Cuando trabé contacto con Luis Escribano ya publicaba junto con Eduardo Maestre los famosos vídeos en los que se explica de forma clara y sin tapujos la corrupción y arbitrariedad de la Junta de Andalucía. Entonces estaban pensando en formar una asociación llamada “La resistencia” que llegó a ver a luz y que tuvo algunas manifestaciones públicas de carácter cívico y reivindicativas. Gracias a estas manifestaciones a las que acudí muy interesado por la actividad que desarrollaban, conocí a diversos andaluces valerosos que arriesgaban y arriesgan su puesto de trabajo como empleados de “lo público” pues la crítica a los gestores puede provocar que estos últimos tomen represalias ideológicas o simplemente mafiosas.
El Régimen se siente débil....
......Las extrañas formas (mandar al trabajador a casa dos semanas -con la necesidad de personal que hay-, ofrecerle un puesto disparatado, despedirlo de un día para otro...) sólo pueden responder a una descoordinación entre el pensamiento y la acción, a una “pérdida de papeles”. El PSOE está perdiendo la coherencia del discurso, está perdiendo la autoridad que da la paguita. Los ciudadanos aspiramos a ser más que esclavos así que se ha equivocado otra vez y ha demostrado su debilidad......
Ánimo, Luis. Seguimos luchando.
Mucho han tardado
Cuando trabé contacto con Luis Escribano ya
publicaba junto con Eduardo Maestre los famosos vídeos en los que se explica de
forma clara y sin tapujos la corrupción y arbitrariedad de la Junta de
Andalucía. Entonces estaban pensando en formar una asociación llamada “La
resistencia” que llegó a ver a luz y que tuvo algunas manifestaciones públicas
de carácter cívico y reivindicativas. Gracias a estas manifestaciones a las que
acudí muy interesado por la actividad que desarrollaban, conocí a diversos
andaluces valerosos que arriesgaban y arriesgan su puesto de trabajo como
empleados de “lo público” pues la crítica a los gestores puede provocar que
estos últimos tomen represalias ideológicas o simplemente mafiosas.
La valentía de esta lucha contra el régimen
andaluz (y, por ende, español) se demuestra ante los poderosos, ante los que
tienen la sartén cogida por el mango. A pesar de las libertades cívicas que
podamos tener, todavía nos pueden apretar las tuercas necesarias para que la
vida de una persona sea cada vez más incómoda hasta resultar insoportable.
Sobre todo si se trata de funcionarios, miembros propios del Estado.
En el caso del “estadillo” andaluz, las redes
clientelares han callado millones de bocas que no se han atrevido nunca a
criticar al amo. Los medios de comunicación (con pequeñas pero honradas
excepciones) han mirado para otro lado teniendo delante tantísima corrupción.
Normal, ellos también son parte de la corrupción. Pero hete aquí que desde que
alguien puede concitar en torno a sí una audiencia multitudinaria por medio de
internet, el control del flujo de información se les ha escapado por algunas
vías, y esto les está haciendo mella en la moral.
Cuando a un régimen tan elefantiásico como el
andaluz le sale una “mosca cojonera”, lo más natural es no hacerle ni caso.
Pero si ese pequeño insecto se torna una nube de tábanos, el efecto en la mole
puede provocar hasta pánico. El ruido que se genera en las redes está siendo
cada vez más molesto para los poderes establecidos. No hay una coordinación
clara en los contestatarios. No existe un director de un periódico al que
llamar para que calle la boca de un redactor. Aún así, hay cabezas visibles. La
de Luis Escribano es una de ellas.
Su claridad, rotundidad y celo a la hora de
aportar información es tan potente que cualquiera percibe inmediatamente la
autoridad en la exposición de los hechos. Además, su voluntad y trabajo nos
anima a muchos a esforzarnos para seguir denunciando la corrupción y continuar
fortaleciendo la asociación de ciudadanos libres y combativos frente las
agresiones. El Demócrata Liberal es un claro exponente de lucha contra el
régimen y me siento orgulloso de formar parte del él. Eso sí, el tiempo que el
elefante ha ignorado a la “mosca” ha pasado. Ahora empieza a revolverse y a
estar inquieto. Hay muchos zumbidos y el ambiente está empezando a tornarse
irrespirable. Susana Díaz no puede tolerar que nadie empañe el velo blanco con
el que envuelve su pretendido liderazgo del PSOE. Se hace necesario mermar la
moral del enemigo y ahora purga al ciudadano Escribano para dar una lección: si
seguís criticándome ya sabéis lo que os pasará. Mafia pura.
El régimen se siente débil
El personal director que antes había trabajado
con Escribano lo ha alabado por su magnífica gestión. Ahora surge este acto
arbitrario y sin justificación administrativa, propio de los actos reflejos. Pero
¿qué refleja este acto? Cuando se toman decisiones tan arbitrarias y poco
decorosas en el ámbito público, suele deberse a que se ha perdido el control y
se quiere recuperar de una forma autoritaria.
Las extrañas formas (mandar al trabajador a casa
dos semanas -con la necesidad de personal que hay-, ofrecerle un puesto
disparatado, despedirlo de un día para otro...) sólo pueden responder a una
descoordinación entre el pensamiento y la acción, a una “pérdida de papeles”.
El PSOE está perdiendo la coherencia del discurso, está perdiendo la autoridad
que da la paguita. Los ciudadanos aspiramos a ser más que esclavos así que se
ha equivocado otra vez y ha demostrado su debilidad.
Por eso los que acompañamos a Luis Escribano en
la denuncia de la corrupción en los asuntos públicos, los ciudadanos que
queremos que haya libertad política, que el poder esté controlado, los que
deseamos tener representantes de verdad y no esta panda de incrustados en el
régimen, debemos hacernos fuertes y seguir en nuestro empeño. Sabemos que le
hacemos daño y que cada vez somos más.
Ánimo, Luis. Seguimos luchando.
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