LOS EXCONSEJEROS
SE REMITEN A OTRAS COMPARECENCIAS
- Los exconsejeros de Presidencia, Economía y Hacienda eluden volver a declarar ante el juez que instruye la pieza de los ERE y se remiten a sus comparecencias anteriores
- Caso ERE la cofradía del silencio de los altos cargos.
LOS EXCONSEJEROS SE REMITEN A OTRAS COMPARECENCIAS
Zarrías se queja del
"circo" del paseíllo escoltado por una docena de policías
Los exconsejeros de
Presidencia, Economía y Hacienda eluden volver a declarar ante el juez que
instruye la pieza de los ERE y se remiten a sus comparecencias anteriores
Gaspar Zarrías, quien fue mano derecha
de Manuel Chaves durante la mayor parte de su presidencia en Andalucía, ha
abandonado los juzgados de Sevilla minutos antes de la doce del medio día tras
negarse a declarar en la pieza política que instruye el juez Alvaro Martín en
el caso de los ERE. Zarrías,
entonces aforado como diputado nacional, ya compareció en el Tribunal Supremo hace casi un año, el pasado 16 de abril. Su abogado, Gonzalo Martínez-Fresneda, se ha quejado de una citación a
la que ha atribuido una “clara intencionalidad política” y que ha asegurado que “no
tiene justificación procesal”. Se ha mostrado convencido de que hay "un
juicio paralelo" y que sólo se trata de “dañar la imagen” de su
defendido cuando aparezca en primera plana de todos los medios “zarandeado” por
los periodistas.
No ha
sido el caso. La entrada y la salida del ex consejero de la Presidencia ha sido
la más tranquila de todas las contabilizadas hasta ahora. Apenas ha estado diez
minutos ante el juez. Mucho más jaleo ha rodeado a la exconsejera de
Hacienda, Carmen Martínez Aguayo,
aunque tampoco ha padecido los gritos y acusaciones de
“chorizos” y “corruptos” a los que se vieron sometidoslos expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán hace escasamente un par de semanas. En esta ocasión no había nadie para
increparlos. Tanto ella como quien fue su compañero en el Consejo de Gobierno
de Griñán, el exconsejero de Economía, Antonio Ávila, se han negado también a declarar y se han remitido a lo expuesto ante el
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) la pasada primavera.
No hubo
gritos ni abucheos como los que recibieron Griñán y Chaves. Las preguntas de la
Fiscalía no tuvieron respuesta y se recogieron en las actas.
Todos los abogados de los acusados han
hecho constar sus quejas porque constaran las preguntas
de la Fiscalía Anticorrupción pese a la declaración inicial de los exconsejeros de acogerse a su derecho
a no declarar. Ocurrió exactamente igual con los expresidentes, el juez
instructor dio pie a que el ministerio público formulara sus preguntas. Ahora
además los investigados contaban con el malestar de los fiscales, que días atrás han hecho constar de forma privada sus quejas por las
acusaciones vertidas por el abogado de Griñán, José
María Mohedano, que tras la declaración de su defendido
desveló una visita del Fiscal Jefe Anticorrupción, Antonio Salinas, a los juzgados sevillanos días antes de que el juez decidiera volver a
llamar a los principales ex altos cargos del Gobierno andaluz. El letrado
denunció “presiones” del Gobierno para que se produjera el ‘paseíllo’ con
objeto de tapar los casos de corrupción que afectan al Partido Popular.
Conexiones en Jaén
En el caso de Zarrías se le ha
interpelado sobre si recibió una carta solicitando una ayuda para la empresa
Primayor, que fue negociado por el ‘conseguidor’ y exsindicalista Juan Lanzas, uno de los principales intermediarios imputados en los ERE, también
jiennense, y que se ha relacionado con el exconsejero. Hasta ahora varios
acusados han señalado la intermediación política de Zarrías andaluz en las empresas
de Jaén, donde tenía su
área de poder político, o en relación con empresarios señalados como la familia Ruiz
Mateos. Su abogado ha
vuelto a negar este papel de quien fue el “todopoderoso” número dos del Gobierno andaluz y ha asegurado que
a lo largo de los doce años en el Gobierno andaluz recibió multitud de cartas.
En sus casi cinco horas de declaración
ante el Supremo, quien fue señalado como “el todopoderoso” Zarrías o el
“virrey” andaluz, como aseguró el
abogado de Ruiz Mateos que se referían a la mano derecha de Chaves, se mantuvo
firme al negar que presidiera algún Consejo de Gobierno en el que se abordara
“un asunto que no cumpliera los requisitos legales”. Mantuvo que jamás tuvo
constancia de las alertas de la Intervención sobre las transferencias económicas de
los ERE ni sobre los desfases presupuestarios. Además insistió en que su
poder no fue nunca decisorio sobre estas ayudas sociolaborales.
El abogado de Aguayo y Ávila, Víctor
Catena, explicó que había
hecho solicitado al juez que no aparecieran reflejadas en el acta las preguntas
de la Fiscalía, petición que fue deoída. A la exconsejera de Hacienda se le
formularon tres preguntas sobre su conocimiento de los informes de la Intervención acerca del
Control Financiero Permanente de las cuentas andaluzas y sobre las transferencias
de financiación que permitían la partida de los ERE, la famosa 31.L conocida
como fondo de reptiles. Además se le
interrogó sobre los motivos por los que desapareció del orden del día del
conocido como ‘viceconsejillo’, que reúne a todos los viceconsejeros y prepara
los consejos de gobierno, el análisis de las ayudas concedidas a las empresa
Pickman y A Novo Comlink. El exconsejero de
Economía, Antonio Ávila, enfrentó las mismas preguntas y además fue interpelado
sobre por qué encargó un informe jurídico para conceder una ayuda a la empresa
Sandetel a la que la
Intervención había puesto reparos.
Gaspar Zarrías fue consejero de la
Presidencia con José Rodríguez de la Borbolla antes de los 90 y volvió a
incorporarse al Gobierno de Manuel Chaves en 1995. Era su mano derecha. Un número dos que
llegó a ser vicepresidente y que ejercía al cien por cien su papel de coordinador
y responsable
de la fontanería del Ejecutivo. Se fue en 2009
junto a Chaves, cuando partió al Gobierno de Zapatero. Durante todos esos años
ejerció además su liderazgo político como secretario general del PSOE en Jaén.
Quien más mandaba
Gaspar Zarrías fue consejero de la
Presidencia con José Rodríguez de la Borbolla antes de los 90 y volvió a
incorporarse al Gobierno de Manuel Chaves en 1995. Era su mano derecha. Un número dos que llegó a ser vicepresidente y que
ejercía al cien por cien su papel de coordinador y responsable de la fontanería del Ejecutivo. Se fue en 2009 junto a Chaves, cuando partió al Gobierno de Zapatero.
Durante todos esos años ejerció además su liderazgo político como secretario
general del PSOE en Jaén.
Desde 1994 a 2010 ostentó su poder sin
contestación en la provincia jiennense. Zarrías, un púgil político pequeño pero
ágil (siempre presumía de su habilidad con su 1,61 de estatura), tenía un papel
relevante en las campañas electorales, en los congresos del partido, en las
negociaciones del Parlamento... En casi cualquier sarao socialista o del
Gobierno estaba él. Durante la comisión de investigación sobre los ERE que
celebró el Parlamento andaluz en el verano de 2012, IU fue muy directa: “Usted que era el todopoderoso, ¿cómo que no sabía nada?”.
El exconsejero de la Presidencia y exmiembro de la
anterior ejecutiva de Rubalcaba se ha mantenido siempre firme en su argumento
de que no conocía el fraude. Este miércoles ha comentado brevemente con los
periodistas que lo aguardaban en los juzgados que ahora se gana la vida como
puede como consultor en Madrid. Es licenciado en Derecho.
Los tecnócratas
Nada que ver con los perfiles políticos
de Martínez Aguayo y Ávila, ambos integraban el grupo de los
llamados "tecnócratas", en el núcleo duro de Griñán. Éste les concedió una cartera política en su Gobierno cuando sucedió a
Chaves. Quien fue consejera de Hacienda sucedió a su 'jefe' y ya
antes había ocupado la viceconsejería. Durante esa etapa fue cuando su
nombre aparecía entre los remitentes a los que la Intervención enviaba sus informes avisando de
anomalías en el sistema de ayudas de los ERE. Ella, que siempre fue fiel a
Grinán, prácticamente se hizo el 'harakiri' cuando reunió a la prensa en su consejería para hacer de cortafuegos del
entonces presidente. Aseguró que fue ella quien recibió todos los informes y
que no se los hizo leer a su superior, que también aparecía en los membretes.
Ante el TSJA el pasado abril insistió en que ninguno de esos informes de los
interventores encendía las alarmas por menocabo de fondos públicos y que sólo
señalaban "discrepancias contables", nunca un fraude. Ávila ocupó la consejería de Economía con Griñán y siempre
ha defendido su "honestidad" con la "certeza" de no haber
participado en "ningún tipo de irregularidad". Todos estos dirigentes
abandonaron el Gobierno cuando llego Susana Díaz y salieron de las listas
electorales, perdiendo escaño y aforamiento, en los últimos comicios de marzo
de 2015.
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