miércoles, 15 de abril de 2015

Máxima difusión; Texto Correo electrónico de Manuel Gómez, Interventor Gral JA entre 2000 y 2010: Semáforos apagados y coche sin frenos – símil, aplicable a la Admón. Paralela + Que hable el interventor y se cargue esta función por Victoria Prego

Que si que lo sabemos todos que la culpa  de lo que ocurre en Andalucía es  de Pepi, la de la limpieza.... ¿¿???



Texto Correo electrónico de Manuel Gómez: Semáforos apagados y coche sin frenos


El ex interventor de la Junta rebate las «invenciones» de Chaves y Griñán

En el asunto de los ERE, el Gobierno de la Junta de Andalucía, con respaldo de la mayoría del Parlamento y asistiendo como espectador mudo la Cámara de Cuentas de Andalucía, actuó como el Alcalde que decide apagar todos los semáforos de la avenida, con el presunto propósito de mejorar la fluidez del tráfico. Ahora, el Alcalde niega que él apagara los semáforos y pretende desviar su responsabilidad por los muertos en accidente hacia la policía de tráfico. Cuanto más insiste el Alcalde en ello más parece que el motivo de la medida no fue la fluidez del tráfico, sino permitir la huida de los ladrones con más facilidad.

Es también muy apropiada esta otra alegoría: el Gobierno de la Junta de Andalucía, con respaldo de la mayoría del Parlamento, al aprobar el Programa presupuestario con el que se financiaban los ERE, echó a rodar cada año un automóvil sin frenos. Y, como señaló Griñán en la Comisión de Investigación del Parlamento, a él no le importaba que el coche circulara sin frenos, porque el coche no era suyo. Ahora parece que el coche era del Interventor.

Este suspiro por el Interventor que exhalan el Sr. Griñán y el Sr. Chaves en sus declaraciones ante el Tribunal Supremo, lo que de verdad pone de manifiesto es que no necesitaban un interventor. Lo que realmente habrían necesitado es un tutor que, como a los menores de edad, supliera su falta de capacidad y competencia, en las diversas acepciones de ambos términos. O, mejor aún. Lo que habrían necesitado es un ángel de la guarda, que velara sus sueños de incuria y abandono.



Que hable el interventor y se cargue esta función por Victoria Prego

 Otro que dice que no sabía nada. Y encima explica que no tenía por qué saberlo, que él sólo hablaba con sus consejeros de gobierno y que si éstos no le contaron que los Reyes Magos son los padres ¿qué culpa va a tener él? ........Lo más interesante de lo sucedido ayer es la petición del ex interventor al juez del Supremo Alberto Jorge para que le llame a declarar y poder «desmontar» así el «cúmulo de invenciones» de Griñán y Chaves. Esa sería la declaración más esclarecedora.

Semáforos apagados y coche sin frenos– símil, aplicable a la Admón. Paralela versus donde han aparecido todos los fraudes-.


  


¿Son o no son los "Einsteins Psociolistos"?





¿Es o no un gran Plan,  desactivar  “por ingeniería jurídica” a la Administración General de la Junta de Andalucia  despojando a los funcionarios de su trabajo y cometido y dictar normas “ad hoc” para permitir trasladar masivamente  el dinero público de esta y sus competencias y funciones públicas  al personal “laboral subrogado” de los entes instrumentales que conforman “la Administración paralela”; brazo ejecutor del “Régimen”? 

¿No es brillante el diseño ”de la Ley de Reordenación del Sector Público, “Ley del Enchufismo” y sus normas de desarrollo y ejecución? 





---------- Texto Mensaje reenviado ----------

De: Manuel Gómez
Fecha: 14 de abril de 2015
Asunto: Comunicado a los medios de comunicación

Una vez conocido el contenido de las declaraciones ante el Tribunal Supremo de los expresidentes de la Junta de Andalucía, Srs. Chaves y Griñán, he decidido solicitar prestar declaración ante el Magistrado que instruye la causa de los ERE en el Tribunal Supremo.

El motivo fundamental de mi decisión reside en el hecho de que, tanto Griñán como Chaves, han basado su defensa en tratar de desviar su evidente responsabilidad en el fraude hacia los interventores de la Junta de Andalucía.

Esta conducta de los dos expresidentes es una indignidad, desde varios puntos de vista:

En primer lugar, porque actúan embozados bajo el inicuo aforamiento tras el que se esconden, sin que los aludidos podamos responder.

En segundo lugar, porque es indecente desviar hacia los inferiores la responsabilidad por actos propios.

Y, en tercer lugar, porque las acusaciones están basadas en un cúmulo de invenciones que es preciso delatar.

Después de conocer el contenido de las declaraciones de quienes han presidido la Junta de Andalucía en los últimos 25 años me siento tan avergonzado de ser andaluz que, si fuera legalmente posible, pediría de inmediato mi desnaturalización.

En el asunto de los ERE, el Gobierno de la Junta de Andalucía, con respaldo de la mayoría del Parlamento y asistiendo como espectador mudo la Cámara de Cuentas de Andalucía, actuó como el Alcalde que decide apagar todos los semáforos de la avenida, con el presunto propósito de mejorar la fluidez del tráfico. Ahora, el Alcalde niega que él apagara los semáforos y pretende desviar su responsabilidad por los muertos en accidente hacia la policía de tráfico. Cuanto más insiste el Alcalde en ello más parece que el motivo de la medida no fue la fluidez del tráfico, sino permitir la huida de los ladrones con más facilidad.

Es también muy apropiada esta otra alegoría: el Gobierno de la Junta de Andalucía, con respaldo de la mayoría del Parlamento, al aprobar el Programa presupuestario con el que se financiaban los ERE, echó a rodar cada año un automóvil sin frenos. Y, como señaló Griñán en la Comisión de Investigación del Parlamento, a él no le importaba que el coche circulara sin frenos, porque el coche no era suyo. Ahora parece que el coche era del Interventor.

Este suspiro por el Interventor que exhalan el Sr. Griñán y el Sr. Chaves en sus declaraciones ante el Tribunal Supremo, lo que de verdad pone de manifiesto es que no necesitaban un interventor. Lo que realmente habrían necesitado es un tutor que, como a los menores de edad, supliera su falta de capacidad y competencia, en las diversas acepciones de ambos términos. O, mejor aún. Lo que habrían necesitado es un ángel de la guarda, que velara sus sueños de incuria y abandono.

 Manuel Gómez Martínez
Fui Interventor General de la Junta de Andalucía entre 2000 y 2010

NB: Autorizo la publicación total o parcial por cualquier medio de la totalidad del texto.




Que hable el interventor y se cargue esta función por VICTORIA PREGO
15/04/2015


Otro que dice que no sabía nada. Y encima explica que no tenía por qué saberlo, que él sólo hablaba con sus consejeros de gobierno y que si éstos no le contaron que los Reyes Magos son los padres ¿qué culpa va a tener él?

Este es en síntesis el núcleo de la declaración de Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía durante casi 19 años, a lo largo de los cuales se organizó y se mantuvo una gigantesca red de distribución ilegal de dinero público a sectores, empresas o individuos a los que convenía tener engrasados para que actuaran de soporte activo al Partido Socialista. Lo que la juez Alaya ha llamado «red clientelar».

La estrategia de los declarantes hasta ahora ante el Tribunal Supremo está más que clara: pretenden encalomarle todo el peso del asunto a quienes ocupaban los puestos intermedios de la administración andaluza: a un director general como Javier Guerrero, por un poner, que ya estuvo encarcelado por el caso de los ERE. Y no es que Guerrero esté exento de responsabilidad en este asunto, que no lo puede estar y no hay más que recordar las procaces declaraciones de su chófer, aquel que explicaba que la cocaína corría por las barras de los bares donde su jefe tenía instaladas sus oficinas paralelas.

Es que no hay quien se crea que una organización para delinquir de esa magnitud, de esa duración y con esos objetivos haya salido de la exclusiva cabeza de uno o varios cargos de medio pelo. Pero es que, además, el propio Guerrero explicó en su día ante la estéril comisión de investigación del Parlamento andaluz que había actuado por órdenes superiores y que a quien había que preguntar sobre los que bautizó como «fondos de reptiles» era a los gobiernos de la Junta, a los representantes de los empresarios y de los sindicatos y, ojo a esto, a la Intervención General.

Y aquí está la almendra de la cuestión. Que hubo insistentes informes del interventor general advirtiendo de la ilegalidad del montaje está demostrado. Lo escandaloso, es que responsables políticos del nivel de la consejera de Hacienda bajo la presidencia de Griñán tuviera el tupé de declarar ante el juez que no se leía los informes del interventor y que, por supuesto, no daba cuenta de ellos al presidente de la Junta. Esa explicación sólo tiene una interpretación posible: no se los leía y no informaba a su superior de algo tan sumamente grave porque daba por sentado que toda la trama de fraude era ya conocida y tolerada por quien tenía poder como para asumir semejante responsabilidad. No hay otra interpretación, salvo que se acepte que Carmen Martínez Aguayo es una inepta indocumentada no apta para el cargo que desempeñaba. Pero eso no es verdad.


Lo más interesante de lo sucedido ayer es la petición del ex interventor al juez del Supremo Alberto Jorge para que le llame a declarar y poder «desmontar» así el «cúmulo de invenciones» de Griñán y Chaves. Esa sería la declaración más esclarecedora.

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