martes, 10 de octubre de 2017

Golpe de Estado en Cataluña: EL RUIDO DE LA CALLE. Hoy, martes de carnaval. + LA OPINIÓN DE UN EMPRESARIO HOLANDÉS EN CATALUÑA Por qué nos iremos de Cataluña, recomendado + El clamor de la mayoría silenciada + 2 Videos caseros, de la Manifestación de Cataluña; yo estuve allí y es como fue ¡¡¡IMPRESIONANTE!!!!! + Canalsu, Andalucía imparable, gracias. El día después + Òmnium ha recibido 20 millones en subvenciones para la secesión + El silencio en Cataluña por Álvaro Ybarra = Los hechos ya han hablado ¿Casualidad o Causalidad? ¿Desde las instituciones y con dinero público, se mantienen los regímenes......? ¿Pasividad social frente al adoctrinamiento político en Cataluña.....? ¿ Pero salvando las distancias.....no os suena a algo de lo que ocurre en Andalucía; versus Administración paralela, clientelar y digital, la Administración como brazo ejecutor del régimen, versus sanidad y unidades de gestión clínica; enchufes de educación y aprobados de despacho, directores de colegios "a dedo" .....?


EL RUIDO DE LA CALLEHoy, martes de carnaval.




Hoy se celebra un martes de carnaval en el festival de otoño, con un esperpento de asunto disparatado: la independencia de Cataluña"Pronto veréis -se dice en el prólogo de Los intereses creados- como cuanto sucede en la farsa no puede suceder nunca".


LA OPINIÓN DE UN EMPRESARIO HOLANDÉS EN CATALUÑA 


Por qué nos iremos de Cataluña; de lectura imprescindible...
  • El consejo de CaixaBank decide hoy el traslado de sede fuera de Cataluña
  • De Sabadell a Gas Natural, las empresas que se han ido de Cataluña o lo estudian
  • Sabadell aprueba el traslado de su sede a Alicante
 El daño a la sociedad civil catalana y su economía irá para largo. La sociedad se ha fracturado por completo y se ha instaurado una percepción de riesgo en el inverso

Varias jóvenes con banderas esteladas caminan por plaza de Catalunya.
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....Aunque el pretendido golpe de Estado no va a poderse consumar en su totalidad, el daño a la sociedad civil catalana y su economía irá para largo. Se ha fracturado la sociedad y se ha instaurado una percepción de riesgo inversor. Es la culminación de una feina ben feta por el equipo de Jordi Pujol y de su programa "Catalunya 2000" de reprogramación nacional, descrito en un artículo en El Periódico de Cataluña del 28 de octubre de 1990. Básicamente, un plan estratégico para la creación de identidad nacional basado en el relato de superioridad del catalán, agravios por parte de España, control de la sociedad civil con acólitos a la causa y depuración de los discrepantes vía la muerte civil.

Yo de todo esto no me había enterado hasta que fueron mis hijas a la escuela......


EDITORIAL. El clamor de la mayoría silenciada




El nacionalismo excluyente perdió este domingo el monopolio de la calle después de una de las manifestaciones de rebelión cívica más emocionantes de nuestra historia democrática. Casi un millón de ciudadanos, sin distinción de tendencias políticas, desfiló por Barcelona en defensa de la unidad de España, de la tolerancia y del Estado de Derecho. Fue el clamor de la mayoría silenciada de los catalanes por la concordia constitucional, la convivencia pacífica y el proyecto nacional compartido con sus conciudadanos del resto del país. Frente al aparente unanimismo que han proyectado los separatistas, emergió la Cataluña real, diversa y plural.....


Video masiva manifestación en Barcelona contra la independencia

https://www.youtube.com/watch?v=uVbD7VYUKVM



8 de octubre 2017 en Barcelona. Total, son solo cuatro gatos.

https://www.youtube.com/watch?v=7FCLl36MVro&index=3&list=PLTfrIBgHo9VGH4hoq6fPHxk-zmdAFVZNo





Canalsu, Andalucía imparable, gracias.

El día después




http://canalsu.blogspot.com.es/2017/10/el-dia-despues.html


Òmnium ha recibido 20 millones en subvenciones para la secesión


Jordi Cuixart (d), presidente de Òmnium Cultural, al llegar la semana pasada a la Audiencia Nacional


  • La Generalitat dejó de subvencionarla cuando Artur Mas le encargó pilotar el «procès», pero pasaron a ingresar aun más gracias a «estudios y donaciones».
  • La Caixa dio un préstamo de 3,5 millones a la entidad cultural y política para comprar una sede de 935 metros cuadrados

ÁLVARO YBARRA.

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El silencio en Cataluña Álvaro Ybarra

Banderas de España en la manifestación celebrada ayer en Barcelona contra el desafío soberanista


  • «No nos rasguemos las vestiduras por la pasividad social ante el adoctrinamiento político cuando en Andalucía tenemos tantos ejemplos»

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El desafío nacionalista ha provocado que la llamada mayoría silenciosa rompa su mudez y, a instancias de la organización Sociedad Civil Catalana, congregue a casi un millón de personas en Barcelona en apoyo de la unidad de España. El referéndum bufo e ilegal y la amenaza de la independencia unilateral que Puigdemont piensa declarar el martes ha dado lugar a una reacción sin precedentes. La indignación contenida a la que el Rey dio voz en su intervención televisiva de la pasada semana ha movilizado a miles de catalanes que no quieren que los nacionalistas totalitarios los expulsen de su tierra. Será difícil recomponer la estabilidad rota en Cataluña por quienes han envenenado la convivencia ante la pasividad del Estado a lo largo de todos estos años. Pero, a partir de ahora, una vez que la mayoría silenciosa ha roto su silencio, es seguro que los catalanes que no quieren independizarse no van a volver a sentirse solos e impotentes.

Lamentaba ayer José Borrell en el cierre de la multitudinaria manifestación de Barcelona que quienes ahora se van no hubieran hablado claro antes, salvo en los cenáculos privados. Tal vez si se hubieran pronunciado antes en público sobre la amenaza que representaba el secesionismo impuesto por el régimen nacionalista ahora no tendrían que marcharse, decía el dirigente socialista. Tal vez. Pero el silencio público ante los atropellos de un régimen como el nacionalista no es privativo ni de los empresarios ni, salvando las distancias, de Cataluña. ¿Cuanta gente en nuestra Andalucía calla en público lo que denuncia en privado por temor a señalarse y perder un contrato, un empleo o una posición de confort?

Es evidente que la situación política de Andalucía no es la de Cataluña pero no nos rasguemos las vestiduras por la pasividad social ante el adoctrinamiento político cuando aquí tenemos tantos ejemplos de discursos dobles ante atropellos unilaterales. Aprendamos la lección de hasta dónde ha tenido que llegar la frustración de los ciudadanos para que una buena parte de la sociedad catalana se declare en abierta rebeldía contra el Gobierno y las instituciones que tratan de imponerles una única militancia. Aprendamos y tomemos ejemplo por si tal vez algún día se nos hace demasiado tarde.



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¿Por que y para que se crea la Administración instrumental y paralela ¿la de selección clientelar digital y juntera, brazo ejecutor del Régimen....?¿Porque se quiere consolidar.....?






LA OPINIÓN DE UN EMPRESARIO HOLANDÉS EN CATALUÑA 

Por qué nos iremos de Cataluña

  • El consejo de CaixaBank decide hoy el traslado de sede fuera de Cataluña
  • De Sabadell a Gas Natural, las empresas que se han ido de Cataluña o lo estudian
  • Sabadell aprueba el traslado de su sede a Alicante

Varias jóvenes con banderas esteladas caminan por plaza de Catalunya.



El daño a la sociedad civil catalana y su economía irá para largo. La sociedad se ha fracturado por completo y se ha instaurado una percepción de riesgo en el inversor.

Por todo ello tenemos claro, y muchos como nosotros, que nos iremos de Cataluña con el tiempo. Queremos vivir en libertad.

En un ya lejano 1995 vine a Barcelona como tantos otros expatriados. Contratado por una multinacional alemana que después de un periodo de formación en EEUU, Países Bajos y Alemania me mandaba a España.

Para mí era la realización de un sueño como hijo de madre asturiana y padre holandés poder por fin ir a trabajar a España y encima Barcelona. Una ciudad que estaba recién instalada en el estrellato mundial después de los mejores Juegos Olímpicos de la historia. En esa España tan admirada en el resto de Europa y mejor ejemplo de las bendiciones de la integración Europea.

Pasé por una de los principales escuelas de negocios del mundo, la IESE, y me casé con una violinista de Bilbao. Creamos una familia con tres maravillosas hijas. Con sudor y perseverancia he ido construyendo mi propia empresa dedicada a las finanzas corporativas, con cada vez más trabajo a nivel internacional. ¿Qué más se puede tener?

4 de octubre 2017. Estamos reunidos con varios padres del colegio. Uno es abogado, otro ingeniero, otro banquero y otro, directivo de una bodega catalana. Tema de conversación: estamos pensando en marcharnos de Barcelona. Si sigue así la situación nos vamos. Ya no me hablo con mi suegro. Me he peleado con el vecino de la escalera por quitar un póster de Ómnium Cultural y me insultó por no ser catalán. ¿Qué ha pasado?

El 6 de septiembre se comenzó un golpe de Estado a cámara lenta en el Parlament de Catalunya. Esta definición no es mía, sino de un periodista de uno de los principales periódicos de los Países Bajos. El 1 de octubre vimos por primera vez una fuerza policial, los Mossos, no cumplir con las órdenes claras del juez para volver a restaurar el Estado de Derecho en la región, basado en la Constitución y el Estatuto de Autonomía.

Los que hemos tenido la experiencia vital de haber trabajado en países como Alemania o Croacia, con su historia, sabemos que la democracia es muy frágil. Que la democracia se sustenta en el respeto al prójimo y el compartir relato y valores comunes.

Estos días se está jugando el futuro de España e incluso la permanencia de la Unión Europea. Puede sonar pretencioso, pero en la misma Yugoslavia de 1988, donde pasé con mi Interrail en ese espectacular verano, pocos pensaban que estaba a punto de estallar un conflicto iba a afectar en su existencia.

Aunque el pretendido golpe de Estado no va a poderse consumar en su totalidad, el daño a la sociedad civil catalana y su economía irá para largo. Se ha fracturado la sociedad y se ha instaurado una percepción de riesgo inversor. Es la culminación de una feina ben feta por el equipo de Jordi Pujol y de su programa "Catalunya 2000" de reprogramación nacional, descrito en un artículo en El Periódico de Cataluña del 28 de octubre de 1990. Básicamente, un plan estratégico para la creación de identidad nacional basado en el relato de superioridad del catalán, agravios por parte de España, control de la sociedad civil con acólitos a la causa y depuración de los discrepantes vía la muerte civil.

Yo de todo esto no me había enterado hasta que fueron mis hijas a la escuela. De entrada me enteré de que en Barcelona, donde el 70% es castellanoparlante, el español esta prohibido en la enseñanza hasta los 6 años, y luego sólo 2 horas a la semana. Caso único en la UE donde no se puede ser educado en la lengua oficial del territorio. Me entero de que el fracaso escolar entre los castellanoparlantes es el doble que entre los catalanoparlantes, dato ocultado a la opinión publica. Eso sí, los mismos líderes y acólitos del nacionalismo llevan sus hijos a la escuela italiana, alemana o francesa en un acto de coherencia.

Los libros son un capítulo aparte. Toda la programación neurolingüística va focalizada en hacer de Cataluña el centro del mundo, manipulando la historia, y cuando se habla de España suele ser en forma despectiva o neutralizándola diciendo Estat en vez de la palabra España. De paso me entero de que el 90% de los cargos de mando en el sector público y semipúblico están en manos de catalanoparlantes de perfil nacionalista, creando una sensación de un apartheid a la catalana.

Para colmo, en el mundo empresarial en el que me muevo conozco demasiados casos de corrupción por parte de las autoridades catalanas, da igual el sector: informática, construcción, cultural, etc. Todo sin juzgar. Un gran silencio. La omertà. El Pater Familias de la gran cleptocracia pudo emitir su voto el 1 de octubre con toda tranquilidad. ¿Cómo es que la CUP nunca hizo un escrache en su casa?

Este agosto un compatriota de Países Bajos tuvo la osadía de solicitar en la rueda de prensa después del terrible atentado en Barcelona que conmocionó a toda Europa, que el director de los Mossos hablara directamente en español para así poder entender toda la prensa internacional lo explicado. El policía no accedió y el periodista se marchó, donde Trapero dijo su famosa frase 'Bueno, pues molt bé, pues adiós'. Los días siguientes fue jaleado por la prensa catalana como un héroe y el periodista apaleado como un perro por el pueblo llano. Que el periodista viniera expresamente de otro país a informarse de un terrible atentado era lo de menos.

En el 2012, cuando comenzó el famoso Procés de la Independencia (no, no me refiero al der Processde Kafka) un grupo de empresarios catalanes me pidió hacer una ponencia sobre el tema. Al no tener ni idea me estuve leyendo decenas de estudios y artículos sobre los impactos de independencias, efectos de las fronteras, salidas de la Unión Europea, etc. Hice una ponencia que, en esencia, decía que lo de la independencia económicamente es un auténtico desastre. Es como un Ferrari, un hobby muy caro: si te sobra el dinero y te lo puedes permitir; si no, la ruina. Mi ponencia no tuvo ninguna incidencia en la gran mayoría de ellos. Cinco años más tarde, gran parte de estos empresarios están muy contentos después de emitir su voto el 1 de octubre y expectantes ante la Gran Marcha al Paraíso.

La cleptocracia catalana está que se sale. Después de 30 años de expolio, el pueblo llano apoyado por los sindicatos verticales, los empresarios de pro, están ilusionados por tirarse del balcón. Nadie habla de corrupción, ni de que en el informe Pisa Cataluña esta por detrás de Portugal, ni que en el índice de competitividad de las regiones europeas, Cataluña está en la zona más baja de la tabla a la altura de las regiones del sur de Italia. Todo esto no importa. ¿Qué puede haber más importante que la Nació?

Por todo ello tenemos claro, y muchos como nosotros, que nos iremos de Cataluña con el tiempo. Queremos vivir en libertad, estamos hartos de la supremacía nacionalista, estamos hartos de que nos traten como unos invitados. El mundo es muy grande y la vida es demasiado corta para perder el tiempo aquí.

'Bueno, pues molt bé, pues adiós'

Marco Hulsewe, empresario y expresidente del Círculo de Empresarios Holandeses




EDITORIAL
El clamor de la mayoría silenciada



El nacionalismo excluyente perdió este domingo el monopolio de la calle después de una de las manifestaciones de rebelión cívica más emocionantes de nuestra historia democrática. Casi un millón de ciudadanos, sin distinción de tendencias políticas, desfiló por Barcelona en defensa de la unidad de España, de la tolerancia y del Estado de Derecho. Fue el clamor de la mayoría silenciada de los catalanes por la concordia constitucional, la convivencia pacífica y el proyecto nacional compartido con sus conciudadanos del resto del país. Frente al aparente unanimismo que han proyectado los separatistas, emergió la Cataluña real, diversa y plural.

Hay momentos en la historia de una nación en los que la ciudadanía asume la responsabilidad de mantener la dignidad cívica y la integridad de los valores que conforman la democracia. Este fue uno de ellos. Igual que en el 23-F frente a los militares golpistas y en el verano de 1997 plantando cara al sanguinario terrorismo de ETA, miles de españoles recuperaron el protagonismo en la calle para gritar alto su deseo de vivir en un país unido en el que todos los ciudadanos sean libres e iguales. Tanto en derechos como en obligaciones. Y sin la imposición de una ideología excluyente que trata de subvertir a contracorriente el devenir de la Historia. Cuando todos en Europa creían que tras las dos guerras que asolaron el continente en el siglo pasado, el nacionalismo habría quedado arrinconado en los márgenes de la civilización, la modernidad y el progreso, algunos han aprovechado la crisis económica y la debilidad institucional para reactivar sus intenciones revolucionarias de destruir el proyecto común compartido por todos los españoles desde hace más de cinco siglos.

Su desafío ha sido extremo. Por eso, fue contundente el rechazo de la mayor parte de la ciudadanía. Sin banderías políticas. Sin distinción de origen, de clase social ni de afinidades políticas. Ciudadanos hasta ahora silenciados por el rodillo independentista que dijeron Prou! (¡Basta!) a quienes quieren romper la convivencia y fracturar a la sociedad. Convocada por Sociedad Civil Catalana, a la marcha se sumaron PP y Cs, pero el PSC hizo un llamamiento a que sus militantes acudieran a la misma y Josep Borrell, histórico del socialismo español, fue uno de los ponentes que reflexionó, en términos graves y severos, en contra de los políticos irresponsables que nos han conducido a esta situación.

Como recordó también desde la tribuna el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, la masiva participación en la manifestación significó un clamoroso triunfo de la razón cívica frente a la pasión política, entendida ésta como la intolerante actitud que pretende convertir al adversario en enemigo, como hicieron en la teoría y en la práctica el comunismo, el fascismo y nacionalismo en una de las páginas más desgraciadas de la reciente historia contemporánea. Pero este domingo, las banderas española, catalana y europea ondearon conjuntamente en las calles de Barcelona, en admirable ejemplo de que no todas las identidades son necesariamente excluyentes. Que la convivencia no es solo deseable sino también posible. Que todos los sentimientos son igualmente respetables mientras destierren de su discurso las retóricas del odio y se mantengan sometidos al imperio de la ley, garantía máxima de los Estados modernos para que la paz prevalezca sobre el conflicto de todos contra todos. Para que ningún ciudadano incurra en la arrogancia intolerante de considerarse más que otro por su ideología, por su religión o por su sexo.

Principios democráticos que el independentismo ha intentado arrollar usurpando el parlamento autonómico a la oposición, monopolizando el discurso mediático a través del control de los canales públicos de televisión y radio, secuestrando la calle para ponerla al servicio de los radicales antisistema que le sostienen en el Gobierno y divulgando la mentira y la manipulación con la intención de manchar la imagen de España ante la comunidad internacional. Todo ello con la pretensión de dejar sin efecto la Constitución y el Estatuto de Autonomía, las dos leyes fundamentales que operan en Cataluña, e instaurar una nueva legalidad totalitaria en la que el Gobierno controle los tres poderes que, en contrapeso y vigilancia, dan forma a un régimen democrático. Pero el independentismo se mantuvo obstinado en sus intenciones. Al desprecio con el que Puigdemont trató a los empresarios que el sábado le pidieron que desistiera de declarar la independencia, se sumó la declaración del propio President de la Generalitat en TV3 en el sentido de que seguirá adelante con la hoja de ruta pactada con la CUP y aplicará la Ley del Referéndum a pesar de estar suspendida por el TC.

La movilización social ha estado acompañada por el rechazo cuasi unánime, y por primera vez explícito, de las élites financieras y empresariales de Cataluña. El éxodo de las corporaciones más internacionales y reputadas ha dejado perpleja a la sociedad catalana y ha resquebrajado al dispar bloque independentista. A la marcha de Sabadell , CaixaBank, Gas Natural, Aguas de Barcelona y un largo etcétera se sumará hoy el anuncio de un posible cambio de sede social de Abertis y otras tantas compañías que no quieren quedar al albur de que Puigdemont acabe proclamando la independencia. La posibilidad de quedar atrapadas en un territorio fuera de la ley y controlado por un Govern que se mueve como marioneta de los antisistema de la CUP obliga a las empresas a abandonar Cataluña. Como publicamos hoy, en primer lugar porque la Ley de Transitoriedad contempla nacionalizar empresas y crear un banco público. Pero también porque las firmas catalanas temen un boicot comercial a sus productos en el resto de España, su principal mercado. Y además, ninguna empresa (en especial los bancos) puede arriesgarse a quedar fuera del euro.

En este sentido, es oportuno recordar el papel integrador que la moneda única europea puede jugar en el desenlace del conflicto catalán. El euro ha sido el mayor avance reciente para la integración de la UE, una unión que en los últimos 60 años ha garantizado la paz y la prosperidad de las naciones europeas. Y la crisis institucional catalana está poniendo de manifiesto que hoy nuestras empresas son, ante todo, europeas por la seguridad jurídica de la que dota la moneda común. Y a favor de ella se manifestaron masivamente también los ciudadanos de toda España, que quieren seguir disfrutando del bienestar económico y la paz social. Como hasta ahora.


Òmnium ha recibido 20 millones en subvenciones para la secesión

Jordi Cuixart (d), presidente de Òmnium Cultural, al llegar la semana pasada a la Audiencia Nacional

  • La Generalitat dejó de subvencionarla cuando Artur Mas le encargó pilotar el «procès», pero pasaron a ingresar aun más gracias a «estudios y donaciones». 
  • La Caixa dio un préstamo de 3,5 millones a la entidad cultural y política para comprar una sede de 935 metros cuadrados

Los «motores» del desafío secesionista catalán en las calles gozan de una privilegiada situación económica. Las asociaciones ANC (Asamblea Nacional Catalana) y Òmnium suman casi 8,3 millones de euros en activos. Ambos presidentes, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, respectivamente, están siendo investigados por sedición en la Audiencia Nacional.

La más veterana, Òmnium Cultural, nacida en 1961, ha recibido desde 2005 más de 20 millones de euros en subvenciones públicas para incentivar el catalanismo, encargo de estudios y campañas de recaudación.

Tradicionalmente la Generalitat inyectaba entre uno y dos millones de euros al año en las cuentas de Òmnium. La mayor parte de ellas son subvenciones a fondo perdido y otorgadas a dedo, sin concurrencia pública. La última gran subvención se la dio Artur Mas de forma directa en 2011: 1,4 millones de euros para sufragar las «actividades y proyectos de Òmnium Cultural durante las anualidades 2011 a 2013».

En el momento de la adjudicación la tensión soberanista ya era palpable. En 2012, Mas decidió adelantar las elecciones y dar el pistoletazo de salida al giro independentista de Convergencia, para el que se apoyó en Òmnium y la recién creada ANC, que actúan desde entonces como representante y aglutinador de la sociedad civil indepedentista. Esta subvención de 1,4 millones se liquidó en 2013 con un importe final a la baja que ascendió a 965.977 euros, según figura en el Diario Oficial de la Generalitat.

En ese momento, las subvenciones de la Generalitat a Òmnium se suprimen, lógicamente, porque Mas -y luego Carles Puigdemont- estarían pagando con dinero público el «músculo» de sus políticas en la calle. Pero las arcas de la ONG presidida por el empresario Jordi Cuixart no solo no se resienten, sino que elevan su cifra de facturación.

Compensan

Tras este cambio de estrategia, las subvenciones cayeron en 2013 de más de un millón de euros a apenas 200.000, pero aparecieron en sus balances 1,85 millones de euros en concepto de «ventas y prestación de servicios», un capítulo que un año antes solo les suponía 264.000 euros.

En los años sucesivos, Òmnium sustituyó las subvenciones por los ingresos que le reporta la campaña «Ara ès l´hora» («Ahora es la hora»), una campaña «para conseguir que una mayoría amplia del pueblo de Cataluña opte por el Sí a la independencia».

Por esta vía, los nuevos mecenas (particulares, empresas...) aportaron algo más de tres millones de euros en 2014; casi 1,8 en 2015; y 1,6 en 2016.

Con estos extraordinaros ingresos, Òmnium, que en la etapa de las generosas subvenciones de la Generalitat ingresaba 2,9 millones de euros (2011) o 3,2 millones (2012), se disparó hasta los 4,5 millones que se anotó en 2013 o los 6,6 de 2014. En 2015 fueron 5,6 millones en ingresos por los 4,4 de 2016. El año pasado las subvenciones solo le supusieron 144.404 euros. Provinieron de varios ayuntamientos y de la Diputación de Barcelona, que fue la más generosa con 90.000 euros.

Al margen de subvenciones y campañas, Òmnium obtiene más de tres millones de euros al año en cuotas de socios y cuenta con el patrocinio de La Caixa. La entidad que se ha visto ahora obligada a llevarse de Cataluña su domicilio social ha sido extraordinariamente generosa con el brazo ejecutor de los planes independentistas. La Obra Social de la entidad catalana ha donado 1,26 millones de euros a Òmnium entre 2009 y 2016, según recoge la asociación en sus balances (auditados y publicados).

Además, La Caixa financió en el pasado la adquisición de la joya de la corona del patrimonio de Òmnium, su sede. Se trata del bajo y la planta principal del número 276 de la calle Diputación, en una de las mejores zonas de Bacrelona. Ambos pisos suman 935 metros cuadrados y fueron adquiridos por Òmnium en marzo de 2004.

La asociación cultural se sirvió de un préstamo de La Caixa de 3.545.465 euros. Además, la entidad soberanista recibió una subvención para el cambio de sede de 601.000 euros.

El «regalo» de Pujol

Se la otorgó sin concurrencia pública Jordi Pujol en 2003, según publicaron varios medios. Fue un «regalo de despedida», pues el entonces president aprobó la donación en su último Consejo Ejecutivo, celebrado en diciembre de ese año, cuando ponía fin a más de 23 años de mandato.

Los activos que contabiliza Òmnium, definida como la «principal entidad cívica y cultural del país», ascienden a 5,6 millones de euros. Por su parte, la ANC, que no publica sus cuentas, registra activos de 2,7 millones de euros. Asegura que no recibe subvenciones públicas. Se financia con cuotas de socios y venta de «merchandising».





EL RUIDO DE LA CALLE

Hoy, martes de carnaval.





Hoy se celebra un martes de carnaval en el festival de otoño, con un esperpento de asunto disparatado: la independencia de Cataluña. "Pronto veréis -se dice en el prólogo de Los intereses creados- como cuanto sucede en la farsa no puede suceder nunca".

Los que declararán -a medias- la independencia son personajes menores, que han embobado a millones de catalanes, a prelados redondos, a un sector de la izquierda atontada, a estudiantes y a público en general. Se hicieron caudillos de las masas con afirmaciones falsas -como lo de que España les roba- para tapar su discurso antigualitario, supremacista, la última embestida de la extrema derecha nacionalista que acorrala a Europa.

Su conjura ha despertado a los españoles, que se han movilizado pacíficamente aunque, como escribió Condorcet, todo hombre debe ser soldado cuando se trata de combatir la tiranía o el fanatismo. Durante unos días hemos estado al borde de la hecatombe y en el inicio de una vieja crisis, que durará muchos años y que tiene mal arreglo. Estos demagogos nacionalistas, con la explotación de los agravios, las mentiras reiteradas, la manipulación de los sentimientos, engañaron a los ciudadanos diciéndoles que Cataluña tenía derecho a exigir un referéndum de autodeterminación como si fuera una colonia.

Puigdemont culpó al Gobierno de los registros que se hicieron por orden de los jueces y fiscales; comparó, después, la intervención de la Policía y la Guardia Civil con la represión en Turquía. Mientras, Junqueras, especialmente farolero, miente desde el púlpito. Como Don Estrafalario, el clérigo de Valle-Inclán que colgó los hábitos, ese sepulcro blanqueado ha lanzado bolas de dictador bananero. Dijo que no hay que preocuparse de que los bancos se vayan de Cataluña, porque van a los países catalanes y no a Madrid; insistió en que las agencias de calificación no consideran basura el bono catalán. Recordarán con qué cara dura negó que el Tribunal Supremo había aceptado el recurso contra la intervención de las cuentas de la Generalidad. Y así, sucesivamente.

Federico II el Grande lanzó la siguiente pregunta a los filósofos: "¿Es conveniente engañar al pueblo?". A pesar de haber escrito el Antimaquiavelo, el rey filósofo compartía con el florentino -y con Platón- la teoría de que la sinceridad no es una virtud política y negó que el gobernante tenga que mostrar fidelidad a sus promesas.


Pero estos personajes de trapo, que crecieron en la charca de las mentiras y el latrocinio del oasis, pretendían esquilar a un león con mentiras pueriles y ahora tendrán que huir por las alcantarillas.

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