lunes, 10 de octubre de 2016

Máxima difusión; los hechos siguen hablando, "el funcionario en Andalucía" una especie a extinguir.... = El objetivo del Régimen, desmantelar la Administración pública, de base constitucional a la que se accede por oposición para sustituirla, por la "Administración paralela", la del "Régimen" de selección digital.......y LOS JUNTEROS HASTA LA FECHA NO LO HAN CONSEGUIDO PORQUE SEGUIMOS LUCHANDO EN VÍA JUDICIAL.

Andalucía

La Junta de Andalucía tiene sin ocupar la mitad de los puestos de funcionarios
  • Hay cuarenta mil plazas en la administración general y 19.000 vacantes

 Funcionarios en unas dependencias de la Junta de Andalucía

Los llamados “enchufados del PSOE-A” aumentan con respecto a los funcionarios en el Gobierno de la lideresa andaluza 
  • Menos funcionarios y más “administración paralela” del PSOE andaluz de Susana Díaz


CULTURA.

La Junta deja al Centro Andaluz de la Fotografía con un solo funcionario y 'en manos' de su administración paralela. 



  • La Consejería de Cultura no explica con qué criterios se ha contratado a estas ocho personas y por qué no se cubren las cinco plazas vacantes de funcionarios de la RPT
  • Sindicatos denuncian que el CAF se deja en manos de la agencia para evitar los controles públicos
Gracias ESPA, por tu envío y comentario, nos dice: 

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Mientras la Administración paralela sube y sube en efectivos, la RPT de la Junta está cubierta al 50%. Los funcionarios somos como una rémora, una especie a extinguir.



¿Funcionarios especie a extinguir por los junteros?



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La Junta de Andalucía tiene sin ocupar la mitad de los puestos de funcionarios

Funcionarios en unas dependencias de la Junta de Andalucía
  • Hay cuarenta mil plazas en la administración general y 19.000 vacantes


 El funcionario cada vez tiene menos peso en la «báscula» laboral de la Junta de Andalucía. El 47,4 por ciento de los puestos reservados a funcionarios que figuran en la relación de personal de la Junta de Andalucía no están ocupados por nadie. En el conjunto de consejerías y organismos autonómicos que conforman la Administración General de la Junta, existen 19.085 puestos de funcionarios recogidos en las distintas Relaciones de Puestos de Trabajo (RPT) que no se están cubriendo, según un informe elaborado por el Sindicato Andaluz de Funcionarios(SAF) el pasado mes de agosto. Son, en su mayoría, puestos que llevan años e incluso lustros desocupados y que no salen a Oferta Pública de Empleo (OPE), como demanda este colectivo.

Las RPT son las bases de datos que utiliza la Administración para organizar sus recursos humanos, de acuerdo con las necesidades de los servicios. En ellas se especifican las características de los puestos de trabajo y los requisitos para su desempeño. La Junta convoca oposiciones atendiendo a las titulaciones de sus RPT.





Los llamados “enchufados del PSOE-A” aumentan con respecto a los funcionarios en el Gobierno de la lideresa andaluza


  •  Menos funcionarios y más “administración paralela” del PSOE andaluz de Susana Díaz 

El 47,4 % de los puestos de funcionarios de la Junta de Andalucía no están ocupados por nadie. Según un informe del Sindicato Andaluz de Funcionarios (SAF), un total de 19.085 puestos reservados para funcionarios están vacantesen las Relaciones de Puestos de Trabajo (RPT), que son los datos de referencia de la Administración para convocar oposiciones y 10.616 de ellos no tienen ni dotación presupuestaria.
En cuanto a la “administración paralela”, el conjunto de trabajadores de entidades públicas instrumentales, fundaciones y consorcios tiene 23.692 empleados según consta el último informe de la Cámara de Cuentas de 2014.
¿Por qué hay tantos empleados en la administración paralela? Para los sindicatos de funcionarios este desfase es el producto de “desastrosas políticas de personal de la Junta” que afectan a “los ciudadanos andaluces, como siempre, que ven dañados de manera grave los servicios públicos”.
Para el Gobierno de Susana Díaz, la culpa la tiene el Ejecutivo en funciones de Mariano Rajoy que ha forzado el recorte de las plantillas públicas.
Carlos Sánchez, presidente del SAF en Andalucía tilda de “aberración” el “altísimo porcentaje de puestos que no están siendo ocupados. Se ve a las claras que desde hace muchos años se está desmantelando la administración, todo para seguir engordando la administración paralela, la oficina de colocación de los gobiernos de la Junta y el partido que la sustenta”, señala el portavoz sindical.Es una vergüenza, cada vez las ofertas de empleo público son más raquíticas y no se cubren las bajas, ni de lejos”, añade.
Carlos Sánchez afirma indignado Los funcionarios son víctimas de la incompetencia de los responsables de personal de la Junta. La carga de trabajo aumenta, pero el personal es el mismo”.




 CULTURA

La Junta deja al Centro Andaluz de la Fotografía con un solo funcionario y 'en manos' de su administración paralela




  • La Consejería de Cultura no explica con qué criterios se ha contratado a estas ocho personas y por qué no se cubren las cinco plazas vacantes de funcionarios de la RPT

  • Sindicatos denuncian que el CAF se deja en manos de la agencia para evitar los controles públicos


09/10/2016 09:47

El Centro Andaluz de la Fotografía, perteneciente desde su creación en 1992 a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, solo mantiene en la actualidad un funcionario, un auxiliar administrativo, de las seis plazas contempladas en su Relación de Puestos de Trabajo (RPT) para empleados públicos.

Pero el hecho de que solo se mantenga un funcionario no quiere decir que el centro no necesite trabajadores, como demuestra que en la actualidad cuente con nueve empleados. Con ello, ocho de los nueve trabajadores han sido contratados por quien gestiona el centro, la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, al margen de los procedimientos de la administración y sin concurso público, al igual que sucedió con su ex director del centro Pablo Juliá, a quien recientemente no se le ha renovado su contrato como asesor de dicha agencia, que mantenía desde que accedió al cargo, en 2007.

Aunque EL MUNDO se ha dirigido en varias ocasiones en las últimas semanas a la Consejería de Cultura para interesarse por los criterios de selección seguidos en estas ocho contrataciones, los méritos requeridos para acceder a los puestos y sobre los motivos que han llevado a detraer las plazas de funcionarios en beneficio de personal ajeno a la Administración, hasta el momento no ha obtenido ninguna respuesta.






Este diario preguntó a la Consejería, por ejemplo, si están dotadas y recogidas en los presupuestos las plazas de la RPT y, si es así, por qué no se ocupan ni han aparecido en el último concurso de traslados, que se cerró en septiembre.




Curiosamente, entre las plazas recogidas en la RPT no aparece ya la de director, a pesar de que la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, anunció recientemente en Almería que la Junta convocaría próximamente un concurso público "abierto a todos" para este puesto tras la marcha forzada de Juliá, e incluso animó a éste a presentarse, después de que informase de que no podía renovar su contrato porque "eran tiempos nuevos".









Por lo pronto, para convocar un concurso habría que crear de nuevo dicha plaza. En todo caso, sí podría convocarse para el puesto de gerente, que quedó vacante en 2012 tras la jubilación de Celso Ortiz, escritor y dirigente histórico del PSOE almeriense. Pero al igual que ocurría con la plaza de director cuando existió -fue ocupada primero por Manuel Falces, quien falleció en 2010-, la de gerente exige que el puesto, aunque también de libre designación, sea ocupado por un funcionario, con lo que Juliá no podría concurrir, a pesar de la invitación de la consejera.

En todo caso, el último concurso tampoco recogía la plaza de gerente, como ninguna otra de las existentes en la RPT, salvo la de auxiliar administrativo.


 Críticas de los sindicatos 

La Consejería también eludió responder si lo que se pretende, como también pareció dar a entender Aguilar, es que el director vuelva a ser contratado por la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, por mucho que ésta no pueda, lógicamente, convocar un concurso público.

 La situación del CAF, especialmente tras la marcha de Juliá, no ha pasado desapercibida para los sindicatos. Tanto USTEA como el SAF han criticado abiertamente el "oscurantismo" de la Junta de Andalucía y su "más que aparente interés por dejar el centro en manos de su administración paralela, para poder así contratar a dedo a quien más convenga, sin concurso y al margen de cualquier control público", como dice José Manuel Mateo, presidente del Sindicato Andaluz de Funcionarios. Con ello, añade, "se está impidiendo el acceso de los ciudadanos a los puestos de la Administración, y se abre la puerta a que se favorezca libremente a amigos y afines". Mateo reprocha también el difuso mensaje de la consejera, que a su entender no hace "más que confundir la Administración con una agencia, a la que se quiere dar un falso carácter pseudo-administrativo".

Desde USTEA, por su parte, se lamenta "el nulo interés de la Administración en dotar las plazas con empleados públicos para que primen los criterios de igualdad,mérito y capacidad en la selección, con la supuesta intención de que el CAF quede absolutamente en manos de una agencia que solo tiene de pública la fachada".

 La polémica sobre la situación del CAF estalló después de que la Junta decidiera no renovar el contrato a Pablo Juliá, quien previamente había declarado como testigo en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) tras la aparición en la Consejería de Cultura de varios cargos fantasma que nunca ejercieron las funciones por las que cobraban un sueldo de la administración pública. No fue el caso de Juliá, pues el juez no advirtió irregularidades en su contratación. No obstante, ésta también fue motivo de polémica, puesto que Juliá no podía acceder al puesto por concurso al no ser funcionario. La agencia le contrató como asesor -aunque con funciones de director-, lo que permitía, además, otorgarle un sueldo superior al fijado para un funcionario, a la vez que no le obligaba a una exclusividad que sí estaba contemplada para quien ocupara el cargo de director recogido en la RPT.


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