Aznalcóllar no es la excepción, es el ejemplo. Un
ejemplo que refleja las prácticas habituales, tanto en el
viejo régimen de los cuatro golfos inmolados en el altar del Supremo amigo,
como en el nuevo tiempo de ‘’estapresidenta’’, que aprendió de y amparó a sus
padrinos políticos hasta antesdeayer. Las prácticas son las mismas antes y ahora. Nada ha cambiado.
No hay
adjudicación de contrato, servicio, subvención, concierto o empleo público en Andalucía que no responda a
los intereses de la casta del partido
gobernante desde hace casi 40 años. Susana Díaz lo sabe. Gracias a ello ha llegado a presidir el gobierno de esta
Comunidad. De ello depende el mantenimiento ‘’ad eternis’’ del régimen
advenido, hEREdero del antiguo, y que presenta como características propias una
mayor insolencia, osadía y temeridad en la acción, revestida de más demagogia,
cinismo y petulancia en las formas.
Les recuerdo aseveraciones
grandilocuentes del nuevo estilo verbal instaurado en el Gobierno de Andalucía
desde finales de 2013….
- ¡Pongo la
mano en el fuego por Chaves y Griñán!
-
¡Voy a ser implacable con la corrupción!
- ¡Quien la
hace la paga!
-
¡Recuperaremos hasta el último euro!
- ¡Aznalcóllar
es una pelea entre empresas!
En poco más de un
año, todas han sido contundentemente
desmentidas por Tribunales de Justicia de todas las instancias, además de por
la Cámara de Cuentas, la Policía, la Guardia Civil, la Unión Europea, la Intervención General de la Junta y del
Estado, medios de comunicación, sindicatos de funcionarios, empresarios,
abogados, víctimas y delincuentes, etc., etc., etc.
Andalucía
no tiene futuro
Por esta razón y otras miles de similar naturaleza, todas
relacionadas con el mítico refrán ‘’la avaricia rompe el
saco’’, Andalucía no tiene futuro. Salvo
que empecemos a considerar que el futuro de Andalucía sólo pertenece a los
hijos predilectos del régimen. El gobierno de Susana Díaz, como antes el de José Antonio
Griñán, como antes el de Manuel Chaves, no tiene más objetivo que alimentar a
los SUYOS para que éstos, en masa abducida, mantengan los privilegios de los nuevos señores
feudales del reino. Los SUYOS son las
familias de los 500.000 trabajadores eventuales agrarios, especialmente de los
130.000 que creen cobrar las migajas del subsidio básico gracias al socialismo
redentor de obreros. Los SUYOS
son
las 30.000 familias de los enchufados en
la Administración paralela, -entre ellos y especialmente los 2.000 trabajadores de Canal
Sur, grupo PRISA y demás medios locales sustentados con el presupuesto que
sufragan todos los andaluces-. Los SUYOS son las familias de los 20.000 funcionarios y
laborales incrustados en la Junta de Andalucía,
en las administraciones locales y en las universidades de la mano del
partido, el sindicato y organizaciones afines. Los SUYOS son las
10.000 familias seleccionadas en los EREs y cursos de formación fraudulentos.
Los SUYOS son,
aproximadamente, los 9.000 liberados sindicales y representantes empresariales
que pululan por el universo laboral
recibiendo graciosamente subvenciones y ayudas a cambio de captar clientes para
la mayor empresa de la Comunidad. Los SUYOS suman en torno a millón y medio de
andaluces, según los votos obtenidos en las elecciones de marzo.
Pero …. ¿y los OTROS? ¿Qué será del futuro de los 7 millones de hijos e hijas de
Andalucía que no cuentan para el nuevo gobierno de Susana Díaz?
Aznalcóllar y el
nuevo tiempo de Susana Díaz, por Mara
Mago.
Aznalcóllar no es la excepción, es el ejemplo. Un
ejemplo que refleja las prácticas habituales, tanto en el viejo régimen de los
cuatro golfos inmolados en el altar del Supremo amigo, como en el nuevo tiempo
de ‘’estapresidenta’’, que aprendió de y amparó a sus padrinos políticos hasta
antesdeayer. Las prácticas son las mismas
antes y ahora. Nada ha cambiado. No hay adjudicación de contrato,
servicio, subvención, concierto o empleo
público en Andalucía que no responda a los
intereses de la casta del partido gobernante desde hace casi 40 años.
Susana Díaz lo sabe. Gracias a ello ha llegado
a presidir el gobierno de esta Comunidad. De ello depende el mantenimiento ‘’ad
eternis’’ del régimen advenido, hEREdero del antiguo, y que presenta como
características propias una mayor insolencia, osadía y temeridad en la acción,
revestida de más demagogia, cinismo y petulancia en las formas.
Les recuerdo aseveraciones
grandilocuentes del nuevo estilo verbal instaurado en el Gobierno de Andalucía
desde finales de 2013….
- ¡Pongo la
mano en el fuego por Chaves y Griñán!
-
¡Voy a ser implacable con la corrupción!
- ¡Quien la
hace la paga!
-
¡Recuperaremos hasta el último euro!
- ¡Aznalcóllar
es una pelea entre empresas!
En poco más de un
año, todas han sido contundentemente
desmentidas por Tribunales de Justicia de todas las instancias, además de por
la Cámara de Cuentas, la Policía, la Guardia Civil, la Unión Europea, la Intervención General de la Junta y del
Estado, medios de comunicación, sindicatos de funcionarios, empresarios,
abogados, víctimas y delincuentes, etc., etc., etc.
No cabe mayor desautorización para el
máximo responsable de una colectividad que sus palabras, no sólo sean puestas
en entredicho día tras día por la ciudadanía, si no que sean desmentidas
reiteradamente, con hechos y sentencias probatorias, por todos los órganos que
ostentan la mayor representatividad en cuanto a poder y legitimidad en esa
comunidad.
El más reciente episodio de este acontecer diario en el submundo
Andalucía ha derivado de la polémica
adjudicación de los derechos de explotación de la mina de Aznalcóllar,
en Huelva. Esta semana se ha conocido que la Unidad de Delincuencia Económica y
Fiscal de la Policía Nacional –UDEF- acusa a la Junta de ‘’amañar el
concurso’’, ‘’vulnerando el procedimiento legal’’, para ‘’aplicando la discrecionalidad’’ poder
elegir a un ‘’ganador predeterminado’’.
Después de un mes de pesquisas, la Policía ha finalizado su
investigación por presunto
fraude y prevaricación con 15 detenidos, entre los que figuran altos cargos del
Ejecutivo, técnicos y dos de los
empresarios ganadores de la
convocatoria, que ejercieron como intermediarios y comisionistas finales.
La juez que instruye este nuevo caso de corrupción
política en Andalucía ha censurado que el concurso ‘’careció del más mínimo
rigor’’.
Pues bien, reafirmo, de similar manera como ha acontecido en
la adjudicación de la mina de Aznalcóllar durante la nueva era ‘’Susánida’’,
-o, sea, ‘’con absoluta falta de rigor’’-, los amigos y testaferros del
régimen resultarán beneficiarios en toda
distribución del presupuesto público andaluz, mientras Ciudadanos, ese partido
que venía a renovar el panorama político español, mantenga su apoyo a un
sistema caduco y corrupto hasta la médula. Y ello ocurrirá porque hay mucha gente que forma parte de
este entramado mafioso y mucho beneficio a repartir. De manera directa, y salvo singularidades, la distribución
será, un suponer, la siguiente:
1.- Una parte del beneficio para el partido
2.- Otra parte del beneficio para los arriba firmantes
3.- Otra parte del beneficio para los comisionistas.
4.- Otra parte del beneficio para la empresa, organización o persona
receptora
5.- Otra parte del beneficio para los que pagarían el pato,
llegado el caso.
6.- Otra parte del beneficio para hacedores de opinión
pública, justicia y seguridad.
Debido a este exceso de beneficiarios en el
reparto final de todo pastel elaborado con fondos públicos, el presupuesto de
todo gran proyecto acaba duplicado,
cuadriplicado o sextuplicado. O, como ha
ocurrido en la última legislatura,
directamente financiado por entidades bancarias a las que durante décadas
pagaremos intereses fuera de todo control. La famosa fórmula
público-privada puesta de moda por el primer gobierno de Susana Díaz.
El maná incesante de los fondos europeos desbocó sin límite
la avaricia de los gobernantes sureños y de los buitres financieros que los
manipulan. Pero, después
de siete años de crisis, tanta
mamandurria ha consumido el erario público
a ritmo vertiginoso, hasta el punto de agotar el manantial y provocar un
agujero que, oficialmente
reconocido, asciende a un año de
ejecución presupuestaria. Es decir, el gobierno
andaluz no podría invertir ni un euro durante todo un año si decidiera o se
viera obligado a subsanar su déficit financiero –más de 20.000 millones de euros- y con
sus acreedores –hasta 10.000 millones, aproximadamente-. Una deuda, por cierto,
que nos obliga a pagar en torno a 10 millones de euros en intereses diarios
durante este 2015. Este agujero sería infinito
si la Unión Europea decidiera alguna vez exigir la devolución de los miles de
millones que ha enviado a esta parte del continente para subsanar su mal
endémico, el paro, y que han sido
malversados o desviados a objetivos muy alejados del interés general.
Andalucía
no tiene futuro
Por esta razón y otras miles de similar naturaleza, todas
relacionadas con el mítico refrán ‘’la avaricia rompe el
saco’’, Andalucía no tiene futuro. Salvo
que empecemos a considerar que el futuro de Andalucía sólo pertenece a los
hijos predilectos del régimen. El gobierno de Susana Díaz, como antes el de José Antonio
Griñán, como antes el de Manuel Chaves, no tiene más objetivo que alimentar a
los SUYOS para que éstos, en masa abducida, mantengan los privilegios de los nuevos señores feudales
del reino. Los SUYOS son las familias de
los 500.000 trabajadores eventuales agrarios, especialmente de los 130.000 que
creen cobrar las migajas del subsidio básico gracias al socialismo redentor de
obreros. Los SUYOS son las 30.000 familias de los enchufados en la
Administración paralela, -entre ellos y especialmente los 2.000 trabajadores de Canal
Sur, grupo PRISA y demás medios locales sustentados con el presupuesto que
sufragan todos los andaluces-. Los SUYOS son las familias de los 20.000 funcionarios y
laborales incrustados en la Junta de Andalucía,
en las administraciones locales y en las universidades de la mano del
partido, el sindicato y organizaciones afines. Los SUYOS son las
10.000 familias seleccionadas en los EREs y cursos de formación fraudulentos.
Los SUYOS son,
aproximadamente, los 9.000 liberados sindicales y representantes empresariales
que pululan por el universo laboral
recibiendo graciosamente subvenciones y ayudas a cambio de captar clientes para
la mayor empresa de la Comunidad. Los SUYOS suman en torno a millón y medio de
andaluces, según los votos obtenidos en las elecciones de marzo.
Pero …. ¿y los OTROS? ¿Qué será del futuro de los 7 millones de hijos e hijas de
Andalucía que no cuentan para el nuevo gobierno de Susana Díaz?
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