La victoria por la mínima del PSOE-A + Casi un empate + La casta: necesitamos altos funcionarios que trabajen para los ciudadanos no para el amo que gobierna. Necesitamos una casta que nos proteja de la casta. Necesitamos que se cumplan las leyes.

España.

Susana y las elecciones nacionales.

• La victoria por la mínima del PSOE-A.

•  Casi un empate.

La Casta. 

Enric González.

MI VOTO no obtendrá representación parlamentaria. Estoy seguro de ello. Y, francamente, no me preocupa. Las campañas electorales son una pesadez, la votación es una simple obligación cívica (la fiesta de la democracia, dicen) y el sufragio universal puede considerarse un mal necesario: hay que recurrir a él porque el sufragio restringido es aún peor. De lo que va a ocurrir mañana sólo espero dos cosas, y sin mucha fe: que ni el nuevo Gobierno ni los nuevos parlamentarios cometan demasiadas insensateces y, sobre todo, que devuelvan a la casta su legítimo poder. No me refiero, claro, a la casta política, esa jauría hambrienta de privilegios y puertas giratorias. Me refiero a otra casta más difusa, a esa sin la cual un sistema democrático constituye una simple caricatura, una dictadura parlamentaria, un pedo demagógico.

Lo sabe todo el mundo, pero lo recuerdo: en la Constitución de Estados Unidos, que salvo por algún detalle (la sacralización del ciudadano armado) funciona de forma modélica, no se menciona en ningún momento la palabra democracia. No hace falta.Lo que sí hace falta es el complejo sistema de checks and balances, de controles y equilibrios, que impide la tiranía de los políticos electos (ya ven, Venezuela es formalmente una democracia) y limita la tiranía de los poderes económicos

.Necesitamos jueces independientes en cada uno de los niveles judiciales. Necesitamos altos funcionarios que trabajen para los ciudadanos, no para el amo que gobierna. Necesitamos profesionales, no políticos o sicarios de los mismos, en el Fisco, la educación, el sistema sanitario, los mecanismos de auditoría, los medios de comunicación, los servicios secretos, la policía y, en fin, en todo el entramado institucional, público y privado, que garantiza las libertades y detecta los latrocinios.

  

Necesitamos una casta que nos proteja de la casta. Necesitamos que se cumplan las leyes.

No se entienda esto como una recusación a la clase política en su conjunto. Los políticos son quienes redactan y aprueban las leyes, entre otras cosas, lo cual no es poco. A veces, cuando disponen de margen, incluso gobiernan. Hacen falta. Pero después de tanta indecencia como hemos visto estos últimos años, y no me refiero sólo a los últimos cuatro, a uno le parece esencial la reconstrucción de las instituciones erosionadas y la creación, ex novo, de un eficaz sistema de controles contra los abusos. Gane quien gane, hará falta.

http://www.elmundo.es/opinion/2015/12/19/567453a346163f2b448b45d7.html