No se puede, por Carlos Cuesta; no hay que poner a prueba hasta dónde puede destrozar nuestro país Grecia. = No se puede. Y no se puede porque nadie progresa gastando el dinero que no tiene ...Sentido común y realidad.

No se puede. Tan simple y rotundo. Porque frente al grito del "sí se puede", Grecia acaba de recordar que las recetas populistas no pueden traer nada más que pobreza.

Porque no se puede gastar un 400% de los ingresos públicos en plena crisis y pensar que países como Alemania -que gastaba en esos años menos de la mitad- iban a financiar semejante locura sine díe.

Porque no se puede saquear a impuestos a un conjunto de personas y empresas una y otra vez -el último plan de Tsipras incluye una nueva subida de 7.300 millones- y pretender que esos mismos contribuyentes sigan allí, esperando con la otra mejilla, para amortiguar cada nuevo deseo extorsionador del mandatario de turno.

Porque no se puede alcanzar el poder prometiendo el maná a cada ciudadano a cambio de nada y esperar que los inversores exteriores sigan arriesgando su dinero mientras los responsables públicos no dejan de amenazar con impagos.

¿Realmente piensan Tsipras o Iglesias que esos alemanes que se jubilan a una edad media de 63 años no se van a cansar nunca de pagar rescates a una Grecia donde 400.000 personas pasa a percibir pensión de jubilación entre los 50 y los 55 años?

¿De veras han llegado a la conclusión de que colectivos de funcionarios como los empleados de los ferrocarriles públicos, que en el país gobernado por Hollande cobran un sueldo medio cercano a los 44.000 euros, van a pagar sin rechistar los 66.000 euros de media de los mismos empleados en Grecia?

No se puede. Y no se puede porque nadie progresa gastando el dinero que no tiene. Porque nadie genera empleo abofeteando a cada empresario que se juega su patrimonio para crear un negocio. Y porque nadie alcanza la credibilidad internacional hablando de la dictadura del proletariado.

No hay saqueos, ni usura, ni "terrorismo financiero" como dice el populista Pablo Iglesias. Simple y llanamente hay realidad, por muy amargo que ese trago les resulte a los utópicos y trasnochados comunistas. Una realidad comprendida desde hace siglos por toda familia, sabedora de que si gastas demasiado un año, al siguiente ya puede ir las veces que quieras a la plaza del pueblo a hablar de 'austericidio', que te va a dar los mismo.

España no es Grecia. Pero estaremos todos de acuerdo en que tampoco es cuestión de poner a prueba hasta dónde es capaz de destrozar nuestro país un mal comprobado en terreno ajeno. Nos ha costado mucho, demasiado, devolver el país a la senda de la creación de empleo. ¿Queremos volver atrás?

http://www.elmundo.es/economia/2015/06/30/5592d9cbca4741951f8b45bc.html