ANÁLISIS. Los pactos, en Andalucía ¿Por qué sí en Cádiz y no en la Junta? = Ni agua sólo para el PP, el enemigo al que sueña con matar de inanición.

¿POR QUÉ Podemos no pacta con el PSOE en la Junta y sí en el Ayuntamiento de Cádiz?

En definitiva, toreando desde los salones del Palacio de San Telmo, Díaz está haciendo una demostración su mayor virtud política: manejarse como pez en el agua hasta sacar el mayor provecho partidario en mapas especialmente complicados. Vale para el roto con Albert Rivera en la Junta y para el descosido en Cádiz a Pablo Iglesias. Ni agua sólo para el PP, el enemigo al que sueña con matar de inanición. Ahora bien, los ex socios de Izquierda Unida saben mejor que nadie lo dañino que puede ser ponerse a la vera de la líder del PSOE andaluz y de sus ambiciones. Salir en la foto no le saldrá gratis a 'Kichi'.

http://www.elmundo.es/andalucia/2015/06/12/557abc7d268e3ede638b4586.html

ANÁLISIS. Los pactos, en Andalucía ¿Por qué sí en Cádiz y no en la Junta? 

¿POR QUÉ Podemos no pacta con el PSOE en la Junta y sí en el Ayuntamiento de Cádiz? La pregunta se la formula esta mañana media España, como si pudiera hacerse tabula rasa en los acuerdos de gobierno sin ni siquiera diferenciar entre las esferas local y autonómica. Andalucía es mucho más compleja políticamente de lo que se atisba desde Madrid, y ésa es una de las claves que explican el respaldo socialista a que el novio de Teresa Rodríguez (la líder andaluza de Podemos que volvió a votar en contra de que Susana Díaz siga como presidenta de la Junta hasta 2019) releve desde el sábado a la 'popular' Teófila Martínez al frente del Ayuntamiento de Cádiz.

Si hubieran fructificado las cortísimas conversaciones mantenidas entre el PSOE y el PP, si la contraparte hubiera atendido el teléfono y el grupo parlamentario liderado por el opositor Juan Manuel Moreno Bonilla hubiera acabado posibilitando la investidura de la líder socialista con su abstención, el escenario habría sido otro bien distinto. Igualmente, si el Partido Popular hubiera propuesto para el sillón de alcalde a otro concejal electo en lugar de a la dirigente que ha ostentando la vara de mando durante las dos últimas décadas, el PSOE de Cádiz habría tenido mucho más complicado justificar su apoyo a José María González 'Kichi'.

Pero al seducir Susana Díaz a Albert Rivera hasta más allá de lo razonable (pasar de la abstención al sí con Chaves aún en su escaño es muy 'heavy'), el escenario municipal se ha aclarado enormemente: desde ayer por la tarde, la política de pactos socialista en Andalucía se resume en hacer el máximo daño institucional posible al PP. De reivindicar la 'centralidad', el PSOE andaluz pasa a 'centrarse' en desalojar a los 'populares' de cuantas más alcaldías importantes mejor, ya sea con Podemos, C's, IU, independientes o con sectas diabólicas si fuera necesario. Barra libre para cerrar bi-, tri- o cuatripartitos. Y si eso implica alegrarle la mañana al compañero sentimental de Teresa Rodríguez, a la cual la presidenta de la Junta no prodiga el menor cariño (basta ver la gelidez con que la saludó en el Parlamento nada más ser investida), pues que se alegren, que el PSOE también festeja ahondar en la mayúscula crisis económica del PP andaluz, al que se le multiplican exponencialmente los recolocables.

En definitiva, toreando desde los salones del Palacio de San Telmo, Díaz está haciendo una demostración su mayor virtud política: manejarse como pez en el agua hasta sacar el mayor provecho partidario en mapas especialmente complicados. Vale para el roto con Albert Rivera en la Junta y para el descosido en Cádiz a Pablo Iglesias. Ni agua sólo para el PP, el enemigo al que sueña con matar de inanición. Ahora bien, los ex socios de Izquierda Unida saben mejor que nadie lo dañino que puede ser ponerse a la vera de la líder del PSOE andaluz y de sus ambiciones. Salir en la foto no le saldrá gratis a 'Kichi'.