No es habitual que en mis artículos escriba sobre temas que vive un servidor, pero en esta ocasión, el tema lo merece.
Lo primero de todo agradecer de corazón todas las muestras de apoyo y ánimo recibidas en estos días de tantas y tantas personas, al conocer la arbitrariedad cometida con mi cese como Jefe de Servicio de Cooperación Económica en la Dirección General de Administración Local de la Consejería de la Presidencia y Administración Local. ¡Mil gracias a todas ellas!
Sres. Políticos, hechos no palabras.
Frases a tener en cuenta.
http://www.eldemocrataliberal.com/2016/12/mi-cese-una-oportunidad-para-el.html
Mi cese, una oportunidad para
el Parlamento
No es habitual
que en mis artículos escriba sobre temas que vive un servidor, pero en esta
ocasión, el tema lo merece.
Lo primero de todo agradecer de corazón todas las muestras de apoyo y ánimo
recibidas en estos días de tantas y tantas personas, al conocer la
arbitrariedad cometida con mi cese como Jefe de
Servicio de Cooperación Económica en la Dirección General de Administración
Local de la Consejería de la Presidencia y Administración Local. ¡Mil gracias a
todas ellas!
Particularmente, he de agradecer a mis amigos y compañeros de El Demócrata
Liberal el apoyo y las muestras de
afecto que he recibido personalmente, así como a través de sus artículos, un
próximo vídeo y la difusión de la información en las redes sociales.
También agradezco el apoyo mostrado por muchos compañeros de la Junta de
Andalucía (no puedo nombrarlos a todos
para que no se vean perjudicados en sus Consejerías) que conocen bien mi
trabajo, y especialmente mi empeño por mejorar día a día la gestión, a pesar de
todos los inconvenientes y obstáculos que encuentra uno en la Junta de
Andalucía, algunos insalvables por mor de la mediocridad existente en muchos
cargos de reponsabilidad.
Por último, debo agradecer,
se c a Pedro de Tena y Silvia Moreno sus publicaciones en los diarios Libertad Digital y El Mundo informando de lo ocurrido. Es necesario que, a fin de evitar que se repitan episodios como ésteonozca toda la verdad y los concretos motivos de mi cese.
He creído necesario
que se vayan conociendo poco a poco los detalles de lo sucedido, por lo que voy
a relatar parte de los hechos, así como dar un
toque de atención a los diputados del Parlamento andaluz para que actúen con el
objetivo de acabar con estos abusos de poder.
En este suceso, es más que evidente la infracción de
derechos fundamentales, especialmente los de libertad de expresión, opinión,
igualdad, mérito y capacidad. Marginar y discriminar de manera tan grosera y
palpable a un funcionario público que ejerce su derecho a la libertad de
expresión y opinión, tanto en su trabajo como fuera de él, que critica y
denuncia las irregularidades de la Junta de Andalucía, que realiza su trabajo
con la rigurosidad que impone el cargo, es más propio de un régimen
totalitarista y autoritario que de un Estado democrático y de Derecho.
Quiero recordarles que no es la primera vez que ha ocurrido algo similar. Antes de este cese,
ya intentó que me cesaran del mismo Servicio el que fuera Viceconsejero de
Presidencia e Igualdad, Antonio Vicente Lozano (la Consejera era entonces
Susana Díaz), cuando salió publicado en la prensa, en abril de 2013, las
denuncias que Eduardo Maestre y un servidor habíamos presentado en la Fiscalía
Superior del TSJA, en Granada, cuando dirigíamos la asociación “La
Resistencia ciudadana”. Entonces ocupaba el cargo de Director General de
Administración Local Antonio Maíllo, actual coordinador de IU en Andalucía, que recibió la
llamada telefónica de Lozano (“imputado” en el caso ERE) pidiendo mi cese
inmediato, y eso que en aquellas fechas, la
Dirección General se encontraba en otra Consejería (Consejería de
Administración Local y Relaciones Institucionales). Al igual que Antonio Maíllo
me agradeció el esfuerzo que realizó el personal del Servicio para sacar
adelante las subvenciones tramitadas en 2012, así como sacar adelante la
convocatoria de 2013, con los escasos recursos de que disponíamos, yo también
le agradeceré siempre que hiciera caso omiso a las pretensiones del ex
Viceconsejero de Presidencia para que fuera cesado inmediatamente.
¿Qué ha pasado ahora? El motivo que verbalmente me comunicó el Director General el pasado 11
de noviembre –viernes-, día del cese, fue: “no me gusta como se trata a los
Ayuntamientos en el Servicio”. Obviamente, ante tamaña aberración,
solicité una cita a la Secretaria General Técnica de la Consejería de la Presidencia, que me atendió amablemente el mismo lunes día 14
de noviembre. Dado que, tras intentar explicarle la arbitrariedad que suponía
mi cese, no quiso escuchar
lo que ya llevaba por escrito, lo presenté en el Registro dirigido al Consejero
de la Presidencia y Vicepresidente de la Junta de Andalucía, solicitando
me comunicara los motivos concretos de mi cese. También se lo he dirigido
directamente por email a la Secretaría del Consejero. A día de hoy no he
recibido respuesta del escrito.
Igualmente, el día 15 de noviembre, presenté otro escrito dirigido a la
Dirección General de Recursos Humanos y Función Pública,
del que tampoco he recibido respuesta. Entre otros extremos, y dado que una vez
cesado de un puesto de libre designación me tienen que asignar otro puesto de
trabajo, y la Secretaria General Técnica me dijo en la reunión del pasado 14 de
noviembre que la Dirección General de Función Pública tenía que crear uno nuevo
para mí, solicité
expresamente en el escrito que estuviera relacionado con el área de
Administración Local -llevo 12 años trabajando en esta área, incluidos
los 6 últimos, y era lógico aprovechar ese conocimiento y experiencia-, incluso
manifesté mi voluntad de seguir en la Dirección General, dado que yo mismo
había informado numerosas veces de la necesidad de personal en el Servicio, y la
propia Cámara de Cuentas también había realizado esa recomendación en su
Informe de Fiscalización del Plan de Cooperación Municipal 2009-2013. Igualmente solicité que, en el
supuesto de negarme lo anterior, me asignaran un puesto en el Consejo de Transparencia, dado que había participado como miembro del Grupo de
Trabajo de la Ley de Transparencia andaluza (aunque después de hacer el primer
informe, nunca más contaron conmigo), y la sede se encontraba en el mismo
edificio que la Dirección General.
Por supuesto, no
he acabado ni en la citada Dirección General ni en el Consejo de Transparencia,
aunque a otro funcionario sí le han creado un puesto en dicho Consejo tras ser
cesado de un puesto de libre designación. Pero no ha sido sólo ese funcionario: al Consejo de
Transparencia han ido incorporándose funcionarios de distintas Consejerías a
dedo sin problema alguno, y como me dijeron
personalmente el propio Director del Consejo, Manuel Medina, y su Secretario
General, algunos de ellos ni siquiera reúnen el perfil que consideraban más
adecuado. ¿Por qué esa diferencia de trato y ausencia de racionalidad?
Pues bien, en vez de aprovechar
mi experiencia y conocimientos en el área de Administración Local, me han
asignado provisionalmente un puesto en la Consejería de Salud, denominado
Asesor Técnico-Ordenación Sanitaria, en el Servicio de Planificación en Salud y
Vigilancia de los Derechos, con un perfil en materia
sanitaria del que no tengo ningún conocimiento.
Además, dado que tengo la obligación legal de concursar en la próxima
convocatoria, el puesto que me han asignado posee un área funcional (Salud y
Ordenación Sanitaria) que no puedo hacer valer como mérito porque nunca he
ocupado puestos con ese área funcional. Y para colmo,
ese puesto ha salido a concurso de méritos en la última convocatoria, en el que
no he podido concursar tras el cese, por lo que tendrán que asignarme otro
nuevo puesto cuando se resuelva el concurso de méritos en varias semanas. Y no acaba aquí la
cosa en el acoso: dado que en mi ficha personal aparece la dirección de mi
residencia, han buscado la sede de la Junta más alejada (vivo en Mairena del Aljarafe, y me asignan una
plaza en Sevilla Este).
Por tanto, es más que evidente la situación de acoso, que
no sólo perjudica mi carrera como funcionario, sino también la satisfacción del
interés general.
Si todo esto no es una absoluta discriminación, un sin sentido, una
decisión sin racionalidad alguna, un claro abuso de poder, que venga algún
diputado del Parlamento andaluz y me lo explique con mucho detalle.
No tengo nada que
ocultar, sino todo lo contrario. Por ello, espero que salga a relucir toda la
verdad. Esta es una oportunidad de oro. Ahora ha llegado el momento de
demostrar si realmente funcionan las instituciones de control, la separación de
poderes, los partidos políticos que tanto predican de palabra pero no de obra.
Las buenas intenciones y la voluntad de mejorar se demuestran con las acciones,
no con las promesas o planes.
Se habla mucho de
iniciativas en el Parlamento andaluz para aprobar medidas que protejan a los
funcionarios que denuncian casos de corrupción e irregularidades en las
Administraciones. Esas
medidas, si algún día se materializan como es debido, podrían mejorar algo lo
que tenemos hoy día. Pero, en casos como el mío, sus señorías tienen la
oportunidad de demostrar que realmente tienen interés en acabar con estas
prácticas de abuso de poder.
¡Investiguen,
pregunten, llévenme a declarar al Parlamento!
Lo primero que he de manifestar a los diputados del Parlamento es que lean
todas las denuncias que he realizado en este diario, con hechos, datos y
fundamentos, desde enero de 2015: caso ERE, Invercaria, Agencia IDEA, Agencia
de Cooperación Internacional, Agencia de Instituciones Culturales, contratos
verbales, cursos de formación, y un largo etcétera. Se que algunos ya lo han
leído.
Para demostrarles
la veracidad de mis denuncias (no ha sido rebatida ninguna de ellas), al día
siguiente de producirse las elecciones a la Mesa del Parlamento de Andalucía en
2015, con la patente ilegalidad cometida por el diputado Luis Pizarro, publiqué
mi artículo titulado “Luis Maduro”, escrito de madrugada con mucha indignación
por lo sucedido –una violación en toda regla del Estado de Derecho en la que se
supone es la Cámara de los representantes, consentida por los diputados del
PSOE, Podemos, Ciudadanos e IU-, y lo motivé de forma contundente.
Que conste que
les envié mi artículo a los partidos y a algunos diputados. Sólo lo recurrió el
PP. Pues bien, esta semana, el Tribunal Constitucional ha confirmado el
contenido de mi artículo. Por tanto, a bote pronto, no parezco que sea tan
“incompetente” como me pinta el Director General que me ha cesado, ex alcalde
de Chauchina.
Señores diputados: aprovechen el asunto de mi cese para
conocer lo que está ocurriendo con los puestos de libre designación en la Junta
de Andalucía. Les puedo ofrecer mucha información, si tienen interés en ello,
pero con luz y taquígrafo.
Y si quieren
realmente conocer lo fácil que es abusar del poder en la Junta de Andalucía,
conozcan parte de lo ocurrido en el Servicio. Para empezar, por ejemplo, sus
señorías pueden solicitar todos los informes emitidos por el Servicio de
Cooperación Económica desde 2012 sobre el funcionamiento del Servicio y las
necesidades de recursos humanos, especialmente el suscrito con fecha
11/04/2016, que bien conoce el Director General; los informes emitidos en estos
años sobre el Plan de Cooperación Municipal, uno de los cuales se entregó a los
auditores de la Cámara de Cuentas; los informes del Servicio sobre las
segregaciones de entidades locales autónomas y creación de municipios desde
2012; informe sobre el borrador del Acuerdo del Consejo de Gobierno respecto a
la distribución de créditos a Ayuntamientos de la Comunidad Autónoma de
Andalucía; copia del expediente de reintegro de una subvención tramitado en el
Servicio que fue inspeccionado por la Inspección General de Servicios de la
Junta e informado por la misma; informe sobre el proyecto de Decreto-ley de
medidas de reactivación industrial y mejora de la regulación económica; informe
sobre un expediente de queja del Defensor del Pueblo Andaluz sobre los
Decretos-Leyes 7/2013 y 8/2014; informe sobre el Fondo de Contingencia de los
Presupuestos de la Comunidad Autónoma para atender situaciones de catástrofes;
solicitudes de informes al Gabinete Jurídico sobre expedientes tramitados en el
Servicio; informe sobre la PATRICA; etcétera. Y esto sólo es una pequeñísima
muestra del trabajo que se ha realizado en el Servicio.
Si sus señorías no aprenden con los casos concretos, ¿qué virtudes pueden
ofrecer las medidas que dicen van a aprobar para proteger a los funcionarios? Cada vez que se cometa un atropello de este tipo hay que
actuar inmediatamente para que no se repitan estos abusos. Estas experiencias
enseñan los vicios del sistema, y si los diputados del Parlamento tienen algún
interés en ofrecer soluciones a este grave problema, ahora tienen la
oportunidad de averiguar con lo ocurrido como se generan estas arbitrariedades.
Si se tomaran verdadero interés en conocer lo que ha ocurrido en el caso de mi
cese, puedo asegurar que sus señorías aprenderán muchísimo. Me ofrezco
públicamente para explicarlo con todo tipo de detalles.
Los diputados del Parlamento tienen muchas atribuciones para averiguar y
controlar al Ejecutivo andaluz y actuar en consecuencia; entre otras, pueden llamarme a declarar al Parlamento.
No me gustan los protagonismos, pero sí el aprovechar las oportunidades para
acabar con las injusticias, y esta es una de ellas.
Sin embargo, me
temo que todo esto quedará de nuevo, como ha pasado con otros funcionarios de
la Junta de Andalucía, en una lucha individual, en la soledad del funcionario
que denuncia irregularidades y casos de corrupción (ver mis artículos en este
diario, más de cien, y los muchos vídeos grabados junto a mi amigo y
colaborador también de este diario, Eduardo Maestre), que no sigue consignas
arbitrarias, que procura ser un buen profesional como servidor público,
cumpliendo con el ordenamiento jurídico.
Y, pasado un tiempo, tendré que enseñarles a los ciudadanos, una vez más,
esos vicios y debilidades del sistema y el nulo interés de los políticos para
solucionarlos. Descubrirán, una vez más, que seguimos siendo considerados
siervos, no ciudadanos libres. ¡Que triste panorama!
Coda: abusarán del
poder, seguirán con el acoso, marginarán los méritos y la capacidad, pero jamás
conseguirán callarme.
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