miércoles, 3 de junio de 2015

Recomendado. Ocurrencias pedagógicas por Gonzalo Guigarro = La Andalucía imposible, sigue su curso: Andalucía remediará los desastrosos resultados detrayendo horas a las materias importantes. Los hechos siguen hablando, así son los “gogernantes junteros” = ¡¡¡¡¡ Dios mío en manos de quien estamos!!!

Las últimas ocurrencias de la Consejería de Educación andaluza parecen claramente orientadas a impedir que los alumnos puedan aprender conocimientos útiles que les permitan ganarse la vida honradamente en el futuro. En lo que la Consejería de Educación parece estar más interesada es en forzar la aceptación de ciertos caprichos ideológicos. Veamos esas ocurrencias....



......En resumidas cuentas, a los responsables políticos de la enseñanza en Andalucía los desastrosos resultados de su gestión parecen tenerles completamente sin cuidado. Por lo que se ve, consideran que las altísimas tasas de paro juvenil, abandono escolar temprano y fracaso educativo que padece Andalucía se remediarán detrayendo horas lectivas dedicadas a las materias importantes para adjudicárselas a optativas de más que dudosa utilidad y concediendo absurdos privilegios a los menores inconformes con el sexo que la naturaleza les ha otorgado. No es de extrañar que un reciente informe de la OCDE haya señalado la vaciedad de algunas titulaciones universitarias en nuestro país.





Ocurrencias pedagógicas
GONZALO GUIJARRO

Andalucía remediará los desastrosos resultados detrayendo horas a las materias importantes


Las últimas ocurrencias de la Consejería de Educación andaluza parecen claramente orientadas a impedir que los alumnos puedan aprender conocimientos útiles que les permitan ganarse la vida honradamente en el futuro. En lo que la Consejería de Educación parece estar más interesada es en forzar la aceptación de ciertos caprichos ideológicos. Veamos esas ocurrencias.

La primera de ellas ha sido reducir en un 25% por ciento el número de horas lectivas de las cuatro asignaturas troncales de primero en todas las opciones del bachillerato, pero manteniendo intactos los contenidos de esas asignaturas, que son precisamente las más importantes de cara al examen de reválida de segundo de Bachillerato. Para que se hagan una idea, en la opción de Ciencias, esas asignaturas son Física, Biología Dibujo Técnico e Historia de Mundo Contemporáneo, que pasan de cuatro a tres horas semanales. Con ello, se empeoran claramente las posibilidades de que los alumnos adquieran los conocimientos necesarios para superar la reválida, que es la misma para todas las comunidades autónomas.

Esta ocurrencia resulta especialmente grave si tenemos en cuenta que, según el informe Skills Outlook 2015, un 10% de los españoles recién titulados en la Universidad tienen problemas de comprensión lectora y un 14% serias dificultades en cálculo numérico. En cuanto al manejo profesional de las herramientas informáticas, según el último estudio de la OCDE, nuestros jóvenes universitarios también están a la cola del mundo desarrollado. Así las cosas, tal vez se pregunten ustedes a qué se van a dedicar las cuatro horas detraídas de las asignaturas fundamentales; pues, por ejemplo, a asignarle cuatro horas semanales a una optativa llamada Patrimonio Cultural Andaluz, que sin duda resulta imprescindible en cualquier campo profesional, sobre todo en un mundo globalizado.

Andalucía remediará los desastrosos resultados detrayendo horas a las materias importantes

La segunda ocurrencia tiene que ver con la transexualidad de los menores. La Consejería ha legislado que, si un niño decide que quiere ser una niña o a la inversa, toda la comunidad escolar tiene que aceptarlo, aunque al curso siguiente la criatura pueda cambiar de opinión. Esa aceptación forzosa implica, entre otras cosas, que todos, profesores, alumnos y personal no docente llamen al crío o cría transexual por el nombre que él o ella escoja, que será también el que se anote en sus boletines de calificación y demás documentos académicos, al margen de lo que conste en el Registro Civil, y que el alumno o alumna transexual podrá usar para sus cotidianas evacuaciones y cambios de indumentaria los retretes y vestuarios que más apropiados le parezcan, al margen de lo que su dotación genética aconseje y de la posible disconformidad de sus compañeros y compañeras, que no sin razón podrían sentirse víctimas de un abuso. Es más, según el BOJA, esa posible disconformidad deberá ser erradicada, ya que, según la Consejería, supone un intolerable comportamiento transfóbico.

Ante semejante cúmulo de dislates, se me ocurre señalar algunas cosillas. Me parece estupendo que cada cual viva su sexualidad como mejor le parezca, siempre que no pretenda imponérsela a los demás. Pero que yo sepa los casos de menores empeñados en ser de otro sexo que el que la naturaleza les ha otorgado pueden contarse con los dedos de una mano, y no parece muy sensato anteponer en la legislación los deseos de una ínfima minoría a lo que la propia naturaleza aconseja y una apabullante mayoría acepta. La defensa de la integridad física y moral de esos menores ya está suficientemente defendida en la legislación general, al igual que la de los demás, y toda supuesta discriminación positiva siempre oculta un privilegio.

Por otra parte, dado que esta normativa afecta no sólo a los centros de Secundaria, sino también a los de Primaria, uno se pregunta si tiene algún sentido atender a elecciones sexuales de críos que todavía no han alcanzado ni de lejos la pubertad. Y, por último, me atrevo a pronosticar que, en los centros de Secundaria, esta normativa será aprovechada por los alumnos y alumnas más oportunistas para lo que cualquiera puede imaginar. Bueno, cualquiera menos los pedagogos de la Consejería.

En resumidas cuentas, a los responsables políticos de la enseñanza en Andalucía los desastrosos resultados de su gestión parecen tenerles completamente sin cuidado. Por lo que se ve, consideran que las altísimas tasas de paro juvenil, abandono escolar temprano y fracaso educativo que padece Andalucía se remediarán detrayendo horas lectivas dedicadas a las materias importantes para adjudicárselas a optativas de más que dudosa utilidad y concediendo absurdos privilegios a los menores inconformes con el sexo que la naturaleza les ha otorgado. No es de extrañar que un reciente informe de la OCDE haya señalado la vaciedad de algunas titulaciones universitarias en nuestro país.


* Gonzalo Guijarro es profesor de Enseñanza Secundaria jubilado y escritor.




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