ANDALUCÍA. Para la
investidura como presidenta de la JuntaLa dirección nacional de Podemos toma el
control de las negociaciones con Susana Díaz en Andalucía
- El secretario de Organización, Sergio Pascual, forma parte del equipo para ese diálogo
- Con él estará una persona de confianza de Teresa Rodríguez, pero sin cargo alguno
- Ninguno de los 15 diputados estará al frente de las conversaciones con el PSOE
Camino a la casta; Con las líneas rojas han hecho un paso de
cebra para cruzar de un lado a otro.
El sueño de la democracia; "El primer caso de falsificación sistemática de la democracia fue el de los bolcheviques en Rusia"....Muchos de estos regímenes, de estas pesadillas pseudodemocráticas, terminan por desaparecer; otros se perpetúan; otros desaparecen y reaparecen con distintos nombres y métodos. Hoy quizá los dos ejemplos más notorios sean el ruso y el venezolano. .........En el caso de Venezuela, hasta ahora el régimen prefiere encarcelar a los líderes opositores, privando ilegalmente de su escaño a los que son diputados, y matar solamente a los que se manifiestan contra el régimen por las calles.
¿Cómo deben tratar los Estados realmente democráticos a estos regímenes de pesadilla? Desde luego, con mucha mayor prevención y distancia que hasta ahora. La actitud tolerante y amistosa con que la Organización de Estados Americanos viene tratando a Venezuela (y a Cuba) tiene ribetes de escándalo. El crédito que se ha dado a Rusia en las recientes negociaciones de Minsk sobre Ucrania ha sido también bochornoso, y puesto en ridículo por el ataque y asalto a Debáltseve, en pleno alto el fuego, por parte de los prorrusos. El sueño de la democracia produce monstruos, y como monstruos deben ser tratados esos regímenes.
ANDALUCÍAPara
la investidura como presidenta de la Junta
La dirección
nacional de Podemos toma el control de las negociaciones con Susana Díaz en
Andalucía
El secretario de
Organización, Sergio Pascual, forma parte del equipo para ese diálogo
Con él estará una
persona de confianza de Teresa Rodríguez, pero sin cargo alguno
Ninguno de los 15
diputados estará al frente de las conversaciones con el PSOE
Después del enfrentamiento de
ayer entre Madrid y Sevilla, la dirección nacional de Podemos se ha garantizado
el control de las negociaciones entre el partido en Andalucía y el PSOE de cara
a la investidura de Susana Díaz. La
formación de Pablo Iglesias ha designado a un equipo de dos personas para
llevar a cabo esas conversaciones. Uno de los
interlocutores es el secretario de Organización, Sergio Pascual, miembro de la
cúpula y persona muy próxima al secretario general; y el otro, Manuel Garí, que
tiene toda la confianza de Teresa Rodríguez aunque carece de cargo o poder
orgánico en el partido.
Con este movimiento, ninguno de
los 15 diputados electos se encargará de llegar a un acuerdo con la delegación
socialista, pues los interlocutores oficiales de Podemos serán Pascual (que fue
el jefe de campaña) y Garí (que ejerció de asesor durante la misma).
El diálogo entre ambos partidos comenzó la semana pasada,
cuando la candidata a la Junta, Teresa Rodríguez, acudió a la ronda de
conversaciones abierta por Susana Díaz. Entonces puso encima de la mesa tres
"condiciones" como precio para facilitar la investidura: un
compromiso sobre corrupción -que
comenzaba con la dimisión de Chaves y Griñán por los ERE-, no contratar con bancos
que desahucien a personas sin alternativa habitacional y la reducción de altos
cargos y asesores para readmitir a personal educativo o sanitario que había
perdido su empleo por los recortes. Al
salir, la política gaditana proclamó: "Si
se aceptan estas propuestas razonables se vota que sí y si no se aceptan, se
vota que no".
Sin embargo, la dirección
nacional de Podemos rebajó ayer considerablemente esa postura, suavizando lo
que se anunció como "condiciones" y matizando que en realidad eran
"propuestas", lo que en la
práctica venía a allanar el terreno para una posible abstención de Podemos en
la votación, para permitir a Susana Díaz ser elegida presidenta; ya sea en la
primera o en la segunda votación.
Esta situación provocó ayer una gran "sorpresa" en
Podemos Andalucía, que se reafirmó en su postura, que no había variado lo más
mínimo: "Si no cumple las condiciones se vota no".
Además, la propia Rodríguez salió al paso a través de
Twitter para marcar territorio: "No facilitaremos un gobierno que vaya en
contra de los andaluces. Éstas son nuestras tres condiciones para dialogar",
escribió en un tuit donde se adjuntaba el documento con las exigencias puestas
a Díaz. Sin variar ni una coma. Sin dejar atisbo a ningún nuevo matiz.
"Para dejar las cosas claras", explicaron a este diario fuentes del
partido en Andalucía.
Bescansa rebaja la tensión
Con este choque de posturas sobre si el partido debe facilitar o no la
investidura, la secretaria de Análisis Político y Social, Carolina Bescansa,
intentó rebajar esta mañana la tensión. La dirigente de Podemos rechazó en
declaraciones a la Ser que el lunes se desautorizara a Teresa Rodríguez y
afirmó que no es Madrid sino ella "quien define la línea a los
demás".
Además, volvió a hablar de "condiciones", lo que
implica una exigencia, y no de
"propuestas", como hizo ayer su compañera de ejecutiva Àngela
Ballester, que también subrayó que el partido no tenía "líneas rojas"
en este asunto.
En todo caso, Bescansa pidió
"dar tiempo a las negociaciones" y dijo que ve "muy
posible" que el PSOE acepte las "condiciones" de Podemos porque
"son de sentido común" y sería difícil explicar su rechazo",
informa Efe.
Los diputados de PP e IU sí pilotan las negociaciones
El resto de partidos políticos con representación
parlamentaria, a excepción de Ciudadanos, ha designado a parlamentarios
electos como responsables de la negociación de cara a la investidura. La formación 'naranja' no ha dado a conocer los nombres aún,
aunque su candidato a la Presidencia de la Junta, Juan Marín, sí dijo tras su
reunión con Susana Díaz que serían representantes nacionales.
El PSOE-A ha designado a su secretario de Organización, Juan
Cornejo, y al portavoz parlamentario, Mario Jiménez. El PP-A, a la secretaria
general, Dolores López, y al portavoz parlamentario, Carlos Rojas, mientras que
por parte de IULV-CA los representantes en la mesa de negociación serán el
coordinador general, Antonio Maíllo, y el portavoz parlamentario, José Antonio
Castro, informa Europa Press.
Camino a la casta
- Con las líneas rojas han hecho un paso de cebra para cruzar de un lado a otro
Teresa Rodríguez transmitía mensajes desde la estrechez de
su cocina, entre pucheros y sofritos y un descuido de barriada. Mandaba
mensajes en esa botella de la cotidianeidad del tubo fluorescente y el hervor
de unas papas para hablar de encuestas o de no importaba qué porque lo que
importaba era la cocina en sí, la estrechez, el descuido hogareño, las
pelotillas del jersey si fuera preciso. La falsa espontaneidad, la estudiada naturalidad. Ese
era el programa, ese era el mensaje y esa la ideología presuntamente sin
ideología. Yo soy como tú. Yo soy tú. Vótate, vótame. Dentro de su universo
naif, parece ser que Teresa Rodríguez se lo había creído. Pensaba que de verdad su partido
político no era un partido político sino un conjunto de gente guay dispuesto a
darle la vuelta a la tortilla social, trabajando, así, como ella, entre los
fogones de cocinas de protección oficial y con un corazón de oro solidario para
apedrear simbólicamente a los hombres malos de los bancos. En cualquier caso, Teresa Rodríguez ya se va enterando de que
la cosa no va por ahí. Desde Madrid le están mandando mensajes. Mensajes
sutiles, sin la espontaneidad trampeada de esa fritanga suya.
En Madrid tienen una estrategia
y esa estrategia pasa por algunas sutilezas que Teresa Rodríguez no quiere
entender o que si entiende rechaza. Porque huelen a casta y ella ha llegado al parlamento
andaluz no para hacer política sino para abrir puertas, ventanas, levantar
alfombras, meter una bocanada callejera y darle trastrás a los usureros y a
quienes pactan con ellos en repugnante connivencia moral. Diríase que esta mujer tiene o
tenía el convencimiento de que la política es una cosa mala y que ella venía a
hacer otra cosa. Un guisote justiciero. Pero
desde Madrid le han recordado que ellos, por desgracia, también son políticos y
que después de las acampadas y los megáfonos, después de la movida, ahora toca hacer política. Ahora toca despacho, negociación,
dar y tomar, ceder, ir y venir. Ahora toca casta. Ser casta aunque
disimulándolo, ser políticos aunque diciendo ser otra cosa.
Teresa tenía unas líneas rojas
guardadas en un estuche, allí puestas con otros cromos. Desde Madrid, con una brocha, han hecho de esas líneas rojas
un paso de cebra para cruzar de un lado a otro. Estamos en un año electoral, y aunque Teresa
Rodríguez, al haber hecho ya su campaña y recogido su cosecha -escasa-, lo dé
por finalizado, sus compañeros y jefes no opinan lo mismo. Las elecciones andaluzas habrán sido el salto mortal de
Teresita, pero para ellos ha sido un entremés. Tienen el gran reto por delante.
Tienen el gran reto por delante y no pueden
hipotecar su estrategia de camuflaje para satisfacer los arrebatos de pureza de
Teresa. No pueden
ofrecer una imagen de radicalismo, sembrando la moqueta de líneas escarlatas y
barrenando la elección de Susana Díaz por su extremo izquierdo. Es el momento de echarle al guiso unas cucharadas de
moderación. Que los burgaleses, madrileños, murcianos o cántabros vean que los
muchachos de Podemos no son partidarios del canibalismo ni han llegado hasta
aquí para asaltar el palacio de invierno. Todo a
su debido tiempo. Por ahora necesitan seguir navegando en las aguas oleaginosas
de la ambigüedad. Los
de Ciudadanos sí pueden ser intransigentes. Estos juegan a ser vidrio
transparente. Nadie les teme. La estrategia de
Podemos es la contraria. Borrar huellas, difuminar el camino, no ser de aquí ni
de allá sino todo lo contrario. El sabor agridulce. Eso es lo que le han recomendado
a Teresa Rodríguez que vaya practicando en el laboratorio de su cocina. Nada de sabores fuertes, nada que pueda producir úlcera
electoral, Teresita.
El sueño de la democracia
- "El primer caso de
falsificación sistemática de la democracia fue el de los bolcheviques en
Rusia"
La democracia se impuso en los
países avanzados a principios del siglo XX, aunque hubo algunos casos anteriores. La I Guerra Mundial
aceleró considerablemente la generalización de la democracia, pero también fue
entonces cuando empezó a corromperse de manera sistemática. La forma de corrupción tradicional fue el caciquismo, pero
esta lacra se fue eliminando gradualmente.
Desde muy pronto, sin embargo, se echó de ver que la democracia podía fácilmente
desvirtuarse y falsearse a gran escala.
Se atribuye a Abraham Lincoln la
máxima siguiente: "Se puede engañar a todo
el pueblo durante un tiempo, o a una parte del pueblo todo el tiempo, pero no
se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo"; y esta máxima se cita como una defensa de la democracia y la
libertad, implicando que a la larga los demagogos y embusteros son
desenmascarados y, en consecuencia, expulsados del poder. Ojalá estuviera justificado tanto
optimismo. Al demagogo le basta con engañar a parte del pueblo parte del tiempo
para alcanzar el poder. En rigor, al demagogo con
aspiraciones de dictador le basta con engañar a la mitad del pueblo una vez.
Asentado ya en el poder, puede, bien dar un 'autogolpe' y proclamarse dictador,
o bien, simplemente, utilizar los resortes del poder para engañar a la mitad
del pueblo tantas veces como quiera; y si el pueblo no se deja engañar,
recurrir al pucherazo con mayores o menores dosis de violencia.
El primer caso de falsificación sistemática de la democracia
fue el de los bolcheviques en Rusia. Ya
era falso el nombre del partido, porque bolchevique significa mayoritario y
ellos siempre estuvieron en minoría en el Partido Socialdemócrata Ruso, del que
se escindieron. Se hicieron con el poder violentamente a finales de 1917 y
creyeron que ganarían las elecciones a la Asamblea constituyente. Cuando vieron
que no fue así, cerraron la Asamblea y Lenin afirmó que "los soviets eran
mil veces más democráticos que la Asamblea". Los soviets eran consejos y
juntas obreras y sindicales que los bolcheviques controlaban. Pero Lenin y los
suyos mantuvieron superficialmente las formas de la democracia: un parlamento
(el Soviet supremo), el cual teóricamente elegía al Gobierno (Consejo de
Comisarios del Pueblo, etcétera). En
realidad era la élite del Partido Comunista (antes bolchevique) la que mandaba
y nombraba, directa o indirectamente, a diputados y funcionarios.
El segundo caso fue el de los
fascistas italianos. Este partido,
con una mezcla de violencia, amenazas y negociación, logró que el rey y el
parlamento nombraran primer ministro a su jefe, Mussolini, en octubre de 1922.
Una vez en el poder,
Mussolini empleó todos los medios a su alcance, hasta
el asesinato, para ganar elecciones y consolidarse en el poder. Hitler y los nazis hicieron algo
parecido en enero de 1933, tras ganar las
elecciones, sin mayoría absoluta, en 1932. Una vez nombrado canciller, Hitler
fue eliminando a todos los que se oponían a su permanencia en el poder,
recurriendo a la violencia, al asesinato y a la mentira sistemática. Como
dijo su ministro de propaganda, Goebbels, "una mentira repetida mil veces se convierte en
verdad". Este principio ha sido uno de los
pilares básicos de todos los gobiernos totalitarios que en el mundo han sido
(comunistas, fascistas, nazis, falangistas, y un largo etcétera). El monopolio de la información
les ha permitido engañar a una gran mayoría por tiempo indefinido.
Así fue en el pasado y así sigue sucediendo hoy, por más que
los regímenes políticos falsamente democráticos adopten formas nuevas. En América Latina se cultivaron diversas
variantes de democracia adulterada. En Argentina, Perón fue un maestro en este
arte, aprendido en la Italia de Mussolini. El México post revolucionario creó
un sistema que se ha hecho clásico: la dictadura, no personal sino de partido
(el PRI), que se perpetuaba en el poder por medio de elecciones sexenales
invariablemente falsificadas. Otro clásico fue, en Perú, el caso de Fujimori, que
tras ganar unas apretadas elecciones a Vargas Llosa terminó por dar un
autogolpe (allí apareció el neologismo), proclamándose presidente sin necesidad
de más sufragios. A mí todos estos casos lamentables de corrupción política me
inspiran la paráfrasis de un apotegma goyesco: "El sueño de la democracia
produce monstruos".
"Hoy quizá los dos ejemplos más notorios sean el ruso y el
venezolano; el caso argentino es especial"
Muchos de estos regímenes, de estas pesadillas
pseudodemocráticas, terminan por desaparecer; otros se perpetúan; otros
desaparecen y reaparecen con distintos nombres y métodos. Hoy quizá los dos ejemplos más
notorios sean el ruso y el venezolano. El caso argentino es especial: el peronismo, que nunca fue
muy fuerte en ideología, ni con el mismo Perón y su programa 'justicialista',
es hoy un partido proteico, que lo mismo puede adoptar un programa liberal en
lo económico, como hizo con Carlos Menem, que 'neo justicialista', como hizo
con los Kirchner. Bajo cualquier máscara, es el mismo partido, casi un partido
único, dividido en muchas facciones, que se perpetúa en el poder por
cualesquiera métodos.
Hemos visto que el modelo original es el soviético,
aunque éste, al proclamarse "dictadura del
proletariado", dejó de pretender parecer una democracia formal. Pues bien,
otra de las aportaciones originales del régimen soviético a la política contemporánea fue la del asesinato como obra de arte,
parafraseando esta vez a Thomas de Quincey. En el asesinato polivalente o
multiusos fue maestro el gran Stalin, y el de Sergei Kirov, secretario del
Partido Comunista en Leningrado (San Petersburgo) fue su obra maestra. Kirov
tenía gran prestigio en el partido, en Leningrado y en Moscú, y representaba
una amenaza para Stalin, cuya imagen estaba algo deteriorada hacia 1934 por la
mortandad (unos 5 millones) que el Primer Plan Quinquenal había causado en
Ucrania. Algunos camaradas querían que Stalin dejara paso a Kirov en la
secretaría del partido, el puesto clave. Stalin hizo matar a Kirov en 1934 y después
mandó encarcelar y, en muchos casos ejecutar, a numerosos miembros del partido
en Leningrado acusándoles de haber ellos matado a Kirov. Fue la primera de las
grandes purgas de los años treinta, que convirtieron a Stalin en dictador
absoluto. Uno pensaría que los sucesores de Stalin en el Kremlin, ese original
pas de deux pseudodemocrático de Vladimir y Dimitri (Putin y Medvedev), se
inspiraron en el caso Kirov para eliminar a gente molesta, como Aleksandr
Litvinenko, coronel de la KGB que denunció al régimen de Putin, o Anna
Politkovskaya, periodista que denunció los crímenes rusos cometidos en
Chechenia. Pero el último asesinato artístico ha sido el de Boris Nemtsov,
economista liberal y gran opositor, que estaba a punto de hacer públicos
documentos que probaban la intervención rusa en Ucrania. Haciendo desaparecer a
Nemtsov no sólo habría Putin eliminado a un peligroso rival en un momento
difícil, sino que, comenzando la policía las investigaciones por su casa, podía
hacer desaparecer toda la documentación comprometedora que allí tuviera el
muerto. Y además, actuando al igual que Stalin, como vindicador de su víctima,
podría acusar y encarcelar a otros opositores molestos. Nueva obra maestra.
Lo mismo se puede sospechar en Argentina del caso Alberto Nisman,
el fiscal que estaba a punto de publicar una requisitoria contra la presidenta
por el caso AMIA, asociación judía en Buenos Aires que fue destruida por una
bomba en 1994 dejando más de 80 muertos. Nisman afirmaba que iba a publicar
pruebas de que la presidenta Fernández de Kirchner abandonó la investigación
sobre los autores del atentado para mantener buenas relaciones con el principal
sospechoso, el Gobierno de Irán. Pues bien, Nisman murió el día antes de
presentar esas pruebas. La presidenta sostuvo que la muerte de Nisman se llevó
a cabo para desprestigiar al Ejecutivo y, de paso, aprovechó para llevar a cabo
una purga de la policía.
En el caso de
Venezuela, hasta ahora el régimen
prefiere encarcelar a los líderes opositores, privando ilegalmente de su escaño
a los que son diputados, y matar solamente a los que se manifiestan contra el
régimen por las calles.
¿Cómo deben tratar los Estados
realmente democráticos a estos regímenes de pesadilla? Desde luego, con mucha mayor prevención y distancia que hasta
ahora. La actitud
tolerante y amistosa con que la Organización de Estados Americanos viene
tratando a Venezuela (y a Cuba) tiene ribetes de escándalo. El crédito que se ha dado a Rusia en las recientes
negociaciones de Minsk sobre Ucrania ha sido también bochornoso, y puesto en
ridículo por el ataque y asalto a Debáltseve, en pleno alto el fuego, por parte
de los prorrusos. El sueño de la democracia
produce monstruos, y como monstruos deben ser tratados esos regímenes.
Gabriel Tortella es economista y escritor. Más detalles
sobre lo expuesto en la primera parte de este artículo pueden verse en su libro
'Los orígenes del siglo XXI' (Gadir).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate para poner comentarios.
Los comentarios solo se podrán poner durante unos días...