jueves, 9 de julio de 2015

Declaraciones como testigo en el juzgado. Emerita acusa a la adjudicataria de 'chantajearla' en el concurso minero + Prisas y negocio por J. Caro Romero. = lo de siempre, los junteros siguen ERE que ERE ¿todo por la pasta? Lo evidente y esta es la clave: El relanzamiento de la industria minera es supuestamente un objetivo estratégico del nuevo Gobierno andaluz. Tanto como lo fueron antaño las ayudas al empleo, la promoción de empresas emergentes o las políticas de formación. Y ahí están los ERE, Invercaria y los avales de IDEA o el fraude de los cursos. López Magdaleno 'no tenía ni idea de minería, sólo quería dinero', dice la perjudicada

  •  López Magdaleno 'no tenía ni idea de minería, sólo quería dinero', dice la perjudicada
  •  Los denunciantes insisten ante la juez en que la adjudicación a Magtel estuvo amañada

 Vista general de la mina de Aznalcóllar.

Prisas y negocio

 J. CARO ROMERO



Ya habíamos alertado aquí mismo hace un año y tres meses de la gravedad de las palabras de la presidenta de la Junta sobre la reapertura de la mina de Aznalcóllar. «Una salida inmediata al mercado laboral no puede verse interrumpida por un problema de formalismos», proclamaba Susana Díaz allá por el mes de marzo de 2014. El proyecto minero se reducía entonces a un conflicto político al haber decretado la Junta por su cuenta y riesgo la reapertura de la explotación de Aznalcóllar sin atenerse a las competencias que en esta materia ostenta el Gobierno de la Nación. Aquello provocó un recurso ante el Tribunal Constitucional por parte del Ejecutivo de Rajoy y Susana Díaz se quejaba de que el reinicio de la actividad minera pudiese quedar bloqueado por una cuestión de «formalismos». Al final, el conflicto político se solventó a partir de un acuerdo entre las dos administraciones que derivó en la retirada del recurso interpuesto por el Gobierno ante el Constitucional.

Pero aquel aviso no fue suficiente para que la Junta tomara conciencia de que la precipitación y las prisas por abanderar y rentabilizar políticamente el proyecto no podían ser buenas consejeras, por mucho empleo que pudiese haber en juego. Al contrario, el primer resbalón corregido a partir de la intervención del Gobierno dio paso a otra carrera, al parecer -a tenor de lo que ahora se va conociendo- más desenfrenada e interesada todavía: la de la adjudicación de la empresa que debía explotar el yacimiento de Aznalcóllar. Menos de un año después, en febrero del presente 2015, ya estaba entregada la mina a Magtel, un grupo empresarial que, según se ha denunciado ahora en los juzgados, llegaba a presumir de sus contactos en la Junta. Precisamente, la juez que instruye esas denuncias ya ha apuntado que la adjudicación pudo haberse llevado a cabo «sin el más mínimo rigor». Finales de febrero, a tiempo para rentabilizar el anuncio de reapertura del yacimiento en la campaña electoral de las autonómicas que tendrían lugar justo un mes después. Un empresario cercano y el momento político más oportuno y rentable. La ecuación perfecta que bien podría resumir toda una estrategia de adjudicaciones públicas de la Junta de Andalucía durante los últimos treinta años.

Relanzar la minería es un objetivo como lo fueron las ayudas al empleo o la formación

En Aznalcóllar estábamos y seguimos 'entretenidos' cuando la Justicia acaba de sentenciar que el Gobierno andaluz también incumplió las normas vigentes cuando decretó en 2009 la reapertura de otra mina, la de Cobre las Cruces. No hay que hilar mucho para llegar a la conclusión de que toda la política de minas de la Junta de los últimos años queda seriamente tocada y en entredicho con estos dos fiascos mayúsculos.

Tras el último Consejo de Gobierno, al titular de Empleo, Sánchez Maldonado, le preguntaron precisamente si consideraba que con el último revés judicial quedaba en evidencia una chapuza en materia minera. «Eso tendría que preguntárselo a quienes estaban antes y tomaron aquella decisión», vino a decir, como si acabase de llegar de otra galaxia.

Y tal vez ahí esté la clave. El relanzamiento de la industria minera es supuestamente un objetivo estratégico del nuevo Gobierno andaluz. Tanto como lo fueron antaño las ayudas al empleo, la promoción de empresas emergentes o las políticas de formación. Y ahí están los ERE, Invercaria y los avales de IDEA o el fraude de los cursos.

Prisas, amiguetes y negocio político. La autonomía andaluza no ha tenido nunca un gran proyecto colectivo que trascienda del inmediato interés electoralista y del provecho clientelar. Todo han sido prisas y, por el camino, mucha mano peluda. Por eso luego, cuando se le piden cuentas al responsable de turno, siempre sale alguien con eso de 'pregúntele al que estaba antes'. Como si no lo conociera de toda la vida.

  

 Declaraciones como testigo en el juzgado

Emerita acusa a la adjudicataria de 'chantajearla' en el concurso minero
  •  López Magdaleno 'no tenía ni idea de minería, sólo quería dinero', dice la perjudicada
  •  Los denunciantes insisten ante la juez en que la adjudicación a Magtel estuvo amañada

 Vista general de la mina de Aznalcóllar.

El concurso convocado por la Junta de Andalucía para la adjudicación de los derechos mineros de Aznalcóllar fue amañado. Así de contundentes se han mostrado este miércoles el presidente y un técnico de Emerita Resources, Joaquín Merino e Ismael Rodríguez, en sus declaraciones ante la juez que investiga las irregularidades en el procedimiento, a la que han explicado que Magtel -la empresa adjudicataria a través de su filial, Minorbis- trató de hacerles "chantaje" valiéndose de sus relaciones privilegiadas con altos cargos de la Administración andaluza.

A lo largo de las más de dos horas en las que estos dos testigos han prestado testimonio en el Juzgado de Instrucción 3 de Sevilla, han coincidido en que el proyecto ganador, el de Magtel, no sólo era peor que el suyo, sino además, y esto es lo más grave, "inviable". Y ello a pesar de que, como han reiterado ante la magistrada Patricia Fernández, la propuesta de Minorbis contenía extractos literalmente plagiados de la de Emerita, algo que ya detectó la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional en su último atestado, en el que señaló como responsable del plagio a la consultora Ayesa, que trabajó para los dos partes hasta que rompió con Emerita.

El presidente de Emerita ha destacado, a preguntas de la fiscal, que los técnicos de la Junta que evaluaron los proyectos no sólo carecían de la formación y los conocimientos necesarios, sino que actuaron con "mala intención" y con el único objetivo de perjudicar a su empresa y favorecer a la que finalmente resultó adjudicataria, el grupo Magtel, vinculado a ex altos cargos del gobierno andaluz e investigada, por ello, por tráfico de influencias.

Merino ha contado cómo en una reunión con el presidente de Minorbis, Mario López Magdaleno, éste se jactó de sus vínculos con la Junta y le ofreció participar juntos en el concurso a cambio de "un porcentaje" y sólo por usar sus contactos. Ante su negativa, añadió el responsable de Emerita, López Magdaleno anunció que alguien de la Junta llamaría al marcharse y así sucedió. Cinco minutos después de abandonar la sede de Emerita, en la Plaza Nueva, se recibió la llamada del secretario general de Industria, Vicente Fernández, para interesarse por el proyecto.

En aquella reunión estaba también el técnico de Emerita Ismael Rodríguez, que ha ratificado punto por punto lo relatado por Merino y ha añadido que la advertencia del dueño de Magtel fue un "chantaje" en toda regla. Asimismo, ha puesto de manifiesto que López Magdaleno "no tenía ni idea de minería" y que "sólo tenía interés por el dinero".


@Chemarrodriguez

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