martes, 3 de junio de 2014

Noticias. 1-6-2014 - Una eternidad de Régimen+ Susana hacia Ferraz + La Juna condenada de nuevo por un abusivo contrato de Faffe.

...como la Junta por la Ley de Reordenación del Sector publico, es la heredera de Faffe...las condenas de los desmanes junteros, agencias, consorcios y demas....la sufragamos con dinero público de todos, salen de nuestros impuestos, de nuestro bolsillo.




  • Un juez condena a la Juna por un "abusivo" contrato blindado de Faffe; es la segunda pena por alquileres de la extinta Fundación de Empleo; tendrá que pagar 105.000 euros a la propietaria de unas naves de Jerez arrendadas para cursos; el blindaje de 15 años en Jerez se selló en la etapa del jerezano Fernández en Empleo.



  • La empresa pidió 1,2 millones.
  • La Juez Alaya embarga a dos ex altos cargos por los ERE
  • Sauana Díaz, paso firme hacia Ferraz; la presidenta aguanta el pulso a Rubalcaba y no se arrugá por la elección abirtasu hoja de ruta se cumple ya nadie discute la compatibilidad del cargo con la Junta; su obsesión por no tener posibles rivales dificulta ahora la sucesión;  podría dimitir tras las municipales y unir las autonómicas con las generales.


Una eternidad de Régimen

La conclusión andaluza de la cita europea no puede ser más desazonadora. Contrariamente a los que se felicitan porque se habría penado esa vieja política de la que habló Ortega y a esa corrupción sobre la que todo el mundo le da a la lengua, el andaluz ha refrendado el simulacro de purificación de un PSOE atiborrado de escándalos y personificado por una presidenta surgida cual mariposa del gusano de un Régimen podrido.

Para su aparente metamorfosis, el PSOE no ha precisado de proceso regenerativo alguno. Su cuerpo electoral se lo consiente. En Andalucía, el desprestigio no hace mella, en proporción a sus excesos, a su partido hegemónico. Sencillamente porque es reflejo de las patologías de la sociedad. Esa indulgencia plena hace que el análisis electoral escape del campo de la política y se adentre en la psicología, sobre todo cuando hasta el Papa que está en Roma se horroriza con su paro juvenil y de cómo se desecha a una generación ni-ni que ni estudia ni trabaja. Sus gobernantes son como aquellos curanderos que confiaban tanto en las sangrías que, sin sanar el mal, persistían en el dislate. 

Desentendido de la gestión, este PSOE sureño que se dispone a expandir su modelo a España cimenta su solidez sobre una estructura clientelar que le reporta un dominio señorial con su ideología elástica y moldeable como la plastilina. Merced a ello, se incrusta en la autonomía hasta que ésta se percibe como asunto de su estricta observancia y propiedad. Así, a Díaz, hija predilecta del Régimen, le basta con campañas propagandísticas que glorifiquen la apariencia sin enmendar al PSOE de siempre ni acordar medidas de fuste en una Andalucía sumida en la irrealidad. 


Ilustración: Idígoras y Pachi


Alzada en un globo aerostático impulsado por el viento que le insufla ser aclamada como relevo natural de Rubalcaba, siendo la tuerta en el reino de los ciegos


.........Su meteórica carrera refrenda que, si a mano viene, no hay ocupación en la que sea más fácil abrirse camino que la política. Así, en uno de los más de diez años que empleó en hacer Derecho, se ha encumbrado en el firmamento.


Una eternidad de Régimen

Ilustración: Idígoras y Pachi
Si EL PAPEL LO aguanta todo, como refutó Catalina la Grande al no menos grande filósofo, ¿qué decir de las excusas que acompañan a cada desenlace electoral? Los litigantes se aplican la vieja conseja de que, cuando el daño pueda remediarse, se remedie; cuando no, que se disimule. Pero, por más que cada cual arrime el ascua a su sardina, la conclusión andaluza de la cita europea no puede ser más desazonadora. Contrariamente a los que se felicitan porque se habría penado esa vieja política de la que habló Ortega y a esa corrupción sobre la que todo el mundo le da a la lengua, el andaluz ha refrendado el simulacro de purificación de un PSOE atiborrado de escándalos y personificado por una presidenta surgida cual mariposa del gusano de un Régimen podrido.
Alzada en un globo aerostático por el viento que le insufla ser aclamada como relevo de Rubalcaba, Díaz se revela inalcanzable para el Partido Popular
Para su aparente metamorfosis, el PSOE no ha precisado de proceso regenerativo alguno. Su cuerpo electoral se lo consiente. En Andalucía, el desprestigio no hace mella, en proporción a sus excesos, a su partido hegemónico. Sencillamente porque es reflejo de las patologías de la sociedad. Esa indulgencia plena hace que el análisis electoral escape del campo de la política y se adentre en la psicología, sobre todo cuando hasta el Papa que está en Roma se horroriza con su paro juvenil y de cómo se desecha a una generación ni-ni que ni estudia ni trabaja. Sus gobernantes son como aquellos curanderos que confiaban tanto en las sangrías que, sin sanar el mal, persistían en el dislate.
Desentendido de la gestión, este PSOE sureño que se dispone a expandir su modelo a España cimenta su solidez sobre una estructura clientelar que le reporta un dominio señorial con su ideología elástica y moldeable como la plastilina. Merced a ello, se incrusta en la autonomía hasta que ésta se percibe como asunto de su estricta observancia y propiedad. Así, a Díaz, hija predilecta del Régimen, le basta con campañas propagandísticas que glorifiquen la apariencia sin enmendar al PSOE de siempre ni acordar medidas de fuste en una Andalucía sumida en la irrealidad.
Es verdad que no era ésa la primigenia cuestión que se dirimía en las urnas y que, en parangón con las europeas del 2009, el PSOE se ha dejado 328.000 votos y ha menguado 590.000 papeletas tocantes a las autonómicas de 2012, donde el PP le arrebató la primacía. Ahora bien, el desplome de su antagonista -350.000 y 880.000 menos respectivamente- le ha restituido la preeminencia. Ello le ha posibilitado vender como éxito su retroceso. Si se le suma el naufragio socialista en casi toda de España, forzando a dimitir al incombustible Rubalcaba, se entiende que haya podido hacer de la pulga, gigante.
Por esas carambolas de billarista en racha, su triunfo europeo ha sido providencial para quien anhelaba despojarse del sambenito de presidenta por la gracia del dedazo de Griñán y la catapulta para adueñarse de todo el PSOE. Su meteórica carrera refrenda que, si a mano viene, no hay ocupación en la que sea más fácil abrirse camino que la política. Así, en uno de los más de diez años que empleó en hacer Derecho, se ha encumbrado en el firmamento.
El más valioso logro del PSOE es hacer que sus rivales lo imiten, la opinión pública reproduzca su discurso y los ciudadanos le voten por costumbre. Sobre ese trípode, se eleva sobre sus contrincantes. Singularmente sobre el PP, único que puede desalojarle de San Telmo.
Al ver como el régimen sobrevive a contingencias y le toma de nuevo la delantera, el desánimo cunde en el PP. Paga los platos rotos del ajuste y del desencanto de sus votantes por el abandono de reformas prometidas, aunque también el apoltronamiento de una organización paralizada desde la ida de Arenas. Como señaló Maura, los partidos no son marinería que aguarda en el depósito de un gran puerto, dispuesta a zarpar igual al Ecuador que al Polo. Quien no sabe a dónde va no es digno del poder.
Mientras el PP se fíe al principio de que sólo cabe mantener un perfil bajo que no despierte a la izquierda, no habrá esperanza de cambio
Alzada en un globo aerostático impulsado por el viento que le insufla ser aclamada como relevo natural de Rubalcaba, siendo la tuerta en el reino de los ciegos, se revela inalcanzable para un PP a 9,3 puntos de distancia. Resulta una obra hercúlea para su presidente y aspirante a la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, quien deberá afrontar doce trabajos como los que dieron gloria y fama al héroe mitológico. Aterrizado en vísperas de unas europeas que mal le han servido para darse a conocer -mucho más cuando no es suficiente con estar, sino se exige ser-, lidera un partido que reclama rápida intervención, si no quiere que el enfermo se le vaya entre las manos.
Aunque no se deben extremar la traslación de votos de unas elecciones europeas a otras de intereses más mediatos -como municipales, generales o autonómicas-, el susto ha sido morrocotudo. Disponiendo de cinco diputaciones y las Alcaldías capitalinas, así como las del litoral, ha perdido en 661 de 762 municipios y pasaría de 50 diputados autonómicos a 35. Un varapalo severísimo a dos años del hito de ganar, por vez primera, las autonómicas. La aritmética puede ser fría y cortante como navaja barbera.
Es el colofón de una astrosa campaña de Arias Cañete con un cartel en el que asomaba como un espectro y un calamitoso debate en el que no acreditó solvencia ante una rival que no es gran cosa, pero que le dio sopas con honda por un mal sentido de la continencia que desbocó al día siguiente haciendo que el inesperado revés cobrase dimensión de catástrofe. Esto prueba que quienes veían en él la mejor réplica a Díaz erraban de hoz y coz. Ya vivió este episodio en Jerez como aspirante a la Alcaldía ante un populista Pacheco.
Su traspié evidencia que la dolencia del PP no se arregla esperando la presentación de algún inexistente mirlo blanco. No ya porque el PSOE nunca lo requirió -basta repasar su baraja de presidentes- hasta dar pie a la burla Guerra de que, en Andalucía, ganarían colocando una cabra, sino en salir a la calle y conquistarla afrontando el debate de las ideas.
Mientras el PP lo fie todo al principio arrioliano (de Arriola, Pedro, su gurú de cabecera) de que Andalucía es de izquierdas y sólo cabe mantener un perfil bajo que no despierte a su electorado, no habrá esperanza. Le reporta añadidamente una superioridad a la izquierda y rinde en la sumisión a un PP que no sabe que derroteros tomar, al haberle cogido las vueltas.
Para no caer en la trampa, el PP deberá echar mano de adecuados compañeros de viaje, pertrecharse de equipos idóneos y dotarse de estudios precisos. Cabe preguntar qué cantidad, de los muchos millones que recibe destina a elaborar un diagnóstico sobre Andalucía, mientras sus vocales ingresan apreciables emolumentos por calentar el asiento en inanes consejos de extracción parlamentaria. Hasta que no deje de lamentarse y asuma su obligación no pondrá remedio.
Antes de que se asiente la idea de la eternidad del Régimen y de que el PP no gobernará jamás la Junta, su cúpula habría de orillar, parafraseando a un ilustre visitante de la corte de la gran zarina que fue Voltaire, esos pretextos que disimulan la razón real de su impotencia. Voltaire, cuando le inquirían quién era el más sabio, contestaba sin dudarlo: «Aquel que tarda menos tiempo en rectificar sus errores». Quien nada emprende, de nada sale bien.
Sin una sacudida así, el cambio de mentalidad será imposible y, por ende, la alternancia. El PP aprovecharía esa segunda ocasión que le llegaría si la Estrella del Sur marcha a Madrid, una vez vislumbrado el domingo el inicio de un nuevo ciclo largo en la dilatada hégira del PSOE. Secundando la cita de Horacio, la adversidad da a conocer el ingenio, de modo que lo nunca ocurrido puede acabar sucediendo. ¡Que se lo pregunten a Díaz!






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