donde se incluyen algunas como la mencionada San Juan de Dios de Lucena y otras como la Real Escuela de Arte Ecuestre. O, hasta 2011, la polémica Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), que acabó integrada en el Servicio Andaluz de Empleo.

    En el caso de los eventuales, los sueldos van desde los 21.863 euros de un auxiliar técnico a los 56.894 de un asesor ejecutivo. Casi la mitad -113 de los 239- están en la Consejería de Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática.



    No hay comentarios:

    Publicar un comentario

    Identifícate para poner comentarios.
    Los comentarios solo se podrán poner durante unos días...