La otra puerta
giratoria
Mientras iba
leyendo algunos párrafos, el funcionario de carrera de la Junta de Andalucía,
que escuchaba atentamente, asentía entre la resignación y el entusiasmo. «Hay
una enorme dificultad de encontrar criterio independiente en la
Administración...». «Las personas independientes que hay en servicios de la
Administración corren el riesgo de ser despedidas o procesadas». «Hay que
afrontar la moral tributaria, la corrupción, el nepotismo...». «Debemos ser
honestos... sólo va a crecer cuando se solucionen los problemas profundos
arraigados». No, no se trata de Andalucía, le dijeron, hablan de Grecia y forma
parte del texto remitido por el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem,
a los militantes de su partido laborista holandés, informándoles de los
pormenores sobre la negociación con Grecia. El funcionario esbozó una sonrisa y
comentó lacónicamente: «Pues le viene como anillo al dedo a la realidad
andaluza».
Ciertamente, no es
la primera vez que, en distintos sectores de la sociedad andaluza, se expresa
una enorme similitud entre las trampas y engaños que la actualidad griega está
poniendo de manifiesto con lo que, en cierto modo, ocurre en Andalucía.
Similitudes que reproducen el afán por envolverse en la propia bandera para
tapar las ineficiencias de gestión o el convencimiento generalizado de que
Andalucía, si no tuviera el colchón de la solidaridad interregional, habría de
ser rescatada para poder mantener sus políticas sociales. El Gobierno andaluz,
se insiste, ha utilizado durante un tercio de siglo a las instituciones con
fines partidistas, poniendo en acción en cada momento las políticas que mayor rédito
electoral pudieran producirle, sin atenerse a un plan global de mejora y
progreso de la realidad andaluza. Y sin atenerse en muchos casos al
cumplimiento estricto de la legalidad, si los trámites de ésta suponían un
escollo en el objetivo principal que era el mantenimiento de su red clientelar.
Así surgieron todas
las irregularidades puestas de manifiesto en el tema de los ERE, en Invercaria,
los avales de IDEA y las sobrecomisiones. Las ayudas a empresas emergentes que
nunca emergieron, el fraude de los cursos de formación, las ayudas al empleo y
los sucesivos impulsos a la minería son sólo ejemplos de la ausencia de un
proyecto programático global de desarrollo andaluz, el cual se ha supeditado
siempre al inmediato interés electoral del PSOE y al reforzamiento de su red
clientelar.
La gravedad del
asunto reside no sólo en la dificultad que supone la plaga de 'comisarios'
políticos enquistados en todos los ámbitos de la Administración autonómica y en
los sectores de la actividad económica andaluza intervenidos, tutelados,
regulados o subvencionados, sino en la permanente labor obstruccionista a la
actividad de la Justicia en el esclarecimiento de hechos presuntamente
delictivos. Paradigmático es el aislamiento a que se está sometiendo a la juez
Alaya, para satisfacción de la Junta, poniendo de manifiesto que ni ésta, ni la
nueva titular de su Juzgado, ni la Fiscalía, ni el fiscal consejero Llera, ni
el mismo TSJA parecen quererla al frente de la investigación de los ERE, en
cuya tramitación ha encontrado todo tipo de obstáculos y trampas. Posiblemente,
de una vez por todas, los regeneradores de la política tendrían que abordar de
verdad la auténtica separación de los poderes judicial y ejecutivo.
Para ello, no
solamente habría que despolitizar los órganos de gobierno de los jueces sino
que, una y otra actividad, habría que incompatibilizarlas de forma real y
absoluta de manera que cualquier fiscal o juez que entre a formar parte de una
formación o cargo político no pueda volver ni reintegrarse a la carrera
judicial. Porque la situación actual es la más vergonzosa puerta giratoria que
pone en riesgo la independencia de la Justicia, dividida hoy, de forma
lamentable, entre jueces ideologizados, progresistas o conservadores, cuando la
mayor grandeza democrática es ser, sencillamente, jueces.
Luis Marín Sicilia
es notario jubilado y fue vicepresidente del Parlamento andaluz por UCD.
CASO ERE. Fuego cruzado en el juzgado de los ERE
- Guerra abierta entre Mercedes Alaya y su sucesora en el Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla por la instrucción de las macrocausas
- La primera llega a cuestionar la imparcialidad de la nueva titular por su amistad con el consejero de Justicia
ANDALUCÍA / GOLPE DE MANO A LAS MACROCAUSAS
- La juez Núñez planea dejar a Alaya con las «migajas» del caso ERE
- La magistrada prepara la división de la causa, lo que libraría a la antigua cúpula de la Junta de declarar ante su antecesora
De Llera: «Van a tener que buscar una sustituta de Alaya en la estratosfera»
- El consejero de Justicia ha defendido su amistad con la nueva titular del juzgado 6, María Núñez, y con todos los jueces de Sevilla
CASO ERE
Fuego cruzado en el
juzgado de los ERE
- Guerra abierta entre Mercedes Alaya y su sucesora en el Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla por la instrucción de las macrocausas
- La primera llega a cuestionar la imparcialidad de la nueva titular por su amistad con el consejero de Justicia
El silbido de las
balas sobrevuela el Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla. La nueva titular,
María Ángeles Núñez Bolaños, y su antecesora en el cargo, Mercedes Alaya,
mantienen una guerra abierta por la competencia para investigar las macrocausas
que tiene atónito al mundo judicial andaluz.
El enfrentamiento
se ha desatado a raíz del reparto de la carga de trabajo aprobado por el
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Éste ha aceptado la
propuesta de Núñez Bolaños de que sea ella la que investigue el fraude de la
formación y las presuntas irregularidades en la concesión de avales y préstamos
por parte de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), pero
decidió que sea Alaya quien mantenga la instrucción del caso ERE al menos hasta
que la Audiencia de Sevilla se pronuncie sobre la eventual división de la
causa, como ha planteado la Fiscalía Anticorrupción.
La decisión del
Alto Tribunal andaluz ha irritado a las dos magistradas. La nueva titular no
quería que el caso ERE lo siguiera investigando Alaya, que optó a una de las
dos comisiones de servicio ofertadas para continuar en Instrucción 6 con la
intención de seguir instruyendo las tres citadas macrocausas. Su esperanza se
desvaneció el pasado 23 de junio, cuando la Sala de Gobierno del TSJA aprobó el
plan de actuación a la espera de que lo ratifique el Consejo General del Poder
Judicial (CGPJ).
Núñez Bolaños y
Alaya han contestado el acuerdo con sendos escritos en los que ha quedado
patente la escasa simpatía que se profesan. El TSJA no se ha plegado al
criterio de la nueva titular del Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla y se ha
ratificado esta semana en su planteamiento inicial, que deberá contar ahora con
las bendiciones del órgano de gobierno de los jueces.
Alaya, por su
parte, ha desplegado toda la artillería contra su sucesora. En el escrito
enviado al CGPJ -no al TSJA, cuestión en absoluto baladí-, la flamante magistrada
de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla ha dirigido duras acusaciones
contra Núñez Bolaños.
Según ha informado
Diario de Sevilla, Alaya ha cuestionado abiertamente la falta de preparación de
la actual titular para instruir macrocausas, por el hecho de que Núñez Bolaños
permanecía alejada de la jurisdicción penal desde 2001. Desde principios de
2004, estaba al frente del Juzgado de Primera Instancia 17 de Sevilla
-especializado en materia de Derecho de Familia-, adonde llegó tras haber ocupado
durante tres años el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 2 de Huelva.
No es el único
argumento esgrimido en su escrito por la hasta ahora instructora del caso ERE
para hacer ver al CGPJ que debe ser ella y no su sucesora la que continúe con
la investigación de los tres procedimientos que han puesto de manifiesto
irregularidades en la concesión de ayudas por parte de la Junta durante la
última década, uno de los cuales ha llevado al Tribunal Supremo a abrir causa
contra los dos anteriores presidentes autonómicos: Manuel Chaves y José Antonio
Griñán.
También considera
comprometida la imparcialidad de su compañera debido a la amistad que mantienen
desde hace años el marido de Núñez Bolaños -Julio Guija Villa, médico forense y
ex director del Instituto de Medicina Legal de Sevilla- y el consejero de
Justicia, el fiscal en excedencia Emilio de Llera.
Todo hace indicar
que la comisión permanente del CGPJ respaldará el plan de actuación propuesto
por el TSJA sin entrar a valorar las consideraciones formuladas por Mercedes
Alaya.
En ese caso, se
abren dos incógnitas. De un lado, si la juez que abrió el caso ERE termina
renunciando a la comisión de servicio y se queda definitivamente en la
Audiencia de Sevilla al no ver complacida su petición y, de otro, si Núñez
Bolaños moverá ficha y recurrirá la decisión del TSJA respecto al reparto del
trabajo.
En el caso de que
el CGPJ bendiga el plan del Alto Tribunal andaluz y Mercedes Alaya siga en
comisión de servicio en el Juzgado de Instrucción 6, no parece que la
convivencia entre la juez titular y la comisionada vaya a resultar fácil a la
vista del tono del escrito de la segunda y de otras decisiones adoptadas por la
primera en sus primera semanas como titular de Instrucción 6.
Tan sólo 24 horas
después de tomar posesión, Núñez Bolaños desautorizó a su antecesora: dictó una
providencia por la que dejaba sin efecto uno de los últimos autos firmado por
Alaya -no notificado a las partes- en el que reclamaba a la Junta más
información sobre las subvenciones otorgadas al entramado de empresas y
asociaciones controladas por el ex consejero Ángel Ojeda y a otras entidades
beneficiarias. La acusación popular que ejerce el PP ha recurrido en reforma
esa providencia, al considerar que vulnera tanto la Constitución como la Ley
Orgánica del Poder Judicial.
Esta semana, Núñez
Bolaños ha tomado otra decisión que ha debido de irritar a Alaya: permitió que
se grabara una comparecencia judicial -la de los peritos de la Dirección
General de Seguros-, a lo que se había negado en varias ocasiones su antecesora
durante la instrucción del caso ERE.
La guinda puede ser
si accede a la petición de la Fiscalía Anticorrupción y trocea en piezas
separadas dicha causa, posibilidad que también ha venido rechazando Alaya. El
fuego cruzado continúa.
ANDALUCÍA / GOLPE
DE MANO A LAS MACROCAUSAS
La juez Núñez
planea dejar a Alaya con las «migajas» del caso ERE
- La magistrada prepara la división de la causa, lo que libraría a la antigua cúpula de la Junta de declarar ante su antecesora
El 25 de junio fue
una jornada especial para Mercedes Alaya. Por primera vez vio refrendadas las
tesis que había defendido durante cuatro años sorteando presiones de todo tipo
y hasta escraches en la puerta de los juzgados. El auto más trascendental de su
carrera no lo firmó ella, sino el instructor del caso ERE en el Tribunal
Supremo,Alberto Jorge Barreiro, que inculpó de manera formal a la antigua
cúpula de la Junta de Andalucía (Manuel Chaves, José Antonio Griñán, Gaspar
Zarrías y José Antonio Viera) en el «gran fraude» de las prejubilaciones
trucadas.
Pero ahí acaban las
buenas noticias para la juez que hacía temblar con sus autos al «establishment»
socialista andaluz. Con el plácet de la Fiscalía Anticorrupción, su sustituta
al frente del juzgado de instrucción 6 de Sevilla, María Núñez Bolaños, planea
dar un golpe de mano que termine apartando a su antecesora de la investigación
de la rama política de la trama de corrupción que más convulsiones ha causado
en el partido que gobierna la Autonomía desde hace 33 años.
A la semana de
llegar al despacho, la juez inició el trámite para seccionar la causa de los
ERE fraudulentos, en contra del criterio que Alaya ha mantenido durante la
instrucción. Núñez dio cinco días (un plazo ya vencido) a las partes para que
se pronunciaran sobre la solicitud de Anticorrupción de trocearlo en tres
grandes bloques: uno dedicado a las sobrecomisiones pagadas a mediadores, otro
sobre el diseño político-financiero del «fondo de reptiles», y una tercera rama
centrada en las más de 200 subvenciones irregulares que la Consejería de Empleo
concedió a empresas entre 2001 y 2010.
En los juzgados
pocos dudan de que dividirá el caso y se reservará para sí el bloque relativo a
las transferencias de financiación utilizadas para pagar subvenciones a
espaldas de la Intervención de la Junta, un procedimiento «ilegal» que llevó a
Barreiro a ratificar la imputación de los expresidentes. Es la parte más
delicada de la investigación, porque afecta directamente a Chaves, Griñán y a
sus exconsejeros. A la hora de repartir las tareas, Núñez, que tiene amistad
con el consejero de Justicia, el fiscal Emilio de Llera, dejaría a su
antecesora los más de 200 expedientes sobre empresas. En el caso de que el
Supremo devolviera al juzgado el procedimiento iniciado contra los aforados
cuando en otoño se disuelvan Las Cortes, los ex mandatarios de la Junta se
librarían así de sentarse a declarar ante la juez que se enfrentó al sistema
andaluz.
De Llera: «Van a
tener que buscar una sustituta de Alaya en la estratosfera»
El consejero de
Justicia ha defendido su amistad con la nueva titular del juzgado 6, María
Núñez, y con todos los jueces de Sevilla
El consejero de
Justicia, Emilio de Llera, ha defendido este martes su amistad con la nueva
titular del juzgado 6 de Sevilla, María Núñez, y con todos los jueces de la
ciudad, y ha ironizado: «Van a tener que buscar una sustituta de Alaya en la
estratosfera o fuera del territorio nacional».
«Busque un juez de
Sevilla que no sea amigo mío; a ver si es capaz de encontrarlo. Llevo 34 años
en la Fiscalía de Sevilla, ¿no voy a conocer a todos los jueces?; pues claro, y
ellos me conocen a mí, y a los forenses y también a los abogados», ha replicado
De Llera al ser preguntado por el escrito de alegaciones presentado por la juez
Mercedes Alaya al plan de reparto del TSJA de las macrocausas que instruye el
juzgado 6.
En dicho informe
Alaya, que permanecerá en comisión de servicios en el juzgado número 6 de
Sevilla, tras haber logrado una plaza en la Audiencia Provincial, alega en
contra del reparto de las causas la amistad del consejero con la nueva titular
del juzgado, María Núñez Bolaños.
El plan de reparto
de las causas aprobado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía asigna
el caso del fraude en los ERE a Mercedes Alaya, mientras que delos cursos de
formación y de los avales de Invercaria se encargará María Núñez Bolaños.
De Llera, que ha
eludido pronunciarse sobre el contenido del escrito de Mercedes Alaya, ha
respondido: «Soy muy conocido por mi trabajo y mi forma de ser; creo que eso lo
valoran mis compañeros de la Justicia».
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