La Andalucía de locos....
Terminar cuanto antes los procesos contra la corrupción en Andalucía
Terminar cuanto antes los procesos contra la corrupción en Andalucía
Respiro Judicial.
Paralizar por Juan Antonio Rodríguez Tous.
La JUEZ Bolaños no deja de asombrarme. Lo digo sinceramente, sin segundas. Viste à la décontracté con sutiles toques indumentarios propios de una influencer instagrámica. Sonríe y saluda a los fotógrafos de prensa como si las inmediaciones del Juzgado de Instrucción número seis de Sevilla -donde suele ser inmortalizada cada dos por tres- fueran un gigantesco photocall. No elude el bronceado jet set (tan inusual en magistrados y fiscales) ni los andares felinos de quien practica alguna disciplina de body-building. La elegancia de su antecesora era clásica, como de cariátide intemporal. La suya, en cambio, es posmoderna: un poco de crossover, un poco de exótico etnicismo, un poco de todo en estudiada amalgama.
Posmodernas, sin duda, son sus actuaciones al frente de su nuevo destino
judicial. Comenzó deconstruyendo macrocausas y anda últimamente estancándolas
por mor -según parece- de la falta de efectivos. Es brillante: deconstruir es
una práctica que excita a cualquiera porque nos retrotrae a ese aspecto salvaje
de la niñez que no suele mencionarse cuando se habla de ella. Despedazar,
mutilar, destartalar son verbos que evocan momentos inolvidables de nuestra
infancia. Como todo el mundo sabe, el mejor juguete es el juguete roto o
deconstruido. De hecho, uno de los males seculares de la política española
consiste precisamente en regresar una y otra vez a esta compulsión pueril. Si
en España alguien construye pacientemente algo, se procura deconstruirlo
festivamente. No lo ha inventado Núñez Bolaños; es una hybris
quintaesencialmente hispánica.
¿Y qué decir de su nueva performance judicial, la del estancamiento
proactivo de dos de las tres macrocausas instruidas por Alaya? Confieso que me
da envidia. Se diría que el mundo se divide entre los que pueden paralizar y
los que no, aristócratas del empantanamiento unos y plebeyos de lo contrario
otros. De hecho, la paralización ordenada por la juez tiene un fondo obtuso o
vidrioso, pero una forma estupenda. Quién pudiera, en efecto, paralizar
mayestáticamente lo que funciona a trancas y barrancas, lo que marcha a
trompicones, lo que no va a ninguna parte tal como va, lo cutrefacto, lo
excrementicio. Si pudieran, los profesores no inaugurarían el curso escolar la
semana que viene por falta de efectivos y exceso de irrecuperables gamberros en
las aulas. Los cirujanos no operarían por falta de personal cualificado en la
debida proporción a la demanda de servicios sanitarios. Los farmacéuticos
estancarían el suministro de medicamentos por falta de pago. Los contribuyentes
inmovilizarían sus pagos al fisco hasta que no se devolviera el dinero que ha
robado esa turbamulta de caraduras que infecta la cosa pública. Puestos a soñar
a lo grande, podría paralizarse la política española al completo por chapucera
en grado superlativo.
Comprendo, en fin, los enfados de la juez Alaya. Su constructivo
perfeccionismo es alienígena, como de un país que no es éste. Quizá la historia
de España sea la de la lucha secular entre constructores y deconstructores.
Quizá las innumerables victorias de los segundos sobre los primeros expliquen
por qué estamos como estamos. Deconstruidos y empantanados.
http://www.elmundo.es/
¿Es imprescindible el Consultivo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate para poner comentarios.
Los comentarios solo se podrán poner durante unos días...