- La empresa pública Giasa contrató a la sociedad de Pozuelo siendo él consejero
- El gobierno local culpa a la empresa de no haber revocado su apoderamiento
Ignacio Pozuelo.
Los mismos asuntos, pero ahora toca que
si....¿¿¿?? = ¿somos compañeros de partido y la familia “psocialista” es lo
primero?
....la presidenta de la Junta de Andalucía,
Susana Díaz, le haya dicho sí a Juan Espadas a las primeras de cambio en
relación con los mismos asuntos a los que estuvo diciendo no durante los cuatro
años de Juan Ignacio Zoido. ¿Qué ha cambiado para que la
presidenta cambie de opinión? Muy sencillo: el alcalde. Más
sencillo todavía, el partido del alcalde, que
ahora es el mismo que el suyo. Podría haber otra razón, pero no la hay.
El gobierno local niega
irregularidades en su gestión
La Junta contrató a la ex empresa del gerente
de Urbanismo cuando aún era un alto cargo de ella
- La empresa pública Giasa contrató a la sociedad de Pozuelo siendo él consejero
- El gobierno local culpa a la empresa de no haber revocado su apoderamiento
Ignacio Pozuelo.
El nuevo gerente de Urbanismo
de Sevilla nombrado por el alcalde socialista Juan Espadas, Ignacio Pozuelo
Meño, podría haber incurrido en una incompatibilidad cuando ocupaba un puesto
de responsabilidad en la Junta de Andalucía y, en paralelo, seguía figurando
como apoderado de una empresa que contrataba habitualmente con el Gobierno
andaluz y,
más concretamente, con la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la que
su puesto dependía orgánicamente. Fuentes municipales, sin embargo, han negado
cualquier «irregularidad» en su gestión.
Pozuelo ejercía como administrador solidario de
la sociedad Grupo Entorno hasta 2004, fecha en
que se incorporó a la Junta como director general de Planificación, pero siguió siendo apoderado de la misma hasta
bastantes años después, en 2011, un largo periodo en el que
esta empresa siguió contratando con diferentes departamentos del Gobierno
autonómico. Y no
sólo eso, existe al menos una adjudicación convocada por una de las
empresas públicas de la Junta, Giasa, de la que Pozuelo era además consejero.
Este caso ocurrió en el año 2009. El
ahora gerente de Urbanismo ocupaba entonces el cargo de
director general de Planificación y Sostenibilidad y, como tal, formaba parte
del consejo de administración de la empresa pública Gestión de Infraestructuras
de Andalucía SA (Giasa, hoy extinguida), quien convocó un concurso para el «diseño de esquemas-mapas
para la comunicación visual de actuaciones de carreteras». La
vencedora del procedimiento fue Grupo Entorno SL, su antigua empresa, por un
importe de 137.460 euros (IVA incluido).
Esta adjudicación la recoge
el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) de 15 de octubre de 2009. En
esta fecha, Pozuelo seguía figurando como apoderado de Grupo Entorno SL, puesto
que dejó a finales del año 2011, siete años después de dar
el salto al Gobierno andaluz, como bien refleja el Registro Mercantil
Central.
Los archivos del BOJA recogen
al menos otro contrato de la Consejería de Obras Públicas y Transportes a esta
empresa privada con Pozuelo como alto cargo. Fue en 2006, y la entidad
convocante fue el Instituto de Cartografía de Andalucía, que le concedió un
contrato por importe de 174.600 euros. En esa fecha, Pozuelo era director general de Planificación en la
Consejería de Obras Públicas y Transportes.
Grupo Entorno SL no sólo
estuvo contratando con la consejería de Obras Públicas y Transportes, sino que entre
sus clientes también estaban otros departamentos de la Junta como las
consejerías de Medio Ambiente, Turismo u otras empresas públicas u organismos
autónomos del Gobierno andaluz.
Fuentes municipales consultadas por este
periódico negaron ayer cualquier tipo de «irregularidad» en la actuación y
gestión de Pozuelo, y afirmaron que «ningún contrato ha sido cuestionado».
Además, explicaron que el motivo de que mantuviera su apoderamiento en Grupo
Entorno SL fue
un «error» de
la propia empresa, que «no revocó un poder otorgado a principios de los 90 a su
nombre».
En este sentido, precisaron
que, de acuerdo con los servicios jurídicos de la Junta, al ser nombrado alto
cargo del Gobierno andaluz, «se desvinculó por completo de la empresa
privada de la que era socio, al igual que de su actividad docente en el
cumplimiento de la ley».
Archivo para Zapata
Como ayer nos quedamos en la Esquina de Cuesta
sentados en un butacón de la Peña Trianera antes de su mudá frente a la iglesia
de La O, aprovechemos la collá (por decirlo en lenguaje del muelle) y sigamos
en el Arrabal y Guarda. Algo de
bueno ha tenido que los antidesahucios hayan formalizado el Pacto de Perdedores
para desalojar al PP y hecho alcalde a Juan Espadas los comunistas de ambas
observancias: los Comunistas Descalzos de la nueva
observancia de Podemos y los Comunistas Calzados de la antigua observancia IU. Así salen las cuentas con las que estoy tan pesado
como con los 20 concejales, 20 de Zoido: los de Juan Espadas son 11 concejales, 11 y los 5
emprestados, 5 por los comunistas de ambas observancias.
El que no se consuela es
porque no quiere y no hay mal que por bien no venga. La salida de Zoido le viene
de maravillas a Triana. Espadas, como está tapadito hasta las
elecciones generales y quiere dar perfil plano sin el menor escándalo, para no asustar al personal en plan Kichi, Colau o
Carmena, está siguiendo C por B la política de Zoido. Y es
lógico. Total, ¿no continuó Zoido, sin rectificar nada, la política de
Monteseirín en materia de circulación por la Ronda y Eduardo Dato,
aparcamientos, zonas azules, tala de árboles, estrechamientos de calles y
dictadura de las bicicletas y de los veladores en contra de los peatones? Pues
siguiendo la política de Zoido, Espadas hace la de Monteseirín, que era de los
suyos. Ya
ven: hasta se retrata ante las obras de Zoido, cual las que tienen vallado todo
el Paseo de Colón y oculto el muelle, y que veremos a ver el mamarracho que nos
encontramos cuando las quiten y endiquelemos las barrabasadas que han hecho en
el Paseo Alcalde Marqués del Contadero, inmenso embarcadero del turismo
chungalé de mochila y botella de agua mineral que bien poco dinero deja en
Sevilla.
Pero hay dos jangás contra Triana
que tenía preparadas Zoido y que no creo que Espadas se atreva a perpetrarlas. La
una tiene nombre de concejal tuitero que se dedica a ofender a los judíos que
sufrieron el holocausto y a las víctimas del terrorismo: Zapata. Sí, se llama como el concejal madrileño con pinta de
yijadista que el juez Pedraz beneficia con el archivo de denuncias,
con lo que le pega una pedrá a la Justicia, al pueblo
judío y a las víctimas del terrorismo, entre otras al Doctor Cariñanos y a
Alberto y Ascen. Me refiero a la Zapata famosa del río en la
calle Betis, donde querían poner la cursilada porcelanósica (porque los
azulejos creo que eran de Castellón, no trianeros) de un retablo cerámico con
el nombre del Arrabal y Guarda, como si nadie supiera que lo que está al otro
lado del puente se llama Triana.
Espero que Espadas archive la
mamarrachá del azulejo con el nombre de Triana en la Zapata del río, como
Pedraz ha hecho con el otro Zapata. Total,
es lo más políticamente correcto en igualdad de género: archivo para el Zapata
y para la Zapata. Y una vez incluida en el Archivo de Mamarrachás
Municipales Absurdas la Zapata, espero y deseo que el alcalde Espadas no haga
también la otra jangá zoidesca contra Triana: querer poner una baranda a todo lo largo del poyete de la calle Betis.
El
poyete de la calle Betis ha estado así cientos de años y nunca se ha caído ni
esnucado nadie, salvo aquella pobre estudiante polaca, que a saber en qué
condiciones estaría la pobre cuando se pegó el pellejazo. Al poyete de la calle
Betis no le hace falta ninguna barandilla. Las barandillas, vamos a dejarlas
para las canciones deliciosas de María Dolores Pradera: "Las barandillas
del puente/se menean cuando paso". Porque
los que se van a menear, y tela, son los cimientos de Triana, como Espadas
perpetre contra el Arrabal y Guarda esas dos mamarrachás zoidescas que gracias
a Dios no se llevaron a término. Y si quieren ocuparse de Triana, que se
preocupen de la Velá. Que los trianeros tradicionales y clásicos andan
alarmados porque a la fecha que estamos ven a la Velá municipalmente más parada
que el famoso avión de mármol de Paco Gandía.
Queridos compañeros, Juan Miguel Vega.
NADIE debería extrañarle que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, le
haya dicho sí a Juan Espadas a las primeras de cambio en relación con los
mismos asuntos a los que estuvo diciendo no durante los cuatro años de Juan
Ignacio Zoido. ¿Qué ha cambiado para que la presidenta cambie
de opinión? Muy sencillo: el alcalde. Más sencillo todavía, el partido del alcalde, que ahora es el mismo que el suyo. Podría
haber otra razón, pero no la hay.
Al ciudadano de la calle,
que trata de manejarse por la vida con la brújula del sentido común, le cuesta
entender que estas cosas sucedan. Sin embargo, a pesar de que en cierto modo
contradigan a la lógica y hasta ofendan a la moral, forman parte de las reglas
del juego de la política; reglas
que no tenemos más remedio que aceptar como uno más de los innumerables males
menores que incorpora en su oferta indivisible el sistema
político denominado democracia y que, a pesar de los pesares, pasa
por ser el menos malo de todos.
Mucho más chocante que el
drástico cambio de parecer de Susana Díaz resulta el operado en el talante del
alcalde de Málaga con respecto a su colega hispalense. Todo lo que en Francisco de la Torre eran desplantes y pegas hacia las
propuestas planteadas para Sevilla por su colega y correligionario Zoido son
ahora ofrecimientos de colaboración y disposición absoluta a
establecer un 'eje común' para su colega, aunque adversario, Espadas. La pregunta es qué demonios lo ha propiciado.
A este respecto no cabe menos que acordarse de
aquella sentencia de Adenauer, según la cual en
política existen enemigos, enemigos mortales y compañeros de partido. Algo de eso late en el automatismo de las
metamorfosis operadas en la trianera Susana y el malagueño Paco. Zoido
era un político emergente, tenía cierto carisma y el crédito de un triunfo
electoral abrumador e histórico en Sevilla; por eso fue el elegido para liderar
el partido en Andalucía tras la amarga e insuficiente victoria de 2012. Espadas, sin embargo, es un político de perfil bajo y escaso carisma que
además gobierna en precario. Aparentemente, no es un peligro para nadie. Mas,
si empezaran a salirle las cosas bien, lograra ganarse el favor de la gente y
ello le llevara a arrasar en las próximas elecciones, ¿seguirán diciéndole sí todos los que ahora se lo dicen?
Mucho me temo que no.
Intramuros@hotmail.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate para poner comentarios.
Los comentarios solo se podrán poner durante unos días...