jueves, 15 de octubre de 2015

#YoapoyoalaJuezAlaya. El TSJA reconoce que la expulsión de Alaya es un apaño para evitar el conflicto que inició la sustituta Bolaños + Alaya, la juez que se enfrentó a la corrupción en Andalucía. Editorial + = "Donde hay poca Justicia es un peligro tener razón", Francisco Quevedo. "La impunidad premia el delito, induce a su repetición y le hace propaganda; estimula al delincuente y contagia con su ejemplo.". Eduardo Galeano.

  • El TSJA reconoce que la expulsión de Alaya es un apaño para evitar el conflicto que inició la sustituta Bolaños 



La juez Alaya fue apartada para evitar ‘conflictos’, titula El Mundo. Pero, ¿qué conflictos? ¿Por qué los conflictos? ¿O no fue la juez Bolaños la que inició la batalla anulando un auto de la juez Alaya antes de leer siquiera los sumarios? Hasta El País consideró tal anulación algo anómalo y excepcional. Reproducimos lo que se decía en el diario de Prisa:

 Fuentes jurídicas consultadas aclaran que la medida es excepcional, ya que un magistrado que releva a otro, sin tener conocimiento profundo de un caso, por sistema rubrica las decisiones y autos de su antecesor, casi nunca desactiva decisiones. En este caso Núñez demuestra desde el principio que marca el paso y no comparte con Alaya su criterio de manera genérica. 

 El TSJA expone ahora al CGPJ que la magistrada no tenía voluntad de colaborar con Núñez Bolaños. Pero no dice una palabra sobre la voluntad de la juez sustituta, que empezó derruyendo la instrucción 

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) justifica su decisión de apartar a la juez Mercedes Alaya del caso ERE en un intento de evitar «situaciones de conflicto» con la actual titular del Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla, tras haber dejado patente su «clara voluntad de no colaboración» con su sucesora: la magistrada Núñez Bolaños. 

CONCENTRACIÓN EN SEVILLA Redes sociales. Ciudadanos anónimos han convocado a través de las redes sociales una concentración de apoyo a la juez Mercedes Alaya después de que el TSJA haya decidido apartarla del ‘caso ERE’. Sábado, 12.30. El grupo público ‘Apoyo: Juez Mercedes Carmen Alaya’ ha convocado a través de Facebook una concentración este sábado a las 12.30 horas, en la Plaza del Duque de Sevilla, con el fin de «restablecer» el nombre de «quien levantó toda la corrupción de los ERE y demás».


Ver enlace:


Máxima difusión. Concentración ciudadana por la Justicia; 17 de octubre de 2015, en Sevilla, Plaza del Duque 12.30 a 13.30 horas. = Lo que ocurre en Andalucía es inadmisible, tu decides.



  • Alaya, la juez que se enfrentó a la corrupción en Andalucía; resulta innegable el descomunal trabajo desarrollado por Alaya a la hora de escarbar allí donde ningún magistrado se había atrevido antes en Andalucía. ,,,,,,, la realidad es que sin la labor de Alaya hoy no podríamos calibrar con rigor las cloacas del poder socialista andaluz. Su tenacidad ha permitido escudriñar el derroche impúdico de dinero público que la Junta impulsó y amparó al socaire de la hegemonía política que el PSOE ejerce en esta comunidad desde la Transición.


Mercedes Alaya, la luez de impecable trayectoria profesional que el PSOE quiere doblegarRomance para la resistencia de Alaya



http://www.elmundo.es/opinion/2015/10/14/561d4bbeca4741f9208b45e9.html

http://www.porandalucialibre.es/informativa/noticias-propias/informacion/item/6861-el-tsja-reconoce-que-la-expulsion-de-alaya-es-un-apano-para-evitar-el-conflicto-que-inicio-la-sustituta-bolanos

El TSJA reconoce que la expulsión de Alaya es un apaño para evitar el conflicto que inició la sustituta Bolaños

El TSJA reconoce que la expulsión de Alaya es un apaño para evitar el conflicto que inició la sustituta Bolaños

La juez Alaya fue apartada para evitar ‘conflictos’, titula El Mundo. Pero, ¿qué conflictos? ¿Por qué los conflictos? ¿O no fue la juez Bolaños la que inició la batalla anulando un auto de la juez Alaya antes de leer siquiera los sumarios? Hasta El País consideró tal anulación algo anómalo y excepcional. Reproducimos lo que se decía en el diario de Prisa

Fuentes jurídicas consultadas aclaran que la medida es excepcional, ya que un magistrado que releva a otro, sin tener conocimiento profundo de un caso, por sistema rubrica las decisiones y autos de su antecesor, casi nunca desactiva decisiones. En este caso Núñez demuestra desde el principio que marca el paso y no comparte con Alaya su criterio de manera genérica. 

El TSJA expone ahora al CGPJ que la magistrada no tenía voluntad de colaborar con Núñez Bolaños. Pero no dice una palabra sobre la voluntad de la juez sustituta, que empezó derruyendo la instrucción 

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) justifica su decisión de apartar a la juez Mercedes Alaya del caso ERE en un intento de evitar «situaciones de conflicto» con la actual titular del Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla, tras haber dejado patente su «clara voluntad de no colaboración» con su sucesora: la magistrada Núñez Bolaños.

Ésta es una de las razones que esgrime el alto tribunal andaluz en el informe que ha elevado al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sobre el plan de refuerzo para este juzgado sevillano, al que ya no se incorporará Alaya en comisión de servicio, como se había decidido inicialmente. Sólo lo hará el magistrado Álvaro Martín, en labores de refuerzo en dicho órgano desde septiembre de 2013 y al que el CGPJ concedió la otra comisión de servicio el pasado 25 de junio.

El TSJA admite que las macrocausas que instruye el Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla –los ERE, los cursos de formación y los avales de la Agencia IDEA justifican una dotación de dos magistrados de refuerzo y que lo «deseable» hubiera sido aprovechar «los conocimientos» que sobre dichos sumarios tiene Alaya por ser la que los que inició, pero los duros ataques dirigidos por ésta a Núñez Bolaños obligan a «replantearse la solución inicial propuesta».

La Sala de Gobierno del alto tribunal andaluz acordó el pasado 23 de junio –y lo ratificó el 7 de julio– que fuera Alaya quien en comisión de servicio mantuviera la instrucción del caso ERE–al menos hasta que la Audiencia se pronunciara sobre la división, decisión que Núñez Bolaños tomó sin esperar el pronunciamiento de la instancia superior– y de la causa de Mercasevilla.

En el informe elevado al CGPJ para su ratificación no forma parte del orden del día de la reunión que la comisión permanente celebrará hoy–, el TSJA recuerda que la anterior titular del Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla reaccionó a esa propuesta de reparto considerando «insuficiente y errónea la atribución única» del caso ERE –Alaya también pedía seguir instruyendo el caso de la formación y el de los avales de IDEA–, «insistiendo en que su competencia como comisionada debiera ser exclusiva y excluyente» y «con funcionarios concretos desginados por ella». «[Ello] patentiza una clara voluntad de no colaboración con la actual titular, en manifiesta oposición al fundamento que justifica toda medida de apoyo judicial», añade el documento.

El TSJA «reconoce la labor desarrollada» por la anterior titular de Instrucción 6 de Sevilla, pero entiende que Alaya ha traspasado una línea roja al cuestionar la «idoneidad» e «independencia» de su sucesora.

El pasado 25 de junio, dos días después de que la Sala de Gobierno del alto tribunal andaluz acordara el reparto de trabajo para el Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla, la magistrada Alaya envió un duro escrito de ocho páginas al CGPJ en el que exponía los argumentos por los que debería ser ella y no Núñez Bolaños la que investigara las tres macrocausas que lleva el juzgado del que ha sido titular durante los últimos 17 años.

Entre otros argumentos, llamaba la atención sobre la falta de capacidad de su sustituta para instruir macrocausas penales, al haber ejercido durante los últimos 11 años en un juzgado de Sevilla especializado en asuntos de Derecho de Familia, y consideraba comprometida la independencia de su compañera por su amistad con el consejero andaluz de Justicia, Emilio de Llera, «notorio detractor del trabajo de esta instructora».

Esas acusaciones, según el TSJA, le obligan a adoptar medidas «que profundicen en la normalización del juzgado y en conseguir la mejor prestación del servicio», tratando de evitar «un escenario en el que surjan situaciones de conflicto». Y ello pasa por alejar a Alaya, que seguirá en la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla.

El alto tribunal andaluz expone que sus acuerdos de refuerzo «parten de la premisa imprescindible de que los comisionados «colaborarán con la nueva titular en la tramitación y resolución de todos los asuntos de que conoce el juzgado». Y esa colaboración, en su opinión, no está garantizada si Alaya ocupa una de las dos comisiones.

CONCENTRACIÓN EN SEVILLA

Redes sociales. Ciudadanos anónimos han convocado a través de las redes sociales una concentración de apoyo a la juez Mercedes Alaya después de que el TSJA haya decidido apartarla del ‘caso ERE’.

Sábado, 12.30. El grupo público ‘Apoyo: Juez Mercedes Carmen Alaya’ ha convocado a través de Facebook una concentración este sábado a las 12.30 horas, en la Plaza del Duque de Sevilla, con el fin de «restablecer» el nombre de «quien levantó toda la corrupción de los ERE y demás».

Y el ministro de Justicia, en dirección contraria al PP andaluz, justifica la expulsión de Alaya

ABC lo dice así: "Con tono institucional y en las antípodas de las reacciones de sus compañeros de bancada, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, dijo ayer que la decisión del TSJA de apartar a la juez Alaya del caso ERE entra dentro del «desarrollo normal de los hechos» puesto que fue la juez la que pidió el «traslado» a la Audiencia de Sevilla. El ministro hizo hincapié en que «todos los jueces son independientes y todos actuan con la máxima profesionalidad» y que de lo que se trata es de que «las causas se juzguen cuanto antes». Pues ya saben. 

http://www.elmundo.es/opinion/2015/10/14/561d4bbeca4741f9208b45e9.html

Alaya, la juez que se enfrentó a la corrupción en Andalucía

EL TRIBUNAL Superior de Justicia de Andalucía acordó ayer por unanimidad que la juez Mercedes Alaya no instruya el caso de los ERE ni ninguna de las otras macrocausas que inició. La decisión, que aún debe aprobar el Consejo General del Poder Judicial, puede considerarse procesalmente correcta y, en cierta medida, previsible, teniendo en cuenta que la propia Alaya logró la plaza en la Audiencia de Sevilla que había solicitado. Lo relevante, en todo caso, es finiquitar cuanto antes la instrucción de un macrosumario que arrancó hace cinco años, que suma más de dos centenares de imputados y que integra los principales procesos contra la corrupción en la Junta de Andalucía.

Desde junio, Alaya venía ejerciendo la instrucción de los ERE y el delito societario de Mercasevilla en comisión de servicios, si bien la magistrada solicitó que le dieran los cursos de formación y los avales de la Junta a empresas. Finalmente, no instruirá ningún caso porque el Alto Tribunal, según explicó ayer en un comunicado, entiende que el plan de refuerzo inicialmente diseñado para el Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla -del que Alaya era titular hasta que en junio fue sustuida por María Ángeles Núñez Bolaños- "debe variar por las especiales circunstancias que concurren". Sin embargo, el Tribunal de Andalucía no aclaró cuáles son estas circunstancias especiales.

Mercedes Alaya es la juez que se enfrentó a la corrupción en Andalucía, con escasos recursos y en un entorno plagado de obstáculos políticos y judiciales. El inicio de la investigación se sitúa en en 2009, cuando los dueños del grupo de restaurantes La Raza denunciaron el intento de extorsión que sufrieron por parte de los directivos de la empresa pública Mercasevilla a cambio de conseguirles una ayuda de la Consejería de Empleo. Este caso llevó a descubrir las prejubilaciones ilegales en el caso de los ERE y el denominado fondo de reptiles, una partida desgajada de los Presupuestos con la que la Junta abonó prejubilaciones fraudulentas en empresas públicas y privadas. Alaya abordó entonces nuevos sumarios, como el de los cursos de formación y el de los avales que la empresa pública Idea concedía a compañías próximas a los diferentes Ejecutivos socialistas.

En el caso de los cursos de formación se indaga un fraude de más de 2.000 millones de euros, mientras que la trama de los falsos ERE -141 millones desviados ilegalmente- acumula 263 imputados, entre ellos, los ex presidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán. El Tribunal Supremo ya se ha declarado incompetente para juzgar los ERE por la ausencia de aforados, pero la renuncia a sus actas de parlamentarios de los dos ex presidentes y de otros ex altos cargos de la Junta -como Gaspar Zarrías o José Antonio Viera- acredita el fundamento de las investigaciones de la magistrada.

Puede aducirse que la labor de Alaya no está exenta de errores en la fase de instrucción, y quizá el principal fue eternizar un proceso cuyas dimensiones son difícilmente asumibles para un juzgado infradotado de medios por parte de la Junta. Tampoco fue edificante el cruce de acusaciones con su sucesora cuando ambas pugnaban por liderar la instrucción de la macrocausa.

Sin embargo, resulta innegable el descomunal trabajo desarrollado por Alaya a la hora de escarbar allí donde ningún magistrado se había atrevido antes en Andalucía. Acusada por sus adversarios de vedetismo mediático y de situarse demasido cerca del PP, la realidad es que sin la labor de Alaya hoy no podríamos calibrar con rigor las cloacas del poder socialista andaluz. Su tenacidad ha permitido escudriñar el derroche impúdico de dinero público que la Junta impulsó y amparó al socaire de la hegemonía política que el PSOE ejerce en esta comunidad desde la Transición.

Que la instrucción aún no haya acabado, un lustro después de iniciarse, supone un obstáculo para la regeneración política en Andalucía. En julio, sin aguardar a los pronunciamientos del Consejo General del Poder Judicial y la Audiencia de Sevilla,la juez Núñez Bolaños decidió trocear en tres piezas la macrocausa de los ERE: la política, sobre el diseño ilegal del fondo de reptiles que financió durante una década a la trama;la de pagos y sobrecomisiones abonadas a aseguradoras, intermediarios y sindicatos; y una tercera sobre cada ayuda concedida a las empresas. Este giro equivale a subdividir la causa en otras 200 micropiezas, lo que puede condicionar las resoluciones. Al juzgarse por separado, algunos delitos quedarían prescritos.

En aras del esclarecimiento de los hechos y, sobre todo, de evitar la impunidad de quienes cometieron esos delitos, Núñez Bolaños debe cerrar cuanto antes el macroproceso. Algo que ya debió hacer Alaya, lo que no invalida su tesón y su solvencia a la hora de rastrear las miserias del régimen socialista en Andalucía.

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