miércoles, 17 de febrero de 2016

Los 1.118 de la Junta, por Teodoro León Gross; "pasan inadvertidos en el archipiélago burocrático, lleno de selvas funcionariales" = La Juata arrastra su propio clientelismo interior. Cuando se hace prosperar a gente sin méritos -tipo "el marido de Loli es de fíar, anotación real de una delegada de la Junta para la promoción de un empleado afín- antes o después acabarán perdidos por las covachuelas.

Los 1.118 de la Junta, por Teodoro León Gross;


En la Junta hay 1.118 trabajadores en nómina, procedentes de una de tantas fundaciones de su entramado burocrático, sin que se sepa qué hacen. No están catalogados. Son como aquellos japoneses que tras la Segunda Guerra Mundial se quedaban en las islas del Pacífico, sin saber que el conflicto había terminado, viviendo en un mundo que ya no existía. Estos son los japoneses de la Junta, gente olvidada en la selva de la burocracia autonómica, haciendo la guerra por su cuenta.

1.118, eso sí, ya es un tirón de japoneses en nómina. Quizá la cifra no impresione demasiado entre los meganúmeros de la Junta, pero 1.118 es cuatro veces la tropa espartana de Leónidas con la que frenó a Jerjes en las Termópilas. 1.118 da para llenar diez parlamentos de Andalucía y hasta te sobran algunos escaños. 1.118 casi triplica el número de españoles con que Hernán Cortés derribó el imperio azteca. En fin, tela de japoneses en nómina.



Tal vez en el aparato de la Junta ni siquiera se acordaban de la existencia de sus Zan ryu Nippon hei (soldados de Japón dejados atrás) que llegaron a permanecer hasta tres décadas en su trinchera, e incluso en 2005 todavía aparecieron dos octogenarios en la isla de Mindanao. Eso sólo puede suceder si hay un entorno propicio, como aquí. En el archipiélago burocrático de la Junta, lleno de selvas funcionariales, se entiende que 1.118 puedan pasar inadvertidos durante años.

-¿No se les puede asignar alguna tarea?
 -Sí, quizá podrían preparar las 25 carpetas demandadas insistentemente por la comisión de investigación de los cursos fraudulentos.
-En ese caso, mejor olvidarse de ellos.




La Junta arrastra su propio clientelismo interior. Cuando se hace prosperar a gente sin méritos -tipo 'el marido de la Loli es de fiar', anotación real de una delegada de la Junta para la promoción de un empleado afín- antes o después acabarán perdidos por las covachuelas. Si bien se mira, 1.118 tíos en la Junta son incluso pocos. No obstante, lo correcto sería catalogarlos, con cargos tipo Director General de Nada o Secretario Técnico de Nada para llevar la Comisión de la Nada donde analizar nada en torno a documentación de nada. Y así seguro que resultará más difícil identificarlos.

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