Carta al Director a podemos se le cae la careta; ha presentado su programa
de gobierno, casi 100 páginas donde la formación de Pablo Iglesias demuestra lo
que siempre ha sido, UNA ORGANIZACIÓN MARXISTA LENISTA MUY PELIGROSA;
EDITORIAL
Colau muestra su sectarismo con una provocación ridícula
Lalcaldesa de Barcelona continúa sin ser consciente de
que el cargo que ocupa le obliga a una responsabilidad institucional con todos
los ciudadanos. Gobernar requiere hacerlo también para quienes no la han votado, porque el Ayuntamiento, como
cualquier organismo público, debe estar al servicio de todos, no sólo, como es
su caso, de la minoría radical que la catapultó al palacio de la plaza de Sant
Jaume. Ada Colau debe abandonar el papel de transgresora y
activista política, porque ahora es la representante, le guste o no, de todos
los barceloneses.
La invitación a la poetisa Dolors Miquel para que leyese una versión
grosera y de mal gusto del 'Padre Nuestro' en la ceremonia de entrega de los
premios Ciutat de Barcelona organizados por el Ayuntamiento revelan el carácter
sectario de la corporación municipal que dirige Colau. Sin entrar en consideraciones de
contenido religioso, a nadie se le escapa que la intención de la alcaldesa y su
responsable de Cultura, Berta Sureda, era la de provocar
gratuitamente a quienes defienden las convicciones morales cristianas. No se puede pretender
ridiculizar con una burda actitud anticlerical, como
si estuviéramos en épocas felizmente superadas de nuestra Historia, a quienes no comparten sus ideas y pretender justificar el acto con
los argumentos de la libertad de expresión o de creación artística. Porque ni el
poema tenía la calidad mínima para ser programado ni era el apropiado para ser
recitado públicamente en un acto institucional de la importancia de los premios
que otorga el Ayuntamiento con el objetivo de
galardonar «la creación, la investigación y la producción de calidad» realizada
en Barcelona.
Sin embargo, Colau reconoció sentirse satisfecha por el
tono alternativo que había tenido la gala de este año y resaltó el «alto
momento creativo» que está viviendo la ciudad, defendiendo un tipo de cultura
«comprometida, valiente y que lucha contra las injusticias». Nada tiene de comprometido burlarse de una oración que
forma parte de la tradición cultural y religiosa de la gran mayoría de los
españoles, ni de valiente hacer una parodia
sin demasiada gracia para epatar a los creyentes introduciendo en un texto de
composición casi infantil las palabras «coño», «vagina», «útero» o «hijos de
puta».
Es, por último, una curiosa forma de pretender luchar
contra las injusticias utilizar el Ayuntamiento para crear divisiones y enfrentamientos injustificados entre la
ciudadanía.
Es decepcionante que
formaciones políticas como la que lidera Ada Colau, que se presentaron ante el
electorado con un discurso de regeneración de la vida política, hayan
abandonado sus aspiraciones reformistas y dediquen sus esfuerzos a la provocación y no a la
gestión de los problemas de los habitantes de la ciudad. Buscar
el conflicto ideológico sólo es una forma de eludir sus responsabilidades y
pretender distraer la atención mediática para evitar un debate sustancial sobre
el gobierno municipal.
Su equipo debería preocuparse
por los problemas que tienen los barceloneses para encontrar trabajo, las
dificultades para acceder a una vivienda digna, las deficiencias del
transporte, la baja calidad de los servicios municipales y el deterioro de la
ciudad. Colau debería abandonar la forma sectaria y provocadora de hacer
política y empezar a gobernar con hechos, no sólo con gestos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate para poner comentarios.
Los comentarios solo se podrán poner durante unos días...