¡¡¡De locos!!!
- El Parlamento andaluz ratifica las 35 horas semanales para los empleados públicos con los votos de PSOE, IU y Podemos y las abstenciones de PP y Ciudadanos
- “¿Qué pasa por la mente de los responsables del PP y de Ciudadanos para que no se atrevan a votar en conciencia, respetando la legalidad?”
http://www.eldemocrataliberal.com/2016/11/enganar-deliberadamente-o-prevaricar.html
Engañar deliberadamente o prevaricar tan ricamente
Que las instituciones autonómicas de la
representación popular están bajo mínimos en cuestiones de vergüenza, de moral
y de ética, cuando no ayunas de la más mínima instrucción, ya a nadie extraña.
Que nuestros representantes -¡sálvese quién pueda!- actúan como mandados de las
direcciones de sus partidos y no de sus electores, es una evidencia cada vez
mayor.
Hace casi un mes, con ocasión de la aprobación por
el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía del Decreto-ley 5/2016 que
ha(bría) de regular la jornada de trabajo del personal empleado público de la
Junta de Andalucía, tuve la ocasión de manifestar mi opinión al respecto, que
no es otra que la del respeto a la legalidad, sin triquiñuelas ni
retorcimientos, basándome, exclusivamente, en que se trata de una competencia
estatal que, en concreto, ha fijado una jornada laboral mínima de 37 horas y
media semanales y que, a más a más, había sido refrendada por la Sentencia del
TC 99/2016 que desestimó una reclamación similar de la Generalidad de Cataluña
y de otra más reciente, del Gobierno de Castilla-La Mancha.
Terminaba la disquisición recordando: el
fraudulento decreto “que promueve tan engañosa expectativa habrá de ser
ratificado, o no, en el pleno de las Cinco Llagas. Será el momento en el que
todos y cada uno se retraten…”.
Y llegó el instante de la foto: el pasado día 10
nuestros 109 apoderados en el Parlamento andaluz tuvieron la ocasión de mostrar
sus (des)vergüenzas. El texto propuesto por el gobierno se aprobó,
naturalmente, con los votos del PSOE -cuyos responsables, como tienen
acreditado, vienen conjugado los verbos contravenir y engañar al unísono- a los
que se sumaron, al carecer de un programa medianamente serio en esta y en el
resto de materias, los de Podemos e IU, en su único y celebrado afán de abrir
un nuevo frente con el gobierno del Estado.
Si todo ello era esperable, las abstenciones de PP
y de Ciudadanos deja el adjetivo maricomplejines -made in Jiménez Losantos- en
desfasado e insuficiente a la hora de calificar el desahogo moral de los
llamados a mantener el orden, la compostura, la decencia de las instituciones
en definitiva.
Pero colmo, el decreto ley debatido en el
Parlamento no contaba con ningún informe jurídico que lo respaldase, porque a
ningún letrado en ejercicio le va eso de prevaricar alegremente y, además,
porque el presidente de la cámara -que para eso debutó saltándose el
Reglamento- no lo permitió. Tan seguros están el gobierno y sus respaldos en La
Macarena de la infracción que, tras dictaminar el Consejo Consultivo que se
trata de normativa básica estatal, ha hecho desaparecer del Proyecto de Ley de
Presupuestos para 2017 la disposición adicional del anteproyecto que recogía
las 35 horas semanales.
¿Qué pasa, pues, por la mente de los responsables
del PP y de Ciudadanos para que no se atrevan a votar en conciencia, respetando
la legalidad? ¿Es que votar en contra de una ley nula por ilegal, es votar en
contra de los intereses de los funcionarios andaluces? ¿Prefieren los empleados
públicos un beneficio ilegal aunque les traten como incapacitados? O todo lo
contrario: ¿votando en contra no les están diciendo la verdad?, ¿votando en
contra no huyen de la engañifa?, ¿votando en contra no se les está considerando
gente madura y responsable?
Naturalmente -está obligado- que el gobierno de
Rajoy, en contra de la petición de estapresidenta, recurrirá el dislate al
tiempo que negociará la baza para otros menesteres desde su minoría en la
Carrera de San Jerónimo… Por eso y porque no todo el mundo goza prevaricando.
Y no estamos solos en el circo de la ignorancia: Si el presidente del Parlamento de Andalucía, previamente a la votación, ni admitió ni solicitó informe jurídico alguno, no le va a la zaga su colega en la Asamblea de Extremadura a la hora de deshacer un empate en una votación. Hasta tres veces hubieron los diputados extremeños de “darle al botoncito” a mayor gloria de la licenciada -así está la Complutense- en Ciencias Políticas doña Blanca Martín que, seguramente, sería quien al final deshizo el “empate”. Disfruten de los tres minutos porque no tienen desperdicio:
Y no estamos solos en el circo de la ignorancia: Si el presidente del Parlamento de Andalucía, previamente a la votación, ni admitió ni solicitó informe jurídico alguno, no le va a la zaga su colega en la Asamblea de Extremadura a la hora de deshacer un empate en una votación. Hasta tres veces hubieron los diputados extremeños de “darle al botoncito” a mayor gloria de la licenciada -así está la Complutense- en Ciencias Políticas doña Blanca Martín que, seguramente, sería quien al final deshizo el “empate”. Disfruten de los tres minutos porque no tienen desperdicio:
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