El máster del 'fondo
de reptiles' de los ERE y de los alumnos 'fantasma' de la Universidad de
Sevilla
- El curso de experto de la Universidad de Sevilla becado por la Dirección General de Trabajo falsificó también documentos oficiales, según testigos
- La juez Núñez investiga cuántos alumnos fueron inscritos sin saberlo o sin ir a clase, además del socialista Carmelo Gómez
Recibió 30.000 euros
del 'fondo de reptiles' de forma irregular y entre los becados aparecía un hombre de Susana Díaz, el parlamentario del PSOE
Carmelo Gómez. Pero, además, en el Máster en gestión integral de asociaciones
sin ánimo de lucro de la Universidad de Sevilla se infló la nómina de alumnos y
se falsearon, supuestamente, documentos oficiales. Desde inscripciones y
matrículas a actas de recogida de títulos, un rosario de
irregularidades que ha quedado confirmado hace sólo unos días con la
declaración judicial del propio Carmelo Gómez.
El parlamentario
socialista, muy próximo a la presidenta de la Junta y miembro de su ejecutiva
en el PSOE-A, ha ratificado a la juez María Núñez Bolaños que aunque su nombre
aparece en el expediente del máster, él no sólo no acudió a clase, sino que ni
siquiera sabía que estaba matriculado. Y eso a pesar de que en la documentación
oficial que forma parte del sumario del Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla
están incluidos sus datos como alumno matriculado y becado e, incluso, como si
hubiese recogido el título.
El mismo Carmelo
Gómez explicó a EL MUNDO de Andalucía que era «imposible», literalmente, que se
hubiese podido matricular porque «hasta este sábado ni siquiera era graduado».
Se enteró de que estaba en los papeles del máster que dirigió el profesor
Francisco José González Domínguez, destacó, a través de la prensa, cuando este
periódico lo desveló en 2014.
Aunque las diligencias previas que tramita la juez
Núñez Bolaños se centran en la financiación del máster a través de una ayuda
irregularmente concedida por la Consejería de Empleo -de hecho ésta es una
pieza separada del caso ERE-, la instrucción ha aflorado un posible caso de
fraude y falsedad documental.De hecho, la juez de Instrucción 6 de Sevilla está
investigando si hubo más alumnos fantasma como Gómez preguntando a los antiguos
alumnos del máster de la Hispalense cuál fue realmente su participación en el
curso. Lo primero, si ellos mismos se matricularon.
En el caso del parlamentario
del PSOE andaluz, los costes de su matrícula -fuera o no ficticia- corrieron a
cargo de la subvención concedida por la Dirección General de Trabajo. Gómez era
uno de los cinco alumnos de la modalidad de 'experto' y el precio de su
matrícula era de 1.425 euros.
Respecto a la presencia de estos alumnos fantasma,
el director del máster aseguró ayer a este periódico que él sólo fue
responsable de la parte «académica» y que la «cuestión administrativa»
correspondía a la secretaría universitaria. «Los temas administrativos no los
llevamos, no tengo nada que ver con eso», declaró el profesor González, quien
se desvinculó de estas supuestas irregularidades.Igualmente, dijo desconocer si
había habido más casos como el que asegura Carmelo Gómez que se produjo con él
de protagonista. «No le puedo decir, hace más de once años», justificó.
"Cuestiones
administrativas"
Sobre si la Universidad de Sevilla ha abierto en algún
momento una investigación sobre estas cuestiones «administrativas» del curso
que él dirigió, Francisco José González afirmó que no tiene constancia,
mientras que la propia institución académica no había respondido ayer al cierre
de esta edición a las preguntas planteadas por EL MUNDO al respecto.
El Máster
universitario en gestión integral de asociaciones sin ánimo de lucro de la
Hispalense está bajo sospecha desde hace cinco años, cuando se descubrió, en el
marco de las investigaciones por el caso de los ERE fraudulentos, que una de
las ayudas que concedió el ex director de Trabajo, Francisco Javier Guerrero,
se destinó a subvencionar este curso de experto universitario.
En concreto, fue
el 20 de septiembre de 2007 cuando Guerrero concedió una subvención de 30.000
euros a la Universidad de Sevilla para el desarrollo de la segunda edición del
máster, que se impartió en el curso 2007/2008. Con ese dinero se becó a 23 de
los 24 alumnos inscritos. Uno de ellos, al parecer de forma ficticia, el
secretario de Acción Electoral y Programa de los socialistas andaluces.
Según la
versión que entonces dio la Universidad de Sevilla -y que confirma la
documentación en poder del juzgado-, la concesión de la ayuda fue en respuesta
a una petición del director del máster. El profesor del Departamento de
Administración de Empresas y Marketing solicitó la subvención a la Consejería
de Empleo y, más aún, una vez concedida hizo gestiones para que fuese abonada.
No
es la primera vez que un máster irregular salpica a destacados dirigentes del
PSOE andaluz.
El Máster en Administración Local de la Universidad de Sevilla
tuvo en nómina, como profesores y expertos, a 20 cargos ligados al Partido
Socialista, entre consejeros, directores generales, alcaldes y concejales, de
un total de 65 docentes.
Eso sucedió en el año 2008 con un curso que dirigía el
entonces diputado socialista Luis Ángel Hierro. Entre los compañeros de filas a
los que fichó estaba Micaela Navarro -hoy presidenta del PSOE-, José Antonio
Viera, ex consejero imputado en los ERE, o Leonardo Chaves, hermano del ex
presidente Manuel Chaves.
Por si fuera poco, aquel máster fue subvencionado por
el Ayuntamiento de Sevilla, que presidía en aquellos momentos otro socialista,
Alfredo Sánchez Monteserín. Su gobierno aportó 18.000 euros con los que se
pagaron los sueldos de los profesores, algunos de ellos concejales de su
equipo.
Herrera: "La
tesis de Sánchez es un bodrio, un churrete... Y está escrita por
turiferarios"
- El comunicador cree que el trabajo de doctorado del presidente es el síntoma de que este gobierno es una banda
Es viernes, 14 de
septiembre del 2018. Como aquel que dice, ya estamos a la vuelta del fin de
semana. Ya hemos cargado la primera mitad de este mes y nos quedarán tres para
llegar a las uvas. Sólo tres. Parecen nada, pero pueden hacerse muy largos si
estás sometido a un continuo y permanente escrutinio por parte de la opinión
pública. Pueden ser una auténtica tortura. Y veremos el alcance de la noticia
de ayer, que es la tesis de Sánchez. Vamos a llamarla así.
Lo que estamos es en
dilucidar si son galgos o podencos. En que Moncloa exhibe la prueba del
pañuelo. Es decir, exhibe una nota en la que dice que la tesis del presidente
supera ampliamente los softwares de coincidencias. Que son unos programas donde
tú metes un texto y te dice de dónde has sacado cada una de las de las frases.
Los plagios, efectivamente, se producen de manera textual o no de manera
textual. Se producen plagios en mosaico y auto plagios, que son las
características de esta tesis que puede costarle o no disgustos a Pedro
Sánchez. Pero es una estafa. Está lleno de
irregularidades. Hoy publica el diario ABC nuevos datos acerca del
director de la Universidad Camilo José Cela, que publicó con Pedro Sánchez dos
artículos científicos en 2012 que fueron volcados en la tesis del presidente
del Gobierno copiados y pegados sin cita alguna. OK Diario informa de que un
miembro del Tribunal y la jefa de su doctorado escribieron con él un capítulo
de las tesis. Y luego cien y un detalles sobre una tesis que debe ser un
producto de excelencia y original. Además, Pedro Sánchez se presenta con el
título de Doctor a las primarias del PSOE. Ahora
sabemos que Sánchez tenía motivos para esconderla. Porque las trampas, los
corta-pega, las irregularidades... por más que superen determinados baremos o
no, existen.
Sánchez no tenía más
remedio que hacer pública la tesis porque a partir de ahora se va a mirar con
coma para llegar a la conclusión de si es una tesis original o no es una tesis
original. De momento, digamos que obtuvo el
doctorado con ayudas. Con retales, con artículos, con documentación
ajena. Algunos le piden la dimisión a Pedro Sánchez. Pero este es un
buscavidas. No es tan fácil derribarlo. Le puedes dar un jaque, pero un jaque
mate es mucho más difícil. Éste es el que iba a regenerar la vida política y
resulta que acusaba a los demás teniendo en casa una tesis en las que había
plagios literales, plagios en mosaico y auto plagios. No pasa nada por hacer una tesis mala. Efectivamente, se puede hacer
una tesis mala y ser un buen gobernante. Pero una tesis es un trabajo
original que cuesta muchos años de trabajo y que es un trabajo de
excelencia. Su tesis es un bodrio, es un
churrete... Está escrita por turiferarios. Es un refrito de textos
administrativos y luego, además, está calificada como cum laude por un tribunal
llamémoslo peculiar. Hoy informa la prensa que
este peculiar tribunal no es el tribunal de excelencia que se requiere para la
calificación de una tesis. Acababan de conseguir el doctorado algunos el año
anterior. ¿Estamos ante una estafa intelectual? ¿No lo estamos?
En cualquier caso,
este gobierno en 100 días ha llegado a unas cotas de descrédito y de
incompetencia... que hacen pensar que más que
un gobierno esto es una banda. Pero no solo por la tesis. La tesis es el
síntoma o el símbolo. Un gobierno que tiene dos ministros cesados en 100 días.
Un presidente del Gobierno mintiendo en sede parlamentaria cuando dijo que la
tesis estaba en la red, en Teseo. No era cierto, sólo estaba la ficha. Una
tesis organizada por diversos amigos. Un
gobierno que cae en contradicciones y en rectificaciones: la última, la de las bombas de Arabia Saudí. Finalmente
han tenido que torcer la mano de la ministra de Defensa, que ha tenido que
cambiar las bombas ya pagadas. Un acuerdo al que se había llegado años atrás y
que ella no quería cumplir porque iba a matar a yemeníes. Entonces no vendamos
a nadie más bombas porque siempre matarán a alguien. Ella, esa ministra, que no
previó las consecuencias que eso podría tener en sectores muy sensibles como el
trabajo y el empleo en la Bahía de Cádiz.
El descrédito que deja un gobierno, como el español, que en función de que
gobierno haya cumple o no cumple sus contratos. Y
un gobierno que no informa de algo tan importante. Cuando hay una rectificación
ahora resulta que ya no mata yemeníes, porque es una bomba de precisión láser
como dijo Borrell. Y como ésta, otras tantas. Con propuestas de sainete. Un
ejemplo de adanismo absolutamente insoportable es el decreto ley que han
aprobado para sacar a Franco del Valle de los Caídos. Dando voces ayer Carmen Calvo
por el Congreso "que tesis ni tesis. Esta es la noticia más importante de
la democracia" ¿Pero de verdad se lo cree?
Un gobierno que quiere expandir el gasto, que quiere meterle la mano
en el bolsillo aumentando impuestos. Que está apoyado en su minoría por
excrecencias políticas como etarras, independentistas racistoides y compañía...
¿Eso es un gobierno o es una banda?
Ni siquiera hace falta que dimita. Basta con que cada vez que suba a la tribuna del Congreso, Albert Rivera se refiera a él, respetuosamente, en los términos canónicos: "Doctor Sánchez, sus proyectos para España..." Y digo Rivera, porque Pablo Casado ha decidido no hacerse sangre.
La lectura y cotejo de la tesis que ha publicado hoy el diario Abc
tienen la consistencia de un hecho. No es opinable. El doctor Sánchez estafó a la Universidad y a la sociedad española haciendo
pasar por tesis doctoral un complot de plagios, idées reçues y hojarasca con y
sin comillas. A él le compete la vergüenza primordial y debe abandonar la vida política; pero el tribunal que la juzgó y premió cum laude debe
abandonar la vida académica. La corrupción del conocimiento en España es
profunda y la peor. Y supone la gran diferencia en términos comparativos con la
moralidad pública europea.
La estafa del doctor Sánchez es directamente
económica. Una tesis doctoral no es un máster, ni un curso
más o menos decorativo. La tesis doctoral
supone instalar a su autor en un escalafón donde la vida se ve con una
comodidad envidiable. Y para siempre. Por lo demás la sorpresa debe de
ser relativa. Como me recordaba esta mañana Jorge Bustos, el doctor Sánchez llegó a la presidencia
del Gobierno invocando la falta de ética, personal, personalísima del
presidente Rajoy. La falta de
escrúpulos que le llevó a aceptar los votos de un prófugo de la Justicia para
ser presidente es la misma
que puso, negro sobre blanco, en su tesis. La muy citada fama de
Quincey: uno empieza asesinando y acaba por no ayudar a cruzar la calle a las
viejecitas.
Sánchez debe aclarar las dudas en el Parlamento
El presidente del Gobierno no puede seguir negándose a despejar públicamente todas las dudas que suscitan la elaboración y el contenido de su tesis doctoral. No es de recibo que Pedro Sánchez esté activo en las redes sociales y se niegue a someterse a una sesión de control en la sede de la soberanía nacional después de las posibles irregularidades en la redacción del texto académico que hemos publicado los medios de comunicación. Como también es un error, que demuestra hasta qué punto Sánchez está inseguro en esta cuestión, el enfrentamiento con la prensa, a la que pretende amedrentar con amenazas de querellas si continuamos publicando informaciones referidas a una tesis a la que solo desde ayer por la mañana se puede acceder libremente en formato digital. Existen antecedentes en nuestra democracia de otros presidentes que intentaron acallar a los medios, afortunadamente sin demasiado éxito, como acredita la trayectoria de este periódico. El presidente envió ayer a esta redacción un burofax pidiendo una retractación y EL MUNDO se ratifica en lo publicado.
Existen dudas razonables sobre la concepción y la elaboración de la tesis doctoral. En primer lugar, cuando lo normal es que un doctorando emplee una media de entre tres y seis años, es dudoso que en tan solo dos (de 2010 a 2012) el presidente pudiese llevar a cabo una investigación del nivel que requiere la máxima titulación académica. Mucho más, si durante ese período se compatibilizan varias actividades, como son, en el caso de Sánchez, la de profesor en la propia Universidad Camilo José Cela, y, hasta septiembre de 2011, la de diputado nacional por el PSOE. En un texto subido el pasado jueves a las redes sociales, Sánchez reconocía que "por razones obvias, no he tenido tiempo de investigar". Las dudas continúan sobre la composición del tribunal que evaluó el trabajo, en el que tres miembros se acababan de doctorar, dos de ellos compartían con Sánchez la misma directora de tesis y uno había publicado un artículo con él. Finalmente, el contenido del texto está también puesto en cuestión. A pesar de haber sido calificada con apto cum laude, carece de interés académico, tanto por su superficialidad y falta de calidad como por sus conclusiones poco innovadoras, ya que supuestamente incorporó textos que previamente había publicado en forma de artículos. Pero lo más grave sería que se sustanciaran las acusaciones de plagio, algo extremadamente grave que situaría al presidente en una situación insostenible. No hay que olvidar que la ministra Carmen Montón anunció su dimisión en el mismo momento en el que se hizo público que había plagiado su TFM.
En lugar de aclarar todas estas dudas, la respuesta del Gobierno ha sido amenazar a la prensa y negarlo todo. La ministra portavoz, Isabel Celaá, ha restado importancia a la polémica, ha cuestionado la pertinencia de que Pedro Sánchez ofrezca nuevas explicaciones y ha llegado a decir que "la derecha" ha orquestado una "estrategia conjunta" para "boicotear" al Gobierno. Una clara muestra de debilidad ante la que no es de extrañar que miembros del gabinete hayan reaccionado con preocupación, debido a la falta de solvencia de un Ejecutivo obligado a rectificar las ocurrencias irresponsables de muchos de sus miembros y en el que han tenido que dimitir en solo 100 días dos ministros. Ahora es la imagen del propio presidente la que está puesta en cuestión.
http://www.elmundo.es/opinion/2018/09/15/5b9bfee722601d9f1f8b4614.html
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