Es sólo prevaricación
Nos llueve barro sobre las capotas y la política, pero
estamos acostumbrados como patos o balleneros. En Aznalcóllar han dado una
dentellada o un pisotón la tierra y la Junta, aunque en las noticias de Canal
Sur, llenas de chorritos y soles como gambones, sigue pareciendo que allí sólo
despareció una grapadora. Una técnico que asegura no haber hecho el informe que
luego resultó «favorable»; un concurso, según la juez, «sin el más mínimo
rigor», «sin cumplir los requisitos imprescindibles ni demostrar la solvencia
económica exigida», y una adjudicataria vinculada a ex altos cargos de esta
pobre pero provechosa autonomía, cebados con subvenciones desde hace años. Así
es la componenda saldada con siete imputados por prevaricación, cosa que no
inquieta mucho a Manuel Jiménez Barrios, que en Canal Sur parecía el hombre del
tiempo cuando aún dibujaba con tiza. Tardamos en verlo, eso sí, porque antes
vinieron el desempleo, los dineros que Rajoy nos funde como la bruja Avería, y
hasta Artur Mas firmando su decreto con traveling. Un cuarto de hora después de
los titulares, por fin nos decían que la Junta había acordado destituir a la
directora general de Minas imputada, María José Asensio, y salía el
vicepresidente para explicárnoslo como una magnificencia de su gobierno, por
«cumplir con la palabra de Susana Díaz» a pesar de estar convencidos de la
«solvencia y buen hacer» de la cesada y de los demás imputados. Un cese
temporal, de todas formas, así que la susodicha aún no va a llevarse las fotos
ni el jardín zen de su despacho. Canal Sur tenía a bien explicarnos que Jiménez
Barrios había insistido en que «sólo se imputa delito de prevaricación por
supuestas irregularidades administrativas» (los amaños de concesiones
administrativamente regulares son escasos) y que negaba que se estuviera
«investigando un delito de corrupción». En realidad, la corrupción no existe
como delito, sólo como suma o síntesis. Existen delitos vinculados a la
corrupción, principalmente tres: prevaricación (administrativa y judicial),
malversación de fondos públicos y cohecho. O sea, que sí se está investigando
corrupción. De las causas e indicios para estas imputaciones nada se mencionó
en la noticia. Sólo la pequeñez que la Junta le otorga a esto de dar una mina
como el que regala un gran colador para separar el oro de la dentadura de
muerto del planeta. Por cierto, otra vez se trata de un director general, igual
que Guerrero. Ése es el escalón en el que se para la corrupción; donde, como
mucho, llegan los «cuatro golfos» abusando de la confianza de nuestros
gestores. Lo que pasa es que aquí abundan los que gastan esa confianza con
tanta prodigalidad como nuestro dinero. Llueve sobre mojado, caen ranas sobre
ranas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate para poner comentarios.
Los comentarios solo se podrán poner durante unos días...