jueves, 19 de marzo de 2015

Ere se una vez.....Andalucía soy yo.¿¿¿???; gracias compañero, recomendado y seguimos sumando; la Andalucía imposible =¿Que hay problemas de corrupción?. Bueno, pues siempre será mejor que el ladrón sea conocido, vamos que sea “nuestro ladrón”, ¡oiga yo prefiero que me roben los mismos!, no vaya a ser que lleguen otros nuevos con unas ganas tremendas de hacerlo...

...una administración, la Junta de Andalucía, secuestrada por un partido político y convertida en cortijo andaluz, con sus señoritos dentro y todo. Y unos funcionarios que arañan la superficie helada de años de conformismo e indiferencia.


EREse una vez...

Andalucía soy yo.







ANDALUCÍA SOY YO

En Francia, un capullo llamado Luis XIV dijo aquello de El Estado soy yo, expresión máxima de lo que se conoce como “absolutismo político”. Aquí en Andalucía, como no nos privamos de nada, tenemos a Susana que encarna, ella solita, a toda Andalucía. ¡Toma ya!. La niña de Triana convierte la inconsciente, irracional e interesada identificación secular del PSOE con Andalucía, que el tonto pueblo le ha brindado elecciones tras elecciones con la papeletita en la urna, en la estrategia principal a utilizar en la campaña actual. O tal vez haya convertido la estrategia de la patrimonialización de Andalucía en sustancia ingenua e inconscientemente creida, apareciendo como sin querer, a la manera de los actos fallidos freudianos.

De una u otra manera es descaradísima la identificación que hace el PSOE , a través de su presidenta-candidata, de su partido y de su gobierno con Andalucía. Hasta el punto de que cuando algún oponente político critica a éstos, la niña no tenga el más mínimo pudor en salirle al paso diciendo que a ella le podrán decir lo que quieran pero a Andalucía no, ni mijita, a Andalucía me la deja usted tranquila oiga, que no estoy dispuesta a consentir que se manche el nombre de Andalucía. ¿?.

La estrategia de Susana esta demasiado clara: convertir la campaña a la elecciones andaluzas en una confrontación entre Andalucía y el Estado. De un lado está el PP de Rajoy, representado por Moreno Bonilla, y de otro Andalucía, representado por la madrina de todos los andaluces. De un lado el Estado y Rajoy, el PP y la derechona corrupta, los que nos han recortado, los que no dejan crecer a Andalucía. De otro la región que está enfrentándose al malvado Estado de Derechas, la que hace las cosas “de otra manera”, etc..Bueno también hay otros actores en la contienda electoral, pero esos no cuentan ahora. Contarán luego, después de las elecciones.

Me temo que esta estrategia le va a volver a funcionar al PSOE. La gente con pocas luces se va a tragar eso. La idea de que a la hora de la verdad quien mejor defiende los intereses de Andalucía es...su partido de siempre. Los de toda la vida. De toda la vida posterior a Franco, claro. ¿Que hay problemas de corrupción?. Bueno, pues siempre será mejor que el ladrón sea conocido, vamos que sea “nuestro ladrón”, ¡oiga yo prefiero que me roben los mismos!, no vaya a ser que lleguen otros nuevos con unas ganas tremendas de hacerlo...

Es repugnante la manipulación a la que se somete al personal. El otro día, en el debate en RTVE, una Susana cortante interrumpía a Moreno Bonilla diciéndole que estaba mintiendo. Mintiendo sobre unos datos, unas cifras. Sin embargo, más allá de la exactitud de los datos y la cifras la auténtica mentira es la de ofrecerse como la encarnación de Andalucía, la de inocular en la mente de la gente (en general poco informada) la ecuación PSOE=Andalucía, o mejor Susana=Andalucía.

Estirando un poco esa idea de la cínica identificación o patrimonialización, tal vez se pueda aventurar una respuesta a la pregunta, al misterio, de cómo es posible que la gente siga perdonando al PSOE tanta corrupción, que ya en las últimas elecciones había saltado a la palestra como nunca antes, y sin embargo...Y ahora, al parecer, va a pasar tres cuartos de lo mismo. Tal vez el misterio esté encerrado en esa misma estrategia de identificación, pues llevada ésta al máximo de su posibilidad nos encontraríamos con la siguiente inquietante idea: los socialistas son “los nuestros”, ¿que hay ovejas negras entre nosotros?, igual que en todas partes, pero lo de “los otros” sí que es robar, es peor, siempre peor. De modo que si perdonamos las cosillas de los nuestros, perdonamos a Andalucía y, por tanto,nos perdonamos a nosotros mismos.

Vale, que esto es apartarse del reglado y luminoso camino de la lógica y entrar en el oscuro, confuso, apresurado e irracional camino del pensamiento paralógico e inconsciente. Si. Pero ¿a cual de los dos tipos de pensamientos responde mayoritariamente el llamado “Pueblo Andaluz”?.

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