Esa es la cuestión. Bajar o no de la nube. Queda menos de
una semana para que arranque la décima legislatura andaluza con la constitución
de su Parlamento y en el partido que ganó las elecciones parece que siguen de
fiesta.
.......Podemos y Ciudadanos parecen exhibirse ya más
aferrados a sus posiciones de partida, es decir, renuentes a apoyar la investidura de la
candidata del PSOE. Ambos han
reforzado sus argumentos contra el sí. Aunque queda la duda de si todo ello
responde a una estrategia dilatoria. . Y es que hay dos
poderosas circunstancias que influyen en esta coyuntura. Una es el desfile judicial de los aforados por los
ERE...........
La segunda circunstancia son las municipales del 24 de mayo. La investidura
podría postergarse hasta después de esa fecha, cuando se conozca el mapa
definitivo que permita a cada uno decidir con quién le interesa pactar aquí y
allá. De manera que la cosa
consistiría en dejar pasar el tiempo en Andalucía hasta que mejor convenga. Si es así, el PSOE no tendrá que preocuparse más que
por no perder la paciencia. Si no lo es
y el envite de los recién llegados va en
serio, más le vale bajar pronto de la
nube.
Bajar o no de la nube
J. CARO ROMERO
09/04/2015
Esa es la cuestión. Bajar o no de la nube. Queda menos de
una semana para que arranque la décima legislatura andaluza con la constitución
de su Parlamento y en el partido que ganó las elecciones parece que siguen de
fiesta.
Esa es la cuestión. Bajar o no de la nube. Queda menos de
una semana para que arranque la décima legislatura andaluza con la constitución
de su Parlamento y en el partido que ganó las elecciones parece que siguen de
fiesta.
Entiende la mayoría de sus
dirigentes que desde ese día no hay que preocuparse más que por los
preparativos de la ceremonia de coronación de la candidata que, con
su decisión de adelantar las elecciones sin necesidad de ello, les ha propiciado este parto de los montes que ha supuesto la
consecución de los mismos escaños que ya tenían, con el agravante de haber
perdido una plácida mayoría y un socio complaciente. Además de haber provocado
la llegada antes de tiempo de nuevos y extraños habitantes al planeta político
andaluz.
Con la prepotencia de quien no
ha conocido más que el gobierno desde la mayoría absolutista -con o sin
muleta-, y convencido de que, tarde o temprano, la coronación llegará, el partido que gobierna en funciones la Junta se ha
puesto ya a repartir cargos de acuerdo a su interés y a despachar carnés de
dignidad y legitimidad para quien no se avenga a arrimar el agua al molino
socialista. En definitiva, que no se han
enterado todavía de qué pasó el 22 de marzo.
Hay quien empieza a torcer el gesto; la cosa es más
complicadade lo que pensaban
La mayoría, no todos. Porque ya hay quien empieza al menos a
torcer el gesto tras haber comprobado, después de los primeros sondeos
exploratorios, que el asunto sí que puede ser más complicado de lo que se
pensaba.
Se planteó aquí hace una semana la cierta candidez de los recién llegados, al haber caído en la trampa socialista de ser citados en la
sede de la Presidencia de la Junta para empezar a abordar la investidura de
quien hasta ahora no es más que candidata y pretende aparecer como presidenta
investida en las urnas por la vía directa, cuando ese cetro toca ganárselo en
el Parlamento.
Sorteada esa novatada inicial, Podemos y Ciudadanos parecen
exhibirse ya más aferrados a sus posiciones de partida, es decir, renuentes a apoyar la investidura de la
candidata del PSOE. Ambos han
reforzado sus argumentos contra el sí. Aunque queda la duda de si todo ello responde
a una estrategia dilatoria. Y es que hay dos
poderosas circunstancias que influyen en esta coyuntura. Una es el desfile judicial de los aforados por los ERE. Sin ir más lejos, la declaración de Griñán en el Supremo va
a coincidir con el primer encuentro PSOE-Ciudadanos para afrontar la
investidura. El día menos propicio para que los de Albert Rivera se retraten
mojándose en favor de Díaz...
La segunda circunstancia son las municipales del 24 de mayo. La investidura
podría postergarse hasta después de esa fecha, cuando se conozca el mapa
definitivo que permita a cada uno decidir con quién le interesa pactar aquí y
allá. De manera que la cosa
consistiría en dejar pasar el tiempo en Andalucía hasta que mejor convenga. Si es así, el PSOE no tendrá que preocuparse más que
por no perder la paciencia. Si no lo es
y el envite de los recién llegados va en
serio, más le vale bajar pronto de la
nube.
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