El magistrado cordobés evita su jubilación para seguir instruyendo el caso Palma Arena dada su complejidad, lo mismo que alegó la juez para investigar los ERE.
¿ Distintos resultados?
El Poder Judicial da al juez José Castro la prórroga que negó a Mercedes Alaya
El magistrado cordobés evita su jubilación para seguir instruyendo el caso Palma Arena dada su complejidad, lo mismo que alegó la juez para investigar los ERE
El juez José Castro ha conseguido lo que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han denegado a Mercedes Alaya: seguir investigando la corrupción en Baleares con la concesión de una prórroga durante dos años. En cambio, ambos órganos han impedido que la antigua titular del juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla pueda continuar investigando la corrupción de la Junta de Andalucía en la trama de los ERE fraudulentos, como había solicitado argumentando la complejidad de esta causa que destapó hace seis años. En su caso, no se trata de una jubilación forzosa sino de su ascenso como miembro de la Audiencia de Sevilla
En una decisión que fue ratificada después por el CGPJ, la sala de gobierno del TSJA revocó la comisión de servicios que había concedido a Alaya tras su marcha a la Audiencia de Sevilla. Acordó por unanimidad apartar a Mercedes Alaya del caso de los ERE fraudulentos «por su clara voluntad» de no colaborar con la nueva jueza titular del juzgado 6, María Núñez Bolaños, y por la hostilidad mostrada por ambas tras el insólito cruce de escritos de las dos magistradas. También pesó la decisión de Alaya de revocar la división del caso acordada por su sucesora.
En cambio, el CGPJ no se ha opuesto a que el juez Castro continúe como instructor del caso Palma Arena pese a que el próximo 20 de diciembre debía retirarse al cumplir 70 años y el pasado viernes acordó concederle una prórroga. El magistrado solicitó el pasado febrero aplazar su jubilación forzosa y continuar trabajando en calidad de magistrado emérito asignado al juzgado en el que ha trabajado los últimos años para poder concluir la instrucción del caso Palma Arena, la macrocausa de corrupción divida en 27 piezas que instruye.
El juez cordobés argumentó en su solicitud que su jubilación supondría un quebranto en el juzgado dada la complejidad de las 19 instrucciones pendientes del caso Palma Arena, razones muy parecidas a las que planteó Alaya.
El mismo argumento: causas complejas
En un escrito donde solicitaba la comisión de servicio tras su ascenso a la Audiencia de Sevilla, la magistrada sevillana advirtió en referencia al caso ERE que la «amplitud y complejidad técnica es sin duda de las mayores en todo el panorama judicial español. Necesitan para el buen fin de la investigación la continuidad que solo esta instructora puede ofrecerle». Añadió que solo ella puede investigar esta causa, porque «cualquier juez tardaría muchísimos meses para poder actuar con el mínimo de rigor, criterio y eficacia».
La moodificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) permite a Castro atrasar su jubilación forzosa. El pasado mes de julio, el juez aseguró que estaba «satisfecho porque por fin se ha impuesto el sentido común. No tenía lógica ninguna que se pudiera prorrogar la permanencia en la carrera judicial si se iba a un tribunal colegiado y no si se estaba en un órgano unipersonal cuando tan importante puede ser uno como otro».
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