Ciudadanos ha muerto para todos los que hemos luchado durante años contra un régimen instaurado por el PSOE a partir de su primera victoria en las elecciones municipales de 1979 y, sobre todo, desde su triunfo en las elecciones autonómicas de 1982, triunfo que dura y dura y dura, con muletas ocasionales como el Partido Andalucista (hundido), Izquierda Unida (hundida) y finalmente y desde ayer, 80 días después de las elecciones anticipadas del 22 de marzo, Ciudadanos. Albert Rivera prometió a los andaluces regeneración, fin del bipartidismo, principio de cambio económico y social, limpieza y transparencia. La realidad se ha impuesto y sus votantes, todos ellos desencantados por los comportamientos del PSOE y el PP, sobre todo el PSOE en Andalucía, han sido burlados. Esto no ha sido un cambio, sino un cambiazo, tan cutre como el de los viejos trileros de la calle Sierpes de Sevilla.
No sabemos por qué Ciudadanos se ha jugado su futuro en Andalucía y en el resto de España con esta aventura amoral y suicida.
Por tanto, Albert Rivera ha decidido perpetuar el régimen andaluz sin obtener nada a cambio para los ciudadanos andaluces que en la cantidad de un 62% dijeron NO a un gobierno socialista. Eso, los votantes que han visto como C´s era la llave pero de la puerta que lleva al régimen. Con la abstención, serían muchos más. Que Dios y el PSOE se lo paguen y que las urnas andaluzas y nacionales se lo demanden por los siglos de los siglos. Amén.
Albert Rivera
regala a los andaluces la vuelta al régimen socialista en 80 días
Ciudadanos ha muerto para todos los que hemos luchado durante años
contra un régimen instaurado por el PSOE a partir de su primera victoria en las
elecciones municipales de 1979 y, sobre todo, desde su triunfo en las
elecciones autonómicas de 1982, triunfo que dura y dura y dura, con muletas
ocasionales como el Partido Andalucista (hundido), Izquierda Unida (hundida) y finalmente y
desde ayer, 80 días después de las elecciones anticipadas del 22 de marzo, Ciudadanos.
Albert Rivera prometió a los andaluces regeneración, fin del bipartidismo,
principio de cambio económico y social, limpieza y transparencia. La realidad
se ha impuesto y sus votantes, todos
ellos desencantados por los comportamientos del PSOE y el PP, sobre todo el
PSOE en Andalucía, han sido burlados. Esto no ha sido un cambio, sino un cambiazo, tan cutre
como el de los viejos trileros de la calle Sierpes de Sevilla.
No sabemos por qué Ciudadanos se
ha jugado su futuro en Andalucía y en el resto de España con esta aventura
amoral y suicida. Amoral porque no ha
sido respetuoso ni con sus principios ni con sus votantes ni con la idea de una
"tercera" España abierta surgida de la sociedad civil, de la libertad
y de la decencia. Tal vez haya pensado que unas nuevas elecciones andaluzas le
perjudicaban seriamente ante la caída vertiginosa de sus votos a causa de sus
coqueteos con el régimen y la imagen inquietante de su jefe andaluz, Juan
Marín, al que ha habido que limpiarle las babas algunas veces por su
desbordamiento incontenido ante la posibilidad de ser el auxiliador del PSOE de
Susana Díaz.
Cabe la posibilidad de que haya estructurado a nivel
nacional su estrategia de apoyos de modo que finalmente emergiera una imagen de
centralidad, equidistancia, mejor dicho, entre los dos partidos que componen el
hasta ahora bipartidismo español. Por eso, en Madrid se hace una cosa, o en
Valencia. En Andalucía, la contraria,
pasando por favorecer indirectamente a Podemos y ya iremos viendo si
finalmente logra el "fifty-fifty" en la tensión PP-PSOE. De este modo, sienta las bases, no de una tercera España ni de una reforma limpia de la
democracia española, sino de un partido
bisagra carente deescrúpulos y principios donde a no mucho tardar empezarán a salir a la superficie las protestas
y la amargura de sus votantes por la imposición de este acuerdo que entrega al
PSOE andaluz la Junta de Andalucía casi sin control y a Susana Díaz la llave de
Ferraz.
O tal vez se haya acojonado tras las presiones y amenazas de
Susana Díaz y los viejos y astutos zorros del régimen que les han advertido que
podían presentarlos como desestabilizadores políticos. O tal vez hayan cambiado
muchos más cromos a escala nacional de lo que nos suponemos.
El caso es que, visto a vuela pluma los documentos que dicen han
firmado sus segundos -ni Susana Díaz ni Juan Marín han firmado nada -,
Ciudadadanos ha entregado un cheque en blanco a Susana Díaz. Haré un
resumen, no importa el orden: ni una
palabra sobre Canal Sur, su estructura y su dirección; ni una palabra sobre la
libertad de comunicación(libertad de radios y televisiones privadas); ni una
palabra sobre la publicidad institucional; ni una palabra sobre lal
gigantesca administración paralela ni sobre la reforma de la administración; ni una palabra sobre el impuesto de sucesiones y
donaciones; ni una concreción sobre la política de contrataciones y
subvenciones; ni una petición de explicación sobre el hundimiento de las cajas
de ahorros andaluzas; ni una petición de explicación sobre los planes de
concertación y sus millones para empresarios y sindicatos "de clase"
desde los últimos 15 años con resultado cero en empleo; ni una exigencia sobre
Chaves ni Griñán ni los demás altos cargos; ni una palabra sobre los casos de
corrupción pendientes en los tribunales ni una petición de auditoría necesaria en
casos en los que la Cámara de Cuentas ha encontrado irregularidades; ni una
exigencia sobre los miles de puestos de libre designación; ni una exigencia
sobre el enchufismo que sacó a más de 30.000 empleados públicos a la calle; ni una
palabra sobre comisiones de investigación, ni una palabra sobre la sociedad
civil, ni una reflexión sobre el hecho e que 33 años después de 1982 Andalucía
siga a la cola de España y Europa en bienestar; ni una palabra sobre el
sectarismo y el control de la educación pública; ni una mención a la necesaria
reforma de la sanidad andaluza....
O sea, ni una palabra ni una exigencia ni una reflexión
sobre la toxicidad democrática de un régimen edificado al margen de la
legalidad - por poner dos ejemplos, digamos que desde 1982 a 1990 no hubo ni
una oposición a la función pública o que los orígenes de Canal Sur fueron el
dedo socialista puro y duro y asi sigue-, cuya dimensión y peso en la economía
andaluza es el principal obstáculo para el desarrollo andaluz y cuyo poder ha
impedido la alternancia democrática, la regla de oro de la democracia. Esto es, Ciudadanos ha contribuido a la perpetuación del régimen
socialista sin posibilidad alguna siquiera de reformarlo.
De hecho, si mantiene su palabra de no participar en el gobierno,
que ya veremos, la tarea de controlar a Susana Díaz será imposible. Primero, porque aceptó entregarle el gobierno
del Parlamento dañando al PP andaluz y permitiendo un control casi absoluto de
la Mesa que decide plenos, comisiones, comparecencias y demás procesos de la
vida parlamentaria. Segundo, porque nunca tendrá conocimiento, de no estar en
el gobierno, de las actividades del nuevo ejecutivo de Susana Díaz. Aun estando
le sería difícil, pero sin estar será imposible.
Por tanto, Albert
Rivera ha decidido perpetuar el régimen andaluz sin obtener nada a cambio para
los ciudadanos andaluces que en la cantidad de un 62% dijeron NO a un gobierno
socialista. Eso, los votantes que han
visto como C´s era la llave pero de la puerta que lleva al régimen. Con la abstención, serían muchos más. Que Dios y el PSOE se lo
paguen y que las urnas andaluzas y
nacionales se lo demanden por los siglos de los siglos. Amén.
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